Entrevista

Entrevista Dr. Eduardo Viteri

6 febrero, 2015 0 comentarios

Entrevista Dr. Eduardo Viteri

Dr. Eduardo Viteri
Dr. Ángel Pineda – Venezuela

Entrevistador
Dr. Angel Pineda – Venezuela

Entrevistado
Dr. Eduardo Viteri – Ecuador


Datos de contacto
Dr. Angel Pineda – angelpinedaf@hotmail.com
Dr. Eduardo Viteri – humanavision@gmail.com


Dr. Angel Pineda: Usted participó en la transición desde la época de los pioneros de la cirugía refractiva a su actual desarrollo ¿puede comentarnos algunos hechos entre telones?
Dr. Eduardo Viteri:

Las anécdotas de los residentes son como las de los niños, generalmente de gran interés e importancia para ellos, pero aburridas y triviales para quien las escucha.  Sin embargo me atrevería a compartir una vivencia que considero que nos puede dar luces sobre los tiempos que ahora vivimos.

Tuve la oportunidad de hacer mi especialidad a mediados de los años 80, en la Escuela Superior de Oftalmología de Bogotá, fundada y dirigida por el Prof. José Ignacio Barraquer (+),  padre indiscutido de la cirugía refractiva.  Estamos hablando de la época en que la miopía leve y moderada se corregía con queratotomía radial, la queratotomía trapezoidal del Dr. Luis Ruiz era la mejor opción para corregir astigmatismo y la keratomileuisis (KM) por congelación era la técnica que destacaba para hipermetropía y miopía elevada, aunque estaba fuera del alcance del oftalmólogo por su complejidad técnica y lo costoso del equipo (más de $200.000 US dólares actuales), por lo cual solo un puñado de cirujanos la realizaban con alguna frecuencia.

A pesar de lo quijotesco que podría parecer, me enfoqué en esta subespecialidad con el Dr. Ruiz y recibí la propuesta de ir a trabajar en Arabia Saudita, donde contaban con la tecnología (el CrioTorno y Microkeratomo) pero necesitaban cirujano.  Por este motivo recibimos entrenamiento especial en KM por congelación, conjuntamente con el Dr. Fernando Pólit.  Paralelamente hicieron su aparición las técnicas “sin congelación” que demostraron similar exactitud pero recuperación más rápida, particularmente la KMM in situ de Ruiz en cuyo desarrollo participé, de manera que cuando unos meses después llegué a trabajar a Arabia, realicé muy pocos casos de KM con CrioTorno – motivo por el cual había sido contratado – pues en la casi totalidad realicé KMM in situ. Eran épocas de cambios muy rápidos donde debíamos tener muy claros los fundamentos ópticos y clínicos para poder evaluar las situaciones imprevistas que podían presentarse durante la cirugía, modificando el plan quirúrgico sobre la marcha para tener un mejor resultado.

El resto ya es historia conocida. Con el advenimiento del Excimer Láser la cirugía refractiva se popularizó y democratizó, tanto entre el público como entre los oftalmólogos, pero que nunca hubiera llegado sin el camino abierto por el trabajo pionero que demostró por un lado la validez de los fundamentos y luego la factibilidad de llevarlos a cabo de diferentes maneras.

La moraleja de esta vivencia, trasladada al momento actual, puede dar una perspectiva a la llegada del Femto Láser a la cirugía de Catarata.  Es posible que sea como el Criotorno, una tecnología costosa y poco asequible, pero que permite el desarrollo de nuevas ideas que nos lleven a procedimientos realmente innovadores y al alcance de la mayoría de la población.

Dr. Angel Pineda: ¿Cómo ha influido la cirugía refractiva en la práctica oftalmológica en general?
Dr. Eduardo Viteri:

La práctica oftalmológica actual es el resultado de grandes avances en varios campos y resulta difícil discriminar exactamente cuál ha sido el grado de influencia de la cirugía refractiva, pero hay varios aspectos indiscutibles.

Posiblemente lo más importante es el cambio en la percepción del público en general hacia los oftalmólogos.  Creo que, sin temor a equivocarme, podemos asegurar que la resistencia y temor a una cirugía ocular son actualmente muchísimo menores que hace 20 años.  Es un efecto que podríamos decir “aura” o “sombrilla” generado por los miles de testimoniales de pacientes jóvenes operados de refractiva, que de manera activa o pasiva han inducido a sus familiares mayores a decidirse a una cirugía de catarata, asumiendo que la experiencia y/o resultado serian similares.

Por otro lado, el volumen incrementado de cirugías ha contribuido a absorber los altos costos fijos que requiere la instalación, organización y administración de un moderno centro quirúrgico oftalmológico, permitiendo ofrecer servicios de mejor calidad al público.

Dr. Angel Pineda: ¿Qué retos deberá enfrentar el oftalmólogo joven en Latinoamérica? ¿Cómo puede tener mejores posibilidades de éxito?
Dr. Eduardo Viteri:

En cada país las circunstancias presentan muchas diferencias, pero en general se podría considerar que va a resultar cada vez más difícil el llevar una práctica privada exitosa.  La utilización que se hace en muchas Instituciones del residente como mano de obra barata ha llevado a la sobreoferta de especialistas jóvenes, que adicionalmente está concentrada en los principales centros urbanos, con especialistas y centros ya establecidos.

En la práctica oftalmológica futura se percibe una creciente influencia de grandes actores como el Estado y las compañías de seguros o medicina prepagada.  Probablemente el camino que van a seguir la gran mayoría de los especialistas jóvenes latinoamericanos es vincularse como empleados a empresas prestadoras de servicios, bien sea en el área privada, estatal o semi-estatal.  Esta parece ser la forma más viable para lograr un acceso mayoritario de la población al cuidado de su salud visual, que requiere acceso a tecnología actualizada que resulta muy onerosa, permitiendo simultáneamente al especialista su importante realización profesional.  Pero siempre el hilo se romperá del lado más débil, y en ese caso, como generalmente ocurre, será el médico quien hará el mayor esfuerzo y sacrificio.

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