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Entrevista al Dr. Robert H. Osher Vol 24

3 octubre, 2017 0 comentarios

Entrevista al Dr. Robert H. Osher Vol 24


Entrevistador

Dr. Virgilio Centurion – Brasil

El Dr. Robert H. Osher, es profe- sor de oftalmología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati y Director Médico Emérito del Cincinnati Eye Ins- titute. Su práctica se ha enfo- cado a la cirugía de cataratas e implantes por referencia durante treinta y ocho años.

1.¿Cómo era el videosimpo- sio al principio?

Dr. Robert H. Osher: En las primeras décadas de 1980 básica- mente en todas las ponencias de todos los congresos se presentaba el mejor caso del cirujano. Para mi eso no era muy útil, porque mis casos solían ser complicados. Al fi- nal, estábamos realizando capsu- lotomías con abridor de latas, las dos configuraciones de la máquina de faco no eran confiables (máxi- mo y mínimo, las que posterior- mente cambié para que el control fuera del cirujano), las agujas de la faco dejaban un rastro de tita- nio en el iris, las puntas de metal no pulido para irrigación y aspi- ración desgarraban las cápsulas, y las incisiones de gran tamaño conducían al prolapso del iris. Los lentes intraoculares se colocaban a ciegas en la cámara anterior, en el iris, en el sulcus y raramente en la bolsa capsular. Por ese motivo, me dirigí a los organizado- res de AIOIS [la precursora de la Asociación Estadouni- dense de Cirujanos de Ca- tarata y Cirugía Refractiva (ASCRS)] y les sugerí que organizáramos un video- simposio basado en compli- caciones. Inicialmente hubo mucha resistencia porque eran muy pocos los ciruja- nos que estaban dispuestos a mostrar sus propias com- plicaciones. Entonces decidí mostrar las mías. Seleccio- né a los siguientes doctores en Medicina (MD): Richard Kratz, Robert Sinskey, Nor- man Jaffe, Charles Kelman, William Simcoe y David McIntyre para componer el primer panel, y a ellos les encantó criticar mi cirugía. En ese mismo año presenté el videosimposio a la Aca- demia Estadounidense de Oftalmología y seleccioné un panel compuesto por los doctores en Medicina Ri- chard Lindstrom, Douglas Koch, Roger Steinert, Alan Crandall y Samuel Mas- ket. Al año siguiente, el Sr. Emanuel Rosen me invitó a presentar el videosimposio en la EIIC [precursora de la Sociedad Europea de Ciru- janos de Catarata y Cirugía Refractiva (ESCRS)], y el resto es historia. Presenté el videosimposio en más de 50 países y aún creo que uno aprende más asistiendo una complicación con buen manejo que observando un caso perfecto.

2.Basado en su tremenda ex- periencia en el campo del as- tigmatismo, ¿cómo aborda la corrección del astigmatismo durante la cirugía de cataratas?

Dr. Robert H. Osher: Me han lla- mado “el padre de la cirugía refrac- tiva de cataratas”, pero a mi edad, creo que llamarme “abuelo” sería más adecuado. En las primeras décadas de 1980, los cirujanos estaban obce- cados intentando reducir al mínimo el astigmatismo inducido mediante dife- rentes formas de incisión y técnicas de sutura. No había nadie intentando reducir el astigmatismo preexistente. Comencé un estudio combinando la queratotomía astigmática con la fa- coemulsificación con el objeto de ob- tener la emetropía en pacientes que habían padecido astigmatismo quera- tométrico preoperatorio. En 1983 pre- senté los resultados en el Congreso Estadounidense de Catarata y recibí críticas severas de virtualmente todos los afamados cirujanos de catarata que participaban del evento, excep- to por el Dr. Spencer Thornton, MD. A quien le encantó la idea fue a mi jo- ven amigo, el Dr. Dick Lindstrom, MD,

y él fue el segundo cirujano de Estados Unidos en realizar la cirugía refractiva de cataratas. Los resultados fueron bastante sorprendentes, pese a los inconvenientes de la cirugía incisional, los cuales comprendían la capacidad de crear inci- siones corneales precisas, identificar correcta- mente el meridiano vertical y la variabilidad en la cicatrización de la herida. No hubo nadie más feliz que yo cuando el Dr. Kimiya Shimizu, MD, de Japón, introdujo los lentes tóricos en 1994. Si bien la cirugía incisional era un arte, los lentes tóricos eran más bien una ciencia. Los resulta- dos que obtuvimos mejoraron cuando presenté la facoemulsificación microcoaxial en la edición de marzo de 2007 del Journal of Cataract and Refractive Surgery (JCRS), que redujo aún más el tamaño de la incisión. Posteriormente, el Dr. Douglas Koch, MD, identificó la información que faltaba al ayudarnos a entender el papel que desempeñaba la córnea posterior. Obtener la exacta alineación era un desafío, entonces pre- senté el concepto de “fingerprinting” utilizando las referencias del iris en la ponencia Kelman Innovator de la ASCRS, en 2009. Después de eso, trabajé con SMI, en Alemania, para crear la primera tecnología automatizada, que hizo posible el desarrollo de Verion y Callisto. Es muy triste que el paciente estadounidense ten- ga que pagar extra para la corrección del astig- matismo. Creo que por lo menos el 25% de los pacientes son buenos candidatos para la cirugía de astigmatismo, pero en Estados Unidos, el implante de lentes tóricos se ha mantenido fijo en los 7%, lo que es muy desalentador.

3.¿Es verdad que fue usted quien pre- sentó la primera video revista en Me- dicina?

Dr. Robert H. Osher: Por lo que sé, sí, es ver- dad. Después de haber terminado mi residencia y tres fellowships en el Bascom Palmer Eye Institu- te, en Miami, y en el Wills Eye Hospital, en Filadel- fia, fui a trabajar con mi padre en una pequeña clí- nica en Cincinnati, Ohio. Pude convencerlo a que apoyara mi idea de instituir una importante clíni- ca de referencia, y pasé mucho tiempo reclutan- do subespecialistas para lo que más tarde vino a

transformarse en el Instituto de Ojos de Cincinnati, la ma- yor clínica particular de Es- tados Unidos. También pasé bastante tiempo en aviones, yendo a visitar quirófanos de excelentes cirujanos de faco, como los Drs. Kratz, Sinskey, Little, Gimbel, Kelman, etc. Pero era tan caro y demora- do que decidí filmar a los pio- neros y compartir esos casos editados con amigos y cole- gas. Eso fue el comienzo de la video revista, que ahora es un beneficio para los miem- bros de casi todas las socie- dades del mundo. Durante más de tres décadas cada uno de sus ediciones ha pre- sentado material de temas educativos de extraordinaria calidad y más de 30.000 ciru- janos tienen acceso gratuito a su contenido. Por supuesto, yo tengo que ver todos los vi- deos en ASCRS, ESCRS y en los principales festivales de cine alrededor del mundo. El trabajo es interminable, pero así lo exige mi función de edi- tor. Además, siempre siento que estoy recibiendo la mejor educación del planeta.

4. Teniendo en cuenta el videosimposio, la video revista, su in- tensa programación de ponencias, ¿cuál sería hoy su principal prioridad en térmi- nos educativos?

Dr. Robert H. Osher: Eso es muy fácil de responder. Tuve la oportunidad de pre-

 

 

 

 

 

 

 

sentar un encuentro educativo único: Cataract Surgery: Te- lling It Like It Is! (Cirugía de ca- taratas: lo que es, sin subterfu- gios). Hace unos ocho años me disgustó el enterarme de las restricciones de las directrices para la educación continuada en Estados Unidos. No era fá- cil ser profesor cuando la “poli- cía” del departamento de edu- cación continuada en Medicina dictaba lo que uno tenía que enseñar. Reuní a los mejores profesores de América del Nor- te y los convencí a organizar un nuevo encuentro con el cual pudiésemos garantizar que los cirujanos participantes salieran del evento con más confianza y más conocimientos. Los docen- tes eran los Dres. Doug Koch, Dick Mackool, Warren Hill, Ike Ahmed, Sam Masket, Alan Crandall, Bill Fishkind, Mike Snyder, Lisa Arbisser y muchos otros excelentes profesores

5.Dados los adelantos que se han conseguido en la última déca- da, ¿le gustaría predecir el fu- turo de la cirugía de cataratas?

Dr. Robert H. Osher: La cirugía de cataratas no tiene futuro, puesto que no habrá cataratas. Cuando dic- té la ponencia Binkhorst de la AS- CRS, en 2000, predije que llegaría el día en que un paciente de 21 años de edad consultaría con un cirujano de ojos para que le extrajera el cristalino transparente (como había presentado para casos de hiperopía, en 1985) y eliminar los cuatro errores de refrac- ción: hiperopía, miopía, astigmatismo y presbicia. Esa intervención microin- vasiva será tan segura y tan precisa que todo el mundo será emétrope, con visión perfecta para distancia y para cerca. Aun más, los lentes que se implanten servirán como un sistema de administración de fármacos, así también como un centro diagnóstico destinado a medir la presión intraocu- lar, la glicemia, etc. Estamos dándo- nos cuenta de lo que seremos capaces de ofrecer a nuestros pacientes. Estoy muy entusiasmado y me siento muy optimista acerca de las contribuciones que la Oftalmología aportará a la so- ciedad en el futuro.

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