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adminalaccsa

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Úlcera gastroduodenal

posted by adminalaccsa 7 mayo, 2017 0 comments

Úlcera gastroduodenal


Dra. Eliana Srur Chile


Contacto

Dra. Eliana Srur – esrur@vtr.net

La úlcera gástrica se produce cuando el exceso de ácido sobrepasa la capacidad de la mucosa gástrica para neutralizarlo, produciendo una gastritis que si se mantiene en el tiempo romperá la mucosa formando la úlcera.

Se manifiesta como epigastralgia, ardor, sensación de “hambre” o “vacío” especialmente en la noche y al despertar, para inmediatamente después de comer tener una sensación de pesadez en la zona y a veces náuseas con inapetencia, pero también puede no dar ningún síntoma y debutar con hemorragia digestiva.

La úlcera duodenal es más difícil de diagnosticar, porque los síntomas son más vagos y se confunde muchas veces con colon irritable. Su causa está fuertemente relacionada con la mayor producción de ácido por estrés, especialmente en gente joven.

El diagnóstico requiere endoscopía, para evaluar la magnitud de la afección, hacer una biopsia, en caso necesario, y detectar Helicobacter pylori, aunque esta bacteria no siempre es la causante.

Para su tratamiento se utilizan inhibidores de la bomba de protones, pero cada persona responde de manera diferente, por lo que hay que elegir el más eficaz para cada paciente de acuerdo a la respuesta inicial que presente. Además, deben usarse por tiempo prolongado junto a todas las medidas indicadas en el manejo del reflujo.

En caso de necesitar antibióticos para erradicar el H. pylori, estos deberán iniciarse una vez controlados los síntomas, de lo contrario solo empeoran la situación y el paciente abandona el tratamiento.

Idealmente se debiera controlar con nueva endoscopía, para definir conducta profiláctica futura.

 

Complicaciones en cirugía queratorrefractiva


Coordinadores:

Dr. Renato Ambrósio – Brasil Dr. Rui C. Freitas – Brasil

Expertos invitados

Dr. Mauro Campos – Brasil
Dr. Gustavo Tamayo – Colombia Dr. Luca Gualdi – Italia
Dra. María A. Henríquez – Perú


Contacto

Dr. Renato Ambrósio – dr.renatoambrosio@gmail.com Dr. Rui C. Freitas – ruicarneirodefreitas@gmail.com Dr. Mauro Campos – mcampos@pobox.com
Dr. Gustavo Tamayo – gtvotmy@telecorp.net

Dr. Luca Gualdi – luca@gualdi.it
Dra. María A. Henríquez –mariale_1610@hotmail.com

Preguntas

1. ¿Cuál es su evaluación preoperatoria para determinar el riesgo de ectasia?

Mauro Campos: La determinación del riesgo de ectasia puede requerir una combinación de signos clínicos y de una tecnología basada en imágenes. Durante la consulta, le preguntamos al paciente específicamente sobre enfermedades sistémicas asociadas, como atopia y/o historia familiar de queratocono. Cuanto más joven sea el paciente, más riesgos de ectasia tenemos que buscar. También son de riesgo las enfermedades autoinmunitarias que pueden producir interacciones imprevisibles entre el tejido corneal y la energía del láser o, incluso, interferencias en la cicatrización.

Debemos tener cuidado en la observación del síndrome de hiperlaxitud palpebral o de la mala posición palpebral, porque este último puede producir resultados falsos de tomografía o de topografía.

Incluso teniendo en cuenta que la película lagrimal puede ser un factor de confusión importante para las imágenes, la principal característica en la predicción del riesgo de ectasia se obtiene por medio del análisis de la topografía de las superficies. Aunque su cuantificación es difícil, una topografía corneal anormal que incluye hallazgos como inclinación del eje, atrofia asimétrica en bowtie, curvatura progresiva (dado por K máximo) y un exceso de la esfericidad son signos que requieren atención. Todas las veces que mis colegas vienen a hablar conmigo sobre la posibilidad de un

paciente ser un buen candi- dato para cirugía refractiva, siempre me muestran pri- mero el examen de topogra- fía corneal.

Los mapas del grosor son también muy útiles, ya que ofrecen la posibilidad de de- tectar áreas localizadas de pérdidas tisulares patológi- cas o, incluso, el desplaza- miento del punto más delga- do. Los mapas de elevación y los índices tomográficos son datos complementa- rios que pueden utilizarse en casos más complicados. Suele calcularse el porcenta- je de alteración de los teji- dos (PTA), una modificación del concepto de lecho resi- dual de 250 micras.

También pueden utilizarse cortes durante la refracción clínica, aunque para ello se re- quiere formación específica.

Gustavo Tamayo: Todos
los candidatos para cirugía
refractiva deben haber pasa-
do por un examen oftalmoló-
gico completo, con especial
atención a la parte refracti-
va, que incluye la corrección
actual en uso. Cualquier di-
ferencia en el cilindro o la
esfera superior a 0,50 D o 15
grados o más de cambios en
el eje del astigmatismo de-
bería ser el primer signo de
alerta para el cirujano de re-
fractiva. A continuación, se
realiza la topografía de ele-
vación con análisis de las ca-
ras anterior y posterior, y en
mi Centro, siempre se lleva a
cabo la Pentacam con el pro-
grama de Belín-Ambrósio.
Otros estudios incluyen:

Tecnología Wavefront con

análisis de coma, aberrome- tría intraoperatoria (ORA) con análisis de gráfico y nú- meros, paquimetría ultra- sónica, biometría, medición del tamaño de la pupila con Procyon, Tracey con análisis de aberraciones y finalmen- te IDesign.

Es muy importante realizar todas estas pruebas para de- cidir si el paciente es can- didato para LASIK con fe- mtosegundo, ablación de superficie o si necesita la adi- ción de crosslinking. En muy raras ocasiones se rechaza un paciente para cirugía.

Luca Gualdi: Después de haber evaluado la histo- ria clínica del paciente, se le somete a una serie de exámenes visuales como la topografía (Sirius-CSO), tomografía (Pentacam- Oculus) y OCT (Casia- Tomey). Además, estudio la biomecánica de la cór- nea con el ORA (Reichert) y el CorVis (Oculus), y el CBI con el display de Belín- Ambrósio son de ayuda con- siderable a la hora de ana- lizar córneas más débiles y con riesgo de ectasia.

Observo el análisis tomográ- fico en cuanto a los siguien- tes aspectos: la asimetría del poder inferior-superior, la inclinación de los mayo- res ejes radiales por encima y por debajo del meridia- no horizontal (astigmatis- mo irregular), el punto más delgado, el valor de la ele- vación posterior en el pun- to más delgado, la relación entre el punto más delga- do y la paquimetría central, la asimetría entre ojos res- pecto de la queratometría máxima y la elevación an- terior y posterior. Después, hago una relación entre las dioptrías que debía corregir y la paquimetría en el pun- to más delgado de la córnea para calcular el alto porcen- taje de alteración del tejido (PTA) y el lecho estromal re- sidual (RSB).

2. ¿Cómo trata usted la disfunción de la super- ficie ocular u ojo seco antes de la cirugía y cuál es el tratamiento en el preoperatorio?

Mauro Campos: Esta en- tidad será mal diagnostica- da si no se aplica un enfo- que sistemático, como las normas del sistema de cla- sificación del International Dry Eye Workshop (DEWS). Inicialmente, la edad es condición obligatoria, pues- to que la incidencia de esta enfermedad aumenta con la edad. En las consultas aten- demos diariamente pacien- tes que se quejan de ardor, picazón, visión borrosa in- termitente o sensación de cuerpo extraño. A la lám- para de hendidura se consi- deran valores anormales de BUT, prueba de Schirmer, tinción de la superficie ocu- lar con colorantes, pelícu- la lagrimal aceitosa o llena de partículas y la presencia de disfunción de las glándu- las de Meibomio (MGD). Una vez identificado y clasifica- do, el ojo seco se trata in- mediatamente de acuerdo con la tabla de clasificación de enfermedades de DEWS. El tratamiento básico para los ojos siempre incluirá lá- grimas artificiales comple- mentarias y cuidado de los párpados cuando sea nece- sario. Casos más graves de ojo seco son relativa o, in- cluso, absolutamente con- traindicados en cirugía de superficie o con flap.

Gustavo Tamayo: El es- tudio del ojo seco es hoy una parte muy importante de la selección preoperato- ria para cualquier paciente, mucho más aún si el pacien- te es un candidato para la ci- rugía refractiva. Si las prue- bas con fluoresceína y rosa

de Bengala o verde de lisamina son comple- tamente normales y presenta BUT normal, se prescinde de pruebas adicionales.

Sin embargo, si se constata presencia de que- ratitis con resultados positivos de los méto- dos de tinción, se realiza la prueba de osmo- laridad, se le avisa al paciente que tiene ojo seco y recibe tratamiento antes de la cirugía.

El tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad, pero comienza con el uso de sustitutos de lágrimas y la limpieza de las glándulas de Meibomio con enjuagues de los párpados. Puede continuar con el uso de suero autólogo, tapones lagrimales tempo- rales o permanentes y uso de antiinflamato- rios, como los corticoides durante un corto período, seguido de colirio de ciclosporina o tacrolimus. También añadimos omega al tra- tamiento del ojo seco.

Luca Gualdi: El ojo seco puede ser una contraindicación, especialmente en la cirugía de Femto-LASIK, debido a la posibilidad de agravar el problema en el posoperatorio. El resultado refractivo puede ser menos preci- so por la alteración porcentual de la lactofe- rrina presente a nivel corneal, lo que causa hipo- e hipercorrecciones leves. Además, es posible que puedan depositarse impurezas y pequeños detritus o depósitos de mucosida- des durante las maniobras de irrigación den- tro del flap con tendencia a generar cicatri- ces anómalas o una calidad visual inferior. El estado de la superficie ocular en el preope- ratorio es muy importante, en especial para las medidas personalizadas que requiere el Wavefront o, por ejemplo, para obtener una medida biométrica correcta.

Antes que nada, hay que determinar si la disfunción lagrimal es cuantitativa o cualita- tiva. En el primer caso, recomiendo integra- dores por vía oral y aplicación de sustitutos lagrimales con ácido hialurónico 10 días an- tes de la intervención. En los casos más gra- ves uso tapones lacrimales reabsorbibles. En el segundo caso, receto siempre integrado- res por vía oral, pero éstos deben ser a base de omega 3, y los sustitutos lagrimales de- ben usarse solo hasta que la capa lipídica se

restablezca, ya que ésta es la causa de la alteración cuali- tativa. En los casos más gra- ves, realizo algunas sesiones de IPL (Intense Pulse Light), lo cual restaura el funciona- miento normal de las glán- dulas de Meibomio y mejo- ra notablemente los signos y síntomas del paciente.

María A. Henríquez: En primer lugar, prefiero no realizar LASIK o LIO multifo- cal en el ojo seco o en casos de disfunción de la superfi- cie ocular. Yo siempre trato al paciente primero y des- pués hago la cirugía. Para el diagnóstico de ojo seco uso TBUT, OCULUS Keratograph 5M y citología de impresión. El tratamiento dependerá del tipo de ojo seco. En general, usamos tapones lagrimales, compresas tibias, limpieza de las pestañas, esteroides oftálmicos tópicos, lágrimas artificiales (hialuronato sódi- co, polietileno glicol, propile- no glicol) y omega 3 oral. Si los pacientes no mejoran en tres semanas, intento cam- biar la cirugía refractiva para otra opción.

3. ¿Qué profilaxis utili- za usted para preve- nir infecciones?

Mauro Campos: Por su- puesto, la cirugía se realiza siempre en entornos quirúr- gicos controlados. La limpie- za de la superficie –de la piel y de los ojos– es nuestra principal medida profilácti- ca. Además, inmediatamente después de la cirugía comen- zamos con la administración de fluoroquinolonas de cuarta

generación durante siete días en la mayoría de los casos. En determinados casos utiliza- mos povidona tópica.

Gustavo Tamayo: Hacemos una limpieza palpebral pocos días antes de la intervención quirúrgica, y como la cirugía refractiva se lleva a cabo en quirófano estéril o semiestéril, utilizamos solamente la com- binación de esteroides con co- lirios antibióticos durante sie- te días posteriores a la cirugía.

Luca Gualdi: Además de la desinfección rutina- ria con povidona yodada (Betadine®, y Oftasteril®, de Alfa Intes, en Italia) jus- to antes de la cirugía, an- tes prescribía también moxi- floxacina (Vigamox®) dos días antes de la interven- ción y suministraba van- comicina diluida en el fras- co del facoemulsificador. Sin embargo, desde que se pu- blicaron las nuevas guías de la Sociedad Europea de Catarata y Cirugía Refractiva (ESCRS), he sustituido es- tas dos últimas soluciones (la segunda, según estudios recientes, no reduce bastan- te el riesgo de infección y, de hecho, pudiera aumentar la resistencia antibacteriana) con una inyección de 1 mg de cefuroxima (Aprokam®) en la cámara anterior des- pués de la intervención.

María A. Henríquez:

Primero examinamos al pa- ciente con lámpara de hendi- dura el día de la cirugía para descartar presencia de con- juntivitis o blefaritis. Quince minutos antes de la cirugía

aplicamos una gota de povi- dona yodada al 5 % cada cin- co minutos. También utiliza- mos la povidona yodada en la esterilización de la piel y, justo antes de la cirugía, 60 segundos sobre la superficie ocular. Por último, en ciru- gías intraoculares utilizamos una inyección intracamerular de cefuroxima en cámara an- terior según el estudio de en- doftalmitis ESCRS.

4. ¿Cómo utiliza la MMC para prevenir el haze antes de las ablaciones de superficie?

Mauro Campos: Yo utili- zo MMC en todas las cirugías de superficie con excimer lá- ser, PTK o PRK. Cuando las superficies para ablación de los tejidos son pequeñas, por ejemplo, menos de 50 micras, hemos utilizado so- lución al 0,02 % por 30 se- gundos. El tiempo de expo- sición puede aumentar en hasta dos minutos. Nuestra experiencia con MMC ha sido excelente. Otros factores que deben tomarse en cuen- ta son las variaciones entre razas y el grado de exposi- ción a los rayos UVA.

Siempre sugerimos man- tener la misma dilución de MMC, pero variar las dura- ciones de exposición para obtener un protocolo ade- cuado y usarlo después.

Gustavo Tamayo: Combinar mitomicina C con mejoras tec- nológicas de ablación con lá- ser es un modo excelente para evitar haze en la ablación de

superficies. Utilizamos MMC al 0,02% con la siguiente regla: a) ablación entre 0 y 40 mi- cras: 40 segundos; b) ablacio- nes de más de 40 micras: 50 segundos; y c) ablaciones de más de 60 micras: un minu- to. También utilizamos un mi- nuto de MMC inmediatamente después de realizar crosslin- king cuando se lo combina con ablación superficial.

Casos especiales, como la queratotomía radial o histo- ria previa de haze, nos lleva a prolongar el uso de MMC has- ta dos minutos al máximo.

Luca Gualdi: Uso mitomi- cina C al 0,02% por 30 se- gundos después de usar el láser excimer, en todos los casos de ablación de super- ficies. En caso de que haya que volver a tratar al pa- ciente o de PTK terapéutica, aumento hasta dos minutos la duración de la topicación de la mitomicina para redu- cir al máximo la posibilidad de haze.

María A. Henríquez: En primer lugar, no realizo abla- ciones de superficie en ojos con más de 4 D. Cuando las realizo, coloco una espon- ja empapada con MMC al 0,002% sobre la superficie corneal por 12 segundos, se- guida de irrigación con 30 cm3 de solución salina balan- ceada para lavar la MMC re- sidual. En el postoperatorio, además de administrar anti- bióticos tópicos y lágrimas ar- tificiales, extendemos el uso de esteroides tópicos (fluoro- metolona) por un mes.

5. ¿Cómo maneja usted los casos de CTK?

Mauro Campos: Tenemos cierta di- ficultad para reconocer esta nueva en- fermedad. En primer lugar, es posible que algunos de nuestros lectores ni si- quiera conozcan el significado de CTK. En segundo lugar, si la enfermedad re- presenta una reducción patológica no inflamatoria del tejido corneal que se produce en los primeros días después de la cirugía, no hay nada que poda- mos hacer al respecto.

Si su naturaleza no es inflamato- ria, los esteroides no serán de ayuda. ¿Doxiciclina? Es posible.

Hemos reducido el uso tópico de povi- dona debido a la posibilidad de interac- ción del láser con productos químicos como mecanismo de esta enferme- dad. Si se trata verdaderamente de una queratitis lamelar difusa de grado IV, siempre se administra tratamiento intensivo de esteroides y doxiciclina.

Gustavo Tamayo: La queratitis cen- tral tóxica (CTK) es una afección muy rara que no he visto en mi práctica y no figura en mi lista de complica- ciones. Aunque la etiología exacta de esta afección es desconocida, se cree que la causa de esta complica- ción sea la presencia en la entrecara de partículas residuales provenientes de las láminas del microquerátomo o de la secreción de las glándulas de Meibomio. En nuestra clínica siempre realizamos el flap con femtosegundo y un enjuague completo y cuidadoso de la entrecara.

De los dos casos que me fueron pre- sentados por otros cirujanos, uno res- pondió al tratamiento con corticoides y por eso se descartó la CTK. El se- gundo caso permaneció incluso con tratamiento esteroideo y se formó una cicatriz permanente.

Luca Gualdi: En caso de DLK coexistente, hago primero un lavado de la entrecara, si es po- sible, con solución de corticoides y también administro corticoi- des por vía oral hasta que haya una resolución total. En la CTK sin inflamación perilesional, la cortisona a largo plazo está con- traindicada y en algunos casos raros puede degenerar el cua- dro en PISK. En los casos en que la CTK produce opacidad central y un shift hipermetrópico, des- afortunadamente solo el tiem- po puede regenerar los querato- citos que mueren por apoptosis. Últimamente me ha sido de gran ayuda el uso de las gotas Cacicol® (Théa) fabricadas con un análogo del sulfato de he- parán, ya que parecen regene- rar más rápidamente la matriz extracelular del estroma cor- neal. De esta manera, se redu- ce a pocos meses el tiempo de curación, que normalmente se- ría cerca de dos años.

María A. Henríquez: Aunque no es un proceso inflamatorio y, a veces, comparte similitudes con otros procesos infecciosos o inflamatorios como queratitis la- melar difusa o queratitis infec- ciosa, es fundamental realizar un diagnóstico diferencial en- tre estas enfermedades. La opa- cidad corneal central en la CTK comienza en el primer o segun- do día con una queratitis lamelar difusa y rápidamente da lugar a una densa opacidad del estroma corneal central. Una vez efec- tuado el diagnóstico de CTK – no se recomienda el uso de es- teroides ni levantar el flap del LASIK–, se recomienda un se- guimiento esperando la resolu- ción espontánea de la afección.

Manejo de las sorpresas refractivas

posted by adminalaccsa 6 abril, 2017 0 comments

Manejo de las sorpresas refractivas


Caso clínico

HC

Paciente femenina de 65 años.
Esposa de médico amigo personal de
Carmen Barraquer.

Historia de queratotomía radial hace 30 años.
Remitida a cirugía facorrefractiva.

Examen
AV SC 0,02 en ambos ojos

Refracción
OD: +5,50 (-2,00 x 80) Visión
0,50- (20/40)
OÍ: + 5,50 (-3,00 x 180) Visión 0,50+
(20/40)

Biomicroscopia:
OD: 10 cortes radiales. Zo 3,0 mm
OI: 10 cortes radiales y T- Cuts # 2 superiores
e inferiores

Ectasia inferior OI
CA III/III
PNCR 0,3/0,3 dilata a 0,9/0,9
Cristalino con buena transparencia.
Opalescencia nuclear N2/N2 (+)
TO 12 AG AO
Fondo sano.

Complicaciones en cirugía queratorrefractiva

posted by adminalaccsa 6 abril, 2017 0 comments

Complicaciones en cirugía queratorrefractiva


Preguntas 1.

¿Cuál es su evaluación preoperatoria para determinar el riesgo de ectasia?

Mauro Campos: La determinación del riesgo de ectasia puede requerir una combinación de signos clínicos y de una tecnología basada en imágenes. Durante la consulta, le preguntamos al paciente específicamente sobre enfermedades sistémicas asociadas, como atopia y/o historia familiar de queratocono. Cuanto más joven sea el paciente, más riesgos de ectasia tenemos que buscar. También son de riesgo las enfermedades autoinmunitarias que pueden producir interacciones imprevisibles entre el tejido corneal y la energía del láser o, incluso, interferencias en la cicatrización.

Debemos tener cuidado en la observación del síndrome de hiperlaxitud palpebral o de la mala posición palpebral, porque este último puede producir resultados falsos de tomografía o de topografía.

Incluso teniendo en cuenta que la película lagrimal puede ser un factor de confusión importante para las imágenes, la principal característica en la predicción del riesgo de ectasia se obtiene por medio del análisis de la topografía de las superficies. Aunque su cuantificación es difícil, una topografía corneal anormal que incluye hallazgos como inclinación del eje, atrofia asimétrica en bowtie, curvatura progresiva (dado por K máximo) y un exceso de la esfericidad son signos que requieren atención. Todas las veces que mis colegas vienen a hablar conmigo sobre la posibilidad de un paciente ser un buen candidato para cirugía refractiva, siempre me muestran primero el examen de topografía corneal.

Los mapas del grosor son también muy útiles, ya que ofrecen la posibilidad de detectar áreas localizadas de pérdidas tisulares patológicas o, incluso, el desplazamiento del punto más delgado. Los mapas de elevación y los índices tomográficos son datos complementarios que pueden utilizarse en casos más complicados. Suele calcularse el porcentaje de alteración de los tejidos (PTA), una modificación del concepto de lecho residual de 250 micras.

También pueden utilizarse cortes durante la refracción clínica, aunque para ello se requiere formación específica.

Gustavo Tamayo: Todos los candidatos para cirugía refractiva deben haber pasado por un examen oftalmológico completo, con especial atención a la parte refractiva, que incluye la corrección actual en uso. Cualquier diferencia en el cilindro o la esfera superior a 0,50 D o 15 grados o más de cambios en el eje del astigmatismo debería ser el primer signo de alerta para el cirujano de refractiva. A continuación, se realiza la topografía de elevación con análisis de las caras anterior y posterior, y en mi Centro, siempre se lleva a cabo la Pentacam con el programa de Belín-Ambrósio. Otros estudios incluyen: Tecnología Wavefront con análisis de coma, aberrometría intraoperatoria (ORA) con análisis de gráfico y números, paquimetría ultrasónica, biometría, medición del tamaño de la pupila con Procyon, Tracey con análisis de aberraciones y finalmente IDesign.

Es muy importante realizar todas estas pruebas para decidir si el paciente es candidato para LASIK con femtosegundo, ablación de superficie o si necesita la adición de crosslinking. En muy raras ocasiones se rechaza un paciente para cirugía.

Luca Gualdi: Después de haber evaluado la historia clínica del paciente, se le somete a una serie de exámenes visuales como la topografía (Sirius-CSO), tomografía (Pentacam- Oculus) y OCT (Casia- Tomey). Además, estudio la biomecánica de la córnea con el ORA (Reichert) y el CorVis (Oculus), y el CBI con el display de Belín- Ambrósio son de ayuda considerable a la hora de analizar córneas más débiles y con riesgo de ectasia.

María A. Henríquez: Después de una evaluación oftalmológica completa, examino la agudeza visual (si la mejor agudeza visual corregida no es 20/20 y no es ambliopía, pondré cuidado especial en ese ojo) y en seguida, la refracción (no suelo realizar LASIK con valores mayores de 6 D; prefiero el lente intraocular fáquico para esa situación).

Observo el análisis tomográfico en cuanto a los siguientes aspectos: la asimetría del poder inferior-superior, la inclinación de los mayores ejes radiales por encima y por debajo del meridiano horizontal (astigmatismo irregular), el punto más delgado, el valor de la elevación posterior en el punto más delgado, la relación entre el punto más delgado y la paquimetría central, la asimetría entre ojos respecto de la queratometría máxima y la elevación anterior y posterior. Después, hago una relación entre las dioptrías que debía corregir y la paquimetría en el punto más delgado de la córnea para calcular el alto porcentaje de alteración del tejido (PTA) y el lecho estromal residual (RSB).

ArtículosCatarataNoticiero Alaccsa-R

Manejo de las sorpresas refractivas

posted by adminalaccsa 6 abril, 2017 0 comments

Editorial Córnea: Las complicaciones en la cirugía corneal refractiva


Coordinador:

Dr. José Luis Rincón – Venezuela

Expertos invitados

Dr. Juan Guillermo Ortega – Colombia Dr. Eduardo Viteri – Ecuador
Dr. Ángel Pineda – Venezuela

Uno de los mayores desafíos en la cirugía de catarata actual es tratar de resolver la mayor cantidad de ametropias y defectos en los pa- cientes en el mismo acto quirúrgico. Sin em- bargo, a pesar de contar con equipos muy sofisticados y fórmulas de cálculo que inclu- yen cada vez más factores de corrección, ob- servamos que todavía nos enfrentamos a “sorpresas refractivas”. En esta sección in- cluimos la opinión y consideraciones de tres grandes amigos y expertos en el tema.

1. En su opinión ¿cuáles son los mejo- res equipos de medición y las fór- mulas más adecuadas para evitar una sorpresa refractiva después de una cirugía de catarata?

Dr. Juan Guillermo Ortega: Utilizo de ru- tina Pentacam, especialmente las gráficas de Holladay y las de análisis queratométrico. Biometrías con IOLMaster o Lenstar, porque dan una gran precisión en medidas y la se- gunda que me aporta el grosor del cristalino.

Habitualmente utilizo la presentación de mul- tifórmula en el IOLMaster, y escojo el poder del lente apoyado en las fórmulas de cuar- ta generación: Haigis optimizada y Barrett con más frecuencia, pero igual miro SRK/T en miopes y Hoffer Q en hipermétropes.

Utilizo el OPD de NIDEK para análisis de as- tigmatismo y aberrometria.

Dr. Eduardo Viteri: En mayor o menor me- dida todas las fórmulas y equipos dan re- sultados adecuados en ojos saludables con

características biométricas que se encuentren en el ran- go normal de +/-2 desvia- ciones estándar. Son los ojos atípicos los que dan resulta- dos inesperados, por lo que debemos estar atentos a de- tectar estos casos y advertir al paciente por anticipado de la posibilidad de un defecto residual significativo.

Longitud axil: aunque puede ser medida con mucha pre- cisión con biometría óptica o ultrasonido de inmersión, los ojos extremadamente cortos (LA <21 mm) o muy largos (LA >26 mm) son más pre- dispuestos a sorpresas re- fractivas. Mi experiencia ha sido mejor con la fórmula de Haigis, aunque actualmen- te estoy evaluando la apli- cación Panacea y el método RBF de Warren Hill, sin po- der todavía precisar superio- ridad significativa.

Córnea: en mi opinión la principal fuente de erro- res biométricos tiene su ori- gen en la córnea y debe ser estudiada tanto cuantitativa como cualitativamen- te. El Pentacam permite detectar fácilmente altera- ciones de asfericidad, regu- laridad y concordancia en- tre caras anterior y posterior de la córnea con su módulo Preoperatorio de Catarata. La presencia de anomalías nos anticipa una posible sor- presa refractiva, especial- mente con lentes intraocula- res tóricos o multifocales.

Dr. Ángel Pineda: En el cálculo del lente intraocu- lar en cirugía de catarata existen diferentes medicio- nes que son fundamentales para el uso de las diferen- tes fórmulas para cada caso en particular. Clásicamente se ha utilizado la biometría ocular, que usa una onda acústica producida por una oscilación de partículas den- tro de un medio. Estas on- das son ultrasónicas, con una frecuencia entre 8 a 20 MHz. Estas ondas acús- ticas sufren una reflexión al incidir sobre las interfaces intraoculares. Las ondas que regresan (ecos) son capta- das por la sonda e interpre- tadas por el equipo. El equi- po emite una onda acústica unidimensional (modo A) y es el llamado biómetro ul- trasónico. Además, el equi- po, cuando también emite una onda acústica bidimen- sional (modo A/B), es lla- mado ultrasonido conven- cional y se utiliza para diagnóstico ocular. El modo A, o biómetro ultrasónico, usa una frecuencia de onda de 8 a 12 MHz. Con ambos se obtienen medidas de la

profundidad de la cámara anterior, espesor del cristali- no, longitud de la cavidad ví- trea y longitud axial. Se ha descrito que su resolución es de150a200μm.

Existen dos métodos para realizar la biometría ultra- sónica: el método de con- tacto, el cual está en des- uso actualmente debido a que produce mucha varia- ción en los resultados entre diferentes médicos que rea- lizan la medición. El moti- vo es la indentación variable ejercida en la córnea del pa- ciente, produciendo errores de hasta 0,3 mm en la me- dición de la longitud axial. El segundo método, por in- mersión, utiliza una interfa- ce líquida viscosa colocada en un pequeño reservorio que entra en contacto con el ojo, y la cánula del biómetro entra en contacto con esta interface líquido viscosa para realizar la medición.

Es un método muy confiable y preciso, comparable a los métodos ópticos que existen actualmente para realizar las mediciones de longitud axial, profundidad de cá- mara anterior y espesor del cristalino. La ventaja es que, en casos de cataratas muy densas, en los que no se ob- tienen mediciones con los métodos ópticos por imposi- bilidad de la luz en atravesar medios tan opacos, con el biómetro ultrasónico por in- mersión sí se obtienen me- didas muy confiables.

En años recientes, aparecie- ron los equipos ópticos para realizar mediciones. El bió- metro óptico utiliza el méto- do de interferometría de co- herencia parcial. Utiliza dos haces de luz coaxiales que inciden sobre la superficie anterior de la córnea y sobre el epitelio pigmentario de la retina, eliminando la in- fluencia de los movimientos longitudinales del ojo, reali- zando la medición de la lon- gitud axial.

También se obtienen las me-
didas de la profundidad de
la cámara anterior, querato-
metrías y distancia de blan-
co a blanco (limbo a limbo).
Sin embargo no realizan la
medición del espesor del
cristalino. La curvatura cor-
neal es determinada por la
medida de las distancias en-
tre las imágenes de luz re-
flejadas sobre la córnea,
semejantes al queratóme-
tro convencional, usando
seis puntos sobre la super-
ficie corneal. Los más cono-
cidos son el IOLMaster y el
Lenstar. Existen otras tecno-
logíasmásrecientesconlas
cuales podemos obtener in-
formación del poder corneal,
profundidad y volumen de
la cámara anterior, medida
de blanco a blanco (limbo a
limbo) y espesor del cristali-
no. Las mismas se basan en
la imagen de Scheimpflug
(Pentacam y Galilei) y tam-
bién son consideradas mé-
todos ópticos de medición al
igual que los OCT (Visante,
Optovue). Combinando to-
das estas tecnologías con
sus diferentes programas

conseguimos obtener medi- das bien precisas para ob- tener una probabilidad de error en el cálculo del len- te intraocular menor del 2 % en la mayoría de los casos.

En mi práctica médica yo uso de rutina el IOLMaster para la medición de la longitud axial, profundidad de la cámara anterior y distancia de blanco a blanco. Se ha visto que la medición del poder corneal no es tan preciso con el IOLMaster, por lo tanto utilizo las medidas que me ofrece el Pentacam HR (“High Resolution”) para el poder corneal y el espesor del cristalino (el cual es indispensable en la fórmula de cálculo de Holladay II). En casos en donde no se pueden obtener medidas con el IOLMaster, como en cataratas muy densas, la opción es realizar biome- tría ultrasónica por inmer- sión para obtener la longi- tud axial, profundidad de la cámara anterior y espesor del cristalino.

y Haigis. Para ojos largos, longitud axial mayor que 26 mm, SRK/T o Haigis.

2. ¿Cuál es su conducta ante una sorpresa re- fractiva hipermetrópi- ca de 0,75 a 1,50 D y de 1,50 D en adelante?

Dr. Juan Guillermo

Ortega: En hipermetropías bajas, considero corrección mediante excimer y trato de corregir astigmatismos coexis- tentes. En más altas, conside- roquedebenmanejarsecon recambio de LIO o incluso en las muy altas, un piggyback. El tratamiento con láser es im- predecible en ocasiones, tien- de a perder su efecto con el tiempo y aumenta las aberra- ciones corneales.

Dr. Eduardo Viteri: Si el defecto residual afecta la ca- lidad de vida del paciente, en una hipermetropía me- nor que 1,50 D, realizo ciru- gía corneal refractiva (LASIK o PRK). En defectos mayores

que 1,50 D, prefiero cambio Existen posibles complicaciones cuando se

del lente intraocular.

Dr. Ángel Pineda: Con los avances en las técnicas de microcirugía de los últi- mos años, los cirujanos bus- camos cada día con mayor empeño el objetivo final de emetropía después de la ci- rugía de catarata. A pesar de las fórmulas de última ge- neración para el cálculo del lente intraocular (LIO), los errores en el cálculo del LIO representan una de las cau- sas más importantes para recambio del LIO después de la cirugía de catarata.

Las estrategias disponibles para solucionar estos erro- res en el cálculo del LIO que conllevan a ametropías resi- duales después de la cirugía de catarata o sorpresas re- fractivas incluyen: cirugía re- fractiva corneal con excimer láser, extracción y recambio del LIO, e implante de un se- gundo LIO (piggyback). La extracción y recambio del LIO puede ser traumática, especialmente si ha habido ruptura de cápsula posterior. Podría producir también in- flamación del segmento an- terior, ruptura de la cápsula posterior, lesión del endote- lio corneal, ciclodiálisis, ede- ma macular quístico y hasta complicaciones retinianas. La técnica de piggyback per- mite la corrección refracti- va en estos casos. Fue desa- rrollada originalmente para proporcionar un adecuado poder del LIO en ojos extre- madamente ametrópicos y para la corrección de errores refractivos pseudofáquicos.

realiza un implante secundario (piggyback).

Se ha reportado la presencia de opacifica- ción interlenticular (OIL), comprometiendo las superficies de los LIO que están conti- nuas. Una forma de prevenir esta compli- cación es colocar el primer LIO en el bolsi- llo capsular y el segundo LIO en el sulcus. También se han reportado resultados re- fractivos impredecibles debido a distur- bios ópticos producidos por el contacto de las dos superficies ópticas de los LIO, des- centrado de los LIO por contracción y fibro- sis del bolsillo capsular, irritación del iris e inflamación intraocular crónica, dispersión pigmentaria y glaucoma. No todos los LIO son adecuados para colocarlos en el sulcus. Un LIO para ser implantado en el sulcus con la técnica de piggyback debería estar hecho de un material suave y biocompatible, con una zona óptica relativamente grande (para evitar captura de la misma por la pupila), un diámetro total mayor que los LIO para el bolsillo capsular (para ubicarse y centrarse bien en el sulcus) y con bordes suaves y re- dondeados de la zona óptica y las hápticas (para evitar irritación crónica del iris y del cuerpo ciliar). Además, el diseño del mismo debería ofrecer una distancia adecuada en- tre el mismo y los tejidos uveales y con el LIO que está en el bolsillo capsular.

En el año 2010, Kahraman y Amon reporta- ron un nuevo LIO especialmente diseñado para colocarse en el sulcus como piggyback. Este LIO fue diseñado por Amon y fabrica- do por el laboratorio Rayner. El LIO Sulcoflex (modelo 653L, Rayner Intraocular Lenses Ltd.) es un LIO de una sola pieza, de acrílico hidrofílico, con una zona óptica de 6,5 mm y un diámetro total de 14 mm. La óptica tie- ne bordes redondeados y una configuración convexa-cóncava. Las hápticas son de lar- go diámetro, suaves, con bordes ondulados y redondeados, y con una angulación pos- terior de 10 grados en relación a la óptica. Este LIO viene en tres versiones con la mis- ma plataforma: Sulcoflex asférico, Sulcoflex tórico y Sulcoflex multifocal, de forma que tenemos la posibilidad de corregir diferentes

errores refractivos después de ciru- gía de catarata (miopía, hipermetro- pía, astigmatismo y presbicia). Las principales indicaciones son la correc- ción de ametropías residuales pseudo- fáquicas, ametropías residuales tras queratoplastias penetrantes (QPP) y/o lamelares pseudofáquicas, y para la corrección de la presbicia en pacientes pseudofáquicos con LIO monofocal.

Para el cálculo del LIO Sulcoflex son necesarios los siguientes datos: re- fracción preoperatoria, longitud axial medida idealmente con el equipo IOLMaster o por biometría de inmer- sión, profundidad de la cámara ante- rior, queratometrías, astigmatismo quirúrgicamente inducido por el ciru- jano y diámetro y localización de la incisión corneal por donde será im- plantado el LIO. Todos estos datos se introducen en la hoja de cálculos del laboratorio por internet.

De acuerdo a lo expuesto anteriormen- te, cuando tengo una sorpresa refrac- tiva hipermetrópica de +0,75 a +1,50 prefiero corregirla con excimer láser. Entre las técnicas de ablación superficial (PRK) y ablación intraestromal (LASIK), generalmente prefiero PRK si se trata de pacientes mayores de 60 años, por la menor incidencia en producción de ojo seco en comparación al LASIK. En pacientes menores de 60 años con ma- yor actividad física e intelectual, prefie- ro LASIK por la mayor rapidez en la re- cuperación visual. Me siento muy bien corrigiendo hasta +2,0 D de hiperme- tropía con excimer láser. En sorpresas refractivas mayores de +2,0 D conside- ro el recambio del LIO si el paciente ne- cesita una recuperación visual rápida, con buen contaje endotelial y sin ningu- na complicación intraoperatoria, como ruptura de la cápsula posterior. En pa- cientes con bajo contaje endotelial, rup- tura de la cápsula posterior y pacientes de la tercera edad, considero el uso de piggyback con el LIO Sulcoflex.

3. ¿Cuál es su conducta ante una sorpresa re- fractiva miópica de 0,75 a 1,50 D y de 1,50 D en adelante?

Dr. Juan Guillermo Ortega:

Intento corregir las sorpresas miópicas con excimer mien- tras tenga una córnea adecua- da. En caso contrario, hago re- cambio del lente. Uno de los inconvenientes del recambio del lente es que, al hacer inci- siones más largas, se puede in- ducir astigmatismos que ha- bría que corregir más adelante con excimer.

Dr. Eduardo Viteri: En gene- ral, en defectos miópicos rea- lizo LASIK o PRK, salvo que la condición corneal no lo per- mita, en cuyo caso procedo al cambio del lente.

Dr. Ángel Pineda: En pre- sencia de una sorpresa refrac- tiva miópica, el manejo es más sencillo, ya que podemos co- rregir hasta +/- 6,0 D de mio- pía con excimer láser (PRK o LASIK), dependiendo del es- pesor corneal. En presencia de miopías mayores que 6,0 D, to- davía considero la posibilidad de excimer láser, pero PRK + mi- tomicina, lo cual ha demostra- do producir excelentes resulta- dos visuales posoperatorios. Sin embargo, también podría consi- derar en esta situación extrema el recambio del LIO o implante de un segundo LIO (piggyback).

4. ¿Cuál es su conducta ante una sorpresa refractiva as- tigmática de 0,75 a 1,50 D y de 1,50 D en adelante?

Dr. Juan Guillermo

Ortega: Hay dos escena- rios: astigmatismos induci- dos en cirugía que pueden corregirse con láser o inci- siones. En mi opinión, las in- cisiones son más impredeci- bles e inestables. Otro caso son los astigmatismos “sor- presa” después de lentes tóricos. En estos casos me ayudo del OPD que es exce- lente para el análisis. Y utili- zo los cálculos de José Miguel Varas o calculadores en línea para rotar los lentes.

Dr. Eduardo Viteri: En sorpresas refractivas astig- máticas de cualquier magni- tud empiezo por analizar si el lente intraocular se encuen- tra en el eje adecuado y si una rotación del mismo pue- de mejorar el estado refracti- vo. Si el lente está en el eje correcto y es un astigmatis- mo miópico significativo, mi preferencia es cirugía corneal refractiva. En astigmatismos elevados, especialmente si son mixtos o hipermetrópi- cos compuestos, considero el cambio de lente intraocular.

Dr. Ángel Pineda: Si el pa- ciente fue operado con un LIO tórico, confirmo bajo di- latación pupilar que el LIO esté orientado de acuerdo a la programación preopera- toria en el cálculo del mis- mo. Si hay un error en el eje, es decir que no coincide la orientación del LIO con lo programado, roto el LIO a la posición adecuada en quiró- fano, siempre dentro de los primeros días de la cirugía para evitar que las hápticas

se adhieran y formen fibras con el complejo capsular, im- pidiendo posteriormente su rotación. Si la orientación del LIO está correcta a lo progra- mado, evidentemente hubo un error en la medición del poder corneal. En ese caso, considero la corrección con excimer láser en el momen- to en que el error refractivo residual esté estable, usual- mente entre seis a ocho se- manas después de la cirugía. Puedo corregir de forma se- gura hasta 3 D de astigma- tismo, de igual forma usando PRK o LASIK, dependiendo de lo expuesto anteriormen- te. En pacientes que fueron operados con LIO no tóri- co, tengo la misma conduc- ta hasta 3 D de astigmatis- mo. En correcciones mayores de 3 D de cilindro, conside- ro la colocación de un LIO Sulcoflex tórico.

5. ¿Cuáles son sus consi- deraciones especiales en caso de cirugía de catarata pos cirugía re- fractiva: KR y LASIK?

Dr. Juan Guillermo

Ortega: El cálculo de lentes después de cirugía refractiva lo hago a partir de la gráfica del poder queratométrico total del Pentacam y la fórmula de Haigis optimizada. Otra herra- mienta es la fórmula de Haigis L miópica o hipermetrópica, que me parece muy útil en los casos de hipermetropía.

Dr. Eduardo Viteri: En este caso depende de la condi- ción de la córnea. Si se trata de una corrección refractiva

previa baja y la córnea es regu- lar, el pronóstico es bueno uti- lizando Haigis L para casos de LASIK previo y las utilidades de la página de ASCRS para KR pre- via. Si el paciente evidencia una ablación elevada, descentrada, una córnea irregular o manifies- ta fluctuaciones diarias en la vi- sión, evito implantar lentes mul- tifocales y se advierte al paciente sobre la posibilidad de un defec- to visual refractivo o una correc- ción complementaria.

Dr. Ángel Pineda: La ma- yor dificultad para el cálculo del LIO pos cirugía refractiva cor- neal (queratotomía radial, PRK, LASIK) es la medición del poder corneal real. El error en el cál- culo del LIO en estos casos se debe principalmente a: 1) la di- ficultad en la determinación de la verdadera curvatura ante- rior corneal por la queratome- tría tradicional y la topografía corneal; 2) el cálculo incorrecto del poder dióptrico corneal ba- sado en el índice de refracción de 1,3375, el cual cambia en función de la remoción de tejido corneal por los procedimientos de fotoablación; y 3) la imper- fección de las fórmulas biomé- tricas para determinar la posi- ción real del LIO, ya que usan modelos de ojos normales sin cirugía corneal previa. Se des- criben varios métodos usados en años anteriores para tratar de disminuir la posibilidad de error en la estimación del po- der corneal: método de la histo- ria clínica, método de la quera- tometría derivada y método del lente de contacto rígido.

Más recientemente hemos utiliza- do la topografía corneal compu- tarizada (OPD-Scan) colocando

el cursor en los 3 mm cen- trales para buscar el punto más plano (en casos de ci- rugía refractiva de miopía) o el punto más curvo (en casos de cirugía de hiper- metropía), y se utilizan es- tas medidas en las respecti- vas fórmulas de cálculo del LIO. Sin embargo, todavía existe fuente de error. El to- pógrafo corneal EyeSys tie- ne el “Holladay Diagnostic Summary” para calcular el poder refractivo corneal efectivo (“effective refracti- ve power”). Este es un va- lor estimado del poder cor- neal central, en los 3 mm centrales, con el cual se ob- tienen mejores resultados.

Finalmente, en los últi- mos años hemos esta- do utilizando el Pentacam, el cual tiene el progra- ma también desarrolla- do por Holladay, llamado “Holladay EKR detail re- port”. El EKR (“Equivalent Keratometer Readings” o medidas queratométricas equivalentes) nos informa de forma gráfica y tabu- lada unas “K” posquirúr- gicas ajustadas a diferen- tes tamaños pupilares (de 1 mm a 7 mm). El progra- ma nos informa el diáme- tro pupilar del paciente y, de esta forma, escogemos el poder refractivo repor- tado para ese tamaño pu- pilar en la topografía cor- neal. Este es el método que actualmente usamos para el cálculo del LIO pos cirugía refractiva corneal.

Referencias:

  1. Centurion V. Excelência em Biometria. Rio de Janeiro. Cultura Médica, 2006.
  2. Belin MW, Khachikian SS, Ambrósio R. Elevation Based Corneal Tomography. Second Edition. Jaypee – Highlights Medical Publishers, Inc, 2012.
  3. Centurion V, Nicoli C, Chavez E. El Cristalino de Las Américas. Segunda Edición. Jaypee – Highlights Medical Publishers, Inc, 2015.
  4. Centurion V, Espaillat A, Orlich C. CICAFE. Cirugía de la Catarata con Láser de Femtosegundo. Jaypee – Highlights Medical Publishers, Inc, 2015.
Carmen Barraquer

Editorial Córnea: Las complicaciones en la cirugía corneal refractiva


Hace 55 años se realizaron las primeras operaciones de queratomileusis y queratofaquia en pacientes; desde entonces las técnicas laminares refractivas sobre la córnea han venido evolucionando. El éxito que se obtiene en la corrección de los defectos refractivos con estas intervenciones ha hecho que se realicen universalmente, y el número de procedimientos que se llevan a cabo demuestra su eficacia, precisión y seguridad.

Como en todo procedimiento quirúrgico, las complicaciones existen, pero la mayor parte de ellas pueden ser evitadas, o atendidas y corregidas con buenos resultados. Revisando la literatura, es evidente la continua aparición de ensayos e ideas para corregir y ajustar aún más los resultados refractivos, nuevas fórmulas y aparatos para detectar mejor las anomalías en la córnea y variantes quirúrgicas para avanzar hacia un procedimiento “ideal”.

Para hablar de las complicaciones en la corrección de los defectos refractivos de la córnea, primero debemos recordar que se trata de intervenciones quirúrgicas que tienen las mismas reservas que cualquier intervención y que deben seguir los mismos protocolos de seguridad.

Los procedimientos refractivos en la córnea fueron diseñados para ser llevados a cabo únicamente en córneas normales, son electivos y producen efectos diferentes y peculiares en diferentes personas y a diferentes edades.

No pretendo abarcar todos los posibles incidentes, complejidades o accidentes que han sido reportados, tan solo haré referencia a los de mayor frecuencia en la práctica quirúrgica.

Editorial Catarata: Editorial Sorpresas Refractivas


Es evidente que la cirugía de catarata, al tiempo que las innovaciones tecnológicas, las mejoras en las fórmulas de cálculo de los lentes intraoculares, y el uso de técnicas quirúrgicas más precisas y predecibles, se ha convertido en un procedimiento seguro y confiable para la gran mayoría de pacientes.

De otro lado, el advenimiento de los lentes “premium” (multifocales de diferentes mecanismos: difractivos, refractivos, de foco extendido y de diferentes focos y poderes de adición), creó una situación más exigente todavía: obtener resultados casi que perfectos desde la refracción. Estos lentes que dan a los pacientes la grata experiencia de ver de cerca sin otra corrección, también generan otras dificultades: halos, glare, disfotopsias, alteraciones en la percepción del color y otras tantas, que han dado lugar al tristemente célebre síndrome: “el paciente infeliz con 20/20”.

La discusión sobre los procesos neuroadaptativos que facilitan el aprendizaje para ver con estos lentes acaba convertida en un proceso de “neurorresignación”, como comentamos jocosamente en nuestras reuniones.

La posibilidad de obtener pacientes emétropes en series grandes de publicaciones se encuentra en cifras cercanas al 80 %, incluso en grupos muy rigurosos en el estudio y aplicación de tecnologías de análisis y cirugía, este porcentaje está un poco por encima del 90 %. Es decir, seguimos obteniendo un 10 % a 15 % de sorpresas refractivas primarias. En los pacientes con cirugía refractiva previa o córneas irregulares, este porcentaje es aún mayor (20 % a 35 %).

La discusión sobre el valor queratométrico real de la córnea central, el estudio preoperatorio del astigmatismo, el valor del astigmatismo de cara posterior de la córnea, el impacto real de las incisiones y la estabilidad y las alteraciones del mismo con la edad, nos ocupa permanentemente en los congresos, sin que tengamos una respuesta clara que dar.

La presencia de defectos refractivos posteriores a la facoemulsificación con lente intraocular altera la visión de manera cuantitativa y cualitativa. El grado de compromiso visual dependerá de la severidad de la ametropía y del tipo de lente intraocular implantado. Las razones principales son: una biometría hecha de manera incorrecta, el implante de lentes tóricos en el eje incorrecto o la excesiva rotación de los mismos, la presencia de astigmatismos mal calculados o irregulares, aberraciones corneales altas o la presencia de ojo seco de manera muy significativa, además de enfermedades propias de la córnea (degeneración de Salzmann, por ejemplo) generan medidas incorrectas y dan lugar a defectos residuales significativos.

Las herramientas habituales que utilizamos para corregir estos casos, excimer láser de superficie o LASIK, piggyback o incluso el recambio de lentes, tienen
sus indicaciones más o menos claras y habitualmente nos permiten resolver una buena parte de estos casos.

También es cierto que generan más sequedad ocular y no resuelven de manera segura las quejas producidas por una mala calidad visual.

Actualmente, tenemos muchos pacientes con resultados excelentes y buen desempeño
visual, pero aún tenemos “sorpresas”, que no podemos prever y que van a necesitar un tratamiento apropiado.

Estoy convencido de que los cirujanos de catarata tenemos que invertir tanto tiempo
en aprender nuevas técnicas y lentes, como de maneras de resolver estos casos, que
“empañan el paraíso de la visión” en el posoperatorio.

Alaccsa R No 21 2017

posted by adminalaccsa 6 abril, 2017 0 comments

Alaccsa R No 21  2017


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posted by adminalaccsa 24 marzo, 2017 0 comments

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