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Lo que debemos saber sobre topografía corneal

9 noviembre, 2020 0 comentarios

Lo que debemos saber sobre topografía corneal


Dr. Guillermo Rocha – México

rochag@me.com


Resumen
La evaluación de la superficie corneal ha evolucionado desde lo meramente cualitativo, a lo altamente cuantitativo. Permite la evaluación de la curvatura, forma e incluso función de la córnea. Constituye una herramienta útil en la evaluación, planeación y seguimiento de casos de segmento anterior, cirugía refractiva y patología corneal. El objetivo de este texto es proporcionar aspectos prácticos en la evaluación de la topografía, incluyendo ejemplos clínicos comunes.


Introducción

La córnea puede funcionar como un lente, o como un espejo. Cuando se evalúa la superficie corneal, en esencia se está reflejando un objeto de tamaño conocido, obteniéndose así una imagen que después es posible analizar. En su forma más rudimentaria, Scheiner en 1619 utilizó esferas de metal de diferentes tamaños para determinar la curvatura de la córnea. En el siglo 19, von Helmoltz desarrolló el queratómetro de Bausch & Lomb con un objeto fijo, el queratómetro de Javal-Schiotz utilizó un objeto ajustable y Plácido proyectó anillos sobre la córnea con el fin de analizarla cualitativamente. Los dos queratómetros proporcionan información no sólo cualitativa sino también cuantitativa de la cara anterior de la córnea. Los anillos de Plácido continúan siendo una parte integral de los topógrafos modernos.

Ningún queratómetro mide el poder de la córnea directamente, sino el tamaño del objeto reflejado. En los sistemas de Plácido, se proyectan una serie de puntos de distribución conocida, en conformación de anillos concéntricos sobre la córnea. Registrando el ángulo y distancia de cada punto, esta información se traduce a radio de curvatura, el cual a su vez se convierte a dioptrías de poder basado en el índice de refracción de la córnea. Por convención, se definen colores “fríos” para las queratometrías más planas, y colores “calientes” para las más curvas. Así se obtienen los reportes a color en las topografías.

Tipos de topografía

Existen tres tipos principales de topógrafos corneales: 1. Plácido, 2. Scheimpflug, y 3. Rastreo de hendidura (scanning slit). Los topógrafos basados en anillos de Placido constituyen la mayoría. En los sistemas Scheimpflug (Pentacam, Galilei), se obtienen una serie de imágenes de alta resolución que permiten una evaluación óptima de las caras anterior y posterior de la córnea, incluyendo el análisis preciso de la elevación corneal. Un sistema combinado (Galilei G4) utiliza doble-Scheimpflug y Plácido. El único sistema de rastreo de hendidura (Orbscan IIz) presenta algunas dificultades, y requiere de la adición de anillos de Placido para su funcionamiento óptimo.

Terminología

La topografía corneal ha evolucionado desde las técnicas simplemente cualitativas, hasta lo que hoy se puede dividir en tres rubros:

1. Curvatura: Información proporcionada por los mapas axiales y tangenciales, y los valores queratométricos.
2. Forma: Mapas de elevación y de irregularidad.
3. Función: Información más avanzada como mapas refractivos, aberraciones corneales, simulación de imágenes, Point Spread Function (PSF) y Modulation Transfer Function (MTF).

Es preferible referirse a la curvatura en base a meridiano plano o meridiano curvo, NO a eje curvo o plano.

Cómo leer un mapa de topografía corneal

A continuación, se proporcionan 5 pasos para evaluar rápidamente un reporte de topografía de Plácido (Figura 1):
1. Imagen de Plácido: Proporciona datos cualitativos de la obtención de la imagen, por ejemplo, en ojo seco, la calidad será baja; en cicatrices corneales, habrá irregularidad de los anillos.
2. Mapa de colores: Proporcionan una imagen global de la córnea. A mayor experiencia, se pueden reconocer patrones específicos de patologías corneales como queratocono, degeneración pelucida, pterigión e incluso posoperatorios de cirugía refractiva corneal (Figura 2). Como punto importante, es indispensable definir la escala de colores en forma adecuada y consistente para mejor identificación de hallazgos iniciales y cambios en el seguimiento (Figura 3).
3. Resumen de datos: Además del reporte cuantitativo de las queratometrías y el astigmatismo, proporciona detalles de la asfericidad (Q) y de la aberración esférica. Se consideran valores promedio (aproximados) queratometrías de 43.5 D, Q = -0.27 y aberración esférica de +0.27 micras.
4. Aberrometría (Figura 2): El reporte incluye aberraciones corneales de bajo y alto orden. Valores menores de 0.3, en general, se consideran normales. Conociendo éstas, es posible establecer correlaciones clínicas de sintomatología, como visión borrosa o doble (coma), halos (aberración esférica) o destellos (trefoil).

5. Ejemplo de casos. La figura 2 demuestra ejemplos de casos de reconocimiento e interpretación rápidos.

Aplicaciones clínicas

Toda práctica de segmento anterior debe incluir la evaluación topográfica de los pacientes. En cirugía de catarata, la importancia radica en la evaluación preoperatoria del astigmatismo para candidatos de lentes tóricos, de la regularidad corneal en casos de lentes para la corrección de la presbicia, y la detección de casos con cirugía corneal previa para evitar sorpresas en el cálculo del lente intraocular. En el posoperatorio, permite la evaluación de los resultados, y combinado con la aberración total del ojo, ayuda a determinar la posición adecuada de los lentes tóricos. En cirugía refractiva, permite la detección de queratocono incipiente y otras irregularidades que pudieran impactar el resultado posoperatorio. En cirugía corneal, ayuda en la planeación y manejo de casos con irregularidad de superficie, ectasia y otras patologías como pterigión.

Conclusión

Los topógrafos corneales modernos incorporan aspectos cualitativos básicos como los anillos de Plácido, amplificados tecnológicamente para proporcionar información clínica invaluable. En el aspecto de diagnóstico, es posible evaluar la curvatura, forma, contorno corneal, y traducir esta información en aspectos ópticos funcionales de la córnea. Esto permite la planeación y manejo de casos de rutina, la maximización de la utilización de lentes intraoculares de tecnología avanzada, y el perfeccionamiento de técnicas quirúrgicas avanzadas para casos más complejos. Toda práctica de segmento anterior debe contar con topografía corneal para la evaluación adecuada de sus pacientes.


REFERENCIAS

1. Gills JP, Sanders DR, Thornton SP, Martin RG, Gayton, JL, Holladay JT. Corneal Topo- graphy: The state of the art. Thorofare, NJ: Slack Inc.; 1996.

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