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adminalaccsa

Noticiero Alaccsa-R

Video Complicaciones VOL 22

posted by adminalaccsa 8 agosto, 2017 0 comments

Comentario de caso: Explante LIO subluxado. Incisión escleral en «L»


Ellen Stodola, redactora jefe de EyeWorld

Médicos abordan aspectos de las prótesis de iris artificial y su uso

Presentado por:
Dr. Agustín Carrón – Paraguay
agustincarron@hotmail.com

 

Varón de 76 años, sometido a facoemulsificación + implante de LIO (PMMA de 1 pieza, óptica de 6 mm) hace 10 años aproximadamente.

Principal queja: Disminución de la AV

Examen

AV: CD 1 m

PIO: 13 mm Hg

BMC: Córnea transparente, discoria debido a esfinterotomía a hora 7, dilatación pupilar de 6 mm, LIO subluxado inferiormente, localizado en el sulcus, CP dañada, pseudoexfoliación capsular.

Recuento endotelial: 1536 cél./mm2, polimegatismo importante

Plan quirúrgico: Explante de LIO subluxado a través de incisión escleral en «L», vitrectomía anterior, fijación intraescleral de LIO CP.

La incisión esclerocorneal en «L» induce a menor astigmatismo y aporta mayor estabilidad durante las maniobras intraoculares necesarias para la fijación intraescleral en relación a la incisión lineal de 6 mm paralela al limbo.

El video muestra los pasos necesarios para la construcción de la herida. Se inicia con una incisión escleral (1/3 del espesor) paralela al limbo de 3 mm y la misma se extiende en forma radial otros 3 mm. Se realiza la disección de un bolsillo escleral adecuado que permita una apertura del labio interno de la herida de 6 mm. Este abordaje permite entonces explantar un LIO de 6 mm de óptica a través de una incisión de 3 mm, que requiere solamente 1 o 2 puntos de sutura de nylon 10-0 para el cierre. Debido al recuento endotelial, se decide realizar fijación intraescleral de LIO-CP evitando las opciones de implante en la cámara anterior.

Referencias

http://ascrs2016.conferencefilms.com/atables.wcs?entryid=0035&bp=1

http://www.healio.com/ophthalmology/cataract-surgery/news/print/ocular-surgery-news/%7Bcd9d84fd-875f-4265-80f4-fca306b15319%7D/l-shaped-scleral-incision-may-be-ideal-for-iol-explantation-insertion

Situación de las prótesis de iris artificial en EE.UU.


Ellen Stodola, redactora jefe de EyeWorld

Médicos abordan aspectos de las prótesis de iris artificial y su uso

Masket: Avcmasket@aol.com
Snyder: Msnyder@Cincinnatieye.com

Actualmente en Estados Unidos no existen prótesis de iris artificial aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, una de esas prótesis integra un ensayo clínico que se está llevando a cabo en distintas partes del país. El Dr. Michael Snyder, MD, de Cincinnati Eye Institute, (Cincinnati) y el Dr. Samuel Masket, MD, de Advanced Vision Care (Los Angeles), conversaron sobre el implante de iris artificial, la situación de dichas prótesis y sus propias experiencias con ellas durante el ensayo clínico.

Actualmente existen cuatro fabricantes de prótesis de iris artificial en todo el mundo: Morcher (Stuttgart, Alemania), Ophtec (Groningen, Holanda), HumanOptics (Erlangen, Alemania) y Reper (Nizhny Novgorod, Rusia). Actualmente, la prótesis HumanOptics es objeto de investigación en ensayo clínico por la FDA, informa el Dr. Snyder.

Aunque el reclutamiento del grupo de autorización de comercialización (PMA, por sus siglas en inglés) del ensayo ya haya concluído, el Dr. Snyder informa que los médicos que participan en el ensayo pueden seguir reclutando pacientes mediante un grupo de acceso permanente. “Esperamos que la prótesis esté disponible de manera más generalizada a través del proceso de la FDA”, declara.

Según el Dr. Masket, la única opción disponible en la actualidad para un oftalmólogo cuyo paciente necesita un implante de iris artificial es la de remitirlo a uno de los centros aprobados por la FDA que participan en la investigación. Su consultorio es uno de los centros de estudio, y los otros están distribuidos por todo el territorio nacional. Él ya ha examinado a pacientes de la costa Oeste, la parte central del país, y fuera de los Estados Unidos.

Una estipulación en la investigación es que las visitas posoperatorias también deben ser realizadas en el centro de estudio, comenta el Dr. Masket. Esto incluye una cita de seguimiento en el día 1, la semana 1, al mes y a los 3, 6 y 12 meses tras el procedimiento. Reconoce como bastante notable el hecho de que los pacientes hubiesen cumplido con las citas de seguimiento. Según él, los pacientes parecen reconocer la importancia de la investigación. “Es realmente una experiencia transformadora cuando se sustituye el iris defectuoso”, declara.

El Dr. Masket informa, además, que la cohorte original del estudio fue compuesta por 180 ojos. Informa que ya se ha alcanzado el número de participantes previsto, pero la FDA ha permitido un acceso continuo haciendo posible que los centros continúen inscribiendo a pacientes.

Preparación del cirujano para la aprobación de las prótesis

Los cirujanos pueden prepararse de distintas maneras para la aprobación de esta prótesis de iris artificial. Respecto a incorporar una nueva tecnología a su arsenal terapéutico, el Dr. Snyder dice que el cirujano tiene que tomar en cuenta cómo obtener el dispositivo y cómo realizar el implante desde el punto de vista técnico.

La adquisición de la prótesis implica varias consideraciones logísticas y para su confección se utiliza una técnica con fotografía digital. “Siempre que usamos las prótesis, tenemos que obtener una fotografía de alta calidad en colores del ojo contralateral normal del paciente a partir del cual se confecciona la prótesis.” Básicamente, se toma una fotografía del ojo sano y el fabricante confecciona la prótesis de manera a crear un iris que corresponda lo máximo posible a la fotografía digital, aunque el Dr. Snyder observó que al mirar a través de la lámpara de hendidura, a veces se puede notar una ligera diferencia. Las prótesis son personalizadas no solamente respecto al color, sino a su superficie, que es moldeada para adquirir una textura similar al iris original.

Según el Dr. Snyder, estas prótesis de iris artificial funcionan muy bien para reducir la sensibilidad a la luz y al contraste, el deslumbramiento y los halos.

Con relación a la preparación de los cirujanos, el Dr. Snyder dice que otro factor importante es el aspecto técnico de la inserción de la prótesis. Advierte que como estas maniobras no son habituales en la práctica diaria, existe una curva de aprendizaje. En ese sentido, informa que la ASCRS ha establecido un wetlab de iris artificial que se ha ofrecido durante los congresos anteriores y estará nuevamente en el programa este año. Esto les brinda a los médicos la oportunidad para que experimenten todas las prótesis y puedan comprenderlas mejor. Esta es “probablemente la mejor manera que disponemos ahora para familiarizarnos con la técnica de la implantación”, declara.

El Dr. Snyder dice que otro componente significativo es el de comenzar a pensar en la prótesis siempre que los médicos examinan pacientes con algún tipo de afección en el iris. Es importante reflexionar sobre quién se puede beneficiar de esta tecnología. Según el Dr. Snyder, en algunos pacientes es posible utilizar suturas o estirar el tejido del iris para crear la apertura adecuada. Pero a veces, cuando se requieren muchas maniobras, lo mejor sería inserir la prótesis de iris en el saco capsular durante la cirugía de catarata. Esta intervención resultaría más rápida, más segura, implicaría menos riesgos y el resultado cosmético sería mejor, agrega.

Si la FDA aprueba la prótesis, el Dr. Snyder espera que consten en la ficha técnica ciertas indicaciones para el uso autorizado del producto. Continúa alertando que “como médicos, tenemos una obligación con los pacientes de determinar la utilidad de esta prótesis para su caso”. Señala, además, que probablemente las indicaciones autorizadas por la FDA también dependen de haberse incluido en los datos del estudio a pacientes con determinadas enfermedades. Agrega que es posible que surjan algunas situaciones que no estaban representadas en los datos del estudio.

Normalmente, la toma de decisiones a la hora de utilizar la prótesis se basa en algunos factores, como el volumen del tejido iridiano que permanece, si la prótesis se une a la iris que permanece y si la fuerza del tejido del iris acepta suturas, advierte el Dr. Masket. Continúa informando que el otro aspecto importante en la toma de decisiones es el factor cosmético. Si el paciente tiene un iris oscuro y el médico puede realizar una reparación funcional adecuada, esa podría ser una solución aceptable. Agrega que, para alguien con un iris claro, la reparación con suturas puede no tener el mismo valor estético.

Con relación a prepararse para la técnica de inserción de estas prótesis, el Dr. Masket cree que es importante perfeccionar ciertas habilidades. “Todas las técnicas que utilizamos para implantar estas prótesis son cosas que los cirujanos ya las han hecho antes, aunque quizá no exactamente en ese orden específico”, afirma, aconsejando a los médicos que asistan a charlas y cursos en congresos de ámbito nacional e internacional. El Dr. Masket estima que la prótesis será aprobada a finales de 2017 y que, una vez aprobada, se organizarán cursos para enseñar el procedimiento a los cirujanos. “Todo radica en el conjunto de habilidades de un consumado cirujano de segmento anterior. Es sólo una cuestión de logística”, opina.

Posibles preocupaciones

Al igual que con cualquier dispositivo, existen posibles problemas concernientes a las prótesis de iris artificial. “El tipo de ojos que requieren implantación de iris artificial no forma parte de un grupo de ojos que sean muy saludables”, comenta el Dr. Snyder. Asimismo, explica que si la prótesis está fija en estructuras de apoyo naturales y estas resultan insuficientes, es casi seguro que tendrá que volverse a fijar. Según su opinión, la mejor manera de solucionar este problema es por medio de la prevención, lo que significa que se debe garantir una buena fijación desde el principio.

El Dr. Masket subraya que los médicos deben reconocer que ningún ojo normal necesita un iris artificial. Muchos de estos ojos presentan enfermedades concomitantes, específicamente relacionadas con glaucoma o daños corneales. El tratamiento de enfermedades concomitantes se convierte en un gran problema y puede requerir cirugía adicional tras un implante de iris artificial, añade el Dr. Masket. “Esta investigación se está llevando a cabo para determinar los problemas asociados a la prótesis”, concluye.

Nota de los editores: El Dr. Snyder tiene intereses financieros en HumanOptics. El Dr. Masket no tiene intereses financieros relacionados con sus comentarios.

Referencias

 

U.S. Food and Drug Administration. LASIK Quality of Life Collaboration Project. www.fda.gov/MedicalDevices/ProductsandMedicalProcedures/SurgeryandLifeSupport/LASIK/ucm190291.htm. Accessed 1/17/2017.

Eydelman M, et al. Symptoms and satisfaction of patients in the Patient-Reported Outcomes With Laser In Situ Keratomileusis (PROWL) studies. JAMA Ophthalmol. 2017;135:13–22.

Hays RD, et al. Assessment of the psychometric properties of a questionnaire assessing Patient-Reported Outcomes With Laser In Situ Keratomileusis (PROWL). JAMA Ophthalmol. 2017;135:3–12.

Price MO, et al. Three-year longitudinal survey comparing visual satisfaction with LASIK and contact lenses. Ophthalmology. 2016;123:1659–66.

 

Noticiero Alaccsa-R

Entrevista Dr. Ramón Lorente Moore VOL 22

posted by adminalaccsa 8 agosto, 2017 0 comments

Entrevista Dr. Ramón Lorente Moore


Entrevistador
Dr. Arnaldo Espaillat República Dominicana
Editor Catarata – Noticiero ALACCSA-R
Director Médico – Instituto Espaillat Cabral

Dr. Arnaldo Espaillat: Dr. Lorente, como presidente de SECOIR ¿cuáles metas se ha planteado lograr en su gestión?

Dr. Ramón Lorente Moore: 1) Impulsar la formación de los jóvenes oftalmólogos. Ya se realizó el primer congreso solo para ellos en enero con una asistencia masiva (363 asistentes), 2) Estrechar lazos con otras sociedades como ALACCSA y Portugal, y 3) Continuar la gran labor científica realizada hasta ahora.

Dr. Arnaldo Espaillat: En un artículo reciente (2015) publicado en el Journal of Cataract and Refractive Surgery en el cual fue coautor, mencionan que en su población de pacientes la incidencia de pseudoexfoliación capsular es de un 21,6 %. Cuando enfrenta esos casos en la cirugía de catarata, ¿cuándo decide el uso de anillos de tensión capsular?

Dr. Ramón Lorente Moore: Nosotros sólo implantamos anillo de tensión capsular cuando observamos algún grado de debilidad zonular. No debemos ignorar que la implantación del anillo puede ser traumática para la zónula, como demostraron Crandall y Ahmed en un estudio.

Dr. Arnaldo Espaillat: Ha publicado varios artículos, además de ser autor y coautor de múltiples libros sobre cirugía de catarata. Con toda la experiencia que ya tiene en diferentes tecnologías aplicadas en esta cirugía, ¿cuál cree que será el futuro del láser de femtosegundo en la realización de la misma?

Dr. Ramón Lorente Moore: Diría que en este último año, ha sufrido un estancamiento, pero no tengo dudas de que es el futuro de la cirugía de cataratas. Sin embargo, necesita mejoras importantes y que el precio no sea tan «ridículamente» elevado.

Dr. Arnaldo Espaillat: En el manejo del astigmatismo durante la cirugía de la catarata, ¿a partir de qué magnitud de astigmatismo decide implantar lentes intraoculares tóricos?, ¿cuál es su nomograma de cálculo y/o tecnología aplicada preferida para su implantación?

Dr. Ramón Lorente Moore: Implantamos lentes tóricos a partir de 1,25-1,5 D en lentes monofocales y de 1 D en lentes multifocales si el astigmatismo es a favor de la regla. Utilizo el Barrett Toric Calculator de la ASCRS.

5. Dr. Arnaldo Espaillat: Dada su gran experiencia en publicaciones científicas, ¿cuál sería un mensaje práctico para los oftalmólogos jóvenes que se inician en el camino de la investigación?

Dr. Ramón Lorente Moore: La investigación en España es muy difícil de realizar. Los jóvenes tienen que tener auténtica motivación. Tendrían que empezar por saber cómo realizar un buen artículo −en la SECOIR tendremos un curso con esta finalidad− y a partir de ahí empezar poco a poco, sin prisas.

Top Ten por la Dra. Guadalupe Cervantes-Coste


Dra. Guadalupe Cervantes

Síndrome tóxico del segmento anterior (TASS)

Reacción inflamatoria, estéril y aguda (12-48 horas) posoperatoria del segmento anterior.

Fisiopatología: entrada de substancias no infecciosas al segmento anterior, causando daño toxico intra- y extracelular, con daño a tejidos intraoculares.

Se presenta como una endoftalmitis no infecciosa, con o sin dolor, con disminución severa de la visión.

Clínicamente, hay edema corneal difuso, que se extiende de «limbo a limbo», fotofobia y severa reacción en cámara anterior (cursa ocasionalmente con hipopión).

Etiología multifactorial:

solución salina contaminada;

solución de irrigación con pH anormal;

viscoelásticos alterados;

medicamentos intraoculares (antibióticos, anestésicos, etc.);

esterilización inadecuada del instrumental quirúrgico;

conservantes (endotelio corneal es muy sensible a ellos).

Diagnóstico:

Síntoma:

visión borrosa posoperatoria inmediata, ojo rojo y dolor.

Signos:

reacción inflamatoria severa 12-48 horas posoperatorias;

edema corneal limbo a limbo;

pupila midriática o irregular;

PIO aumentada;

ausencia de crecimiento bacteriano o micótico en muestras intraoculares;

buena respuesta a esteroides tópicos;

hipopión.

Tinción de Gram y cultivos negativos.

Diagnóstico diferencial:

TASS

Tiempo de inicio: 12-48 horas.

Células y flare intensos en cámara anterior asociados a fibrina, e incluso hipopión.

Edema corneal difuso (limbo-limbo) y datos de atrofia de iris con anormalidades pupilares.

Aumento de la PIO.

Limitado al segmento anterior.

Respuesta rápida a esteroides tópicos y control de la PIO.

Endoftalmitis

Tiempo de inicio: 4-7 días.

Quemosis, edema, inyección conjuntival y secreción mucopurulenta.

Sin respuesta a tratamiento inmediato, exacerbación en horas.

Sin limitación al segmento anterior, con afección de segmento posterior.

TASS es una complicación PREVENIBLE. Es importante hacer el diagnóstico, e iniciar tratamiento inmediato (esteroides cada 1-2 horas); esto ayudará a suprimir la respuesta inflamatoria inmune secundaria.

Pasos a seguir para su prevención:

control de todos los pasos de la cirugía;

supervisión de la esterilización del instrumental;

entrenamiento a enfermeras y equipo quirúrgico.

Noticiero Alaccsa-R

Caso Córnea Refractiva VOL 22

posted by adminalaccsa 8 agosto, 2017 0 comments

Caso Córnea Refractiva Ojo seco


Nicolás López

Coordinador
Dr. Nicolás López – nico942003@hotmail.com

Invitados
Dra. María José Cosentino – majose.cosentino@icloud.com
Dr. Carlos Ferroni – carlos_ferroni@yahoo.com.ar
Dr. César Carriazo – ccarriazo@carriazo.com

Paciente de 32 años, con antecedente de cirugía refractiva por PRK hace 8 años. Acude a la consulta por déficit visual en su visión lejana desde hace aproximadamente un año, el cual asocia a un viaje que hizo a ciudad de México, D.F., durante 3 meses.

Desea evaluar alternativas quirúrgicas para la emetropía. El paciente no recuerda refracción previa a su cirugía refractiva.

Antecedentes generales: Sin antecedentes patológicos de jerarquía.

Antecedentes oftalmológicos: Cirugía refractiva bilateral hace 8 años.

Cirugía de retina en OI por DR traumático hace 2 años con reporte de ese momento de servicio de neuroftalmología de pupila de Adie postraumática.

Síndrome de ojo seco severo en actual tratamiento con lubricantes en gotas y gel, ciclosporina, tapones de silicona tipo puntum plugs y cápsulas de omega-3 vía oral.

Observaciones: Paciente con requerimientos y expectativas visuales altas, de profesión microcirujano, no tolera lentes de contacto y, debido a su profesión, se le dificulta el uso de gafas.

AVSC: OD 20/60

OI 20/200

Refracción Subjetiva:

OD esf. -1,00     20/20

OI esf. -1,25 cil. -1,00 x 170   20/20

BMC: Meibomitis en pasta de dientes. Telangiectasias que llegan a línea gris. Blefaritis seborreica.

BUT de 3 segundos.

Córnea transparente. No se observan discos.

Cámara anterior VH IV

Sin opacidad de medios.

Iris normal, pupilas redondas, reactivas. Reflejos fotomotor y consensual conservados.

PIO: 14 mm Hg AO.

FO: Fondo coroideo, máculas satisfactorias. En OD blanco sin presión temporal superior. En OI explante segmentario en cuadrante nasal superior con desgarro sellado por crio.

N.O. Papilas bordes netos, excavación 0,4 AO

Paciente manifiesta pérdida de sensibilidad al contraste en condiciones escotópicas sobre fondos oscuros y rojos.

Paquimetría mínima: OD 463 µm; OI 466 µm

Pupila topográfica: OD 3,17 mm; OI 3,16 mm

Pupila según aberrometría Coast: OD 5,76 mm; OI 5,59 mm

Zona óptica de ablación: 5,5 mm AO

¿Qué causas considera, en este caso, más significativas en la regresión del paciente?

Dra. María José Cosentino: Al no tener los datos completos preparatorios el binomio ojo seco-blefaritis, podemos inferir que es un factor determinante en la regresión que presenta el paciente. Habría que evaluar cuál era la ametropía inicial del caso, los valores queratométricos al momento de la cirugía, etc. para saber si este caso de ametropía posoperatoria fue multifactorial.

Dr. Carlos Ferroni: Muchas regresiones pueden explicarse solo a la memoria biológica de la córnea, aunque también depende del tipo de ablación y el tamaño de la zona óptica empleada.

Dr. César Carriazo:

Alteración de la superficie ocular por el síndrome de ojo seco.

Otro aspecto es el antecedente del tratamiento de superficie realizado (PRK) en una miopía relativamente alta (muy posiblemente alrededor de 5 D).

Recordar que cuanto más alto es el defecto, mayor será la participación del epitelio en la remodelación corneal y, por ende, la regresión.

¿Realiza el retratamiento como primera medida? De no ser así, ¿qué tratamiento emplearía?

Dra. María José Cosentino: La primera medida en este tipo de casos es compensar y mejorar la superficie ocular (S.O.) pues: a) las refracciones no son debidamente confiables; b) como es bien sabido, la S.O. alterada produce alteraciones en cantidad y calidad visual e induce nuevamente a la regresión.

Dr. Carlos Ferroni: Si no resolvemos el problema de ojo seco, cualquier tratamiento refractivo será un fracaso. Por ende, primero abordamos el problema de superficie y en segundo lugar, el refractivo.

Dr. César Carriazo: No se debe hacer tratamiento refractivo en estas condiciones. Hay que tratar inicialmente el ojo seco. Tampoco es aconsejable el uso de lentes de contacto. La corrección refractiva debe hacerse con anteojos.

¿Cómo solucionaría el problema de ojo seco específicamente en este paciente?

Dra. María José Cosentino: Dado el tratamiento ya realizado por el paciente y su cuadro clínico, mi opción en estos casos es realizar luz pulsada intensa (IPL). Mi experiencia en estos casos es extraordinariamente buena.

Dr. Carlos Ferroni: El tratamiento empleado en este paciente en particular no está brindando los resultados esperados, por lo tanto debemos proceder de manera diferente y buscar otras etiologías.

En cuanto a tratamiento, podríamos implementar el uso de suero autólogo, pero consideramos que el caso requiere estudios más profundos.

Evaluación del funcionamiento palpebral.

Implante de PP (polietileno poroso) superiores.

Estudio de enfermedades sistémicas y del sistema inmunológico general del paciente para descartar enfermedades que pueden afectar la calidad o cantidad del film lagrimal.

Debemos descartar conectivopatías, enfermedades reumáticas, dermatológicas etc.

Dr. César Carriazo: Haría tratamiento de limpieza, varias sesiones de luz pulsada (IPL) y seguiría con el régimen de lubricación y control inmunológico.

¿Qué tiempo emplea en cada uno de sus tratamientos?

Dra. María José Cosentino: Realizo tres a cuatro sesiones de luz pulsada intensa, separadas por 30 días entre cada sesión. Y agrego un refuerzo de omega-3 vía oral.

Dr. Carlos Ferroni: En términos generales utilizamos un período no menor de 60 días. Debemos evaluar el tiempo de utilización de la cefalosporina, ya que para la obtención de resultados debemos esperar un periodo de 6 a 8 meses según diferentes autores.

Dr. César Carriazo: El manejo de ojo seco necesita entre 6 meses y un año ya que el tratamiento con IPL idealmente es mensual y se hace en cuatro sesiones. Luego hay que hacer seguimiento de estabilidad refractiva.

¿Qué abordaje quirúrgico escogería para devolverle al paciente la emetropia? De elegir técnicas de superficie, ¿prefiere técnica de PRK o TransPRK?

Dra. María José Cosentino: Una vez controlada la S.O., realizo técnica de PRK con mitomicina C. Asimismo, indico ciclosporina tópica y omega-3 vía oral durante los siguientes 90 días posoperatorios.

Dr. Carlos Ferroni: El vicio de refracción del paciente no es muy elevado, por lo que el tratamiento debe ser lo más exacto posible. La alteración de la superficie afecta la estabilidad refractiva dándonos resultados variables e inexactos. Una vez estabilizada la refracción y a pesar de las paquimetrías bajas, realizaríamos excímer láser con técnica de PRK. Consumiremos unos 20 a 25 micras.

En este caso emplearía mitomicina al 0,05 %, ya que no tendremos posibilidad de un segundo retratamiento.

Dr. César Carriazo: Técnica de superficie. PRK debido a que es un paciente operado previamente con técnica de superficie y por esta razón hay unas capas de epitelio diferentes entre la periferia y el centro de la ablación. Estas capas no son tenidas en cuenta al momento de hacer TransPRK. El TransPRK es una técnica que se basa en el principio de promediar el espesor de capas de epitelio de una córnea no intervenida.

¿Qué lechos residuales maneja en su práctica habitual teniendo en cuenta la técnica que decidirá emplear en este paciente?

Dra. María José Cosentino: El lecho estromal residual en este caso se encuentra dentro de los parámetros de seguridad.

Dr. Carlos Ferroni: La tendencia actual es dejar un lecho de 300 a 350 micras y es a lo que nos ceñimos.

Dr. César Carriazo: Hago muy pocos casos de PRK debido a que por nuestra ubicación geográfica tenemos mucho haze. En la mayoría de mis pacientes hago LASAK (LASIK anterior) con discos entre 90 y 120 micras. Por esta razón tengo lechos residuales de estroma en la mayoría de nuestros casos por encima de 300 micras.

¿Qué zona óptica y qué zona de transición le realizaría al paciente considerando que posee una zona óptica de 5,5 mm y que refiere alteración en la calidad visual vs. paquimetría limítrofe y regresión?

Dra. María José Cosentino: Trato de programar una zona óptica y de transición amplias, pues la ametropía así lo permite. Esto evita regresiones y estabiliza la corrección de la ametropía, al tiempo que impediría aumentar la sintomatología relacionada con la sensibilidad de contraste del paciente. Considerando la ametropía y la paquimetría, diagramaría un perfil de 6 a 9 mm.

Dr. Carlos Ferroni: La zona óptica que emplearía es de 6,5 con zona de transición automática generada por el equipo. Emplearía mitomicina al 0,05 % para la prevención de haze.

Dr. César Carriazo: Se puede pensar en aumentar la zona óptica a 6 mm, pero por las consideraciones de este caso, yo le dejaría la misma zona óptica ya que se extirpa menos tejido y corremos menor riesgo. Considero que con la pupila que maneja y logrando la emetropía estos síntomas serían fácilmente tolerables.

¿En estos casos prefiere técnicas de Wavefront o Aberration free?

Dra. María José Cosentino: En este tipo de casos prefiero realizar ablaciones convencionales y no personalizadas. ¿Por qué? Pues las películas lagrimales inestables pueden producir artefactos en las mediciones aberrométricas, en cuyo caso estaríamos compensando aberraciones erradas o inexistentes.

Dr. Carlos Ferroni: Prefiero Wavefront. No extirparíamos mucho más tejido y los requisitos visuales del paciente lo ameritan.

Dr. César Carriazo: Aberration Free. Siendo una segunda PRK y en paciente como estos, cuya superficie epitelial no es saludable, la ablación asférica da mayor seguridad en la obtención de la ametropía. Pensaría en Wavefront en otro tipo de paciente.

¿Cómo maneja las expectativas del paciente?

Dra. María José Cosentino: Focalizo el tratamiento en el mejoramiento de la S.O., que es en verdad la clave del éxito de este caso.

Dr. Carlos Ferroni: Estamos frente a un paciente que no solo tiene una regresión refractiva, sino que presenta una alteración importante de superficie que puede ser recidivante y afectará su calidad visual en distintos momentos o periodos. Debe conocer y reconocer los síntomas iniciales de un cuadro de ojo seco para actuar rápidamente en consecuencia.

Debemos informarle que, al menos a nivel corneal, no podremos intentar otro tratamiento y saber que a futuro existen tratamientos alternativos intraoculares.

Dr. César Carriazo: Diciéndole la verdad: su condición no es la mejor, pues el ojo seco es una contraindicación relativa para tratamientos refractivo-corneales.

¿Cómo realiza los controles posoperatorios?

Dra. María José Cosentino: Mis controles posoperatorios son los habituales de una PRK: primero, segundo, tercero y cuarto día hasta extraer el lente de contacto; luego a la semana, primer mes, tercer mes, sexto mes y al año. Sin olvidar, un refuerzo de luz pulsada a los doce meses de la última sesión.

Dr. Carlos Ferroni:-Rutinariamente controlamos al paciente los tres primeros días, luego a la semana y pasamos a control de un mes, seis meses y anuales.

En este caso, los controles mensuales serían por lo menos hasta el sexto u octavo mes, con la idea de controlar superficie y/o aparición de haze. Utilizamos antibióticos con corticoides durante el posoperatorio y continuamos con fluorometolona cuatro veces por día en ritmo decreciente.

Recomendamos el uso de lentes con filtro UV mayor de 400 al menos por 8 meses.

Dr. César Carriazo: Controlamos a nuestros pacientes al siguiente día, a la semana y, si todo va bien, al año posoperatorio. En este caso hay que hacer controles más seguidos.

Resolución del caso por el Dr. Nicolás López

Se decide como primera medida trabajar sobre el ojo seco del paciente, teniendo en cuenta que representa una de las posibles causas de regresión miópica, siendo que el paciente manifiesta inestabilidad refractiva. Se decide retirar el tratamiento que el paciente está utilizando, continuando solo con lubricante sin conservante, y realizar tratamiento de IPL bilateral en un esquema de una sesión mensual durante 4 meses con dos refuerzos posteriores a los 3 y 6 meses.

Es importante destacar la contención de este paciente que busca la emetropía inmediata sin corrección, para poder hacer un abordaje integral del problema con la posibilidad de realizar luego un retratamiento quirúrgico cuando se logre la estabilidad refractiva y la mejoría de la superficie ocular. A su vez, se intenta mejorar las aberraciones ópticas que este tipo de enfermedades genera, para obtener mejores resultados posoperatorios sin caer en la tentación de realizar como primera medida una ablación por frente de ondas.

Se realiza una ablación de PRK 12 meses posteriores al inicio del tratamiento. Se amplía a 6 mm la zona óptica teniendo en cuenta que zonas ópticas pequeñas están más relacionadas con regresiones, pero para no consumir micras se decide una ablación no guiada por frente de onda por el consumo mayor de tejido.

En el posoperatorio tardío se decide continuar con un esquema con ciclosporina sin conservante cada 12 horas asociado a lubricantes sin conservantes.

A los 3 meses pos-PRK el paciente se presenta con una agudeza visual de 20/20 en ambos ojos sin corrección con buena calidad visual nocturna.

Foro catarata: Tecnología moderna para el cálculo de LIO


Coordinador
Dr. Julio Fernández Mendy – jofemendy@gmail.com

Invitados
Dr. Fernando Aguilera – drfaguilera@gmail.com
Dr. Daniel Badoza – dabadoza@gmail.com

Paciente de 73 años, en tratamiento por glaucoma desde hace 10 años con latanoprost, con daño mínimo. Miope desde los 12 años. Refracción histórica, según refiere, de -5 D aproximadamente y consulta para operarse de catarata.

¿Cómo calcularía el LIO en este caso? Es un paciente que se va a operar de catarata y «se descubre» que tiene queratocono.

Dr. Fernando Aguilera: En este interesante caso hay varios aspectos a mencionar. En casos de ectasia corneal (y en pos cx refractiva corneal), el verdadero poder corneal es difícil de obtener porque la relación cara anterior/posterior corneal está alterada. La queratometría y la topografía anterior asumen una relación normal entre ambas caras corneales y miden el radio anterior de curvatura, lo que no es útil para el cálculo de córneas alteradas.

En este caso en particular, la tecnología con la que se evaluó este paciente no es la más avanzada para hacer cálculo con fórmulas de última generación. Por un lado el Orbscan no permite obtener todos los datos necesarios para utilizar en fórmulas avanzadas y el IOLMaster que se usó (IOLMaster 500, no Swept Source OCT-IOLM 700) no mide el espesor del cristalino, lo que es un factor esencial para calcular la posición efectiva del lente (ELPo). Por otro lado, el número de queratometrías del biómetro en este modelo es insuficiente.

Hubiera preferido contar con un tomógrafo corneal que ofreciera el True Corneal Power (TCP) como Pentacam, Galilei o Sirius para poder utilizar fórmulas que tomen en cuenta la relación cara anterior/posterior de córnea (Panacea/Olsen) para un cálculo más eficaz.

Cabe mencionar que un ojo tiene astigmatismo con la regla y el otro contra la regla, asimétrico e irregular por la ectasia corneal. Utilizando los datos que tenemos, utilizaría las fórmulas de Barret Universal II y Holladay 2 (en modo keratoconus), así tenemos que Barret y Holladay coinciden +/-1 dioptría en ambos ojos. En Holladay 2, el cálculo estándar vs. modo keratoconus pide 0,5 dioptrías menos en modo keratoconus.

Dicho lo anterior debemos siempre advertir al paciente sobre la inexactitud del cálculo, aun con la mejor tecnología, abriendo la posibilidad para el uso de anteojos y, en casos extremos, el recambio de lente.

Dr. Daniel Badoza: Nosotros realizamos el cálculo en casos de queratocono considerando los valores de queratometría que nos brinda los 3 mm centrales de la córnea. Para ello, realizamos un promedio de las mediciones que nos brinda la topografía de Plácido, la tomografía y la biometría por interferometría.

Es importante ser cuidadoso en la obtención de estos valores cuando existen grandes asimetrías o valores muy dispares entre uno y otro hemimeridiano. Lo más importante es calcular cuidadosamente los valores presentes en el área del eje visual y, sobre todo, descartar las mediciones que presenten artefactos, que son por cierto muy frecuentes en este tipo de pacientes. En particular en este caso, ya que el uso de latanoprost debe estar afectando la superficie ocular. Las fórmulas de cálculo preferidas son Haigis, Barret Universal II y SRK/T.

En cuanto a la selección de la LIO, en casos con intolerancia a los lentes de contacto y muy baja visión por la catarata, hemos obtenido resultados muy buenos con gran satisfacción de los pacientes implantando LIO tóricos. En casos donde la potencia esférica y cilíndrica requerida puede ser cubierta con un LIO convencional, usaremos AcrySof (como ocurre en el OD de este caso). En casos donde la potencia cilíndrica y/o la esférica necesarias están por fuera del rango convencional (mayor que 6 D de esfera y cilindro), encargaremos una Centerflex Premium de la firma Rayner, utilizando el calculador online provisto por la misma.1

En queratoconos que presenten agudeza visual no muy disminuida por la catarata y excelente tolerancia a la lente de contacto, la calidad visual posoperatoria con un LIO tórico podría ser inferior a la preoperatoria. En estos casos, preferimos apuntar a un equivalente esférico cercano a la emetropía, que en queratoconos como éste, con astigmatismo corneal no superior a 3 D, generalmente la AVSC obtenida ronda los 20/40, quedando a elección de los pacientes corregir el defecto residual con anteojos o lentes de contacto. Para nuestra sorpresa, en la mayoría de estos casos la AVSC obtenida fue suficiente para su vida cotidiana y los pacientes optaron por manejarse con anteojos para conducir o ver con más detalle la televisión.

Resolución del caso por el Dr. Julio Fernández Mendy

Es un caso desafiante desde el punto de vista del cálculo del LIO, pues calcular el LIO en el queratocono es un problema. En este caso, se suma que el paciente desconocía la verdadera problemática de su patología corneal. Siempre se consideró miope exclusivamente y se manejaba desde hace 10 años con anteojos que consideraba intermedios, con el que hacía todo: manejar automóvil y leer.

El primer tema fue explicarle el queratocono y la inexactitud en el cálculo. El segundo punto, tratar de consensuar las expectativas refractivas. Finalmente, llegamos a la conclusión de que NO podía quedar hipermétrope.

Faco OD 23 MAY 2016

LIO Acrysoft SA60AT de 11D

Análisis del cálculo: IOLMaster; multifórmula varía entre 7 D y 9,27 D.

Las K del Orbscan con el IOLMaster eran coincidentes en magnitud y bastantes cercanas en cuanto al eje.

Como la diferencia entre las fórmulas de Haigis y SRKT era de 2 D aproximadamente, decidí colocar 11 D que podría resultar con un error refractivo de -1 D con la SRKT

y -2,50 D con la Haigis (basado en casuística personal más exacta en mis casos).

Resultado al mes

AVSC: 20/25(-2); MAVCC: +0,25 -075 a 10° AV de 20/20(-2). AVSC cerca J2

PIO 10 mm Hg sin medicación.

Faco OI 25 JUL 2016

LIO Acrysoft SA60AT de 7 D

Análisis del cálculo: IOLMaster; multifórmula varía entre 1,5 D y 3 D.

Las K del Orbscan con el IOLMaster eran coincidentes en magnitud y bastantes cercanas en cuanto al eje. La fórmula de Haigis no la calculó, pues no pudo calcular el ACD. Dado el resultado del OD, en el cual resultó exacta la SRKT, el lente elegido fue 7 D para una refracción intentada de -2,25 D.

Resultado al mes

AVSC: 20/30(-2); MAVCC: -0,75 -0,75 a 95° AV de 20/20(-2). AVSC cerca J1

PIO 11 mm Hg sin medicación.

Manejo de la superficie ocular


Coordinador
Dra. María José Cosentino – majose.cosentino@icloud.com

Invitados
Dr. Alejandro Aguilar – Dr.aguilar.superficieocular@gmail.com
Dr. José Álvaro Pereira Gomes – japgomes@uol.com.br
Dr. Marcelo Sterzovsky – Argentina (sterzovsky@gmail.com
Dr. Luis Izquierdo – lizquierdo@oftalmosalud.com.pe

¿Tiene un departamento específico para el tratamiento de ojo seco en su práctica cotidiana? ¿Por qué?

Dr. Alejandro Aguilar: Nuestro servicio cuenta desde hace años con un departamento destinado al estudio, diagnóstico y tratamiento de enfermedades de superficie ocular en donde el tratamiento del ojo seco primario y secundario ocupa un lugar preponderante.

Las enfermedades de la superficie ocular son cada vez más frecuentes y constituyen un riesgo potencial para la salud visual, por eso se hace necesario y agregaría «indispensable» un departamento de superficie ocular para el manejo del ojo seco.

Dr. Marcelo Sterzovsky: Efectivamente, tenemos un departamento para diagnóstico y tratamiento del ojo seco. Esto es debido a que desde la introducción de la aberrometría óptica en nuestra práctica cotidiana, en el año 2002, nos dimos cuenta de que el ojo seco es un factor importantísimo en la calidad visual posoperatoria, y que si no lo tenemos en cuenta, la satisfacción de los pacientes disminuye dramáticamente. Además, no solo es importante el 20/20, sino la calidad visual en las diferentes actividades cotidianas, desde conducir hasta el uso de ordenadores.

Dr. José Álvaro Pereira Gomes: Sí, yo soy especialista en enfermedades de la superficie ocular y tengo una estructura específica para diagnóstico y tratamiento de ojo seco.

Dr. Luis Izquierdo: Sí, nuestro Instituto Oftalmosalud cuenta con un servicio de superficie ocular dedicado especialmente al ojo seco, que atiende todos los días de la semana. Creemos que es un sector muy importante y realizamos la encuesta DWES.

De diez pacientes ¿a cuántos le indica algún tipo de tratamiento para ojo seco?

Dr. Alejandro Aguilar: Mi práctica se centraliza específicamente en las enfermedades de ojo externo, de 10 pacientes que consultan, 8 tienen ojo seco certeramente diagnosticado y los otros dos tienen algún signo o síntoma de ojo seco.

Esta proporción varía en los meses de cambios de estación, donde la patología alérgica se hace presente. En esos momentos, podríamos hablar de 7 a 3, con la misma consideración anteriormente expuesta sobre la presencia de algún tipo de signo o síntoma.

Dr. Marcelo Sterzovsky: De 10 pacientes que superen los 50 años, en poblaciones urbanas de alta densidad, aproximadamente el 70 % tendrá algún hallazgo de ojo seco, pero solo el 30 % manifestara alguna molestia relacionada con la patología, eso incluye pruebas rutinarias, como medición del menisco lagrimal, BUT, tinción con rosa de Bengala y Schirmer.

Esto tiene fundamental importancia en aquellos pacientes en los que indicamos cirugía refractiva corneal, lentes fáquicas o facorrefractiva, ya que las mediciones queratométricas, el grado y eje del astigmatismo y hasta la longitud axial sufren modificaciones cuando la superficie no es satisfactoria. Incluso la humedad del ambiente donde efectuamos las mediciones pueden hacerlas poco constantes.

Es por ello, que cuando realizamos topografías, tomografías e interferometrías para medir la longitud axial, apagamos el aire acondicionado del ambiente. Además de personal altamente calificado para comprender cuando una toma debe ser descartada, en la mayoría de los ojos instilamos una gota de lubricante de baja densidad 5 minutos antes de efectuarla.

Dr. Luis Izquierdo: Alrededor del 80 %.

Dr. José Álvaro Pereira Gomes: Mi práctica tiene un viés porque tengo muchos casos de ojo seco por indicación de otros colegas. Es posible que de cada 10 pacientes, indique tratamiento de ojo seco en 6.

¿Qué relevancia le otorga al laboratorio para ojo seco?

Dr. Alejandro Aguilar: El laboratorio de ojo seco es un auxiliar diagnóstico de excelencia. Cuando tenemos certeza clínica de la presencia de ojo seco, el laboratorio nos permite estadificar con celeridad el cuadro de ojo seco, al mismo tiempo que nos orienta en el tipo de ojo seco, es decir si es lacrimodeficiente o evaporativo.

Permite, además, hacer una correcta evaluación evolutiva del tratamiento implementado, por lo que tiene entonces valor diagnóstico y pronóstico. También, permite establecer si el cuadro de ojo seco se debe a fallas cuantitativas o cualitativas del film lagrimal. Además, contribuye a sospechar si el ojo seco obedece a causas sistémicas. En los casos en que existe duda con otras patologías que involucran a la superficie ocular, nos permite obtener datos de enorme valor para el diagnóstico diferencial.

Dr. Marcelo Sterzovsky: El laboratorio es importante para comprender si estamos ante un cuadro de ojo seco por déficit lagrimal o evaporativo, así que realizamos medición de osmolaridad, lisozima, IgA y citología de impresión. Sin embargo, resultados laboratoriales alterados no significan necesariamente una sintomatología. Por eso también realizamos una profunda anamnesis relacionando la historia de medicamentos orales, tales como antidepresivos o ansiolíticos de uso masivo en nuestra región, trastornos hormonales, antecedentes de enfermedades reumáticas o autoinmunes y la calidad del medio ambiente en que desarrolla su vida laboral o recreativa.

Dr. José Álvaro Pereira Gomes: Para mi práctica, es extremamente útil, principalmente para diferenciar el tipo de ojo seco y definir  mejor abordaje terapéutico.

Dr. Luis Izquierdo: La relevancia es fundamental, pues es ahí mismo donde producimos terapia de suero autólogo, plasma enriquecido, membrana amniótica, etc.

¿Qué parámetros de laboratorio considera clínicamente más representativos? ¿Por qué?

Dr. Alejandro Aguilar: La evaluación de la osmolaridad de la película lagrimal es gold standar en el diagnóstico, ya que se encuentra elevada en todos los tipos y es directamente proporcional al grado de ojo seco.

La citología de impresión conjuntival permite estadificar en gravedad a la sequedad ocular. La correcta evaluación de las células mucosecretantes es un pilar diagnóstico y de control evolutivo por excelencia.

La presencia de metaplasia escamosa ayuda a sospechar la posibilidad de enfermedades orgánicas que causan ojo seco. Es un indiscutido aliado en la evaluación de deficiencias límbicas. Permite, además, realizar el diagnóstico diferencial con fenómenos alérgicos y alteraciones de la superficie ocular secundarias a la contaminación ambiental.

La evaluación del contenido proteico del film y específicamente la concentración de lisozima es otra prueba fundamental, ya que la disminución de la concentración de esta enzima en la película lagrimal expone al paciente a infecciones y es indicador de la posibilidad de patologías sistémicas.

Dr. Marcelo Sterzovsky: Es fundamental la búsqueda sistemática del ojo seco en el preparatorio, especialmente en quienes no tienen síntomas, ya que si los van a desarrollar después de una cirugía refractiva hay que comenzar con tratamiento tópico cuatro semanas antes con lubricantes y ciclosporina A, continuándolos a posteriori e incluso en algunos casos la colocación de puntum plugs.

Dr. José Álvaro Pereira Gomes: El examen detallado biomicroscópico sin y con tinción (fluoresceina y lisamina verde) y determinación del BUT son sencillos y muy útiles en la práctica cotidiana. También utilizo cuestionarios como el OSDI.

Para casos más graves y desafiadores, ahí si utilizo examen por imagen con Keratograph (medida del menisco lagrimal, de la hiperemia, meibomiografía), test de Schirmer, determinación de la osmolaridad, citología de impresión y otros test más específicos, como el Inflammdry MMP-9.

Dr. Luis Izquierdo: Utilizamos citología de impresión conjuntival, test de osmolaridad y test computarizado de ojo seco (topógrafo con software de ojo seco). Además, visualizamos las glándulas de Meibomio, realizamos break up time no invasivo, medición del menisco lagrimal y evaluación de la capa lipídica.

¿Qué tipo de tratamientos sistémicos o alternativos indica en casos severos?

Dr. Alejandro Aguilar: En casos severos están indicados los estimulantes de la secreción lagrimal, y si el ojo seco es secundario a inmunopatías, el control de estas enfermedades por inmunomodulación o inmunosupresión es fundamental.

Es importante considerar la administración de suplementos alimenticios.

Dr. Marcelo Sterzovsky: En cuanto a la administración de tratamientos sistémicos, indicamos suplementos dietarios ricos en omega-3 o aceite de pescado y comprimidos de ácido hialurónico, la mayoría de las veces con un impacto positivo en cuanto a los síntomas no solo oculares, especialmente en la población femenina, que refiere cambios en la turgencia de la piel y la humectación corporal en general

Dr. José Álvaro Pereira Gomes: Para ojo seco evaporativo/MGD: doxiciclina oral por 2-3 meses, seguido por omega-3; para ojo seco por deficiencia acuosa grave y síndrome Sjögren: pilocarpina oral o similar e interconsulta con reumatólogo.

Dr. Luis Izquierdo Entre los tratamientos sistémicos, utilizamos desde inmunomoduladores hasta pulsos EV de corticoides de rápida acción, trabajando en concordancia con reumatología. Respecto a los alternativos, en pacientes con insuficiencia o disfunción glandular, utilizamos IPL (Intensive Pulse Light), cuya traducción más cercana sería «luz intensa pulsada». Esta luz es absorbida por los vasos sanguíneos, genera calor en la capa dérmica de la piel que realiza una licuefacción de las secreciones y abre las glándulas. Inmediatamente exprimimos estas glándulas, para ayudar a liberarlas, lo cual permite que los pacientes sientan una sensación rápida de alivio.

¿Cuáles considera que son los casos más rebeldes o desafiantes?

Dr. Alejandro Aguilar: Los secundarios a inmunopatías sistémicas severas, quemaduras fisicoquímicas y ojo seco posradioterapia por patología neoplásica craneofacial.

Dr. Marcelo Sterzovsky: Los casos más desafiantes son en los que indicamos cirugía facorrefractiva con implante de lentes MF, porque en estos ojos es donde más incide una mala calidad en la superficie. No es suficiente una excelente cirugía y la exactitud en las mediciones previas. Si la superficie está alterada, generará alto grado de molestia e insatisfacción.

Dr. José Álvaro Pereira Gomes: Los casos de GVHD, Stevens-Johnson y penfigoide cicatricial.

Dr. Luis Izquierdo: Definitivamente los síndromes óculo-cicatrizantes crónicos: penfigoide cicatricial ocular, síndrome Stevens-Johnson, síndrome de Lyell, rosácea y síndrome de Sjögren.

Mencione su peor caso y relátelo brevemente, por favor.

Dr. Alejandro Aguilar: Un paciente con neoplasia linfomatosa que tras injerto medular desarrolla un cuadro severo de «enfermedad trasplante vs. huésped». El mismo cursó con deficiencia límbica severa.

El tratamiento sistémico que combinó inmunosupresores con corticosteroides desencadenó un glaucoma cortisónico y cataratas. Su tratamiento incluyó injerto límbico y amniótico y cirugía combinada de catarata-glaucoma.

Dr. Marcelo Sterzovsky: Mi peor caso relacionado con ojo seco ocurrió hace aproximadamente 20 años: en la misma sesión quirúrgica se intervenían padre e hijo, ambos con astigmatismo mixto, bajo LASIK con utilización de microqueratomo de Baush & Lomb y con bisagra superior, bilateral simultánea.

Primero se operó el hijo sin ninguna complicación. Luego el padre, y en el primer ojo ocurrió una desepitelización moderada, luego de la creación del flap, que interpreté que había sucedido por una mala lubricación antes del pasaje del microqueratomo. Pero en el segundo ojo, a pesar de lubricar profusamente (en esa época lo hacía con proparacaína) la desepitelización fue total. Como resultado en paciente tuvo un posoperatorio tormentoso con uso de lente de contacto durante casi 60 días.

El problema fue no haber diagnosticado la patología previa, que consistía en una alteración de la membrana basal bilateral, patología no del todo infrecuente y a investigar en el preparatorio. Hoy el hijo sigue altamente satisfecho con su cirugía, y hace poco más de 30 días intervine también de astigmatismo mixto a su hija, pero esta vez con femtosegundo y sin problemas. Eso sí del padre no me olvido, mas aprendí la lección, y es otra de las patologías que investigo en los candidatos a cirugía refractiva.

Dr. José Álvaro Pereira Gomes: Mi peor caso fue de un paciente joven portador de ojo seco grave secundario a síndrome de Stevens-Johnson sometido a trasplante de limbo que presentó complicaciones en los dos ojos por infección e inflamación.

Dr. Luis Izquierdo: Fue una paciente derivada el 24 de diciembre, recién dada a luz (1 mes posparto), con presentación de perforación bilateral corneal, en atalamia con uno de los ojos con queratitis bacteriana, con antecedente de 3 semanas de haber sufrido un episodio de Steven-Johnson. Brevemente terminó con ceguera bilateral a pesar de múltiples terapias inmunes y repetidos tratamientos, desde parches corneales hasta trasplantes corneales.

Noticiero Alaccsa-R

Foro catarata VOL 22

posted by adminalaccsa 8 agosto, 2017 0 comments

Tecnología moderna para el cálculo del LIO


Coordinador
Dr. David Flikier – david@flikier.com

Invitados
Dr. Juan Guillermo Ortega – jgoj27@gmail.com
Dr. José Miguel Varas – jm@varas.com
Dr. José Luis Rincón – jlrincon40@hotmail.com
Dra. Ángela María Gutiérrez – anggutie@gmail.com

¿Por qué es importante hablar del cálculo del poder del LIO si ya tenemos programas de cuarta generación y de inteligencia artificial? La realidad es que a pesar de los avances en los últimos años con las nuevas tecnologías y programas de cálculo de LIO, seguimos teniendo un porcentaje relativamente alto (10-30 % en pacientes con córneas sanas y 30-50 % en posrefractiva) de pacientes que terminan por fuera del +/-0,50 D. Si queremos colocar lentes Premium o de alta tecnología, tóricos y multifocales, debemos mejorar estos resultados.

En uno de los últimos estudios comparando resultados con las diferentes fórmulas modernas, Jack X. Kane et al., encontraron resultados por fuera del +/-0,50 D en más de un 25 % de los pacientes, y Tiago Ferreira et al. de >22 %, con fórmulas de última generación y de inteligencia artificial como Hill-RBF. Aún con los nuevos equipos de aberrometría transoperatoria, siguen reportándose resultados de >10 % de pacientes fuera del +/-0,50 D en casos normales y 25-50 % en posrefractiva.

¿Será que existen factores que no estamos tomando en cuenta? ¿Los nuevos programas no sirven para todos los ojos? ¿Los equipos no logran medir ciertas características de los ojos? ¿Hemos llegado a lo máximo que nos permite la tecnología actual? ¿Deberíamos buscar otros métodos o tecnologías para calcular los LIO de nuestros pacientes?

El presente foro intentará contestar alguna de estas preguntas, realizadas a expertos en el tema y orientarnos al futuro de la tecnología para el cálculo del LIO.

¿Cuáles considera son los factores principales, para seguir teniendo resultados no precisos (+/-0,50 D), en la cirugía de faco en casos normales?

Dr. Juan Guillermo Ortega: De una forma simple, creo que seguimos obteniendo un porcentaje importante de sorpresas refractivas en ambos grupos porque las nuevas fórmulas no están planteando una nueva estrategia de análisis. Partimos de los mismos elementos de cálculo (longitud axial, queratometrías y posición efectiva del lente), aunque cada vez tenemos más claro que los datos que aportan esta información son mucho más complejos de lo que pensábamos. Medimos astigmatismos de manera imprecisa e inferimos la posición del lente a partir de análisis incompletos y, con frecuencia, equivocados. En este sentido, el aporte de los equipos de topografía y aberrometría serán cada vez más importantes. La diferencia entre los ojos «vírgenes» y los operados es tan amplia justamente porque los datos que aportamos sobre el poder corneal, asfericidad y regularidad central usados en las fórmulas actuales de biometría son muy pobres cuando enfrentamos córneas complejas. El uso de aberrómetros intraoperatorios parece promisorio, pero demandaría un banco de lentes enorme en las salas de cirugía. En este caso, lentes corregibles con láseres en el posoperatorio parecen una opción más promisoria.

Dr. José Miguel Varas: La respuesta corta es: el poder de la córnea, el poder de la córnea, el poder de la córnea. Y si se usa una fórmula moderna como Haigis Optimizada, Olsen, Barrett Universal II, Hill-RBF, etc., la cuarta fuente de error es el poder de la córnea.

Elaborando mejor la respuesta, es cierto que se deben considerar todos los factores involucrados. Pero analizando los principales, consideremos que la longitud axial tomada con instrumentos ópticos tiene alta reproducción: entre sí en el mismo momento de la toma, en tomas posteriores y en medidas con otros equipos. Quizás sea la más reproducible de todas las variables.

En esa misma línea de análisis, los otros factores biométricos como la ACD (profundidad de la cámara anterior) y el LT (espesor del cristalino) juegan papeles de menor peso en la ecuación, pero no dejan de ser relevantes. Desde el punto de vista biométrico son también altamente reproducibles de una manera muy similar a la longitud axial.

Por otro lado, la queratometría ofrece varios factores de confusión: 1) si la película lagrimal es imperfecta, 2) si la córnea es irregular (más frecuente a medida que el tejido envejece), 3) si el paciente tiene ptosis relativa y el operador levanta el párpado para lograr una mejor imagen, probablemente va a ejercer fuerza sobre la porción superior del ojo y deformar el reflejo corneal, induciendo o compensando ciertos astigmatismos, 4) algunos cirujanos prefieren rutinariamente la información queratométrica obtenida de un tomógrafo/topógrafo, otros de un queratómetro o autoqueratómetro, y debe tomarse en cuenta que el círculo o elipse de donde se deriva esta información proviene de diámetros o áreas de análisis diferentes en cada equipo.

Para considerar más las fuentes de error, parecería que la información del astigmatismo de la cara posterior proveniente de los tomógrafos corneales no logra explicar totalmente la magnitud del astigmatismo interno. Es decir, si el astigmatismo interno obtenido de los tomógrafos corneales se sumase vectorialmente al de la cara anterior, tendríamos una buena respuesta matemática para justificar todos los astigmatismos: los refractivos corrientes (para anteojos), los pseudofáquicos y los afáquicos.

Por último, las fórmulas más avanzadas logran mejor desempeño en los casos extremos, en aquellos con longitud axial más corta que el promedio (Olsen especialmente) y por encima de 26 mm (Universal II de Barrett). Conociendo el poder matemático de la RBF (radial basis function), creemos que a medida que se valide más información, nuevas iteraciones de la Hill-RBF podrán ser tan adecuadas en ojos desde los extremadamente cortos hasta los extremadamente largos con córneas también extremadamente planas y curvas.

Pero ninguna fórmula, por su naturaleza matemática, podrá validar la calidad de la información con la que se alimente. Nace así un camino diferente que es la estimación intraoperatoria basada en la refracción en el estado afáquico (ORA y Holos).

Dr. José Luis Rincón: En los últimos años la cirugía de catarata se ha convertido en una intervención altamente sofisticada, en la que cuenta no solo la habilidad del cirujano, sino también el manejo preoperatorio de los datos que obtenemos con equipos y tecnología cada vez más avanzada que nos permite trabajar con rangos pequeños de error. Sin embargo, todas las variables que intervienen en el cálculo del LIO pueden ser generadoras de error. En mi opinión, hay que separar los datos preoperatorios y su interpretación y la cirugía como tal.

Los datos que obtenemos tienen un factor dinámico: hemos visto diferencias de hasta media dioptría en el valor de un lente intraocular solo por un componente lagrimal inadecuado en el paciente.

El operador de los equipos de examen debe ser cuidadoso en la obtención de las medidas, ya que siempre representan un reto los casos extremos, es decir, ojos muy grandes o muy pequeños. Los equipos que utilizamos deben estar bien calibrados. Afortunadamente hoy tenemos fórmulas que consideran la córnea en conjunto, cara anterior y posterior, profundidad de cámara anterior y tamaño del cristalino, además de la longitud axial. Por eso, no es lo mismo considerar errores en centros de cirugía que no consideren estos elementos. En cuanto a la cirugía, debe ser lo más astigmáticamente neutra posible con la construcción adecuada de incisiones.

Dra. Ángela María Gutiérrez: Los biómetros actuales no miden la queratometría en el centro de la córnea. Influye también la calidad de la superficie de la córnea y en ocasiones hay variabilidad de las medidas por existir alteración en la película lagrimal que no detectamos.

En ocasiones no se pueden obtener datos exactos de la longitud axial en los biómetros ópticos por la densidad de la catarata y se tiene que recurrir a medidas con ultrasonido de inmersión o de contacto. Tampoco se tiene la información total de las medidas y características del saco capsular para poder establecer la real posición efectiva del lente.

La tecnología de lentes no proporciona lentes con poderes exactos, sino que se fabrican con poderes dióptricos espaciados en 0,50 D, tanto para los defectos esféricos como para los cilíndricos. Otros factores, como la posibilidad de la aberración esférica de los lentes, están limitados.

Ha habido una mejora constante en los programas de cálculos con fórmulas que se han optimizado, y se están desarrollando metodologías de cálculo mediante inteligencia artificial, pero aún faltan avances para llegar a una precisión total.

Aunque se pretende hacer una cirugía perfecta, hay aspectos en la técnica que no son totalmente controlados por el cirujano, ya que es un ser humano susceptible a variación en su desempeño; sin embargo, la tecnología ha hecho más predecible y repetible la técnica quirúrgica como lo es la realizada con el Femtolaser. En la tecnología de lentes multifocales es importante el centrado del lente con el eje visual, que es algo difícil de controlar, ya que los lentes a veces se acomodan en el saco capsular impidiendo el control de este aspecto.

¿Cree usted que con la tecnología actual hemos llegado al límite? ¿Cuál es su estrategia para mejorar los resultados?

Dr. Juan Guillermo Ortega: No creo que hayamos llegado al límite, pero sí me parece claro que este sistema de análisis y cálculo ha llegado a su límite. Tenemos varios enfoques actuales en el cálculo del lente: fórmulas de regresión, que han venido haciéndose más independientes de los valores queratométricos aportados (Haigis, Olsen, Barrett), análisis de grandes poblaciones operadas, que se manejan en bases de datos sofisticadas que ajustan valores a partir de resultados obtenidos mediante programas matemáticos (ASCRS, W. Hill), análisis de variaciones queratométricas pre- y posoperatorias ajustadas al tamaño del ojo (Aramberri), y muchas otras fórmulas de ajuste más o menos complejas. Pienso que en buena medida, las fórmulas actuales no manejan todos los datos relevantes y por eso el incremento que tenemos en los pacientes emétropes sigue siendo esquivo. Un aporte muy interesante es que la integración de los topógrafos de análisis, como los de Sheimpflug, a los datos biométricos por interferometría (Pentacam AXL) va a permitir mejores resultados. Otras tecnologías en desarrollo como aberrométros y biométros de uso intraoperatorio harán más preciso este cálculo, pero aún necesitan desarrollo y perfeccionamiento.

Dr. José Miguel Varas: No lo sé. Si pensamos que hemos llegado al límite nos estancamos. Seguramente, junto con otros colegas creemos que para mejorar los resultados, primero se debe tener interés en este tema e involucrarse activamente en todos los pasos: el clínico, el biométrico, el matemático, el quirúrgico y el estadístico. Muchos usuarios desearían una caja mágica que sea tan buena que solo le diga qué lente poner y en qué meridiano. Por otro lado la industria encuentra ese vacío y quiere llenar ese espacio con nueva tecnología y que, como toda nueva tecnología, tiene sus etapas de desarrollo, difusión y, al final, estandarización.

Si tomamos como ejemplo la calidad de la queratometría, sabemos que muchos pacientes tienen lecturas variables y otras lecturas coherentes. No todo se arregla con nuestros esfuerzos para tratar el gran espectro del síndrome del ojo seco o la enfermedad de la superficie ocular. Sabemos que hay ojos de pacientes donde la predicción de los resultados será alta. Otros ojos tienen irregularidades anatómicas en sus córneas sin patología de superficie, y también sabemos que se alejan de los patrones regulares, situación en la que lo que buscamos es rehabilitar la disminución visual por opacidades del cristalino, y la expectativa es menor.

Es como un ciclo de permanente autocorrección (no muy distinto a lo que rápidamente pueden hacer sistemas matemáticos inspirados en la inteligencia artificial). Al igual que la minuciosa observación clínica y estadística, la inteligencia artificial requiere de información valedera para generar sus ecuaciones.

En conclusión: obtener la mayor coherencia queratométrica, considerar el astigmatismo posterior y vigilar todos los pasos de este proceso le permiten al cirujano conocer mejor dónde se debe intervenir y rectificar para mejorar la predicción. Eso explica cómo se puede, con los métodos actuales (sin considerar la medición intraoperatoria de aberraciones de bajo orden), lograr una predicción de resultados en esfera y cilindro cerca del 90 % con un rango de +/-0,50 D.

Dr. José Luis Rincón: Nunca podemos decir que hemos llegado a un límite y menos en tecnología. Hoy hacemos cosas que hace unos años eran impensables.

En nuestra institución, los técnicos que toman las medidas son los mismos, y los resultados son evaluados con cuidado por el cirujano. Incorporamos equipos y fórmulas de última generación y verificamos que tengan la calibración y mantenimiento adecuados. Tomamos muy en cuenta la evaluación del complejo párpados, película lagrimal y córnea.

Dra. Ángela María Gutiérrez: La tecnología no ha llegado al límite como lo mencioné antes. Actualmente, analizo los resultados refractivos que estoy obteniendo periódicamente y la precisión de los cálculos que he realizado en ese lapso de tiempo. Estos estudios se deberían hacer cada 3 a 6 meses.

Igualmente, cada día trato de hacer mis cirugías lo mejor posible y siempre estar atenta a los detalles, tanto en la técnica quirúrgica como en los cálculos y a la toma de exámenes en los que me baso para esos cálculos. También reviso literatura y trato de comprender sugerencias e investigaciones sobre el tema y asisto a congresos para estar al día en los temas relacionados con la especialidad.

De los tres factores principales en el cálculo del poder del LIO −longitud axial, poder corneal y ELPo (posición efectiva del LIO)−, ¿para cuál de ellos se necesitaría un programa o un equipo que pudiese mejorar la cuantificación de este valor?

Dr. Juan Guillermo Ortega: Los tres pilares del cálculo del lente son efectivamente la longitud axial (bastante precisa en la actualidad), el poder corneal real que se ajusta con medidas de cara anterior y posterior, además de incorporar valores aberrométricos (aberración esférica de la córnea y asfericidad corneal (utilizado en cálculos modernos como el Panacea y programas como el de José Miguel Varas, en Ecuador) que aún están en proceso de ajuste pero que claramente son un paso muy importante en el análisis del cálculo del poder del lente. La posición efectiva del lente es un valor asumido a partir de los dos anteriores y es, por lo mismo, el más sensible a errores, los que dependen del poder real de la córnea y de la forma anatómica del ojo (cámaras estrechas o muy profundas). Insisto, a medida que logremos medir el poder corneal más exactamente, el margen de error se irá reduciendo.

Dr. José Miguel Varas: Si le preguntamos a un físico que desconoce el ojo, su respuesta sería que el factor más importante es la longitud axial. De hecho «en peso» es el principal determinante, seguido por la queratometría y finalmente la ELPo.

Nosotros, los cirujanos de segmento anterior, damos por hecho que la longitud axial es bastante constante y esto la elimina como factor de especulación ya que se vuelve una variable poco modificada en las fórmulas de cálculo.

Con respecto a la queratometría, si la fórmula que se usa asume que la córnea es un lente delgado, solo habría que usar un índice refractivo global para convertir ese poder en un número que también se agregue a la fórmula general de vergencia. Si la córnea se considera un lente grueso, como en fórmulas más sofisticadas de trazado de rayos, interviene el espesor de la córnea, la curvatura anterior, la curvatura posterior, la asfericidad del lente, los índices de refracción del aire, de la córnea y del humor acuoso. Adicionalmente, volvemos al punto tocado anteriormente, qué radio de curvatura utilizaremos para optimizar nuestra predicción. Allí es donde se debe recordar que, para optimizar una fórmula, se necesita consistencia en el método usado. Un sistema muy sofisticado de análisis podría simultáneamente simular cálculos con distintas fórmulas y distintas queratometrías para buscar el menor error posible. Lastimosamente para que podamos hacer este ejercicio sería necesario que las fórmulas patentadas puedan incorporarse libremente en un sistema informático poderoso para hacer comparaciones.

Con respecto a la ELPo, es el corazón de las fórmulas teóricas ya que esencialmente cada una de ellas difieren en la manera como se estima la ELPo. De hecho, la manera que cada fórmula requiere para reducir el error de cálculo (mas no la dispersión) ha sido mediante el ajuste de una constante (asociada además a cada modelo de LIO). Esta constante toma diferentes nombres según la fórmula y el autor que la haya desarrollado, unas se la atribuyen al lente, otras al cirujano según el LIO y otras a la profundidad de la cámara anterior y la longitud axial. Lo curioso es que estas constantes son valores intercambiables entre algunas de ellas. La estrategia de Haigis, por ejemplo, usa varias, pero también puede solo considerar una variable y dos constantes si no se ha optimizado.

El método Hill-RBF no es una fórmula de vergencia como las otras, este toma en cuenta un número determinado de variables y, usando un poderoso ordenador, asocia todas las variables entre sí y obtiene una ecuación con diferente peso para cada variable y finalmente computa un resultado.

En conclusión, aún existe terreno para mejorar las fórmulas en los extremos biométricos.

Dr. José Luis Rincón: En un principio solo tomábamos en cuenta la longitud axial y el poder anterior de la córnea para calcular el poder del LIO. En los últimos años se han venido sumando factores que se incorporan a los cálculos realizados por las fórmulas nuevas. De ellos, además de la cara posterior de la córnea, la posición efectiva del LIO es el factor más importante y el que influye más en las causas de error en el cálculo del LIO. Ciertamente deberíamos poder cuantificar este valor de manera más exacta.

Dra. Ángela María Gutiérrez: Yo mencionaría la posición efectiva del lente y mejoraría los programas de cálculo, considerando la ubicación real de este elemento.

Se ha visto que las fórmulas que incorporan la medida de cámara anterior y el espesor del cristalino son más precisas. Un ejemplo sería la fórmula de Olsen. Algunas fórmulas asumen que en un ojo grande o una córnea curva, el lente intraocular va a estar localizado en una posición más posterior y esto no es cierto en todos los casos, ya que la relación no es lineal como se ha demostrado: hay ojos largos con cámaras anteriores menores e igual sucede con ojos normales o hipermétropes, como ha sido reportado por varios investigadores. También es importante que los programas de cálculo se basen en ray tracing.

Refiriéndonos a otro elemento de cálculo como lo es el radio de curvatura, es importante considerar la relación de radio de curvatura posterior/anterior o P/A y la asfericidad corneal, la aberración esférica y considerar los índices de refracción reales.

Lo ideal es que haya un equipo que calcule exactamente estos parámetros y que realmente midan el radio de curvatura del centro de la córnea.

¿Cuáles serían las ventajas que usted vería en el cálculo del poder del LIO en la aberrometría transoperatoria y cuáles sus desventajas? ¿Por qué considera que siguen presentándose casos con resultados inadecuados? ¿Cree usted que el futuro del cálculo está en este tipo de equipos?

Dr. Juan Guillermo Ortega: La ventaja claramente es aportar valores corneales precisos a las fórmulas que se usen. Las desventajas son los costos de estos equipos que habría que adaptar a cada microscopio en uso y la disponibilidad de lentes en cada caso. Otro tema a considerar es darle al ojo valores de presión intraocular precisos para que los análisis sean adecuados. Resolver estas dificultades tal vez haga de este sistema, el de elección a futuro.

Dr. José Miguel Varas: La aberrometría transoperatoria desplegará todas sus alas el día en que contemos con un inmenso arsenal de LIO en cada quirófano y nos permita obviar la biometría preoperatoria. En este momento es un instrumento que mide objetivamente el lente ideal y ayuda a encontrar el meridiano apropiado; no obstante, aún se calculan los lentes de manera teórica para contrastarlo con la lectura intraoperatoria y, finalmente, es una decisión del cirujano escoger la estrategia que mejores resultados le provea.

Dr. José Luis Rincón: La aberrometría transoperatoria tiene la ventaja de hacer el cálculo del LIO en tiempo real en el acto operatorio sin cristalino. Tiene la enorme desventaja de lo costoso del equipo y la necesidad de tener los LIO en el área quirúrgica sin haberse calculados previamente. Pueden, a pesar de lo sofisticados que son, mostrar algún inconveniente por la necesidad de tener un nivel de presión intraocular adecuado al rellenar el ojo para el cálculo y, por eso, mostrar resultados inadecuados. A pesar de que creo que son excelentes, me parece que con la mejora sustancial de equipos para obtener medidas y nuevas fórmulas −que incluyen modelos matemáticos que pueden simular condiciones naturales del ojo− pueden no ser tan necesarios para el cálculo, aunque sí son de enorme utilidad en el manejo de astigmatismo y LIO tóricos.

Dra. Ángela María Gutiérrez: Los programas de aberrometría transoperatoria como el del ORA, requiere de datos preoperatorios, como los ya conocidos en las fórmulas de cuarta generación, que aún no consiguen la emetropía. La causa de no obtener un cálculo preciso es la misma que la de los programas preoperatorios: la posición efectiva del lente.

Sin embargo, una de las ventajas es que con la aberrometría transoperatoria, se considera la córnea como un lente para medir la refracción afáquica. Esto puede ayudar a contribuir a la mejora de los resultados.

La refracción transoperatoria es útil en los cálculos de lentes en pacientes operados de cirugía refractiva previa, lentes tóricos en astígmatas, en pacientes con astigmatismo posqueratoplastia penetrante, en casos de triples procedimientos, en ojos con ametropías extremas y en pacientes con queratoconos.

Entre las desventajas se encuentra que el cálculo de la magnitud y la posición del cilindro no son exactos en todos los casos, debido a elementos que se generan dentro de la cirugía, como la hidratación o edema de la herida o del estroma corneal, con la consecuente dificultad para medir la queratometría, induciendo a errores de cálculo. Otra limitación es que hay que reformar la cámara anterior hasta llevarla a la forma y a las presiones fisiológicas para obtener unas medidas precisas. El tiempo quirúrgico es más prolongado.

Las medidas mejorarán con esta tecnología, igualmente los programas. Las fórmulas de cálculo informan dos datos: el cálculo de las vergencias y la posición efectiva del lente. Por eso el ORA requiere que se le informe las queratometrías, la longitud axial y otros datos antes de empezar la cirugía.

¿Cuáles equipos y estudios considera son indispensables para obtener resultados más predecibles en la cirugía de faco?

Dr. Juan Guillermo Ortega: Mi sistema de evaluación preoperatorio en todos los casos de catarata incluye: biometría con Lenstar o IOLMaster, Pentacam y OPD 3. Incluyo, además, recuento endotelial y OCT de mácula, que no son pertinentes a este cuestionario. El Lenstar me da medidas precisas de longitud axial, queratometrías y espesor del cristalino. No tengo la última versión del IOL Master, pero pienso que debe ser equivalente. El Pentacam me aporta un análisis completo de la córnea (astigmatismos irregulares, conos frustros, etc.), y me resulta fundamental para calcular poderes corneales precisos en los casos de refractiva previa. El OPD me aporta valores aberrométricos de córnea e internos en el cristalino, me muestra el astigmatismo de cara anterior separado del interno y me da valores de calidad visual esenciales a la hora de escoger o no lentes multifocales.

Dr. José Miguel Varas: Sin mencionar los aberrómetros intraoperatorios, es indispensable desde el punto de vista biométrico un aparato que mida los principales parámetros: biometría óptica, queratometría (ojalá de una zona pequeña 1,65 mm), ACD y, si la fórmula lo precisa, LT y WTW. También es importante que tenga las fórmulas más modernas, sea para su uso directo sea para contrarrestarlas con otros calculadores (como el Panacea del Dr. Flikier o el Integración Tóricos que precede históricamente inclusive al nomograma de Baylor y el Barrett Toric Calculator). No se necesita más.

Las razones por las que pedimos endoteliografía y tomografía corneal tienen mayor importancia desde el punto de vista clínico (salud endotelial/espesor) y de patología corneal (desde ojo seco, ectasias clínicas y subclínicas, cirugía corneal previa, traumas, leucomas, etc.), es decir para casos especiales.

La información queratométrica adicional y de la cara posterior de la córnea deben ser consideradas secundarias (no menos importantes, sino secundarias) para ver la consistencia de sus medidas. He observado que la cifra de poder corneal total o astigmatismo de la cara posterior es inferior para el cálculo de LIO que usar un factor estadístico que se asocie a la magnitud del astigmatismo original (Barret o Integración Tóricos), que usan un factor de aproximadamente -0,50 x 90˚ (Barrett) y -0,65 x 90˚ (Integración Tóricos para el 82 % de la población).

Dr. José Luis Rincón: Una buena medición de longitud axial (interferómetro láser) y un equipo que permita determinar de una manera más precisa el poder corneal, tipo Pentacam, Galilei, con los cuales se pueda hacer un cálculo real basado en la cara anterior y posterior de la córnea, o desarrollo de nuevas formas de calcular, como el uso de radial basis function basados en inteligencia artificial en el calculador Hill-rbf.

Dra. Ángela María Gutiérrez: La topografía de elevación que analice datos de curvatura anterior, posterior, relación entre ellas, asfericidad corneal, aberraciones y en general que incluya programas como el reporte de Holladay o similares, que midan el poder total y el refractivo de la córnea, mapas con análisis no solo basados en la óptica gaussiana sino en ray tracing.

Sería importante que estos siempre consideren el análisis de la película lagrimal para que no nos lleve a obtener imprecisiones en la medida de la queratometría. En resumen, topógrafos que permitan contar con la mayor información posible para poder precisar los datos que necesitamos suministrar a las fórmulas de cálculo de lentes.

Biometría óptica que mida queratometría, longitud axial, cámara anterior, espesor del cristalino, paquimetría, espesor de la retina, diámetro blanco a blanco, excentricidad del eje visual, pupilometría.

Si es imposible realizar la biometría óptica, realizar biometría por ultrasonido bajo inmersión.

Programas de cálculo de cuarta y quinta generación, pero si no se dispone de ellos, programas en los que se consideren factores de corrección u optimización de las constantes del lente para obtener un cálculo que permita una posición efectiva del lente lo más precisa posible.

Hace unos años se consideraba que la optimización y la personalización de la constante A eran los factores más importantes para mejorar los resultados refractivos. ¿Considera que esta hipótesis sigue siendo cierta?

Dr. Juan Guillermo Ortega: Claramente ese concepto fue revaluado y tiene mucha más importancia el uso de fórmulas modernas, biometrías precisas y análisis de astigmatismo y morfología del ojo en mis análisis.

Dr. José Miguel Varas: Además de la optimización de una constante como la A, o la SF o LF, pACD, a0, a1, a2, etc., el cirujano debe saber si el astigmatismo inducido quirúrgicamente es cercano a cero. Debe conocer al derecho y al revés el instrumento biométrico que use, especialmente la manera que obtiene la queratometría.

Si el cirujano opta por usar una queratometría diferente a la del biómetro, debe saber que esa magnitud puede ser diferente si el anillo queratométrico es de 1,65 mm o de 3,2 mm o si el índice refractivo que usó es el mismo con el que se crearon las bases de datos con las que ajustó las constantes asociadas al LIO.

Así que las constantes hoy por hoy optimizadas de manera colectiva merecen una revisión personalizada por las razones mencionadas, pero le agregamos otros puntos como el vector asociado a la manipulación quirúrgica. De hecho, al hablar de astigmatismo inducido quirúrgicamente podría hablarse en casos puntuales, como el de vector esferocilíndrico inducido quirúrgicamente, ya que con incisiones grandes puede presentarse efectos paradójicos no solo en el cilindro, sino en la esfera también.

Dr. José Luis Rincón: Considero que no es tan importante para mejorar los resultados refractivos como se consideraba antes, por ejemplo en el calculador de Barret usan la del fabricante. Hoy en día hay factores con mayor peso, como el poder corneal real y ELPo.

Dra. Ángela María Gutiérrez: Buscando la precisión en los cálculos del lente intraocular, sus fabricantes comenzaron a personalizar a constante A para cada modelo de lente para que su cálculo fuese más preciso.

En gran parte se debía a que, en las fórmulas existentes, calculaban el valor del lente basado en dos variables, la queratometría y la longitud axial (esta se tomaba anteriormente con ultrasonido). La posición efectiva del lente tenía un valor constante. Con la evolución de las fórmulas, no solo se personalizó la constante A (fórmula SRK/T) que era una compensación para eliminar el error que se estaba introduciendo con la longitud axial en el cálculo del lente, sino también se introdujeron otras constantes, como el factor del cirujano (Holladay II), el factor de corrección de la medida de la cámara anterior (Hoffer Q) o en la Haigis 3, constantes que compensaban los factores, como los de la constante A de la fórmula SRK-T, la de profundidad de la cámara anterior y la longitud axial, de tal forma que el cálculo se ajustaba a diferentes longitudes axiales. Si se usan fórmulas de tercera generación, es importante considerar las constantes, entre ellas la A.

A diferencia de estas fórmulas, las de cuarta generación no requieren la constante A pero sí incluyen algunas constantes diferentes y tienen en cuenta otros parámetros para estimar la posición efectiva del lente en cada caso particular, tales como medida de la profundidad de la cámara anterior, altura corneal, espesor del cristalino, distancia limbo a limbo, edad del paciente y la refracción preoperatoria como en la Holladay II. Algunas de esta generación, utilizan la medida de la profundidad de la cámara anterior como con la Haigis y el espesor del cristalino y medida de la cámara anterior como en la de Olsen. En la Barrett Universal II es opcional considerar el espesor del lente y la distancia blanco a blanco.

Hay biómetros ópticos como el IOL Master de Ziess que considera una serie de constantes optimizadas para los cálculos de los lentes. Ellas se encuentran publicadas en internet bajo el nombre de «ULIB Project».

También, es importante mencionar que nuevas metodologías de cálculo para los lentes intraoculares, como la RBF (función de base radial), no hacen sus cálculos basado en fórmulas de vergencia tradicionales o en la estimación de la posición efectiva del lente, sino en inteligencia artificial para reconocer los patrones que más se ajustan a estimaciones precisas en la predicción del valor dióptrico del lente intraocular a introducir. Esta última forma de cálculo prescinde de todo tipo de constante personalizada. Con esta consideración podemos decir que con las nuevas formas de cálculo y con las futuras se dispondrán de todas las medidas precisas que proporcionen nuevos biómetros y programas o metodologías de cálculo de lentes.

Sabemos que los casos más difíciles de calcular son en córneas posrefractivas. ¿Cuál es su método de elección para calcular estos casos?

Dr. Juan Guillermo Ortega: Desde hace varios años he venido usando de manera constante los valores queratométricos y de poder corneal que aporta el Pentacam y las fórmulas de Haigis optimizadas y Haigis-L con resultados satisfactorios particularmente en los casos de LASIK o PRK miópico previo. En ocasiones acudo a la página del ASCRS para casos muy complejos. En el último año, he venido haciendo cálculos con el programa de Barrett, con resultados similares a los que obtengo con Haigis, pero los sistemas de cálculo de Panacea y de Varas me parece que aportan muchos más elementos en el análisis y, por lo mismo, una mayor precisión en los resultados.

Dr. José Miguel Varas: Antiguamente, una de las estrategias recomendadas en los pasillos, se decía que para mejorar la predicción en pacientes pos-LASIK miópicos se debía explorar una topografía buscando con el cursor la queratometría más plana. Esta queratometría suele ser sobreestimada en un paciente con zona óptica pequeña o que tenga una medida proveniente de un instrumento que mida en una zona grande (3,5 mm o más). Si se toma de un instrumento que mida un anillo pequeño, como de 1,65 mm, esa lectura será más fidedigna.

Por otro lado, se sabe que la relación entre esa curvatura anterior y posterior ha sido modificada (Gullstrand Ratio). Y esa relación puede ser compensada de dos maneras: una es conocer el radio posterior y encontrar este nuevo valor para incluirlo en el cálculo (estrategia Panacea de D. Flikier). Otra estrategia es la de J. Holladay (incluida en su software), o como la publicó J. Aramberri, que consiste en usar una K para calcular la ELPo y otra K para calcular el poder de vergencia de manera separada.

Otro método es usar una conversión queratométrica (que hace las veces del factor de corrección de la relación de Gullstrand), directamente. Este es el método publicado por Haigis, como Haigis-L, uno personal (en el Integración Tóricos) o el Barrett True-K.

Para los casos de hipermetropía, generalmente hay una buena correlación entre la queratometría obtenida por miras de 1,65 mm sin necesidad de ajustes cuando se usa la fórmula de Haigis. Aún no la he validado.

Dr. José Luis Rincón: Utilizamos medidas con valores corneales Pentacam o Galilei y como fórmulas Haigis-L y Barret True-K incorporadas en el calculador de ASCRS. Es de hacer notar la utilidad que estamos encontrando con el programa Panacea del Dr. Flikier.

Lo mismo para los casos de queratotomía radial, no hago ajustes cuando uso miras de 1,65 mm usando la fórmula de Haigis. En la QR, el problema es la fluctuación de las queratometrías inherentes a la variabilidad en esas córneas.

Dra. Ángela María Gutiérrez: Soy usuaria del IOLMaster. Este biómetro permite acceder el programa «Suite de Haigis» que ha demostrado tener bastante precisión en los casos operados de cirugía refractiva, entre ellos los de laminar para miopía e hipermetropía.

Luego de realizar el cálculo para mis pacientes en el biómetro con el programa de Haigis o Haigis-L, considero cada caso individual y analizo sus topografías y llevo toda la información al calculador de ASCRS, considerando las constantes del lente que voy a implantar. Analizo los resultados de los cálculos y usualmente coloco el valor promedio o el que más se repite en estos. Para casos posqueratotomía radial, el target que utilizo es -0,50 D y el programa que prefiero es Haigis.

Cuando hay información previa antes de la cirugía refractiva laminar para miopía o hipermetropía, prefiero el cálculo modificado de Masket y cuando no hay información previa, analizo muy bien el cálculo de Shammas y Haigis-L. En ojos miopes altos también considero de utilidad la fórmula de Barrett.

Últimamente estoy analizando los casos con la fórmula Panacea del Dr. David Flikier, coincidiendo esta con cálculos de cuarta generación.

Referencias

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Alejandro Berra

La contaminación aérea de las megaciudades afecta la superficie ocular de individuos sanos y exacerba enfermedades oculares preexistentes.


Alejandro Berra

Alejandro Berra

Millones de individuos que habitan en megaciudades están expuestos a niveles medios/altos de contaminación ambiental aérea urbana (PAU) que produce afecciones sobre su salud y que, por lo tanto, constituye un tema relevante para la salud pública. 1, 2, 3 El número estimado de muertes anuales debido a la PAU alcanza los 6,5 millones, cifra que es mayor que la suma de muertes por causa del VIH, la tuberculosis y los accidentes de tránsito. 4

En los centros urbanos existe una gran diversidad de compuestos contaminantes emitidos por fuentes fijas y móviles, siendo los más comunes los gases monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2), ozono (O3) y dióxido de azufre (SO2), además del plomo (Pb) y material particulado (PM, del inglés Particulate Matter). 5, 6 Las partículas provenientes de la combustión incompleta del diésel (DEP, del Inglés Diesel Exhaust Particles) son uno de los principales componentes del MP.

Si bien se conocen numerosos efectos adversos que la PAU provoca sobre la salud, la mayoría de estos estudios se han realizado en ciudades de Estados Unidos y Europa. 7, 8 Las conclusiones de estos trabajos pueden no ser válidas en el contexto de ciudades latinoamericanas, ya que poseen características climáticas, geográficas y socioeconómicas considerablemente diferentes.

Es importante remarcar que en cada región la PAU tiene características propias en su composición fisicoquímica. Por tal motivo, esto puede producir efectos diferentes sobre la salud dependiendo del área y/o la ciudad evaluada. Estas diferencias dificultan la generalización de resultados, por lo que es importante poder disponer de estudios locales para evaluar el impacto que generan los diferentes contaminantes de la PAU sobre la salud en general y sobre ciertas afecciones en particular.

En Latinoamérica, las ciudades de Santiago de Chile, São Paulo, en Brasil, y la ciudad de México presentan niveles de PAU que exceden los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 9 Las cifras oficiales de la ciudad de Buenos Aires están dentro de los parámetros aceptados por la OMS, sin embargo, proyecciones futuras muestran que la PAU se incrementará significativamente en los próximos años probablemente excediendo la recomendación de la OMS.

En la actualidad, la investigación en el campo de las enfermedades ambientales se esfuerza en poner de manifiesto la relación entre las características de la exposición al MP y a las DEP propia de cada área y las alteraciones en la salud de los individuos que la habitan. 10

La mayor parte de la contaminación aérea observada en las megaciudades latinoamericanas es de naturaleza primaria y está relacionada directamente con las emisiones vehiculares y la producción industrial. 11, 12

Las mucosas, al igual que la piel, son los tejidos más expuestos al medio ambiente y, por lo tanto, a sufrir alteraciones como consecuencia de la PAU. Existen numerosos trabajos publicados sobre los efectos de la PAU en la mucosa respiratoria. Sin embargo, son escasos los estudios realizados a nivel ocular. La PAU tiene un efecto prácticamente directo sobre los epitelios de la superficie ocular, puesto que la película lagrimal es la única interfaz que separa a las células epiteliales de córnea y conjuntiva del medio ambiente. 13, 14, 15 

Estudios en humanos:

La exposición aguda a altos niveles de contaminación del aire causa la inestabilidad de la película lagrimal sin remodelación de la superficie ocular. Galperín et al, 16 demostró que las percepciones de los síntomas de los sujetos normales no son lo suficientemente graves como para desencadenar una visita a la unidad de emergencia. Por el contrario, en los pacientes que sufren de ojo seco, conjuntivitis alérgica, síndrome de Sjögren y penfigoide ocular, estos síntomas presentan un mayor grado de gravedad y desencadenan una visita a la unidad de emergencia (Figura 1). Esto indica que este último grupo de pacientes es más susceptible al desarrollo y/o sufrimiento de estos síntomas oculares. 16

Los habitantes de ciudades expuestos a niveles medios/altos de PAU presentan comúnmente irritación ocular, ardor, sensación de cuerpo extraño, hiperemia y picazón 17, disminución en el tiempo de ruptura de la película lagrimal y pequeños daños en el epitelio de la córnea. 18, 19 Trabajos previos de nuestro grupo de investigación colaborador en São Paulo, Brasil, han demostrado una asociación positiva y significativa entre los niveles de contaminación ambiental urbana, hiperplasia de células caliciformes en la conjuntiva humana 13 (Figura 2) y mayor secreción de mucinas, 20 sugiriendo que los individuos sanos presentan un proceso de adaptación de la conjuntiva como mecanismo de defensa. Además, se evidenció una relación directa entre el nivel de exposición a la PAU respecto de síntomas oculares evaluados por OSDI y la inestabilidad de la película.14 

La mucosa conjuntival de individuos sanos en contacto con niveles altos de PAU, tal como sucede en las megaciudades latinoamericanas, induce una respuesta adaptativa de aumento de células caliciformes 13 y mayor secreción de mucinas, haciendo que el aumento de mucinas mediado principalmente por MUC5AC en la película lagrimal 20 proteja a las células epiteliales de la agresión de la PAU.

Un estudio de individuos normales en regiones de América Latina (São Paulo, Brasil y Buenos Aires, Ushuaia, Río Grande y Parque Nacional Los Glaciares, en Argentina) reveló que cuanto mayor es el nivel de PAU menor es el tiempo de ruptura de la película lagrimal (BUT, del inglés Break Up Time). En nuestro estudio en São Paulo, Buenos Aires, Ushuaia, Río Grande y Parque Nacional Los Glaciares, el BUT promedio fue de 7,4 s; 8,1 s; 11,2 s, 12,1 s y 17,0 s, respectivamente. Estos resultados sugieren que los oftalmólogos de cada área deberían fijar el valor normal del BUT que, sumado a escores altos de OSDI en habitantes de megaciudades, ayudaría a disminuir diagnósticos erróneos de ojo seco, siendo la disminución del BUT y el aumento del OSDI consecuencias del nivel de PAU. Paralelamente, los guardaparques del Parque Nacional Los Glaciares en el extremo sur de la Patagonia Argentina, que durante el verano están un promedio de 12 horas en contacto con el aire sin contaminantes, además de tener un BUT promedio de 17 s, presentaron una densidad menor de células caliciformes respecto a los habitantes de ciudades como São Paulo o Buenos Aires 21 (Figura 3).

Un tema que se debe profundizar es el de la investigación de los efectos de la PAU en pacientes con enfermedades oculares preexistentes (por ejemplo: alergia ocular, ojo seco Sjögren y no Sjögren, úlceras, penfigoide, blefaritis, etc.) en los que la superficie ocular ya posee alteraciones inmunoinflamatorias y carece de los mecanismos de adaptación característicos de los individuos sanos. Se ha visto que la PAU exacerba los síntomas y signos presentes en los pacientes con ojo seco u otras enfermedades crónicas de la conjuntiva. 22 Estudios realizados por Galperín et al. 23 en la superficie ocular de pacientes con síndrome de Sjögren expuestos a distintos niveles de PAU demostraron un claro patrón de exposición-dependiente en relación a los síntomas (p <0,001), disminución de la estabilidad de la película lagrimal (BUT) (p <0,001) y tinción de zonas no cubiertas con mucinas (p <0,001) respecto a individuos sanos. 23 Estos resultados muestran, por un lado, que aquellos pacientes que presentan ojo seco severo, no poseen capacidad de adaptación de su superficie ocular y, por otro, que en el ojo seco severo, la PAU exacerba los síntomas de su enfermedad de base.

Estudios experimentales murinos «in vivo»

En modelos experimentales murinos, la exposición prolongada a niveles medios/altos de PAU de São Paulo Brasil 24 y PAU de Buenos Aires 25 en ratones normales indujo hiperplasia de células caliciformes y aumento en la secreción de MUC5AC. Estos resultados corroboran los resultados encontrados en humanos normales y sugieren que tanto el epitelio conjuntival bulbar como el palpebral intervienen en un proceso de adaptación a la PAU (Figura 4).

En un modelo experimental murino de úlcera corneal, la PAU retrasó la reepitelización de la córnea. En ratones normales expuestos a aire filtrado, la úlcera cerró entre las 24 y 48 horas. En contraste, en los ratones expuestos a la PAU de Buenos Aires hubo un retraso del cierre de la úlcera entre las 72 y 86 horas. 26 Estos resultados en úlcera de córnea se correlacionan con los hallazgos realizados por otros autores que demuestran que el humo de cigarrillo retrasa la cicatrización corneal. 27

En un modelo experimental de queratitis herpética (HSK), los ratones expuestos en forma crónica desde su nacimiento a la PAU de Buenos Aires desarrollaron una HSK mucho más severa que aquellos infectados con la misma concentración de HSV-1, pero expuestos al aire filtrado.

Estudios «in vivo»

La exposición tanto MP de Buenos Aires como DEP de São Paulo en líneas celulares humanas de epitelio de córnea (HCLE) y de conjuntiva (IOBA-NHC) desencadenan especies reactivas del oxígeno (ROS) que generan estrés oxidativo, que inducen los genes involucrados en las vías de señalización relacionadas con la inflamación, como algunas citoquinas proinflamatorias (IL-6, IL-8), moléculas de adhesión, receptores de la tirosina-quinasa, MAPK, JNK, y activan la vía NF-KB. 28, 29, 30 Este proceso podría implicar daño en el tejido epitelial de la córnea y de la conjuntiva, con incremento de citoquinas proinflamatorias y activación de células presentadoras de antígenos (CPA), principalmente macrófagos y células dendríticas.

En células epiteliales humanas de córnea (HCLE) y de conjuntiva (IOBA-NHC) incubadas con DEP 100 µg/ml por 24 horas se observó una disminución significativa de la viabilidad y la proliferación, además de un aumento significativo en el porcentaje de células apoptóticas y necróticas respecto de los controles. Respecto a la secreción de citoquinas proinflamatorias en ambas líneas celulares, se observó un aumento significativo en la liberación de IL-6 y una disminución significativa en la liberación de IL-8 en ambas líneas celulares incubadas con DEP 100 µg/ml. Los resultados obtenidos por real time-PCR muestran aumento en IOBA-NHC y disminución en HCLE dependiente de la dosis en la expresión de las mucinas MUC4, MUC1 y MUC16 incubadas con DEP. Además, se evidenció disminución de MUC5AC dependiente de la dosis en las células de córnea 29 (Figura 5).

El estudio de estrés oxidativo en células de epitelio de conjuntiva expuestas a DEP 50 y 100 µg/ml demostró un aumento significativo en los niveles de producción de oxígeno reactivo (ROS), nitrógeno reactivo (RNS), peróxido de hidrógeno (H2O2), y en la actividad de las enzimas antioxidantes, superóxido dismutasa (SOD), glutatión peroxidasa (GPx) y glutatión transferasa (GST) en comparación con el grupo control. Se observó una disminución significativa en GR en ambos grupos, mientras que los niveles de catalasa (CAT) permanecieron sin cambios. El grupo expuesto a DEP 100 µg/ml mostró un aumento significativo en la oxidación de proteínas. En ambos grupos, la capacidad antioxidante total (TRAP) se redujo significativamente, así como la relación GSH/glutatión oxidado (GSSG). Estos resultados demuestran que la disminución de los antioxidantes no enzimáticos y el aumento compensatorio de las actividades SOD, GPX y GST son consecuencia del aumento de la producción de oxígeno reactivo (ROS) y nitrógeno reactivo (RNS), debido a la exposición a DEP y su acumulación dentro de las células. El debilitamiento de la actividad de la glutatión reductasa (GR) conduce a la disminución en el reciclaje de GSH/GSSG. Además, sugieren que el estrés oxidativo podría desempeñar un papel importante en el desarrollo de la respuesta inflamatoria inducida por PAU y DEP en las células epiteliales conjuntivales humanas. 29, 30

* Director del Laboratorio de Investigaciones Oculares, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires e Investigador principal de Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Argentina (CONICET) y del Hospital de Clínicas, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, Argentina.

E-mail: dr.alejandro.berra@gmail.com

Agradecimientos: Los datos presentados en este manuscrito formaron parte en Argentina, de las tesis de doctorado de los doctores Gustavo Galperín, Julia Tau, Gustavo Zapata, Guillermo Maglione y Agustina Tesone y de los investigadores Pablo Grucio, Martin Berra, Cristina Aguado, Pablo Chiaradia y Alejandro Aguilar y, en Brasil, de Priscila Novaes, Ruth Santo, Monique Matsuda, Newton Kara-José y Paulo Saldiva.

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Tecnología moderna para el cálculo del lente intraocular


Dr. Eduardo Viteri

Hoy en día quienes se inician en la cirugía de catarata dan por sentado un resultado refractivo perfecto en casi todos los casos. Y, en teoría, con la tecnología actualmente disponible, mucho cuidado en los detalles, conocimiento de los fundamentos y un poco de buen criterio, así debe ser.

No siempre fue así. De hecho, hace menos de 4 décadas todavía se analizaba y discutía sobre alternativas como la de implantar a todos los pacientes un lente de 22 D o decidir el poder del lente intraocular basado en la «predicción clínica”, (1) la refracción o el poder de los lentes que estaba utilizando, puesto que la biometría ultrasónica era entonces una tecnología costosa y poco asequible. Eran los tiempos en que la «extracapsular» se estaba empezando a imponer. Cuando aprendíamos que había contraindicaciones al implante de lentes intraoculares y se consideraba que todo residente debía salir con capacidad de realizar una crío-extracción. Cuando el clímax del ritual del primer control posoperatorio, al pie de la cama del paciente, consistía en entregarle unos lentes «provisionales» de 12 dioptrías (la época en que el hialuronato solamente se extraía de la cresta de gallo).

También estaba en su infancia la cirugía refractiva con sus dos técnicas estrellas: la queratotomía y la queratomileusis. Además de constituirse en una nueva subespecialidad oftalmológica, su aparición rompió el paradigma de que los lentes son indispensables, aumentó expectativas de pacientes y nos proporcionó a los oftalmólogos nuevos conceptos, técnicas, equipos y procesos.

En el transcurso de este tiempo observamos que el resultado refractivo promedio, desde el inicio, estaba muy próximo a la emetropía pero el defecto refractivo visual presentaba una amplia dispersión que se redujo progresivamente de varias dioptrías a pocas décimas de dioptría. Nuestro reto actual es lograr una perfecta predicción del lente intraocular requerido en todos y cada uno de los ojos que operamos. En otras palabras: evitar «sorpresas refractivas» como coloquialmente denominamos a los casos atípicos (outliers).

El cálculo del lente intraocular requiere utilizar un algoritmo matemático para determinar la longitud axial, el poder de la córnea y la posición efectiva del lente intraocular. De estos tres factores el primero es el que menos variabilidad presenta. La córnea, por otro lado, es un elemento óptico complejo cuya cara anterior puede presentar irregularidades en su curvatura y una cara anterior difícil de evaluar con precisión. Además se debe tener en cuenta que la posición en que va a quedar el lente intraocular y su grado de inclinación no son perfectamente predecibles. También existen nuevos métodos de cálculo que toman en cuenta cada vez más información y la procesan en formas diferentes.

En todos estos aspectos la tecnología logra progresos que debemos ponderar para determinar la «tecnología adecuada» que podemos ofrecer a nuestros pacientes, con un balance adecuado de costo/beneficio.

La introducción de la biometría óptica (interferometría de coherencia parcial), actual gold standard, es un claro ejemplo de que las mejoras en tecnología no representan una mejoría equivalente en los resultados. Pese a que la medición de longitud axil por medios ópticos es 10 veces más precisa que con ultrasonido, esto solamente produjo un 16 % de mayor exactitud posoperatoria. (2) Se han logrado mejoras marginales en los sistemas de baja reflectometría óptica (3) y SWEPT OCT (4) que permiten determinar el grosor del cristalino y el espesor de la córnea, pero que no alcanzan significación clínica. En casos de cataratas densas sigue reinando la biometría ultrasónica por inmersión.

La evaluación de la córnea es probablemente el mayor reto y va mucho más allá de una simple queratometría, por precisa que ésta sea. La tecnología Scheimpflug nos permite evaluar la transparencia corneal, así como el poder de la cara anterior y posterior de la córnea. También nos proporciona guías sobre la asfericidad y toricidad del lente a implantar o definir si el paciente es un buen candidato para implante de lentes multifocales difractivos.

El siguiente paso es el procesamiento de esta información con diferentes tipos de fórmulas que la aprovechan en mayor o menor grado. Métodos como el de trazado de rayos o el de biometría transoperatoria ofrecen ventajas lógicas y teóricas, pero los resultados de su utilización todavía no proporcionan resultados significativamente más precisos. La aplicación Panacea http://panaceaiolandtoriccalculator.com/ permite utilizar una fórmula única para todos los ojos, independientemente de que hayan sido o no operados de cirugía refractiva o adolezcan de patología corneal. El calculador RBF desarrollado por el Dr. Warren Hill http://rbfcalculator.com/ utiliza análisis estadístico sofisticado para identificar patrones en qué encasillar cada ojo y optimizar en forma empírica el resultado.

Obviamente no todo depende de la tecnología. Diferencias entre operadores, el estado de lubricación corneal, el astigmatismo inducido por el cirujano, así como nuestras limitaciones para ubicar un lente intraocular tórico en el meridiano correcto, contribuyen a dificultar una predictibilidad satisfactoria.

¿Qué hacer ante tantas opciones que se nos presentan? De hecho, la aplicación de diferentes métodos muchas veces produce gran desazón e incertidumbre en el cirujano que se enfrenta a esta decisión que determinará la satisfacción del paciente, especialmente cuando se implantan lentes multifocales o tóricos. Personalmente en mi práctica busco concordancia no solamente entre diferentes técnicas, sino también entre ellas y la refracción subjetiva del paciente. Encontrar inconsistencia entre las medidas, o entre ellas y la refracción, es un indicador de una posible sorpresa refractiva posoperatoria que se advierte al paciente.

En resumidas cuentas, todavía no disponemos del método ideal en precisión y costo para el cálculo del lente intraocular. Como médicos podemos y debemos cuidar múltiples detalles pre- y transoperatorios para lograr el mejor resultado posible con la tecnología que tengamos a nuestra disposición.

Referencias

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