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Cirugia Refractiva

Implante de LIO multifocales en ojos aberrados: Un análisis crítico


Dr. Mauro Campos Brasil

Contacto

Dr. Mauro Campos – mscampos@uol.com.br

La moderna cirugía de cataratas nos ofrece no solo la mejoría de la agudeza visual, sino también una posible independencia de gafas en el posoperatorio. Tal independencia se puede obtener mediante el uso de LIO monofocales con planificación de monovisión o implante de LIO multifocales. La cirugía de facoemulsificación con incisiones cada vez menores, con el uso de ultrasonido o femtolaser, también se puede utilizar en el tratamiento de la presbicia, proceso degenerativo que casi todas las personas presentan después de los 40 años de edad. Combinada con equipos modernos de evaluación preoperatoria como topógrafos y tomógrafos, OCT y biómetros ópticos, la cirugía de sustitución del cristalino por LIO multifocales puede alcanzar altísima previsibilidad (±0.5 D del target) refractiva en por lo menos 80 % de los casos y que puede llegar hasta el 90 % según algunos autores.

El uso de LIO multifocales o de foco extendido (EDOF) ha aumentado entre los cirujanos de cataratas. Se estima que el 9 % de los pacientes en EE. UU. reciben este tipo de implante, mientras que, en Brasil, esa cifra es de un 18 % para pacientes con seguro de salud particular (MarketScope, 2019).

Los LIO multifocales y de foco extendido son ventajosas para los pacientes porque presentan tres puntos de foco (trifocales) o porque extienden la profundidad de foco (EDOF). Los estudios en mesas de simulación óptica (optical bench) demuestran claramente la formación de tres puntos de foco o la extensión de un único punto. Las curvas de desenfoque en LIO trifocales presentan dos ápices, y las EDOF presentan un perfil de cúpula (dome shape). La comparación óptica de estos LIO demuestra una agudeza visual similar para lejos e intermedia, y los trifocales presentan mejor desempeño para cerca. Por otro lado, la división de la energía luminosa reduce la sensibilidad al contraste con el uso de LIO trifocales.

El ojo humano no es un sistema óptico perfecto. Además de ametropías, el ojo humano
presenta aberraciones ópticas de alto orden, como aberraciones esféricas, coma y trefoil Pese a que son pocos los estudios que demuestran claramente una reducción en la agudeza visual en presencia de estas aberraciones, los mismos estudios suelen demostrar una reducción significativa de la sensibilidad al contraste en ojos altamente aberrados. La aberración significa la reducción de la sensibilidad al contraste, una función reconocida de medición de la calidad visual. Así, las aberraciones oculares dañan la visión.

Como ya se ha mencionado, las LIO multifocales pueden reducir la sensibilidad al contraste. Se puede inferir que el implante de estas LIO en ojos aberrados podría comprometer el éxito de la cirugía, por lo que el uso de dichas LIO no sería muy recomendable en tales situaciones.

Sin embargo, este análisis no es tan pragmático. Los propios pacientes solicitan el implante de LIO multifocales, y en algunas situaciones de la clínica diaria, los cirujanos se ven motivados a utilizarlos en esos casos.
Antes de debatir si debemos utilizar estas LIO o no, debemos considerar algunas situaciones preoperatorias como contraindicación, por lo menos, relativas al uso de LIO multifocales, como membrana epirre ción de todas las aberraciones tiniana, tracción vitreomacular, agujero y degeneración macular en evolución. Enfermedades corneales, como astigmatismo irregular en queratocono, endoteliopatías con edema, glaucoma moderado o avanzado y otras innúmeras afecciones oculares que pueden causar reducción progresiva de la visión.

Un reciente artículo de Luis Brenner publicado en JCRS, de octubre de 2019, presenta el resultado del implante de LIO trifocales en pacientes que habían sido sometidos a LASIK o PRK. Estos pacientes buscaron esta opción de implante para el tratamiento de la presbicia. Se operaron 241 ojos y se empleó el ASCRS online power calculator. Para el estudio se incluyeron pacientes que habían sido sometidos a cirugía refractiva para miopía e hipermetropía. El implante de LIO multifocal incluyó LIO esféricos y tóricos. Después de la cirugía, 80.9 % de los pacientes quedaron a ±0.25 D del plano. El índice de eficacia fue de 0.80.
es una excepción aun cuando utilizamos ablaciones aberration-free. Podríamos decir que el implante de LIO multifocales es una excelente opción en présbitas con ojos aberrados por cirugía refractiva corneal, ¿verdad? Probablemente no. Además de enfermedades oculares preexistentes, como maculopatías, los autores excluyeron a pacientes con ablaciones descentradas, zonas ópticas pequeñas, ablaciones profundas o con agudeza visual corregida para lejos inferior a 0,8, lo que reduce significantemente la posibilidad de que un ojo con alto orden de aberración sea sometido a implante de LIO multifocal.

Durante la cirugía de cataratas, el descentrado de la rexis, la presencia de un ángulo kappa aumentado, la atrofia iridiana, el descentrado del implante del LIO, el diámetro pupilar (que puede alterarse después de la cirugía de faco) y la forma de la pupila, la inducción de aberraciones por la incisión clear cornea, enfermedades zonulares, además de condiciones preexistentes, como de la retina o del nervio óptico, pueden reducir la calidad visual y comprometer el resultado quirúrgico. Casi todas las condiciones indicadas anteriormente se ven acompañadas

El estudio anteriormente citado demostró que el implante de estos LIO en ojos previamente sometidos a cirugía refractiva asistida por láser es seguro y eficaz. Considerando los datos de estos autores, recordamos que la cirugía refractiva asistida por láser causa la inducción de aberraciones oculares en casi todos los pacientes operados. La reduc de un aumento de las aberraciones visuales. Por consiguiente, la misma cirugía de implante de LIO multifocales puede causar un aumento en las aberraciones.

No obstante, ese mismo estudio agrega tres puntos importantes que debemos tomar en cuenta en nuestra práctica diaria: el implante puede ser seguro y eficaz, los pacientes deben pasar por un análisis de la calidad óptica corneal preoperatoria, y en la biometría se deben utilizar métodos actuales y ajustados para cada práctica.

Para reducir la insatisfacción de los pacientes con aberraciones oculares que buscan el implante de LIO multifocales, la selección de pacientes y la orientación preoperatoria siguen siendo unas de las principales etapas de este procedimiento. Mencionadas en varios artículos, las condiciones que favorecen al candidato-paciente incluyen la motivación para la independencia del uso de gafas, tener una personalidad segura y calma, saber aceptar pequeñas limitaciones visuales para lejos, y tener paciencia para sobrellevar fenómenos ópticos, en su mayoría transitorios como glare, halos, disfotopsia negativa y starburst. En esta lista incluimos el hecho de entender que el procedimiento no garantiza resultados ni confianza en el cirujano. Obviamente, deben evitarse candidatos que ejercen profesiones de riesgo, como chóferes profesionales, pilotos, agentes de policía y trabajadores nocturnos.

Terminamos sugiriendo que el uso de LIO multifocales y EDOF se está expandiendo y puede incluir ojos con aberraciones oculares inducidos por cirugía refractiva previa.

Tres preguntas imprescindibles Foro Catarata: Multifocalidad y aberraciones ópticas


Coordinadora:

Claudia Zapata – Chile

Panelistas

Dra. Javiera Compan Vitali – Chile

Dr. José Arrieta – Argentina

1.¿Realiza estudio de superficie ocular en pacientes potenciales para LIO multifocales?

Dra. Javiera Compan: Hoy en día, resulta indispensable utilizar todas las herramientas disponibles para conseguir un resultado refractivo óptimo en un paciente activo, multifacético y cada vez más exigente cuyas expectativas irreales o en quien se realiza un estudio refractivo insuficiente pueden transformar una cirugía electiva destinada a mejorar la calidad de vida en un dolor de cabeza.

En este sentido, el estudio preoperatorio de la superficie ocular cobra vital importancia y comienza por una correcta anamnesis destinada a pesquisar uso de medicamentos o lentes de contacto, cirugías oculares previas o enfermedades sistémicas inflamatorias. Es aconsejable utilizar cuestionarios que evalúen presencia de ojo seco y su impacto en la calidad de vida de los pacientes.

En la lámpara de hendidura se debe evaluar funcionalidad palpebral, menisco lagrimal, descartar presencia de blefaritis, disfunción de glándulas de Meibomio, queratitis, tiempo de ruptura de la lágrima (BUT), prueba de Schirmer y, en caso de ser necesario, se puede recurrir a estudio de la osmolaridad lagrimal, detección de metaloproteinasas, niveles de anticuerpos o citología de impresión conjuntival, entre otros.

De detectarse casos de ojo seco o factores predisponentes del mismo, se recomienda estudiar al paciente y tratarlo con el fin de estabilizar la superficie ocular y recuperar la homeostasis necesaria para una confiable queratometría, biometría, topografía y aberrometría según corresponda.

Por otro lado, un gran número de pacientes presentan signos de ojo seco o exacerbación del mismo durante el posoperatorio de cataratas, y si consideramos que el film lagrimal juega un rol refractivo muy importante en la superficie ocular, la integridad del mismo es indispensable para no comprometer la calidad visual del paciente en términos de sensibilidad al contraste y aberraciones ópticas de alto orden.

Dr. José Arrieta: Sí, en todos los pacientes realizamos un estudio de la superficie ocular y, si hay alteración de la misma, se realiza un tratamiento adecuado, antes de realizar todos los estudios biométricos para el cálculo de LIO y toricidad de los mismos. Si es necesario, en el caso de que el paciente presente una alteración de la capa lipídica de la lágrima, le realizamos un tratamiento de la disfunción de las glándulas de Meibomio con lipiflow, que lo incorporamos hace 8 meses a nuestro arsenal de tratamientos para el ojo seco con muy buenos resultados.

2. ¿Qué opina de la utilización de lentes multifocales o EDOF en pacientes con cirugía refractiva previa?

Dra. Javiera Compan: Toda corrección refractiva láser aumenta en mayo o menor medida las aberraciones de alto orden de origen corneal. Por otro lado, si bien los avances en las fórmulas de cálculo de lentes intraoculares han permitido mejorar la predictibilidad del poder del lente, ésta aún continúa siendo menor en comparación con ojos sin cirugías refractivas previas.

Luego de ablaciones miópicas, tenemos como resultado una cornea más oblata, donde el radio de curvatura anterior de la córnea aumenta y la relación de curvatura posterior/anterior disminuye, lo que resulta en un error hipermetrópico en el cálculo del poder del lente intraocular. Exactamente lo contrario sucede para las ablaciones hipermetrópicas.

Por estas razones, evito utilizar lentes multifocales o de profundidad de foco extendida en casos de cirugía refractiva previa en el contexto de pacientes cada vez más exigentes con altas expectativas visuales.

Sin embargo, creo que cada paciente debe ser evaluado como un caso independiente, tomando en cuenta factores psicológicos, expectativas, tipo de trabajo que realiza, hobbies, que no existan comorbilidades comoenfermedadesdelasuperficie ocular, glaucoma o necesidad de utilizar colirios a permanencia que provoquen toxicidad de la superficie, enfermedades del polo posterior o condiciones predisponentes a las mismas. Además, el paciente debería ser sometido a un estudio completo con queratometría y topografía para asegurarnos de que existe un astigmatismo simétrico y con un eje definido y estable, al igual que una aberrometría que muestre aberraciones de alto orden que no superen las 400 micras y una aberración esférica medible y calculable cercana a lo normal luego del implante del lente intraocular.

Dr. José Arrieta: Los lentes de EDOF son nuestra primera elección en pacientes con cirugía refractiva previa y dentro de los EDOF preferimos los lentes Symfony, que además corrigen las aberraciones cromáticas, lo cual da una mejor calidad de imagen y sensibilidad al contraste.

3.¿Cómo compensa la aberración esférica inducida por la ablación miópica o hipermetrópica previa en un paciente que cursa con catarata y que tiene indicación quirúrgica?

Dra. Javiera Compan: En casos de cirugía refractiva previa, lue-
go de ablaciones miópicas tenemos como resultado una córnea más oblata, y lo contrario sucede luego de ablaciones hipermetrópicas. En este sentido, la aberración esférica se volverá más negativa si la superficie es más prolata y más positiva si es menos prolata, esférica u oblata.

Si consideramos que la mayoría de los lentes intraoculares poseen algún grado de aberración esférica positiva, ahora comprendemos por qué los pacientes se quejan de cierta disminución de la agudeza visual y sensibilidad al contraste, situación que se acentúa en pacientes con ablaciones miópicas, cuando al usar estos lentes, el resultado final es una aberración esférica más positiva aún.

Para mantener un valor fisiológico de asfericidad corneal luego de procedimientos refractivos, podemos entonces, utilizar lentes intraoculares con diferentes aberraciones esféricas según corresponda.

En pacientes tras ablaciones miópicas, debería usarse un lente intraocular con aberración esférica negativa o asférico. En el caso contrario, pacientes con córneas más prolatas luego de ablaciones hipermetrópicas, deberían usarse lentes intraoculares con una aberración esférica más positiva o esféricos.

Dr. José Arrieta: Actualmente usamos solo lentes asféricos para estos pacientes, debido a que nuestro lente de elección para estos casos es el Symfony, pero estamos esperando la llegada a Argentina de los nuevos lentes Eyhance, que van a ser una muy buena opción para los pacientes con ablación miópica previa.

Avances en córnea y cirugía refractiva


Coordinadores

Dr. Heriberto Marotta – Argentina

Dr. Franco Pakoslawski – Argentina

Panelistas

Dr. Marcelo Sterzovsky – Argentina

Dr. José Miguel Varas – Ecuador

Contacto

Dr. Heriberto Marotta – heribertomarotta@hotmail.com Dr. Franco Pakoslawski– francopakos@gmail.com
Dr. Marcelo Sterzovsky – sterzovsky@gmail.com
Dr. José Miguel Varas – jm@varas.com

Caso clínico
Paciente de 25 años de edad que consulta para cirugía refractiva y refiere intolerancia a lentes de contacto.


Agudeza visual
» OD: 20/20 c/ -6.25 -1.25@160
» OI: 20/20 c/ -6.00 -2.25@150
Paquimetría central:
» OD: 545 μm
» OI: 538 μm
» Prof. cámara anterior: 2.75 mm AO

Topografías prequirúrgicas:

Se opera respetando patrones de seguridad:

Posoperatorio al año

Agudeza visual
» OD: 20/25 20/20 c/-0.50@70 » OI: 20/25 20/20 c/-0.75@115

Regresa a los 4 años refiriendo disminución de agudeza visual.

  • OD: 20/70 c/ -1.50 -3.50@40
  • OI: 20/200 c/ -7.50 -3.50@86Topografías: ectasia corneal en ambos ojosSe comienza tratamiento con timolol 0.5, no tolera bien LC. Se decide colocación de segmentos corneales y CXL OI.Último control
  • OD: 20/30dif c/Lente de contacto
  • OI: 20/30dif c/Lente de contactoEn el análisis retrospectivo, el único pa- rámetro alterado que encontramos fue el índice de Porcentaje de Tejido Alterado (PTA: flap + ablación/espesor central cor- neal) el cual al momento de la cirugía aún no había sido descripto.PTA:OD: 38.63 %

    OI: 40.53 %

    Preguntas del caso

    1. ¿Hubiese actuado de forma dife- rente al no existir el índice PTA?

    Dr. Marcelo Sterzovsky: Este es un caso en que viendo detenidamente las imágenes se observa una ligera asimetría en la forma del moño astigmático, que si bien es ortogonal revela una preponde- rancia hacia el sector inferior. Se suma a esto una aberrometría con un RMS supe- rior al normal y no contar con curvatura posterior corneal, lo que a pesar de tener una paquimetría normal, dada la edad del paciente, me podría hacer pensar que es una situación sospechosa y que debo ser cauto en la elección de la técnica.

En este caso la medición de la cámara anterior es de 2.75 mm, lo que contraindica la lente de mi elección, que es la de cámara posterior, por lo que solo me queda una posibilidad que es practicar PRK con mitomicina, con la que tengo 25 años de experiencia y nunca he tenido una ectasia, aun en casos límites como este.

Dr. José Miguel Varas: Probablemente sí. Este caso fue operado en 2011/2012 cuando el paciente tenía 25 años, dos o tres años antes de la publicación de Marcony Santhiago sobre el PTA en AJO 2014.

Sin embargo, las topografías del ATLAS permiten estudiar la altura de la cara anterior de la córnea. Siendo éste un índice menos sensible que la altura de la cara posterior, este primero no deja de ser específico (la cara posterior sólo se puede observar integrando el ATLAS al Visante). En las fotos sólo se puede ver el frente de onda proveniente de la cara anterior que sugiere un patrón cromático no despreciable en ambos ojos que levanta ya una alerta.

El ATLAS también tenía un módulo para detección de queratocono llamado PATHFINDER II que orientaba sobre la interpretación básica de la topografía.

Por otro lado, se asume que el corte del microqueratomo es de 120 μm y sabemos que algunos microqueratomos pueden cortar más de 60 micras por encima de lo marcado en su etiqueta.

Aunque suene post hoc ergo propter hoc, la simulación demuestra cierto grado de traspasodelPTAen41y44%. No obstante, el mayor riesgo parecería originarse en la irregularidad corneal, solo demostrada en la imagen de frente de onda corneal. (Ver imagen 6)

2. ¿Qué tratamiento utiliza para el tratamiento de ectasia pos-LASIK?

Dr. Marcelo Sterzovsky:
Mi tratamiento de elección es realizar crosslinking epioff utilizando riboflavina isotónica, tomando paquimetría intraoperatoria e irradiación UV 30 minutos a 3 mw x cm cuadrado si el cuadro presenta rápida evolución, o 10 minutos a 9 mw por cm cuadrado en casos más leves y posterior adaptación a lentes de apoyo escleral, con los que obtienen una satisfactoria agudeza visual y confort.

Dr. José Miguel Varas: Si la detección es temprana y el espesor central lo permite, es válido reforzar la córnea con riboflavina y luz UVA con el fin de observar detención de la progresión. Si aun así la irregularidad es muy grande, he encontrado en pocos casos tratados resultados mixtos, ya que en este tipo de ectasias el patrón topográfico tiene la suma de una ectasia circunscrita más una ablación. Es decir, se presentan con un patrón diferente a las ectasias como el queratocono.

Por otro lado, los lentes esclerales son un recurso que siempre ayuda en casos donde la irregularidad está fuera del alcance de los segmentos intracorneales. Y por último en condiciones aún más extremas siempre queda el último recurso de la queratoplastia laminar profunda.

El arte de calcular lentes intraoculares


Dr. Fernando L. Soler Ferrández

España

En 2019 cumplimos el 70 aniversario de la primera implantación de una lente intraocu- lar (LIO) por parte de Sir Harold Ridley. Inició una época de implantes de potencia fija a la que siguió otra donde se elegía la potencia en función del defecto previo de graduación. Se generó así el primer problema biométrico con la frecuente aparición de la “nine-diopter sur- prise”. Surgieron entonces a finales de la dé- cada de 1960 las primeras fórmulas de cálcu- lo, bien teóricas como Fyodorov, Collebrander, Binkhorst I, etc., basadas todas ellas en el ojo teórico de Gullstrand, o bien de regresión ma- temática como la SRK de 1981 (1), cuya senci- llez nos hace entender la base de la biometría y su fuente principal de errores:

P=A-2.5*ALX-0.9*K

Es decir, la potencia de una lente sale de una constante “A” dada por el fabricante de la len- te en función de la forma, posición, material, etc. a la que se le resta la ALX multiplicada por 2.50 y la K media multiplicada por 0.9. Esto significa que un error de medida de un milímetro en ALX genera un error biométrico de 2.5 D en la lente, mientras que una dioptría de error queratométrico supondrá un error de 0.9 en la potencia de la LIO.

Las fórmulas fueron evolucionando, utilizando cada vez más variables (cinco en Barrett II, siete en Holladay II o Panacea que a las an- teriores suma la cara posterior de la córnea) o bien principios ópticos diferentes como el trazado de rayos (Olsen) o la Inteligencia Ar- tificial (Hill-RBF). Para todas ellas, uno de sus objetivos principales es conocer la potencia de la LIO en función de la ELP, es decir, de la posición estimada de la lente.

Este escenario hace pensar que el dis- poner de fórmulas tan avanzadas por un lado y de aparatos muy exactos en sus medidas biométricas por otro, el proble- ma del cálculo de la LIO estaría resuelto, lo que no se ha logrado. Los modernos estudios comparativos de fórmulas dan como excelentes resultados los que re- fractivamente quedan entre +/-0.50 en un porcentaje del 80 % de las muestras. Es decir que, en términos absolutos, el 20 % quedan con defectos superiores ale- jándose de la emetropía(2).

Si a esto se suma que la cirugía del crista- lino se convierte en una cirugía refractiva en una gran mayoría de casos, significa que damos como buenos cálculos que van a fallar en dos de cada diez ojos operados.

Y con tanta exactitud biométrica y tanta fórmula, ¿por qué se producen esos erro- res? Es cierto que hay cosas que no po- demos controlar como es la contracción capsular y la estabilidad de la lente en la ELP prevista con el consiguiente cam- bio refractivo. Pero también es frecuente perder el sentido clínico de la biometría cuyos datos deben ser coherentes con la historia del paciente. En otras ocasiones no se toman en consideración circunstan- cias como la sequedad ocular que puede producir alteraciones queratométricas que induzcan luego errores de una dioptría o más. Si en el cálculo biométrico nos apo- yamos con imágenes topográficas, será más fácil detectar irregularidades que nos pondrán alerta.

Otras veces no se hace caso a signos que nos deben llamar la atención para elegir la fórmula adecuada. Así, se deben es- tudiar más detenidamente ojos con ALX superiores a 26.00 mm e inferiores a 22.00 mm para seleccionar fórmulas más adecuadas a esos largos axiles. Asimis- mo, valores de K superiores a 47.00 D o inferiores a 40.00 D deben ser valorados cuidadosamente pues nos pueden hablar de córneas irregulares cuyos datos pue- den confundir a las fórmulas que usemos.

Una fuente de errores es des- conocer el grosor del cristalino y su relación con la ACD. Sabe- mos que, cuando el sumatorio de ambos es superior a 8.00 mm, hay que ajustar el cálcu- lo, pues se van a producir hipo- correcciones, mientras que por debajo de 7.30 se pueden indu- cir miopizaciones.

Si recordamos que estamos buscando la emetropía, una cir- cunstancia que se da con cier- ta frecuencia es, al analizar un caso, observar disparidades en- tre los resultados de las fórmu- las. Es el momento de aplicar el sentido clínico y la valoración de detalles para tomar la deci- sión adecuada

Todo esto es lo que nos hace pensar que el cálculo de lentes intraoculares tiene su parte de Arte, del arte médico que guía el criterio clínico en la toma de la decisión final.

¡Ah, se me olvidaba! ¿Y qué pasa con el astigmatismo, la to- ricidad, la cara anterior, la pos- terior, el valor total de la córnea, la relación con la graduación previa, etc.? Pues que subimos un peldaño más en este concep- to artístico, pero esto lo vamos a dejar para otro editorial.

Referencias

  1. Sanders D, Retzlaff J, Kraff M, et al. Com- parison of the accuracy of the Binkhorst, Colenbrander, and SRK implant power prediction formulas. J Am Intraocul Im- plant Soc. 1981;7(4):337-340.
  2. Melles RB, Holladay JT, Chang WJ: Accu- racy of Intraocular Lens Calculation For- mulas. Ophth

 

ArtículosCirugia RefractivaNoticiero Alaccsa-R

Ametropías extremas

posted by adminalaccsa 15 abril, 2019 0 comments

Ametropías extremas


Coordinador

Dr. Javier Gaytán – México

Panelistas

Dr. José Luis Güell – España Dr. Guillermo Rocha – Canadá

1. En el caso de tratamiento fotoablativo de sus casos con astigmatismo mixto, ¿qué técnica prefiere, superficie (TransPRK/ PRK) o cirugía lamelar (LASIK) y por qué?

Dr. José Luis Güell: El decidir la técnica en superficie o lamelar no depende, en mi caso, del defecto refractivo, sino de otros factores (paquimetría, curvatura, etc.). Indico la PRK transepitelial cuando presupongo una distribución de grosor epitelial no uniforme como en casos postraumáticos o queratocono.

Dr. Guillermo Rocha: La gran mayoría de mis casos son LASIK. Dependiendo del grado de astigmatismo, es decir, superior a 2.00 o 2.50 dioptrías, encuentro que el realizar ablaciones de superficie como TransPRK o PRK puede, en algunas ocasiones, resultar en la formación de haze en la media periferia, a pesar de la utilización de mitomicina-C 0.02 % por 20 segundos. Obviamente, esto depende de muchos factores, incluyendo el tipo de excimer láser, la ablación creada, la magnitud de la corrección y factores de cicatrización inherentes al paciente.

Obtengo OCT epitelial preoperatorio en todos mis casos. Sin embargo, puede haber variabilidad entre el grosor epitelial obtenido y el observado en el momento de la cirugía. Por este motivo, aún al realizar ablación de superficie, prefiero

utilizar el cepillo de Amoils seguido de PRK. Finalmente, si se opta por LASIK, un punto importante es el colocar la bisagra del colgajo de acuerdo con la orientación de la ablación. Es decir, en la corrección de astigmatismo con la regla, la bisagra deberá ser superior para evitar la fotoablación del pliegue de la bisagra si ésta fuese planeada en localización nasal.

2.Cuando corrige el astigmatismo alto (>4 D) de un paciente con cataratas prefiere: ¿implantar LIO tórico o tratar el astigmatismo con bióptica fotoablativa complementaria?

Dr. José Luis Güell: En principio prefiero una lente tórica. Casos especiales con otra indicación serían pacientes con trasplante corneal previo o queratocono.

Dr. Guillermo Rocha: Definitivamente con un lente intraocular tórico. Recordar la importancia de: 1) medición del astigmatismo por biometría y topografía. A mayor concordancia, mejores resultados, y es importante confirmar la presencia de astigmatismo regular; 2) tomar en cuenta el astigmatismo corneal posterior. Mi preferencia es utilizar la fórmula de Barrett, con el Barrett Toric Calculator; 3) decidir la forma de marcar el ojo preoperatoriamente. Utilizo el Davis onestep, pero además la interconectividad del IOLMaster 700, con el CALLISTO en el quirófano; 4) orientar adecuadamente el LIO intraoperatoriamente con ayuda de las marcas previamente obtenidas con el paciente sentado, ya que puede ocurrir ciclotorsión al reclinar al paciente para cirugía. Cada grado de rotación puede resultar en una pérdida de 3.3 % del poder del lente tórico. La pérdida completa del poder tórico resulta de rotaciones mayores de 30o. La aberrometría intraoperatoria también ha demostrado ser útil en el alineamiento de lentes tóricos durante la cirugía; y 5) rotaciones posoperatorias. Es posible, en el posoperatorio inmediato (primeras 24 horas), rotar el lente

a la posición adecuada en el consultorio, con una aguja 30g con visualización bajo la lámpara de hendidura. Además, en casos de rotaciones más tardías, el sitio web www.astigmatismfix.com provee una herramienta ideal para corregir defectos de alineación del eje tórico.

3.En un paciente menor de 50 años al que se le realiza implantación de LIO fáquico o facorrefractiva + LIO por miopía >12 D, ¿qué medidas de seguridad deberíamos tener para cada una de las cirugías?

Dr. José Luis Güell: En cualquier paciente miope de cualquier edad debemos lógicamente incluir una exploración detallada de la retina periférica antes de la intervención y tratar las lesiones que se pudiesen encontrar. Idealmente nos gustaría que el vítreo posterior estuviese separado en todos aquellos pacientes sometidos a cirugía intraocular, pero, desafortunadamente no siempre es así.

Dr. Guillermo Rocha: En este caso, el único lente intraocular que implantaría sería un lente fáquico. En mi opinión, está contraindicado realizar cirugía facorrefractiva en miopes menores de 55 años de edad. Existe riesgo de desgarros y desprendimiento de retina en cualquier miope, acrecentado por extracción de cristalino, y aún más en jóvenes. Aconsejo realizar una buena biometría y cálculo de lente previo, para así ya contar con esa información para una futura cirugía de cataratas. Es importante tomar en cuenta que, en algunas ocasiones, la medida de cámara anterior obtenida por biometría usando swept-source OCT puede demostrar artefactos y hacer confundir la cara anterior del lente fáquico con la cápsula anterior del cristalino. La biometría por interferometría no presenta este problema.

ArtículosCirugia RefractivaNoticiero Alaccsa-R

Ametropías extremas

posted by adminalaccsa 15 abril, 2019 0 comments

Ametropías extremas


Coordinador

Dr. Juan Alfonso Russo – Bolivia

Panelistas

Dr. Claudio Orlich – Costa Rica Dr. Pablo Larco – Ecuador
Dr. Pablo Suárez – Ecuador

Paciente femenina, de 33 años de edad, alta miope que desea dejar de usar anteojos a fines de 2016.

Refracción referida preoperatoria.

OD −15.00/plano.

OI −16.00/ plano.

La paciente refiere que disminuyó la AV con anteojos.

En otro centro es operada de implante de LIO fáquicos Artisan en AO en abril de 2017.

En el posoperatorio, la paciente refiere que no existe mejoría de la AV, por lo que en agosto de 2017 acude a nuestro centro.

Al examen físico se aprecia:

AV OD

AV OI

0.1 PH 0.05 PH

No mejora No mejora

Biomicroscopía, córnea clara, CA formada,

IP superior, LIO Artisan enclavado a iris en horas 3:00 y 9:00 en AO, catarata subcapsular posterior (++).

Fondo de ojo: Alteraciones atróficas del EPR, estafiloma posterior.

Se pide exámenes complementarios.

Pentacam: Córnea normal, CA estrecha OD 2,22mm OI 2,21

Recuento endotelial: OD. 610 (muy reducido) OI. 1.988 (reducido).

Ecografía: Aumento de la longitud axial, estafiloma posterior.

OCT: Maculopatía miópica, adelgazamiento del área macular.

Los LIO Artisan están produciendo disminución del número de células endoteliales, porque la profundidad mínima de la CA para el implante de estos LIO es de 3.05 mm.

No hay mejoría de la AV porque ya hay una catarata, que probablemente había antes del implante de los LIO.

Se sugiere a la paciente el retiro del LIO y cirugía de catarata primeramente del OI y posteriormente del OD, informando a la paciente del riesgo de ambas cirugías, sobre todo del OD, que es casi seguro que sobrevenga una descompensación endotelial después de la cirugía.

SeoperóelODel9deoctubrede2018y una semana después el OI.

La técnica quirúrgica fue SICS, incisión escleral tunelizada de 6.5 mm, metilcelulosa entre el LIO y el endotelio, retiro del LIO, capsulorrexis con hialuronato, hidrodisección y retiro del núcleo del cristalino, aspiración de masas, implante de LIO 3 piezas y cierre.

Actualmente presenta: AV OD 0.5 PH 0.7 AV OI 0.4 PH 0.6

Actualmente la córnea de AO está transparente y la CA está formada:

Preguntas del caso

1. ¿Qué aspectos destaca en el caso presentado?

Dr. Claudio Orlich: La profundidad de la cámara anterior (ACD) se refiere a la distancia entre el epitelio corneal y la cápsula anterior del cristalino.1 Es importante tomar en cuenta que el IOLMaster utiliza un haz de luz de hendidura de 0.7 mm que se dirige a un ángulo de 30 grados hacia la cámara anterior. El instrumento mide la distancia entre las reflexiones de luz en la superficie corneal y la superficie anterior del cristalino (cápsula anterior) 2, cumpliendo con la definición original de ACD.

En el caso presentado, la profundidad de la cámara anterior según IOLMaster es 2.74 mm en ojo derecho y 2.54 mm en ojo izquierdo. Por su parte, el Pentacam toma como valor de ADC la distancia desde el vértice posterior del endotelio corneal hasta la superficie anterior del cristalino a lo largo del eje óptico, sin incluir el grosor corneal. Para este caso, la ACD del ojo derecho fue de 2.21 mm y 2.22 mm en el ojo izquierdo.

Es importante cuando se planea implantar un Artisan que la ACD sea mayor que 3.2 mm en pacientes miopes y 2.8 mm en hipermétropes 3. Si tomamos la medición según la definición de ACD de epitelio a cápsula anterior (IOLMaster) o en caso de utilizar el Pentacam, se debe restar a este valor la paquimetría, asumiendo que esté cerca de 0.5 mm (500 micras) el valor mínimo para un implante Artisan; utilizando el Pentacam como referencia, debería ser de 2.7 mm en un miope.

En el caso presentado, ninguna de las dos mediciones era apropiada para un implante Artisan. Pero el ACD por IOLMaster en ojo derecho era de 2.74, y el cirujano pudo haberse confundido si no tenía claro este concepto, esto podría explicar la indicación errónea del implante.

Un punto muy importante, aun cumpliendo con los valores antes mencionados, es la distancia desde el borde óptico del Artisan hasta el endotelio, que puede variar de 1.5 a 2 mm dependiendo

Dr. Claudio Orlich

de la potencia dióptrica del lente, la anatomía de la cámara anterior y el diámetro de la óptica 3. Idealmente debemos medirlo con un OCT de segmento anterior en el posoperatorio, ya que una distancia menor estará mayormente relacionada con una pérdida endotelial acelerada.

Dr. Pablo Larco: Es importante destacar las características anatómicas y funcionales de los ojos de esta paciente, que nos permitirá evaluar de mejor manera la conducta quirúrgica efectuada.

Se trata de una paciente femenina de 33 años, alta miope y que presenta alteraciones en mácula y polo posterior secundarias a un diámetro axial aumentado en ambos ojos de 28.91 y 29.86 mm, que muy probablemente limitó la visión de esa paciente desde su infancia. La profundidad de la cámara anterior es disminuida, contrario a lo que deberíamos esperar en un ojo de mayor longitud. La principal indicación para implantar lentes fáquicos es que la cámara anterior debe tener una profundidad no menor a 3 mm. Este diámetro disminuido es, sin duda, un factor predisponente importante, que ha originado una alteración

del endotelio corneal. La alteración macular, que se asocia a una limitación en su visión, es una contraindicación adicional para llevar a cabo una implantación de lentes fáquicos en la paciente.

Con frecuencia las expectativas de los pacientes son excesivas y en ocasiones las alternativas no quirúrgicas, como la implantación de lentes de contacto, son opciones válidas que debemos tener en cuenta. Aunque también debemos resaltar la importancia de efectuar de rutina en todos los pacientes la medición de la visión con estenopeico que nos permite conocer cuál es el potencial de recuperación visual de un paciente y evitar de esta manera problemas médico-legales e insatisfacción de los mismos.

Dr. Pablo Suárez: El manejo de un paciente miópico debe ser muy minucioso, puesto que posiblemente estemos frente a un paciente ambliope, por lo tanto, no debemos manejar muchas expectativas en cuanto a la visión. El examen físico nos indica una catarata subcapsular posterior, a pesar de que no tenemos en categoría LOCSIII, se puede concluir que, por la edad y la locación, esa catarata ya la tenía antes de la implantación de la lente Artisan. Las cataratas por lentes fáquicas son más de tipo

cortical con característica anterior, más que una subcapsular posterior. Podemos pensar en una catarata causada por algún grado de persistencia de vítreo primario. Como podemos observar es un caso de lo que yo llamo “miopía axial”.

Si analizamos la paquimetría corneal de los diferentes ojos podemos ver que el espesor corneal del ojo derecho es mayor que el del izquierdo. A pesar de que no es mucha la diferencia, esas 30 micras centrales nos pueden guiar a un edema corneal causado por esa disminución de células del ojo derecho. Por esta razón usaría otro tipo de viscoelástico y no metilcelulosa como se utilizó.

2. ¿Cómo procedería usted ante el paciente? ¿Complementaría el tratamiento de alguna forma adicional o el proceso que se realizó?

Dr. Claudio Orlich:En cuanto al manejo del caso, fue el correcto, evidentemente ante la inminente descompensación corneal del ojo derecho y la presencia de una catarata, el explante del LIO fáquico combinado con una faco-aspiración con un implante intraocular era lo indicado, siempre explicando a la paciente que tiene gran posibilidad de requerir de un injerto endotelial, la paquimetría central del ojo derecho era de 573 micras (casi un 5 % más que la del ojo izquierdo), con un conteo celular sumamente bajo de tan sólo 610 cél/mm2, esta paciente debe seguir bajo un control constante. La única variante que hubiese hecho en mi caso, que no utilizo SICS (Manual Small Incision Cataract Surgery) es una faco aspiración (paciente muy joven) utilizando Viscoat (condroitina sulfato 4 % hialuronato de sodio 3 %) en lugar de metilcelulosa. En estos casos en los cuales la córnea aún está transparente y el paciente está asintomático, al igual que el Dr. Alfonso, prefiero hacer la cirugía de catarata y dejar para un segundo tiempo el injerto endotelial, de ser necesario.

Dr. Pablo Larco: La miopía se asocia con mayor frecuencia con opacidad de cristalino subcapsular posterior. El desarrollo de la misma puede estar asociada al procedimiento quirúrgico realizado y al uso de corticoides, principalmente si recibió por periodos prolon-

s gados. Si el paciente presentó una opacidad r de cristalino previa a su cirugía y que según l se refiere en la historia clínica, su visión no

mejoró, sería una tercera contraindicación co-

locar lentes fáquicos en este caso.

r El manejo quirúrgico de una catarata en un . paciente alto miope y joven no está exento de

riesgos y complicaciones como un desprendimiento de retina, relacionado a una sinéresis del vítreo. En la ecografía modo B se evidencian alteraciones en el vítreo que podrían ser

compatibles con hialosis asteroide.

Mi sugerencia de manejo en este caso hubiese sido tener una conducta expectante en ambos ojos, documentar la opacidad de cristalino, verificar con el paciente si presenta sintomatología como disminución de su visión en la

mañana, controlar periódicamente cada seis

e meses con un contaje manual y central de la l córnea, con el objeto de comprobar si presenta alteraciones o deterioro en la microscopia o especular y paquimetría central. De ratificar-

se lo antes expuesto, recomendaría efectuar

una facoemulsificación con implante de lente

e intraocular de una pieza en el bag y tres meses después efectuaría un trasplante endotes lial lamelar (DMEK). El intervalo de cirugía en-

, tre uno y otro ojo no sería menor que un año.

eDr. Pablo Suárez: a. En estos casos me gusta hacer biometría por inmersión. La rao zón básica es que la longitud axial puede vert se afectada sino apuntamos en la parte más

distal del ojo. En ocasiones, el estafiloma no

es central, por lo que podemos tomar como

n longitud axial a una zona periférica del estas filoma y no al fondo del mismo. Para tener l conocimiento, este dato es muy importante

a. para ver si existe algún tilt del nervio óptico.
b. Creo que la angiografía es muy importante

para los defectos ventana que podemos tener.

Estos defectos nos pueden dar una idea del grado de degeneración miópica y junto a ello el pronóstico visual del paciente.

c. Un cerclaje con láser argón de la periferia por el retinólogo es muy importante. Vemos en la ecografía que el vítreo no está desprendido totalmente y eso nos puede dar el riesgo de un desprendimiento de retina por tracción vítrea.

d. A pesar de que no hay un estudio que lo ratifique, en nuestro servicio utilizamos anillo de tensión capsular en estos pacientes previo a la implantación de la lente intraocular.

Bibliografía

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Guell JL, Morral M, Gris O, Gaytan J, Sisquella M, Manero F. Five-year followup of 399 phakic Artisan-Verisyse implantation for myopia, hyperopia, and/ or astigmatism. Ophthalmology 115(6), 1002–1012 (2008)

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Faco en ametropias extremas

posted by adminalaccsa 15 abril, 2019 0 comments

Faco en ametropias extremas


Dr. Daniel Badoza Argentina

Debemos considerar ametropía extrema al paciente miope, en especial con largos axiales mayores de 30 mm, o al hipermétrope con largo axial menor de 21 mm.

La facoemulsificación en las ametropías extremas suponen muchos desafíos, tanto antes, durante y luego de la cirugía. Preoperatoriamente la dificultad más frecuente está relacionada con la medición del largo axial y el cálculo de la lente intraocular. Consideramos el largo axial como la distancia entre el vértice corneal hasta la capa de fotorreceptores a nivel de la mácula.

Durante la cirugía, debemos adaptarnos a ciertas incomodidades que presentan estos ojos en comparación con los normales, así como prevenir las descompresiones bruscas, que nos predisponen al desprendimiento de retina en los ojos muy largos o a la hemorragia supracoroidea en los muy cortos. En el seguimiento posoperatorio, debemos controlar la retina en los ojos largos.

Empezaremos con los cuidados que necesitan los pacientes con ojos extremadamente largos. Como dijimos antes, la principal preocupación está dada en la medición del largo axial y el cálculo del poder de la lente intraocular.

En estos casos se hace imperioso el uso de la biometría óptica para obtener mediciones precisas del largo axial. El principal motivo es la frecuente presencia de estafiloma posterior, que torna dificultosa la alineación correcta de la sonda, siendo inevitables las posiciones

oblicuas de la misma que no concuerden con el eje visual. Por el contrario, la biometría óptica, al requerir que el paciente fije en la luz del láser, permite una correcta medición del eje visual (ver figura 1).

Al calcular el poder de la lente intraocular, no todas las fórmulas son aplicables en ojos largos. Es frecuente la hipocorrección, es decir, que el paciente tenga una refracción más hipermetrópica de la que hemos intentado. Esa hipocorrección es más pronunciada cuanto mayor sea el largo axial.

Está generalizada la idea de que la fórmula más útil es la SRK/T. Si bien ésta brinda muy buenos resultados, son preferibles las fórmulas que consideran la profundidad de la cámara anterior (ACD), como, por ejemplo, las de Haigis, Barrett, Olsen y Panacea, diseñada por nuestro colega David Flikier, de Costa Rica. Tener en cuenta la ACD nos permite estimar la posición efectiva de la lente (ELP), reduciendo las chances de las sorpresas refractivas hipermetrópicas.

Otra particularidad en el cálculo de la lente en estos ojos es que frecuentemente necesitan LIO de bajas dioptrías, y muchas veces de dioptrías negativas, las que se caracterizan por su configuración en menisco, que geométricamente son más delgadas que las biconvexas. Esto genera un cambio en la constante, por lo que debe tenerse en cuenta que, si en nuestro calculador utilizamos la constante de la versión con dioptrías positivas, la refracción intentada será distinta a la que buscamos.

Durante la cirugía de ojos largos, es posible que el cirujano no esté cómodo debido a que debe utilizar los instrumentos con una orientación más vertical de la que está acostumbrado, ya que la ACD suele ser más mayor que en los ojos normales.

Cuando se inicia o se detiene la infusión, las fluctuaciones de la ACD suelen ser amplias. Esto genera estiramientos de las fibras zonulares que pueden generar dolor, por lo que es

bueno agregar anestesia intracameral en estos casos. Es muy frecuente que el inicio de la infusión haga que el iris contacte con el anillo remanente de la cápsula anterior, generando una adhesión en los 360 grados, que provoca un bloqueo pupilar inverso. Descripto por los doctores Cionni y Osher1 como síndrome de retropulsión del cristalino y el iris (lens-iris diaphragm retropulsion syndrome), se manifiesta por un desplazamiento posterior del diafragma iridocristalineano, profundización marcada de la cámara anterior, abombamiento hacia atrás del iris, dilatación pupilar extrema (ver figura 2a), y malestar para el paciente. Para detener el bloqueo pupilar, se debe separar mecánicamente el iris de la cápsula (ver figura 2b), ya sea con la punta de faco o de I/A, o con otro instrumento desde la paracentesis. Una vez que la presión en la cámara anterior se normaliza, la posición del iris se adelanta, aunque muchas veces el diámetro pupilar se reduce con respecto al previo a la aparición del síndrome. He visto casos donde la adhesión es tan fuerte que, al resolver el bloqueo, algún sector del epitelio pigmentario del iris puede desprenderse del mismo.

La principal preocupación en el posoperatorio en los ojos con más de 30 mm de largo axial es el desprendimiento de retina (DR). Fisiopatológicamente, se cree que lo predisponen los cambios en el vítreo que se generan con las descompresiones transitorias de la cámara anterior durante la cirugía, así como la reducción del volumen ocupado por la lente intraocular, que es significativamente más delgada que el cristalino. Habría un adelantamiento de la cápsula posterior con una reducción de la protuberancia del cristalino. Este mayor espacio en el segmento posterior permitiría que el vítreo se mueva, aumentando las posibilidades de que se produzca el desprendimiento posterior de vítreo (DPV). Está demostrada la asociación entre el DPV y la aparición de desgarros retinales periféricos que pueden llevar al DR.

En ojos normales el DR afecta al 0.1 % de

los ojos sin operar con miopía mayor que −5D.2 En estudios con técnicas modernas de facoemulsificación,3,4 el DR pseudofáquico en ojos miópicos fue reportado en 1.5-2.2 % de los ojos, pero estos estudios no tuvieron grupo control.

En un estudio con gran número de pacientes a los que se les realizó la facoemulsificación en un ojo y se utilizó como grupo control el ojo no operado, se concluyó que la operación aumenta el riesgo de DR en 4.23 veces.5 En ese mismo estudio, se confirmó que la incidencia de DR, independiente del estado fáquico o pseudofáquico, es mayor en varones, miopes altos y menores de 50 años. Desafortunadamente, no se ha realizado un estudio similar limitando la población a ojos largos, por lo que no hay datos que permitan conocer con precisión la magnitud en la que la facoemulsificación aumenta el riesgo de DR en estos ojos. Por estos motivos, es necesario ser meticuloso en la prevención del DR luego de la facoemulsificación en los ojos muy largos.

En primer lugar, cuando un paciente con buena agudeza visual tolera perfectamente la lente de contacto, no se le debería aconsejar la intervención. En caso de intolerancia a las lentes de contacto, en lugar de realizar una facoemulsificación prematuramente, es preferible conservar el cristalino implantando una lente intraocular fáquica de cámara posterior, combinada con excimer en casos con miopías mayores a 17D. Recordemos que en 2018 fue aprobado el implante de EVO Visian ICL en pacientes de hasta 60 años. Es fundamental informar al paciente que el objetivo de implantar la LIO fáquica es “ganar tiempo” para que pueda corregir su miopía sin predisponer a un DPV prematuramente, con la expectativa que llegar al menos hasta los 65 años con su cristalino sin operar. De este modo, para cuando la catarata se desarrolle, el DPV ya se habría producido, reduciéndose los riesgos de DR pseudofáquico. En segundo lugar, durante la cirugía es im-

portante prevenir las fluctuaciones severas o abruptas de la profundidad de la cámara anterior, a fin de mantenerla estable. Para ello, la incisión debe ser lo más angosta que permita la máquina de faco que se esté utilizando (hoy en día hay máquinas que permiten heridas para faco microcoaxial de 1.8 mm con excelente estabilidad de cámara). Con el mismo objetivo, programe la máquina con parámetros facodinámicos lentos. Al introducir o extraer de la cámara anterior la punta de faco, es conveniente que la botella de infusión (o la presión programada en máquinas con infusión activa) esté baja.

Recomiendo maniobras para mantener la cámara anterior formada en los pasos en que dejamos de tener infusión en la cámara anterior. Al terminar de emulsificar los cuadrantes, se baja la presión de infusión (o la altura de la botella) al mínimo posible, y mientras se extrae la punta a través de la incisión, se inyecta aire a través de la paracentesis (ver figura 3a y 3b). De la misma forma, al terminar la aspiración de los restos corticales y el pulido de la cápsula, se reduce la presión de infusión, pero en este paso al extraer la punta de I/A se introduce viscoelástico a través de la paracentesis, quedándonos el saco ya abierto para la implantación de la LIO. Al terminar la cirugía, luego de aspirar el viscoelástico, reducimos la presión de infusión, aflojamos el blefaróstato, y reformamos con solución balanceada la cámara edematizando la paracentesis a medida que sacamos la punta de I/A.

En cuanto a la ametropía extrema hipermetrópica, se da en ojos menores de 21 mm. Se pueden clasificar en microftalmos simple o complejo, nanoftalmos o microftalmos anterior relativo (MAR).

El concepto de microftalmos es el de un ojo con largo axial corto y segmento anterior normal, el de MAR es el de un ojo con largo axial normal y segmento anterior pequeño, mientras que el nanoftalmos es el de un ojo de menores dimensiones tanto en su largo axial como en su segmento anterior.

En cuanto al microftalmos, hay reportes disimiles en distintas poblaciones. En el Norfolk Eye Study, el microftalmos con largos axiales menores a 21 mm se presentó en el 1.2%, mientras que fue menor a 20 mm en el 0.27% de los pacientes.6

El microftalmos simple es aquel que no presenta comorbilidades oculares y en cuyo caso no hay riesgos asociados. En el microftalmos complejo, hay malformaciones asociadas en la retina y/o la coroides (por ejemplo, coloboma).

El MAR suele estar asociado a patología del segmento anterior, como ángulo estrecho, pupila pequeña, cierre angular, córnea guttata o pseudoexfoliación.7

plana, suelen presentar cristalinos de dimensiones normales o más gruesos, así como engrosamiento de la esclerótica o la coroides.

En el preoperatorio, 42 % de los casos presentan comorbilidades que limitan la visión. El glaucoma de cierre angular se presenta en el 42 % de los casos, con cierre agudo y crónicoenel23%yel19%deloscasos, respectivamente.8

Por todas estas características, en la evaluación prequirúrgica de los ojos micro o nanoftálmicos debemos prestar atención a la presión intraocular, la gonioscopia, el conteo endotelial, y la evaluación ecográfica de la coroides y la esclera.

Así como con los ojos largos, la medición del largo axial debe ser realizada mediante biometría óptica, o en su defecto, con biometría ultrasónica con técnica de inmersión. Cuando se realiza la biometría ultrasónica con técnica de contacto, la compresión ejercida con la sonda es causa de medidas erróneas del largo axial, llevando a hipercorrecciones en el cálculo de la LIO. En los ojos cortos, errores mínimos en la medida del largo axial conducen a grandes errores en el cálculo de la LIO. El error en estos ojos suele ser miópico, dando mejores resultados las fórmulas de Barrett y Olsen.9

En cuanto a las opciones de LIO, están disponibles lentes con alto poder dióptrico, o la técnica de piggy-back, en la que la segunda lente es implantada en el surco, siempre que haya una cámara anterior profunda que permita el implante. La técnica de piggy-back ofrece la ventaja de recambiar la lente anterior con facilidad en caso de sorpresa refractiva. En ese caso, multiplicando las dioptrías en el plano del anteojo por 1.5, obtendremos las dioptrías en que debemos corregir la lente del surco.

En los ojos nanoftálmicos nos encontramos con un largo axial menor a 20 mm, con distancia blanco ablancomenora11mmyACD menor a 2.2 mm. Estos ojos con dimensiones reducidas del diá metro corneal y cámara anterior ciente en cuanto a los riesgos. En los casos de

MAR, el pronóstico visual puede verse afectado por una ambliopia previa, por trauma en el iris, por ruptura capsular, por edema macular cistoide, descompensación corneal o glaucoma maligno. En los ojos nanoftálmicos, a esa lista de complicaciones debemos agregarle la efusión coroidea y la hemorragia supracoroidea.

La técnica quirúrgica nos enfrenta con ciertos desafíos en los ojos extremadamente cortos. La anestesia más recomendable es la tópica. La anestesia general puede ser necesaria en casos extremos o pacientes con ojo único. Es inconveniente la anestesia perio parabulbar debido a que puede aumentar la presión orbitaria o la de las venas epiesclerales. El balón de Honan o el masaje periocular antes de la operación puede ayudarnos a reducir la presión ocular. Se debe medicar al paciente con manitol 20 % (2 mg/kg) a fin de deshidratar el vítreo y reducir los riesgos de hipertensión de polo posterior.

Hay que estar preparados para el manejo de la pupila pequeña, así como de la cámara anterior plana. En algunos casos, puede ser necesario realizar una corevitrectomia por pars plana para ampliar la cámara, en otros se puede considerar la esclerotomía profiláctica.

En cuanto a las complicaciones, en estos ojos (en especial los nanoftálmicos) hay una incidencia mayor de trauma iridiano, desprendimiento de Descemet, edema corneal, ruptura capsular, edema macular cistoide, efusión uveal y dispersión del humor acuoso.

En conclusión, los ojos con ametropías extremas implican un desafío tanto en lo que respecta al cálculo de la lente intraocular como a la prevención y el manejo de complicaciones. La recompensa es el agradecimiento de los pacientes por la mejora en su calidad de vida que obtuvieron gracias a nuestra labor.

Referencias

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Nihalani BR, Jani UD, Vasavada AR, Auffarth Gu. Cataract surgery in relative anterior microphthalmos. Opthalmol 2005;112:1360-7

Steijns D, Bijlsma WR, Van der Lelij A. Cataract surgery in patients with nanophthalmos. Ophthalmology 2013;120:266–70.

Cooke DL, Cooke TL. Comparison of 9 intraocular lens power calculation formulas. J Cataract Refract Surg 2016;42:1157-1164

Mi peor caso cirugía refractiva: Ectasia post-LASIK


Coordinador

Dr. Eduardo Viteri – Ecuador

Panelistas

Dr. Alejandro Valero – Ecuador Dra. Adriana Tytiun – Argentina


Contacto

Dr. Eduardo Viteri – eviteri@humanavision.com
Dr. Alejandro Valero – dralejandrovalero@gmail.com Dra. Adriana Tytiun – atytiun@gmail.com

Paciente de sexo femenino, 24 años de edad, consulta para eliminar dependencia de lentes en febrero de 2011. Manifiesta refracción estable y en la refracción manifiesta cicloplejia. Se encuentra miopía simple de -2.75 (esf.) en OD y de -3.25 (esf.) en OI, con paquimetría central de 565 y 568 micras en OD y OI, respectivamente. El examen de Pentacam preoperatorio de ambos ojos se observa en las figuras 1 a 4.

Se procede con LASIK, utilizando microqueratomo pendular para obtener colgajos corneales de 120 micras y se realiza ablación con equipo Esiris, sin presentar contratiempos trans ni posoperatorios en ambos ojos. En el primer control posoperatorio se observa colgajo corneal bien posicionado. Se prescribe moxifloxacina y, dexametasona y lubricantes oculares y se indica control en un mes para refracción y examen topográfico.

La paciente no regresó a control hasta septiembre de 2016 en que refiere disminución de visión en ojo derecho. Su refracción entonces es la siguiente:
OD: -1.25 (-2.50 x 45o) AV/cc = 20/40
OI: Plano AV/cc = 20/20

En ambos ojos se observa córnea de transparencia adecuada y colgajo corneal bien posicionado, con espesor corneal más delgado de 519 y 558 micras en OD y OI, respectivamente. El examen de Pentacam posoperatorio de ambos ojos se observa en las figuras 5 y 6 en las que se evidencia una ectasia corneal franca en ojo derecho.

Preguntas del caso

1. ¿Cuál sería su criterio para establecer si hay o no ectasia progresiva incipiente en ojo izquierdo?
Dr. Alejandro Valero:

Actualmente, luego de 5 años de realizado el procedimiento, la paciente presenta en el ojo izquierdo agudeza visual no corregida de 20/20 (emetropía) y mapas paquimétrico, sagital y de elevación compatibles con posoperatorio de LASIK sin o complicaciones. Tomando en cuenta s estos datos, descarto por el momento s ectasia corneal en ojo izquierdo.

Dra. Adriana Tytiun: Con respecto al ojo izquierdo, el único signo sospechoso es la elevación posterior en el punto TI de la zona de 3 mm que rodea al thinnest point, con una elevación +14 μ. Sin embargo, la queratometría y la paquimetría están dentro de valores esperables. Por lo tanto, haría un seguimiento de este ojo sin realizarle a ningún tratamiento.

2. ¿Qué conducta recomienda, tanto para ojo derecho como izquierdo?
Dr. Alejandro Valero: Uno de los principales retos del tratamiento de la ectasia pos-LASIK es lidiar con las expectativas del paciente cuyo objetivo es dejar de usar lentes. Debemos hacer énfasis que nuestra meta es detener la progresión de la enfermedad y mejorar la agudeza visual CORREGIDA. Habitualmente en una ectasia manifiesta recomiendo implantar segmentos intracorneales, ya que se logra mejorar la agudeza visual y en muchos casos es posible detener la progresión de la enfermedad. En el ojo derecho, sugiero implantar segmento intracorneal de 160 grados y 150 micras con incisión a 135 grados.

Al diseñar el plan quirúrgico debemos usar en lo posible un solo segmento de bajo espesor, ya que es preferible la hipocorrección, evitando cambiar el eje del astigmatismo.

En el ojo izquierdo, solo sugiero observación y controles periódicos con tomografía corneal.

Dra. Adriana Tytiun: En el ojo derecho haría CXL y adaptación de LC. Cabe destacar que la queratometría de OI, así como el mapa de elevación posterior del OD preoperatorios, sumado a la edad de la paciente, tal vez habrían contraindicado la realización de LASIK en este caso.

Resolución del caso

En este caso procedí a implantar un segmento intracorneal inferotemporal. Como se puede apreciar en el gráfico diferencial, la curvatura corneal presenta una disminución de la ectasia, la agudeza visual de la paciente mejoró a 20/40 y, como frecuentemente ocurre en estos casos, sintomáticamente está muy aliviada.

En el ojo izquierdo se hace seguimiento con exámenes semestrales de Pentacam, analizando con Módulo de Progresión de Ectasia de Beli (ver figura 5). Se puede apreciar que la curvatura corneal anterior (A) se mantiene estable a lo largo del tiempo, al igual que el espesor corneal (C). La curvatura corneal posterior (B) se incrementó inicialmente, sugiriendo una ectasia incipiente, pero en los últimos controles no hay una tendencia franca a ectasia, sino la variabilidad propia del examen, por lo cual se recomienda continuar controles semestrales. Si en algún momento se comprueba progresión se procedería a realizar Cross Linking de córnea (Ver figura 6).

Tips para la elección del implante de los ojos con miopía extrema


Dr. Julio Fernández Mendy Argentina

La distribución en la población de lo que llamamos alta miopía o miopía extrema es muy difícil de cuantificar, pues no existe una delimitación absolutamente precisa entre las diferentes magnitudes.

Las delimitaciones no son claras a la hora de clasificarlas, ni existe consenso si debemos diferenciarlas por el largo axial o por la refracción, o por el poder del lente intraocular a implantar. Tampoco se han dilucidado los umbrales que dividen las distintas categorías.

En este sentido se puede observar que, arbitrariamente, en algunos trabajos, se dividen solamente entre miopía leve, hasta –3 D por un lado, y por el otro, se ubica la moderada junto con la elevada, por encima de –3 D. Otros estudios hablan de elevada a partir de –8 D y extrema por encima de –10 D 2.

El ojo miope extremo, particularmente, constituye un verdadero desafío para el cirujano de segmento anterior por varios motivos, que analizaremos a continuación.

Estos pacientes nos ofrecen una problemática muy peculiar, que debe ser considerada como tal, analizada en toda su complejidad y enfrentada en cada caso como una situación individual y no como si se tratara de una catarata en un ojo de dimensiones normales.

Pueden aparecer escollos en los 2000, es un método con un error de todos los pasos del proceso: durante el estudio preoperatorio, en la etapa intraoperatoria y también en el posoperatorio. En cada momento es necesario advertir sobre los posibles inconvenientes a los que nos enfrentaremos, evitar minimizarlos, para no transformarlos en un caso de difícil manejo.

Los avances tecnológicos en la evaluación preoperatoria, el cálculo del LIO mucho más exacto, la incorporación de lentes intraoculares multifocales, trifocales y de rango extendido han transformado la cirugía sobre el cristalino en una cirugía refractiva. Es en este contexto en el que la cirugía de catarata en el ojo miope extremo debe ser analizada a la hora de realizar el implante del lente intraocular.

Evaluación preoperatoria:
Como en todo paciente que se somete a una cirugía de catarata, debe realizarse un examen oftalmológico completo, pesquisando primero si existen trastornos de la superficie ocular, y tratándolos con firmeza antes de realizar la biometría.

El cálculo del lente es fundamental a la hora de implantar cualquier lente intraocular, pero en estos casos es capital. La biometría ultrasónica, única utilizada hasta principios de medida inaceptable para los requerimientos actuales. Esos errores de medida del largo axial pueden llegar a ser tan grandes, en los casos de los ojos extremos, que las variaciones queratométricas debido a la superficie ocular pueden tener poca influencia en el resultado final. En la era actual del cálculo, con la biometría óptica, los errores que generan córneas irregulares pueden ser muy significativos debido a que el error de cálculo tolerado es mínimo.

Los ojos con largos axiales mayores que 30 mm son los que más frecuentemente consideramos cuando nos referimos a ojos miopes extremos.

Estos largos muy extremos pueden combinarse con córneas normales, pero también con córneas muy planas o con córneas muy curvas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, largos no tan extremos, entre 26 y 30 mm, pueden combinarse con córneas muy curvas y resultar en la necesidad de implantar lentes intraoculares en un rango entre –10 D y +3 D.
Cada una de estas combinaciones puede generar un error diferente a la hora del cálculo del lente intraocular.

A estos tipos de ojo miope extremo se deben sumar algunos pocos pacientes que fueron operados en la época inicial de la cirugía con excimer, cuando se operaban miopías de –15 D, que son muy difíciles de calcular, debido a que tienen áreas tratadas con diámetro muy pequeño, extremadamente planas en el centro, y que nos generan problemas por lo exagerado del aplanamiento corneal y la dificultad en las mediciones queratométricas por las irregularidades topográficas que acompañan a este tipo de ablación.

También debemos considerar los miopes extremos operados previamente con lentes intraoculares fáquicos, de cámara anterior con soporte angular, tipo Kelman, o de soporte iridiano de tipo iris claw, o los de cámara posterior. En estos casos, se agrega la dificultad quirúrgica que significa la extracción del lente fáquico y el astigmatismo que puede generar la incisión dependiendo del modelo que deba ser explantado: de 6 o 6.5 mm en los que son de PMMA (cámara anterior de soporte angular e iridiano) y de 3.25 o 3.5 mm en los plegables (Artiflex, ICL), que son de polisiloxano y Collamer, respectivamente. El cálculo en estos ojos requiere corregir el largo axial en el IOLMaster o Lenstar con la opción de ojo con lente fáquico, agregando el tipo de material del lente utilizado y calcularlo como un ojo miope elevado, como si no estuviera operado.

La introducción de la Interferometría de Coherencia Parcial en 1998 ha mejorado la medida del largo axial dramáticamente. En la actualidad es imprescindible efectuarla siempre en la miopía extrema.

Ante la imposibilidad de realizarla, por ejemplo, en cataratas completas, subcapsulares posteriores u otras circunstancias con opacidad de medios muy importante, deberemos hacer la biometría ultrasónica solamente cuando no se pueda hacer la biometría óptica.

Con la biometría ultrasónica sabemos que estamos cometiendo un error de medida que puede ser muy importante, y que, aunque tomemos todos los recaudos en la medición y en el resto de los parámetros, es altamente probable que el cálculo del lente a implantar nos conduzca a un error refractivo frecuentemente significativo.

La principal ventaja de la biometría óptica es su mayor precisión, 10 veces, comparada con la biometría ultrasónica. Ha mejorado el cálculo en general, utilizando cualquiera de las fórmulas disponibles.

La utilización de los MIOL nos obliga a obtener resultados refractivos entre +0.50 D y –0.50 D idealmente en todos los casos. Esta exactitud no la podemos prometer en los miopes extremos todavía, aunque ha habido avances prometedores en el cálculo en los últimos años, ese nivel de exactitud no puede ser alcanzado en este tipo de ojos.

La evaluación de la retina periférica con oftalmoscopía binocular indirecta debe ser realizada siempre para detectar desgarros o lesiones retinales que predispongan al desprendimiento de retina. Además, se debe evaluar la mácula con tomografía de coherencia óptica (OCT), para detectar alteraciones maculares, que se debe realizar como en todos los casos, aunque en los miopes elevados no siempre se puede obtener una buena imagen macular en el OCT.

Chair Time

• En el interrogatorio, el primer tema a considerar es analizar con el paciente cuáles son sus expectativas y cuáles son sus posibilidades reales. En este contexto, es frecuente que los pacientes estén informados sobre los tipos de lentes intraoculares disponibles en el mercado, pero no saben que no todos son aplicables a su caso en particular. En este sentido, es importante anticiparle que, luego de los estudios, veremos cuál o cuáles se adaptan mejor a las características de su ojo.

• Esto incluye el tema de la corrección de astigmatismos corneales, que se debe tener en cuenta, pero creo que es inútil conversar, previamente, de alternativas muy especiales sin sustento y después, frente a los resultados, comenzar a explicar por qué en su caso no puede implantarse un tipo u otro de lente de los que ya hemos hablado anteriormente de manera un tanto superficial.

• Una pregunta que no puede faltar debe ir orientada a saber cómo se ha manejado habitualmente durante la vida. (En los que tienen solo catarata monocular hay que plantear el tema en función de ambos ojos)

◊ Aquellos que han usado anteojos aéreos solamente, deben comprender que, una vez operados, pueden llegar a ver muy bien de lejos, pero eso implicaría ver muy mal de cerca. En este sentido, si prefieren ver
de lejos sin anteojos, usarán anteojos de cerca. Otra alternativa, en los pacientes que prefieren seguir manteniendo buena visión cercana sin corrección y no les molestaría usar anteojos aéreos para la visión lejana, con una corrección de alrededor de–3D.

◊ Por otro lado, están los pacientes con miopía extrema, que vienen utilizando solamente lentes de contacto y no utilizaron nunca corrección de cerca. En este punto es necesario tratar de preguntar si han utilizado en monovisión, aunque puede ser que hayan estado hipocorregidos ambos, y con diferencia entre ambos ojos. Estos pacientes se beneficiarán seguramente con un resultado refractivo de –1.00 D a –2.50 D.

◊ Aquellos que previamente utilizaron lentes de contacto para ver bien a distancia, pero usaron siempre corrección de cerca, y eso es lo que prefieren, es mejor apuntar a la emetropía o a una miopía de –0.50 D.

◊ También es muy diferente en los casos operados con lentes fáquicos, en los cuales es fundamental saber cómo han estado previamente, de la misma manera que con los usuarios de LC.

◊ Si se trata de pacientes pre présbitas que han utilizado siempre LC y nunca anteojos, la situación exige una conversación mayor que consiste en explicar la presbicia a alguien que no la ha padecido todavía y que está acostumbrado a ver bien de lejos y cerca con LC. Existen muchos pacientes jóvenes con cataratas en miopías elevadas.

• Desde el punto de vista del compromiso de la retina, es importante tener en cuenta que el riesgo del desprendimiento de retina es mayor en este grupo de pacientes. Hay que advertirlo, anticiparlo, como explicamos el riesgo de endoftalmitis en lo relativo a la frecuencia con la que puede aparecer y sus consecuencias.

En este sentido, se ha propuesto clasificar la miopía elevada en: aislada, que no presenta patología retinal, y ocurre en aproximadamente el 50 % (IHM); patológica anterior, el 22 % (APM), cuando está afectada la retina anterior; patológica posterior, el 10 % (PPM), cuando está afectada la mácula; y combinada, el 17 % (CPM), que incluye anterior y posterior. El equivalente esférico promedio de cada grupo aumenta desde la aislada (–8 D) a la combinada (–10 D)1. Este estudio nos indica que, de cada dos miopes extremos, uno puede tener lesión patológica retinal, y el otro puede no tenerla.

Evaluación preoperatoria

• Sedebecitarpararealizarlosestudios preoperatorios con tiempo suficiente de descanso de los LC. El examen debe incluir biometría de coherencia óptica y topografía corneal con aberrometría. En este sentido, existen diversos equipos como Pentacam, Galilei, OPD Sense III, que aportan muchos datos sobre la córnea, la superficie ocular y el sistema óptico que hoy constituyen herramientas indispensables para la selección del lente intraocular.

• Como dije anteriormente, un tema en absoluto no menor, es que la gran mayoría de los pacientes miopes extremos son usuarios habituales de lentes de contacto y muy reacios a suspenderlos por tiempos prolongados. Esto genera dos problemas: las mediciones corneales pueden ser de muy mala calidad, debido a la alteración de la superficie ocular por el sobreuso, y el fenómeno de moldeado de la córnea (síndrome de warpage), que puede dar lugar a errores en las medidas queratométricas. En general se aconseja discontinuar los lentes por lo menos una a dos semanas en el caso de los blandos y 4 a 6 semanas en los rígidos.

• Uno de los factores que conspira contra el éxito en la exactitud de la medida del largo axial es que, si bien la precisión de la biometría basada en la interferometría de coherencia óptica ha mejorado mucho, la ubicación geográfica de la fóvea en estos ojos no siempre es posible, por lo que no se puede medir correctamente el largo axial.

◊ En el caso de los ojos miopes extremos, en primer lugar, se trata de un ojo con diversas anomalías en cuantoasuformaynosolo a sus dimensiones. Estas anomalías del perfil posterior retinal, como los estafilomas, modifican la superficie cóncava regular y generan otra irregular, muy particularmente inclinada, que no mantiene un radio de curvatura posterior preestablecido, y crean un punto foveal ubicado en una posición que noesladeunojocon dimensiones medias. La ecografía modo B ayuda a visualizar y valorar la morfología de esta deformación posterior, que puede crear un desnivel de unos 2 mm, pero no es útil para medir.

◊ En el momento de la medición del largo axial, algunos miopes muy elevados no llegan a fijar muy bien, es decir, pierden nitidez al mirar la luz de fijación, debido a la enorme ametropía. En este caso, un tip que puede ayudar a perfeccionar la medida del largo axial con el IOLMaster es utilizando la refracción aérea y realizar varias tomas para corroborar con las anteriores que hemos obtenido sin ella.

Elección del poder del lente intraocular

• Otradificultadquesesuma en esos rangos de lentes intraoculares es que hay pocos modelos que abarquen todo el abanico de poderes. Algunos modelos de lentes intraoculares comienzan en +6 D, otros en 0 D, otros en –6 D y otros en –15 D. La diferencia entre los poderes en este rango es de 1 D, no de 0.50 D, como en los restantes lentes intraoculares, desde +6 D hasta +30 D. Esta diferencia de +1 D crea algunos errores que se originan a la hora de elegir el poder. Por ejemplo: si el cálculo nos ofrece un resultado de +2.25 D, debemos colocar un de +3 o +2 D, cuando quizás hubiéramos elegido uno de +2.50 D.

Otro tema frecuente en estos ojos es que encontramos discordancias significativas entre las diversas fórmulas. Las diferencias surgen del método que cada fórmula utiliza para calcular la posición efectiva del lente (ELP). Holladay presentó hace más de 10 años los nueve tipos de ojos según el largo axial y la dimensión del segmento anterior. En el 90 % de los ojos largos encontró que el segmento anterior está en valores de rango normal, y en el 10 % solamente es más grande. Si la ELP se calcula infiriéndola, solo teniendo en cuenta el largo axial, el resultado será muy diferente en los ojos con segmento anterior normal o aquellos que en los que es más largo. Este error no se produce si es que existe un dato real de la medida donde se cree que va a quedar la lente intraocular, que se calcula con medidas específicas de la profundidad de la cámara anterior y del espesor del cristalino. Existen en esta franja de ojos numerosos estudios comparando las diversas fórmulas.

◊ En general, entre las fórmulas más frecuentemente usadas hasta ahora, la Haigis y la SRKT funcionan mejor. Haigis tiene menor error que la SRKT en los ojos con K mayor que 43 D y largos axiales mayores que 30 mm3.

◊ Las fórmulas más nuevas de Olsen y Barrett Universal II van ganando terreno últimamente ya que miden fehacientemente el espesor del cristalino y la cámara anterior, calculando más exactamente la posición en la que el LIO va a posicionarse dentro del bag. En otro estudio se analiza el error refractivo en la predicción tomando en cuenta nueve fórmulas4 y dos equipos: Lenstar y IOLMaster. Los resultados demostraron a la Olsen como la más exacta con las mediciones del Lenstar, pero fue la peor con los valores obtenidos por el IOLMaster; la Barrett Universal II fue la mejor con las medidas del IOLMaster. La de Olsen que viene en el equipo (Lenstar) funcionó peor que la versión Standalone Olsen, que se puede acceder a través de la página web PhacoOptics PC.

En otro estudio comparando dos series de fórmulas preinstaladas en Lenstar e IOLMaster, se obtuvo mejor resultado con Olsen, seguido de la Haigis, en todos los tipos de ojo5.

◊ Otro método para calcular el poder del lente en ojos mayores que 25 mm es el del ajuste del largo axial, que proponen Koch y Wang, usando la fórmula Holladay 1 (ALoptimized Holladay I), aumentando +0.27 a +0.68 D en los poderes de lentes intraoculares arriba de +5 D y +1.13 a +1.87 D en los lentes por debajo de 5 D 6.

◊ Personalmente, desde 2012, a partir de un estudio retrospectivo personal, utilizo un método con el que optimizo el cálculo para evitar el shift hipermetrópico: calculo con IOLMaster, fórmula de Haigis optimizada, sumando +0.75 para la emetropía en todos los casos, pero agregando 1 D adicional en ojos con largos axiales mayores que 30 mm, K superiores7 a 44 D o ACD mayor que 3.8 mm .

◊ En 2017 comenzó a utilizarse la fórmula de Warren Hill-RBF que es una fórmula basada en principios de la inteligencia artificial. Se puede acceder a través de https//rbfcalculator.com. El calculador puede medir de 19 a 35 mm de largo
axial. El método consiste en la incorporación a su base de datos de más de 12 000 casos operados, con los resultados posquirúrgicos, donde un modelo de inteligencia artificial encuentra similitudes y sugiere el lente a implantar. La exactitud de este método en algunos trabajos es muy promisoria.

◊ Otro método de cálculo es con la aberrometría intraoperatoria con el ORA, que algunos estudios lo posicionan como el más exacto.

Elección del lente que vamos a implantar

• Una vez calculado el poder de la lente intraocular, y con el resultado de la topografía y la biometría óptica, volvemos a conversar con el paciente sobre las posibilidades refractivas que podemos ofrecerle.

◊ En esta decisión uno debe considerar: que no siempre la emetropía es lo mejor, que la hipermetropía es siempre lo peor y que una leve miopía puede ser el mejor resultado.

◊ En general no propicio la utilización de lentes intraoculares multifocales en la miopía extrema. El multifocal de menor poder que he implantado es de +8 D en un ojo, en una paciente con una anisometropía que llevaba +15 D en el otro y con muy buen resultado. Hasta hace unos años, era una situación impensada, debido a que la mayoría de los lentes intraoculares multifocales comenzaban en +10 D y luego se expandieron a +6 D.

◊ En la actualidad existen algunos modelos desde 0 D, lo cual creo es peligroso, pues todavía es muy difícil garantizar obtener un valor suficientemente exacto del poder esférico del lente que permita una buena función en multifocalidad, debido a un error refractivo posoperatorio inesperado.

◊ También hay que tener en cuenta que muchas veces podemos no disponer un stock de tóricos, con la imposibilidad de corregir el cilindro corneal preoperatorio.

◊ El otro tema, no menor, a la hora de la elección del LIO, es el diámetro total entre las hápticas, pues en ojos extremadamente grandes un LIO estándar monopieza puede quedar inestable dentro de un saco grande. En estos casos, uno de tres piezas, de 13 mm de diámetro, se acomoda mejor en un saco capsular grande, mientras que uno de 12 mm puede desplazarse dentro del saco, dando lugar a descentraciones que pueden ser significativas en los casos de los lentes asféricos.

Como conclusión, hay que ser prudente, muy meticuloso, explicar mucho, advertir sobre riesgos y no crear expectativas descabelladas.

Referencias
1. Ludwig CA, Shields RA, Chen TA. A novel classifica- tion of high myopia. Graefes Arch Clin Exp Ophthal- mol 2018 oct 256(10) 1847-56
2. Cumberland P, Bountziouka V, Rahi J. Impact of varying the definition of myopia on estimates of prevalence and associations with risk factors. Br J Ophthalmol 2018 OCT: 102(102): 1407-12
3. ZhuXJ,HeWW,DuY,QianDJ,DaiJH,LuY.Lens power calculation for high myopic eyes with cataract: comparison of three formulas. Chin J Ophthalmol, 2017, 53: 260-265.
4. Cooke DL, Cooke TL J Comparison of 9 intraocular lens power calculation formulas. JCataract Refract Surg. 2016 Aug;42(8):1157-64
5. Cooke DL, Cooke TL. Prediction accuracy of preinsta- lled formulas on 2 optical biometers. J Cataract Re- fract Surg. 2016 Mar;42(3):358-62.
6. Wang L, Shirayama M, Ma X J, Koch D. Optimizing intraocular lens power calculations in eyes with axial lengths above 25 mm. J Cataract Refract Surg. 2011 Nov 37 (11): 2018-27.
7. Fernandez Mendy J; Fernandez Mendy A; Fernandez Mendy H. Optimizando el Cálculo en Miopes Altos. Presentado en el Congreso Panamericano de Oftal- mología. Lima 2017.

Infecciones


Coordinador:

Dr. Luis Fernando Mejía – Colombia

Panelistas

Dr. Germán Giraldo – Colombia
Dra. Ángela María Gutiérrez – Colombia Dr. Eduardo Viteri – Ecuador

1. ¿Usa profilaxis antibiótica en el preoperatorio? ¿Cuál?

Dr. Germán Giraldo: Uso, de rutina, moxifloxacino desde el día previo a la cirugía, 1 gota cada 6 horas, hasta el momento de entrar al quirófano.

Dra. Ángela María Gutiérrez: No uso profilaxis antibiótica de rutina. A todos mis pacientes se le aplica yodo-povidona al 5 % por 3 minutos antes de la cirugía. Con esta intervención, buscamos reducir la flora de la conjuntiva y de los párpados para evitar la contaminación de la herida quirúrgica y, por ende, el acceso de microorganismos al ojo, tanto en el momento intraoperatorio como en el posoperatorio. Su eficacia tiene un nivel de evidencia II, con una recomendación clínica de uso B. De haber alergia al compuesto yodado, se utiliza clorhexidina al 0.02 % como alternativa.

Cuando veo pacientes con patología de párpados como blefaritis (anterior y/o posterior) o que tengan rosácea, atopia y compromiso palpebral, les formulo champú de bebé o alguna de las soluciones para lavado y limpieza de párpados con compuestos como aceite del árbol del té (antimicrobiano, astringente), caléndula, avena, etc., que remueven partículas, células y escamas del borde palpebral, reduciendo la carga infecciosa de microorganismos que están en el párpado y, a la vez, desinflamando. Aunque esta medida no tiene un nivel de evidencia significativo (III – C), considero que es importante en el manejo integral de un paciente que va a ser llevado a una cirugía intraocular.

Ocasionalmente, a pacientes diabéticos o con inmunosupresión o en estado de franco deterioro, con blefaritis o antecedente de infecciones sistémicas les formulo profilácticamente moxifloxacina 0.5 % o Zymaxid 0.5 % en gotas a razón de 5 gotas al día 1 un día antes y hasta que ingresen a cirugía. Además, a esta medida la acompaño con un AINE tópico.

Según publicaciones como las de Vasavada, el antibiótico tópico administrado desde el día anterior es tan eficaz como el antibiótico tópico administrado 2 horas antes de la cirugía, y su efecto de disminuir la flora conjuntival ha sido efectivo en ambas modalidades. En términos generales, la evidencia (III – C) no es tan sustantiva como para afirmar que esta acción es realmente efectiva como profilaxis preoperatoria para evitar la endoftalmitis.

En la valoración prequirúrgica de cirugía de catarata, descarto pacientes con infecciones en vías lagrimales o en el ojo congénere, y no los opero hasta que no se haya tratado y resuelto la patología.

Aislamos los bordes palpebrales y las pestañas con plástico que se adhiere al borde palpebral. Igualmente tenemos un control muy estricto de asepsia en salas de cirugía, así como todo lo referente al instrumental y equipo que se utiliza en el procedimiento.

Dr. Eduardo Viteri: Como profilaxis para infecciones, prescribo rutinariamente moxifloxacina TID durante los tres días previos a la cirugía. Adicionalmente se indica a los pacientes realizar lavado de borde palpebral con alguna de las soluciones jabonosas comercialmente disponibles. Si hubiera evidencia de demodicosis palpebral prescribo ivermectina oral adicional a las medidas de higiene. No prescribo antibióticos sistémicos.

Previo al inicio de la intervención se instila povidona yodada al 5 % en fondos de saco conjuntivales e irrigación profusa.

2.Cuál de estos tres métodos prefiere usar en cirugía: ¿antibióticos intracamerales, en la infusión de la FACO, o subconjuntivales? ¿Por qué? ¿Cuál antibiótico usa?

Dr. Germán Giraldo: No utilizo antibiótico intraoperatorio. Considero que la moxifloxacina desde el día antes me asegura niveles adecuados en cámara anterior al momento de la cirugía. Sin embargo, al finalizar la cirugía administro una gota de moxifloxacina.
Dra. Ángela María Gutiérrez: No utilizo antibióticos intracamerales ni endilución en el líquido de irrigación, a pesar de existir evidencia de alta efectividad del uso de antibiótico intracameral (nivel de evidencia 1b, grado de recomendación A) en la prevención de la endoftalmitis. La explicación es que en mi país (Colombia), no disponemos de antibióticos en monodosis para uso intracameral. Otra de las razones es el temor a que se presente un error en la dilución con la cefuroxima, la moxifloxacina, la vancomicina u otros, o que se contaminen los medicamentos y no queden totalmente estériles, dando lugar a toxicidad intraocular o infección. Entre las complicaciones que pueden presentarse con los antibióticos intracamerales están: las reacciones alérgicas, edema macular, síndrome tóxico del segmento anterior, oclusión arterial en vasos retinianos, etc.

Tenemos una tasa bajísima de incidencia de endoftalmitis en el sitio donde realizo mis cirugías (alrededor de 0.04 %) y ninguno de los cirujanos de catarata utiliza antibióticos intracamerales. Nuestra tasa es prácticamente comparable con la de centros en los que se coloca el bolo intracameral de antibiótico y que reportan tasas tan bajas de endoftalmitis como en nuestro centro (Clínica Barraquer, Bogotá Colombia).

Al finalizar la cirugía, aplicamos una gota de moxifloxacina 0.5% y otra de prednisolona 1% sobre la superficie ocular.
Utilizo inyección subconjuntival de ceftazidima con dexametasona al finalizar el procedimiento en personas de alto riesgo de infección e inflamación, como lo son los diabéticos. También, coloco inyección subconjuntival de ceftazidima y dexametasona si hay ruptura de cápsula posterior con pérdida de vítreo. La explicación es que el antibiótico inhibe el crecimiento bacteriano que puede entrar en el ojo durante la cirugía.

Consideraría la aplicación de antibióticos intracamerales en mis pacientes de cirugía de catarata si se dispusiera de medicamentos que reúnan los criterios de manufactura respecto a la concentración y esterilidad por parte de los laboratorios.

Durante la cirugía trato de mantener el campo quirúrgico seco, evitando tener exceso de líquido acumulado en la superficie ocular. Trato de mantener siempre la incisión cerrada o estanca al introducir o sacar los instrumentos del ojo, evitando la salida de fluido intraocular o entrada de líquido que esté por fuera del sistema de irrigación. Esto es importante en casos de cirugías complejas o reoperaciones por un riesgo mayor a infección.

Para recordar, los gérmenes que más frecuentemente producen endoftalmitis son las bacterias grampositivas, tales como los estafilococos coagulasa negativa, Staphylococcus epidermidis, aureus y Streptococcus viridans, y las gramnegativas. Menos frecuentes son la Pseudomonas aeruginosa, el Hemophilus influenzae, el P. acnes y hongos, tal como se ha encontrado en los diferentes estudios y publicaciones.

Dr. Eduardo Viteri: Hasta recientemente inyectaba en cámara anterior 0.1 ml de solución de moxifloxacina y dexametasona que se consigue comercialmente preparada para colirio (sin conservantes), sin haber observado efectos secundarios ni registrado casos de endoftalmitis posoperatorias.

Luego de revisar un reciente artículo de Miyake (*) y colaboradores sobre la toxicidad de moxifloxacina, vancomicina y cefuroxima en células vasculares de retina, he suspendido la administración de antibióticos intracamerales en casos rutinarios no complicados.

Considero que este es un aspecto del manejo de posoperatorio que todavía se encuentra sujeto a investigación y es motivo de activa controversia. Debemos mantener nuestra mente abierta a la evidencia que va apareciendo para ajustar nuestra conducta de acuerdo con los protocolos establecidos y la evolución del conocimiento.

3.¿Cuál antibiótico utiliza en su profilaxis? ¿Antibiótico en el posoperatorio, en qué dosis y por cuánto tiempo?

Dr. Germán Giraldo: Utilizo de rutina moxifloxacino desde el día antes de la cirugía, 1 gota, cada 6 horas. Al finalizar la cirugía administro una gota y retiro el paciente del quirófano con protector ocular, sin apósito, con instrucciones de iniciar nuevamente el moxifloxacino al llegar a su casa. El antibiótico lo ordeno por 2 semanas.

Dra. Ángela María Gutiérrez: En el posoperatorio utilizo moxifloxacina 0.5 % y fosfato de dexametasona 0.1 % o gatifloxacina 0.3 % y acetato de prednisolona 1 % (quinolonas de 4.a generación), combinación de antibiótico-corticoide en una presentación en el mismo frasco de colirio, a razón de 4 gotas al día, por 2 semanas o 14 días, esperando que para este tiempo de transcurrida la cirugía, haya cicatrizado la incisión y no haya inflamación en segmento anterior. No las prescribo por más tiempo por las resistencias que se han generado con los antibióticos y que también ya se están reportando con las quinolonas de cuarta generación. Está descrito que tienen una mayor penetración en cámara anterior, alcanzando concentraciones terapéuticas. Son antibióticos que tienen un amplio espectro. Estos motivos son suficientes para pensar en formularlos en el posoperatorio, a pesar de que no hay suficiente evidencia científica que demuestre que los antibióticos en el posoperatorio sean eficaces para prevenir la endoftalmitis.

Dr. Eduardo Viteri: En el posoperatorio de casos rutinarios se indica al paciente continuar aplicando colirio de moxifloxacina TID durante 10 días.

 

Referencia Dr. Viteri respuesta # 2:

• (*) Miyake, Hitomi & Miyazaki, Dai & Shimizu, Yumiko & Sasaki, Shin-ichi & Baba, Takashi & Inoue, Yoshitsugu & Matsuura, Kazuki. (2019). Toxicities of and inflammatory responses to moxifloxacin, cefuroxime, and vancomycin on retinal vascular cells. Scientific Reports. 9. 10.1038/ s41598-019-46236-2.

Bibliografía sugerida por la Dra. Ángela María Gutiérrez:

  • Ciulla TA, Starr MB, Masket S. Bacterial endophthalmitis prophylaxis for cataract surgery: an evidence – based up- date. Ophthaalmology. 2002; 109:13-24
  • Behndig A, Cochener B, Guell JL, Kodjikian L, Mencucci R, Nuijts RM, et al. Endophthalmitis prophilaxis in Cataract Surgery: Overview of current practice patterns in 9 Euro- pean countries. J Cataract Refract Surg 2013; 39:1.421- 1.431
  • Friling E, Lundstrom M, Stenevi U, Montan P. Six-year inci- dence endophthalmitis after cataract surgery: Swedish na- tional study. J Cataract Refract Surg 2013;39: 15-21
  • Vasavada A, Gajjar D, Raj S, Vasavada V, Vasavada V.. Comparison of 2 moxifloxacin regímenes for preoperative prophylaxis: Prospective randomized triple-masked trial. Part 2: Residual conjuntival flora. J Cataract Refract Surg 2008;34: 1383-1388
  • Verma L, Chakravarti. Prevention and management of postoperative endophthalmitis: A case-based approach. (Downloaded free from http://www.ijo.in Sunday, Decem- ber 15, 2019, IP: 186.29.150.)
  • Merayo-Lloves J, Riestra AC, Galarreta D, Cordovés L, Al- fonso JF. Manejo de la endoftalmitis en cirugía de cataratas. Barcelona: Ediciones Mayo, 2014
  • Wycoff CC, Parrott MB, FlynnHW Jr, Shi W Miller D, Alfonso EC. Nosocomial acute-onset postoperative endophthalmi- tis at auniversity teaching hospital (2002 – 2009). Am J Opthalmol. 2010 150:392-398

Tres preguntas imprescindibles – Córnea Refractiva Ametropías extremas


Coordinador:

Dr. José Miguel Varas – Ecuador

Panelistas

Dr. Warren Hill − EE.UU.
Dr. David Flikier − Costa Rica

1.¿Por qué es importante utilizar un método o fórmula modernos, como la que usted desarrolló, para calcular la potencia de la LIO en ojos largos (LA >25 mm) en lugar de hacer ajustes a la medición de la longitud axial?

Dr. Warren Hill: Utilizar el método Hill-RBF para la selección de la potencia del LIO para ojos muy largos es importante por su exactitud y porque reduce la probabilidad de cometer errores cuando se ajusta la longitud axial.

Dr. David Flikier: El error en el cálculo del poder del lente intraocular en ametropías extremas está dado por múltiples factores. En el caso de miopías magnas, se ha intentado resolverlo haciendo ajustes a la longitud axial (factores de corrección, por ejemplo, Wang y Koch, mejorado recientemente, JCRS 44:11 Nov 2018 1396-7), que mejoran sustancialmente los resultados en fórmulas de tercera generación, pero que por supuesto no logran corregir cada uno de los errores que cometemos, o factores que debemos tomar en cuenta, y que a continuación enumero e intento explicar.

1. En casos extremos donde el lente intraocular es de poder negativo, la forma física del lente se vuelve un menisco negativo, lo cual produce que la posición efectiva del lente cambie y que su punto principal se coloque en una posición mucho más adelante, haciendo que el cálculo del lente varíe. Algunos programas traen incorporado esta corrección. En el caso de Panacea ya lo tiene, en forma de una corrección de la constante A interna que modifica la posición efectiva de la LIO de acuerdo con ese punto principal. Se hace en forma automática, por lo que no requiere de ningún cambio adicional.

2. Actualmente la mayoría de nuestros biómetros ópticos utilizan velocidades promedio para toda la longitud axial, desde epitelio de córnea hasta epitelio pigmentado de retina. Debido a que porcentualmente la longitud del vítreo es mayor que la del cristalino que la de un ojo de longitudes normales, se deben realizar correcciones de las velocidades tanto del ultrasonido como de la luz (biometría ultrasónica como óptica), para corregir las longitudes axiales en ojos extremos. En este tema se está trabajando en los nuevos programas de biómetros ópticos con sistemas especiales que detectan los picos (SpikeFinder) y realizan las sumas de cada segmento (Sum-ofSegments) −desarrollado por David Cook y otros− con las velocidades reales y han demostrado cambios no solo de las mediciones finales de la longitud axial, sino de las estimaciones y exactitud final del poder de las lentes intraoculares.

3. Cuando se pasó de la biometría ultrasónica a la óptica, los programas que existían tomaban la medida de la longitud axial ultrasónica, que era hasta la membrana limitante interna, y ya fuera por una constante o por una fórmula, calculaban el posible espesor retiniano, asumiendo que, a mayor longitud axial, la retina se adelgazaba progresivamente. Al aparecer el biómetro óptico, para poder utilizar estas fórmulas ya existentes, se tuvo que hacer el proceso inverso, asumiendo de vuelta un nuevo error teórico. Ahora que ya tenemos instrumentos que nos permiten medir en forma adecuada el espesor foveal y que tenemos fórmulas de cuarta generación que incluirán este factor, nos permitirán reducir un factor de error que hemos incluido en biómetros y en fórmulas y procesos anteriores de forma consciente e inadecuada.

4. Aún hay factores que desconocemos y que estadísticamente observamos, que son incluidos para mejorar el resultado de nuestros pacientes, y que pueden incluirse en ajustes similares a los descritos por Wang y Koch, y que serán cada vez más precisos una vez que vayamos logrando incluir más factores y detalles en los diferentes programas que vayamos desarrollando. Lo importante es que estos procesos puedan hacerse en forma dinámica y automática por parte de los equipos y que los usuarios no tengan que pensar en cada uno de ellos.
2. El cálculo de la LIO en ojos cortos (LA <22 mm) siempre ha sido un desafío. Los métodos y fórmulas que ha compartido con sus compañeros han contribuido a reducir el error de predicción. ¿Cuál cree usted que será el próximo paso para mejorar las predicciones? ¿Vamos a considerar un ajuste, una variable constante para los LIO, una nueva medición biométrica para mejorar la posición de la lente?

Dr. Warren Hill: Los ojos muy cortos siguen siendo algunos de los más difíciles en oftalmología. Esto se debe a que no siempre es posible predecir con exactitud la posición efectiva final del lente. Es verdad que la capacidad de ajustar la potencia del LIO tras el implante sería útil. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna tecnología que nos permite seleccionar correctamente la potencia del LIO con el mismo nivel de precisión que con ojos más normales.

Dr. David Flikier: En el caso de ojos extremos pequeños, se repiten muchas de las anotaciones mencionadas en los ojos extremos grandes, como los errores por suma de segmentos, en especial por la frecuencia con la cual estos ojos presentan cristalinos con espesores muy grandes, con sus consecuentes errores no solo de medición de longitud axial por error de velocidades medias, sino también de los conocidos errores de estimación de la posición efectiva del lente, que en estos casos toma tanta importancia.
Definitivamente el desarrollo futuro de nuevas herramientas o equipos que permitan estimar mejor la posición del ecuador de la bolsa cristaliniana, a través de OCT de alta resolución, con reconstrucción en 3D, de la cápsula anterior y posterior, así como tilt e inducción astigmática, serán de gran ayuda.

La baja frecuencia con la que se observan estos casos extremos obliga a que se formen bases de datos internacionales, que permitan aumentar la información disponible y lograr así poder tomar decisiones estadísticas en cuanto a las acciones que se deben llevar a cabo, para saber si es mejor hacer un ajuste por longitud axial, por constante del lente en relación con la longitud axial u otras variables, o simplemente decidir la toma del poder de la LIO de acuerdo a big data, con múltiples variables.
3.Si al calcular la potencia de un lente intraocular la principal fuente de errores de la predicción es la posición axial exacta del lente intraocular, ¿cuál será el próximo paso para mejorar tal predicción? (Si la respuesta está contenida en la pregunta 2, por favor desestimar la pregunta 3)

Dr. Warren Hill: Los métodos que dependen en gran medida de la estimación de la posición efectiva del lente seguirán teniendo limitaciones. Creo que un significativo aumento en la exactitud sólo será posible si optamos por otro método de selección de la potencia del LIO, tales como la inteligencia artificial, que no tienen las mismas limitaciones que los métodos más tradicionales.

Dr. David Flikier: Creo que en la actualidad el problema del error de la posición efectiva del lente, al menos en ojos de tamaño normal y largos, se ha minimizado, y es difícil que, con los instrumentos que contamos, logremos obtener grandes cambios. Donde sí vamos a observar un incremento importante de la atención y mejoría en los resultados en el cálculo del lente intraocular va a ser en el campo relacionado con la búsqueda del poder corneal. Lo que hasta ahora se ingresaba en los calculadores como queratometrías, y que intentábamos explicar como poder corneal, nos hemos percatado que, en realidad, lleva un significado mucho más grande que no solo la curvatura y el valor que el queratómetro nos da de esa cara anterior de la córnea y que debemos adentrarnos más en la búsqueda de ese poder que realmente le está dando la córnea al sistema óptico ocular, incluido no solo la cara anterior, sino también su asfericidad y la cara posterior. Una vez resolvamos este paradigma, tendremos resultados mucho mejores no solo en casos normales, sino en todas aquellas córneas aberradas, con enfermedades posquirúrgicas o posrefractivas difíciles aún en las mejores manos.