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Manejo de las sorpresas refractivas

posted by adminalaccsa 6 abril, 2017 0 comments

Editorial Córnea: Las complicaciones en la cirugía corneal refractiva


Coordinador:

Dr. José Luis Rincón – Venezuela

Expertos invitados

Dr. Juan Guillermo Ortega – Colombia Dr. Eduardo Viteri – Ecuador
Dr. Ángel Pineda – Venezuela

Uno de los mayores desafíos en la cirugía de catarata actual es tratar de resolver la mayor cantidad de ametropias y defectos en los pa- cientes en el mismo acto quirúrgico. Sin em- bargo, a pesar de contar con equipos muy sofisticados y fórmulas de cálculo que inclu- yen cada vez más factores de corrección, ob- servamos que todavía nos enfrentamos a “sorpresas refractivas”. En esta sección in- cluimos la opinión y consideraciones de tres grandes amigos y expertos en el tema.

1. En su opinión ¿cuáles son los mejo- res equipos de medición y las fór- mulas más adecuadas para evitar una sorpresa refractiva después de una cirugía de catarata?

Dr. Juan Guillermo Ortega: Utilizo de ru- tina Pentacam, especialmente las gráficas de Holladay y las de análisis queratométrico. Biometrías con IOLMaster o Lenstar, porque dan una gran precisión en medidas y la se- gunda que me aporta el grosor del cristalino.

Habitualmente utilizo la presentación de mul- tifórmula en el IOLMaster, y escojo el poder del lente apoyado en las fórmulas de cuar- ta generación: Haigis optimizada y Barrett con más frecuencia, pero igual miro SRK/T en miopes y Hoffer Q en hipermétropes.

Utilizo el OPD de NIDEK para análisis de as- tigmatismo y aberrometria.

Dr. Eduardo Viteri: En mayor o menor me- dida todas las fórmulas y equipos dan re- sultados adecuados en ojos saludables con

características biométricas que se encuentren en el ran- go normal de +/-2 desvia- ciones estándar. Son los ojos atípicos los que dan resulta- dos inesperados, por lo que debemos estar atentos a de- tectar estos casos y advertir al paciente por anticipado de la posibilidad de un defecto residual significativo.

Longitud axil: aunque puede ser medida con mucha pre- cisión con biometría óptica o ultrasonido de inmersión, los ojos extremadamente cortos (LA <21 mm) o muy largos (LA >26 mm) son más pre- dispuestos a sorpresas re- fractivas. Mi experiencia ha sido mejor con la fórmula de Haigis, aunque actualmen- te estoy evaluando la apli- cación Panacea y el método RBF de Warren Hill, sin po- der todavía precisar superio- ridad significativa.

Córnea: en mi opinión la principal fuente de erro- res biométricos tiene su ori- gen en la córnea y debe ser estudiada tanto cuantitativa como cualitativamen- te. El Pentacam permite detectar fácilmente altera- ciones de asfericidad, regu- laridad y concordancia en- tre caras anterior y posterior de la córnea con su módulo Preoperatorio de Catarata. La presencia de anomalías nos anticipa una posible sor- presa refractiva, especial- mente con lentes intraocula- res tóricos o multifocales.

Dr. Ángel Pineda: En el cálculo del lente intraocu- lar en cirugía de catarata existen diferentes medicio- nes que son fundamentales para el uso de las diferen- tes fórmulas para cada caso en particular. Clásicamente se ha utilizado la biometría ocular, que usa una onda acústica producida por una oscilación de partículas den- tro de un medio. Estas on- das son ultrasónicas, con una frecuencia entre 8 a 20 MHz. Estas ondas acús- ticas sufren una reflexión al incidir sobre las interfaces intraoculares. Las ondas que regresan (ecos) son capta- das por la sonda e interpre- tadas por el equipo. El equi- po emite una onda acústica unidimensional (modo A) y es el llamado biómetro ul- trasónico. Además, el equi- po, cuando también emite una onda acústica bidimen- sional (modo A/B), es lla- mado ultrasonido conven- cional y se utiliza para diagnóstico ocular. El modo A, o biómetro ultrasónico, usa una frecuencia de onda de 8 a 12 MHz. Con ambos se obtienen medidas de la

profundidad de la cámara anterior, espesor del cristali- no, longitud de la cavidad ví- trea y longitud axial. Se ha descrito que su resolución es de150a200μm.

Existen dos métodos para realizar la biometría ultra- sónica: el método de con- tacto, el cual está en des- uso actualmente debido a que produce mucha varia- ción en los resultados entre diferentes médicos que rea- lizan la medición. El moti- vo es la indentación variable ejercida en la córnea del pa- ciente, produciendo errores de hasta 0,3 mm en la me- dición de la longitud axial. El segundo método, por in- mersión, utiliza una interfa- ce líquida viscosa colocada en un pequeño reservorio que entra en contacto con el ojo, y la cánula del biómetro entra en contacto con esta interface líquido viscosa para realizar la medición.

Es un método muy confiable y preciso, comparable a los métodos ópticos que existen actualmente para realizar las mediciones de longitud axial, profundidad de cá- mara anterior y espesor del cristalino. La ventaja es que, en casos de cataratas muy densas, en los que no se ob- tienen mediciones con los métodos ópticos por imposi- bilidad de la luz en atravesar medios tan opacos, con el biómetro ultrasónico por in- mersión sí se obtienen me- didas muy confiables.

En años recientes, aparecie- ron los equipos ópticos para realizar mediciones. El bió- metro óptico utiliza el méto- do de interferometría de co- herencia parcial. Utiliza dos haces de luz coaxiales que inciden sobre la superficie anterior de la córnea y sobre el epitelio pigmentario de la retina, eliminando la in- fluencia de los movimientos longitudinales del ojo, reali- zando la medición de la lon- gitud axial.

También se obtienen las me-
didas de la profundidad de
la cámara anterior, querato-
metrías y distancia de blan-
co a blanco (limbo a limbo).
Sin embargo no realizan la
medición del espesor del
cristalino. La curvatura cor-
neal es determinada por la
medida de las distancias en-
tre las imágenes de luz re-
flejadas sobre la córnea,
semejantes al queratóme-
tro convencional, usando
seis puntos sobre la super-
ficie corneal. Los más cono-
cidos son el IOLMaster y el
Lenstar. Existen otras tecno-
logíasmásrecientesconlas
cuales podemos obtener in-
formación del poder corneal,
profundidad y volumen de
la cámara anterior, medida
de blanco a blanco (limbo a
limbo) y espesor del cristali-
no. Las mismas se basan en
la imagen de Scheimpflug
(Pentacam y Galilei) y tam-
bién son consideradas mé-
todos ópticos de medición al
igual que los OCT (Visante,
Optovue). Combinando to-
das estas tecnologías con
sus diferentes programas

conseguimos obtener medi- das bien precisas para ob- tener una probabilidad de error en el cálculo del len- te intraocular menor del 2 % en la mayoría de los casos.

En mi práctica médica yo uso de rutina el IOLMaster para la medición de la longitud axial, profundidad de la cámara anterior y distancia de blanco a blanco. Se ha visto que la medición del poder corneal no es tan preciso con el IOLMaster, por lo tanto utilizo las medidas que me ofrece el Pentacam HR (“High Resolution”) para el poder corneal y el espesor del cristalino (el cual es indispensable en la fórmula de cálculo de Holladay II). En casos en donde no se pueden obtener medidas con el IOLMaster, como en cataratas muy densas, la opción es realizar biome- tría ultrasónica por inmer- sión para obtener la longi- tud axial, profundidad de la cámara anterior y espesor del cristalino.

y Haigis. Para ojos largos, longitud axial mayor que 26 mm, SRK/T o Haigis.

2. ¿Cuál es su conducta ante una sorpresa re- fractiva hipermetrópi- ca de 0,75 a 1,50 D y de 1,50 D en adelante?

Dr. Juan Guillermo

Ortega: En hipermetropías bajas, considero corrección mediante excimer y trato de corregir astigmatismos coexis- tentes. En más altas, conside- roquedebenmanejarsecon recambio de LIO o incluso en las muy altas, un piggyback. El tratamiento con láser es im- predecible en ocasiones, tien- de a perder su efecto con el tiempo y aumenta las aberra- ciones corneales.

Dr. Eduardo Viteri: Si el defecto residual afecta la ca- lidad de vida del paciente, en una hipermetropía me- nor que 1,50 D, realizo ciru- gía corneal refractiva (LASIK o PRK). En defectos mayores

que 1,50 D, prefiero cambio Existen posibles complicaciones cuando se

del lente intraocular.

Dr. Ángel Pineda: Con los avances en las técnicas de microcirugía de los últi- mos años, los cirujanos bus- camos cada día con mayor empeño el objetivo final de emetropía después de la ci- rugía de catarata. A pesar de las fórmulas de última ge- neración para el cálculo del lente intraocular (LIO), los errores en el cálculo del LIO representan una de las cau- sas más importantes para recambio del LIO después de la cirugía de catarata.

Las estrategias disponibles para solucionar estos erro- res en el cálculo del LIO que conllevan a ametropías resi- duales después de la cirugía de catarata o sorpresas re- fractivas incluyen: cirugía re- fractiva corneal con excimer láser, extracción y recambio del LIO, e implante de un se- gundo LIO (piggyback). La extracción y recambio del LIO puede ser traumática, especialmente si ha habido ruptura de cápsula posterior. Podría producir también in- flamación del segmento an- terior, ruptura de la cápsula posterior, lesión del endote- lio corneal, ciclodiálisis, ede- ma macular quístico y hasta complicaciones retinianas. La técnica de piggyback per- mite la corrección refracti- va en estos casos. Fue desa- rrollada originalmente para proporcionar un adecuado poder del LIO en ojos extre- madamente ametrópicos y para la corrección de errores refractivos pseudofáquicos.

realiza un implante secundario (piggyback).

Se ha reportado la presencia de opacifica- ción interlenticular (OIL), comprometiendo las superficies de los LIO que están conti- nuas. Una forma de prevenir esta compli- cación es colocar el primer LIO en el bolsi- llo capsular y el segundo LIO en el sulcus. También se han reportado resultados re- fractivos impredecibles debido a distur- bios ópticos producidos por el contacto de las dos superficies ópticas de los LIO, des- centrado de los LIO por contracción y fibro- sis del bolsillo capsular, irritación del iris e inflamación intraocular crónica, dispersión pigmentaria y glaucoma. No todos los LIO son adecuados para colocarlos en el sulcus. Un LIO para ser implantado en el sulcus con la técnica de piggyback debería estar hecho de un material suave y biocompatible, con una zona óptica relativamente grande (para evitar captura de la misma por la pupila), un diámetro total mayor que los LIO para el bolsillo capsular (para ubicarse y centrarse bien en el sulcus) y con bordes suaves y re- dondeados de la zona óptica y las hápticas (para evitar irritación crónica del iris y del cuerpo ciliar). Además, el diseño del mismo debería ofrecer una distancia adecuada en- tre el mismo y los tejidos uveales y con el LIO que está en el bolsillo capsular.

En el año 2010, Kahraman y Amon reporta- ron un nuevo LIO especialmente diseñado para colocarse en el sulcus como piggyback. Este LIO fue diseñado por Amon y fabrica- do por el laboratorio Rayner. El LIO Sulcoflex (modelo 653L, Rayner Intraocular Lenses Ltd.) es un LIO de una sola pieza, de acrílico hidrofílico, con una zona óptica de 6,5 mm y un diámetro total de 14 mm. La óptica tie- ne bordes redondeados y una configuración convexa-cóncava. Las hápticas son de lar- go diámetro, suaves, con bordes ondulados y redondeados, y con una angulación pos- terior de 10 grados en relación a la óptica. Este LIO viene en tres versiones con la mis- ma plataforma: Sulcoflex asférico, Sulcoflex tórico y Sulcoflex multifocal, de forma que tenemos la posibilidad de corregir diferentes

errores refractivos después de ciru- gía de catarata (miopía, hipermetro- pía, astigmatismo y presbicia). Las principales indicaciones son la correc- ción de ametropías residuales pseudo- fáquicas, ametropías residuales tras queratoplastias penetrantes (QPP) y/o lamelares pseudofáquicas, y para la corrección de la presbicia en pacientes pseudofáquicos con LIO monofocal.

Para el cálculo del LIO Sulcoflex son necesarios los siguientes datos: re- fracción preoperatoria, longitud axial medida idealmente con el equipo IOLMaster o por biometría de inmer- sión, profundidad de la cámara ante- rior, queratometrías, astigmatismo quirúrgicamente inducido por el ciru- jano y diámetro y localización de la incisión corneal por donde será im- plantado el LIO. Todos estos datos se introducen en la hoja de cálculos del laboratorio por internet.

De acuerdo a lo expuesto anteriormen- te, cuando tengo una sorpresa refrac- tiva hipermetrópica de +0,75 a +1,50 prefiero corregirla con excimer láser. Entre las técnicas de ablación superficial (PRK) y ablación intraestromal (LASIK), generalmente prefiero PRK si se trata de pacientes mayores de 60 años, por la menor incidencia en producción de ojo seco en comparación al LASIK. En pacientes menores de 60 años con ma- yor actividad física e intelectual, prefie- ro LASIK por la mayor rapidez en la re- cuperación visual. Me siento muy bien corrigiendo hasta +2,0 D de hiperme- tropía con excimer láser. En sorpresas refractivas mayores de +2,0 D conside- ro el recambio del LIO si el paciente ne- cesita una recuperación visual rápida, con buen contaje endotelial y sin ningu- na complicación intraoperatoria, como ruptura de la cápsula posterior. En pa- cientes con bajo contaje endotelial, rup- tura de la cápsula posterior y pacientes de la tercera edad, considero el uso de piggyback con el LIO Sulcoflex.

3. ¿Cuál es su conducta ante una sorpresa re- fractiva miópica de 0,75 a 1,50 D y de 1,50 D en adelante?

Dr. Juan Guillermo Ortega:

Intento corregir las sorpresas miópicas con excimer mien- tras tenga una córnea adecua- da. En caso contrario, hago re- cambio del lente. Uno de los inconvenientes del recambio del lente es que, al hacer inci- siones más largas, se puede in- ducir astigmatismos que ha- bría que corregir más adelante con excimer.

Dr. Eduardo Viteri: En gene- ral, en defectos miópicos rea- lizo LASIK o PRK, salvo que la condición corneal no lo per- mita, en cuyo caso procedo al cambio del lente.

Dr. Ángel Pineda: En pre- sencia de una sorpresa refrac- tiva miópica, el manejo es más sencillo, ya que podemos co- rregir hasta +/- 6,0 D de mio- pía con excimer láser (PRK o LASIK), dependiendo del es- pesor corneal. En presencia de miopías mayores que 6,0 D, to- davía considero la posibilidad de excimer láser, pero PRK + mi- tomicina, lo cual ha demostra- do producir excelentes resulta- dos visuales posoperatorios. Sin embargo, también podría consi- derar en esta situación extrema el recambio del LIO o implante de un segundo LIO (piggyback).

4. ¿Cuál es su conducta ante una sorpresa refractiva as- tigmática de 0,75 a 1,50 D y de 1,50 D en adelante?

Dr. Juan Guillermo

Ortega: Hay dos escena- rios: astigmatismos induci- dos en cirugía que pueden corregirse con láser o inci- siones. En mi opinión, las in- cisiones son más impredeci- bles e inestables. Otro caso son los astigmatismos “sor- presa” después de lentes tóricos. En estos casos me ayudo del OPD que es exce- lente para el análisis. Y utili- zo los cálculos de José Miguel Varas o calculadores en línea para rotar los lentes.

Dr. Eduardo Viteri: En sorpresas refractivas astig- máticas de cualquier magni- tud empiezo por analizar si el lente intraocular se encuen- tra en el eje adecuado y si una rotación del mismo pue- de mejorar el estado refracti- vo. Si el lente está en el eje correcto y es un astigmatis- mo miópico significativo, mi preferencia es cirugía corneal refractiva. En astigmatismos elevados, especialmente si son mixtos o hipermetrópi- cos compuestos, considero el cambio de lente intraocular.

Dr. Ángel Pineda: Si el pa- ciente fue operado con un LIO tórico, confirmo bajo di- latación pupilar que el LIO esté orientado de acuerdo a la programación preopera- toria en el cálculo del mis- mo. Si hay un error en el eje, es decir que no coincide la orientación del LIO con lo programado, roto el LIO a la posición adecuada en quiró- fano, siempre dentro de los primeros días de la cirugía para evitar que las hápticas

se adhieran y formen fibras con el complejo capsular, im- pidiendo posteriormente su rotación. Si la orientación del LIO está correcta a lo progra- mado, evidentemente hubo un error en la medición del poder corneal. En ese caso, considero la corrección con excimer láser en el momen- to en que el error refractivo residual esté estable, usual- mente entre seis a ocho se- manas después de la cirugía. Puedo corregir de forma se- gura hasta 3 D de astigma- tismo, de igual forma usando PRK o LASIK, dependiendo de lo expuesto anteriormen- te. En pacientes que fueron operados con LIO no tóri- co, tengo la misma conduc- ta hasta 3 D de astigmatis- mo. En correcciones mayores de 3 D de cilindro, conside- ro la colocación de un LIO Sulcoflex tórico.

5. ¿Cuáles son sus consi- deraciones especiales en caso de cirugía de catarata pos cirugía re- fractiva: KR y LASIK?

Dr. Juan Guillermo

Ortega: El cálculo de lentes después de cirugía refractiva lo hago a partir de la gráfica del poder queratométrico total del Pentacam y la fórmula de Haigis optimizada. Otra herra- mienta es la fórmula de Haigis L miópica o hipermetrópica, que me parece muy útil en los casos de hipermetropía.

Dr. Eduardo Viteri: En este caso depende de la condi- ción de la córnea. Si se trata de una corrección refractiva

previa baja y la córnea es regu- lar, el pronóstico es bueno uti- lizando Haigis L para casos de LASIK previo y las utilidades de la página de ASCRS para KR pre- via. Si el paciente evidencia una ablación elevada, descentrada, una córnea irregular o manifies- ta fluctuaciones diarias en la vi- sión, evito implantar lentes mul- tifocales y se advierte al paciente sobre la posibilidad de un defec- to visual refractivo o una correc- ción complementaria.

Dr. Ángel Pineda: La ma- yor dificultad para el cálculo del LIO pos cirugía refractiva cor- neal (queratotomía radial, PRK, LASIK) es la medición del poder corneal real. El error en el cál- culo del LIO en estos casos se debe principalmente a: 1) la di- ficultad en la determinación de la verdadera curvatura ante- rior corneal por la queratome- tría tradicional y la topografía corneal; 2) el cálculo incorrecto del poder dióptrico corneal ba- sado en el índice de refracción de 1,3375, el cual cambia en función de la remoción de tejido corneal por los procedimientos de fotoablación; y 3) la imper- fección de las fórmulas biomé- tricas para determinar la posi- ción real del LIO, ya que usan modelos de ojos normales sin cirugía corneal previa. Se des- criben varios métodos usados en años anteriores para tratar de disminuir la posibilidad de error en la estimación del po- der corneal: método de la histo- ria clínica, método de la quera- tometría derivada y método del lente de contacto rígido.

Más recientemente hemos utiliza- do la topografía corneal compu- tarizada (OPD-Scan) colocando

el cursor en los 3 mm cen- trales para buscar el punto más plano (en casos de ci- rugía refractiva de miopía) o el punto más curvo (en casos de cirugía de hiper- metropía), y se utilizan es- tas medidas en las respecti- vas fórmulas de cálculo del LIO. Sin embargo, todavía existe fuente de error. El to- pógrafo corneal EyeSys tie- ne el “Holladay Diagnostic Summary” para calcular el poder refractivo corneal efectivo (“effective refracti- ve power”). Este es un va- lor estimado del poder cor- neal central, en los 3 mm centrales, con el cual se ob- tienen mejores resultados.

Finalmente, en los últi- mos años hemos esta- do utilizando el Pentacam, el cual tiene el progra- ma también desarrolla- do por Holladay, llamado “Holladay EKR detail re- port”. El EKR (“Equivalent Keratometer Readings” o medidas queratométricas equivalentes) nos informa de forma gráfica y tabu- lada unas “K” posquirúr- gicas ajustadas a diferen- tes tamaños pupilares (de 1 mm a 7 mm). El progra- ma nos informa el diáme- tro pupilar del paciente y, de esta forma, escogemos el poder refractivo repor- tado para ese tamaño pu- pilar en la topografía cor- neal. Este es el método que actualmente usamos para el cálculo del LIO pos cirugía refractiva corneal.

Referencias:

  1. Centurion V. Excelência em Biometria. Rio de Janeiro. Cultura Médica, 2006.
  2. Belin MW, Khachikian SS, Ambrósio R. Elevation Based Corneal Tomography. Second Edition. Jaypee – Highlights Medical Publishers, Inc, 2012.
  3. Centurion V, Nicoli C, Chavez E. El Cristalino de Las Américas. Segunda Edición. Jaypee – Highlights Medical Publishers, Inc, 2015.
  4. Centurion V, Espaillat A, Orlich C. CICAFE. Cirugía de la Catarata con Láser de Femtosegundo. Jaypee – Highlights Medical Publishers, Inc, 2015.

Editorial Catarata: Editorial Sorpresas Refractivas


Es evidente que la cirugía de catarata, al tiempo que las innovaciones tecnológicas, las mejoras en las fórmulas de cálculo de los lentes intraoculares, y el uso de técnicas quirúrgicas más precisas y predecibles, se ha convertido en un procedimiento seguro y confiable para la gran mayoría de pacientes.

De otro lado, el advenimiento de los lentes “premium” (multifocales de diferentes mecanismos: difractivos, refractivos, de foco extendido y de diferentes focos y poderes de adición), creó una situación más exigente todavía: obtener resultados casi que perfectos desde la refracción. Estos lentes que dan a los pacientes la grata experiencia de ver de cerca sin otra corrección, también generan otras dificultades: halos, glare, disfotopsias, alteraciones en la percepción del color y otras tantas, que han dado lugar al tristemente célebre síndrome: “el paciente infeliz con 20/20”.

La discusión sobre los procesos neuroadaptativos que facilitan el aprendizaje para ver con estos lentes acaba convertida en un proceso de “neurorresignación”, como comentamos jocosamente en nuestras reuniones.

La posibilidad de obtener pacientes emétropes en series grandes de publicaciones se encuentra en cifras cercanas al 80 %, incluso en grupos muy rigurosos en el estudio y aplicación de tecnologías de análisis y cirugía, este porcentaje está un poco por encima del 90 %. Es decir, seguimos obteniendo un 10 % a 15 % de sorpresas refractivas primarias. En los pacientes con cirugía refractiva previa o córneas irregulares, este porcentaje es aún mayor (20 % a 35 %).

La discusión sobre el valor queratométrico real de la córnea central, el estudio preoperatorio del astigmatismo, el valor del astigmatismo de cara posterior de la córnea, el impacto real de las incisiones y la estabilidad y las alteraciones del mismo con la edad, nos ocupa permanentemente en los congresos, sin que tengamos una respuesta clara que dar.

La presencia de defectos refractivos posteriores a la facoemulsificación con lente intraocular altera la visión de manera cuantitativa y cualitativa. El grado de compromiso visual dependerá de la severidad de la ametropía y del tipo de lente intraocular implantado. Las razones principales son: una biometría hecha de manera incorrecta, el implante de lentes tóricos en el eje incorrecto o la excesiva rotación de los mismos, la presencia de astigmatismos mal calculados o irregulares, aberraciones corneales altas o la presencia de ojo seco de manera muy significativa, además de enfermedades propias de la córnea (degeneración de Salzmann, por ejemplo) generan medidas incorrectas y dan lugar a defectos residuales significativos.

Las herramientas habituales que utilizamos para corregir estos casos, excimer láser de superficie o LASIK, piggyback o incluso el recambio de lentes, tienen
sus indicaciones más o menos claras y habitualmente nos permiten resolver una buena parte de estos casos.

También es cierto que generan más sequedad ocular y no resuelven de manera segura las quejas producidas por una mala calidad visual.

Actualmente, tenemos muchos pacientes con resultados excelentes y buen desempeño
visual, pero aún tenemos “sorpresas”, que no podemos prever y que van a necesitar un tratamiento apropiado.

Estoy convencido de que los cirujanos de catarata tenemos que invertir tanto tiempo
en aprender nuevas técnicas y lentes, como de maneras de resolver estos casos, que
“empañan el paraíso de la visión” en el posoperatorio.


Cinco datos que todo cirujano de catarata
debe saber sobre la retina – Parte 2


Elección del lente intraocular en pacientes con problemas de la retina

En pacientes con enfermedad macular la calidad óptica de la imagen debe tener mayor prioridad que la facilidad de la acomodación. Por lo tanto, si se sospecha que una enfermedad macular que limite la visión está presente o es probable, se deben evitar los lentes difractivos o acomodativos debido a que este tipo de lentes reducen la sensibilidad al contraste, principalmente en condiciones mesópicas[14]. En pacientes con retinopatía diabética es mejor evitar lentes intraoculares con ópticas pequeñas que puedan limitar la fotocoagulación con láser periférica. Además, los lentes de material poliacrílico se prefieren sobre los de silicona o polimetilmetacrilato para reducir el riesgo de opacidad capsular posterior y la necesidad de capsulotomía [15]. La capsulotomía puede predisponer a neovascularización del segmento anterior si una retinopatía diabética se desarrolla.

En pacientes con riesgo de desprendimiento de retina es mejor evitar los lentes intraoculares de silicona debido a la posible adherencia del aceite de silicón con el lente, degradando la calidad óptica del lente. Según lo recomendado por Dewey,[16] si se espera que un ojo va a retener aceite de silicona indefinidamente, el lente ideal a colocar es uno que posea una cara anterior convexa y sea plano en su cara posterior, colocado en la bolsa capsular. Además, el aceite de silicona provoca un desplazamiento hipermétrope, de manera que se deben añadir alrededor de 3 dioptrías

Dennis P. Han, MD – US
Teodoro Evans, MD – Costa Rica

al lente que se va a colocar. Extracción de una catarata en presencia de aceite de silicona debe realizarse sin ruptura capsular o dehiscencia zonular para evitar migración del aceite hacia la cámara anterior del ojo causando obstrucción de la punta del instrumento de facoemulsificación o aspiración. Debido a su flotabilidad, el aceite de silicona puede continuar migrando hacia la cámara anterior durante el todo procedimiento. Se debe estar preparado para remover todo el aceite de silicona del ojo si esto ocurre.

Los desafíos técnicos en el paciente vitrectomizado

Mientras las indicaciones para la vitrectomía pars plana continúan expandiéndose, también lo hacen el número de pacientes que desarrollarán catarata esclerótica nuclear postoperatoria. Dewey describe numerosos desafíos técnicos en este tipo de pacientes.[16] Esté preparado para manejar un núcleo denso y más grande de lo esperado. Por esta razón, considere una capsulorrexis un poco más grande que el promedio. Debido a una posible pérdida de la integridad de la cápsula durante la cirugía de vítreo previa, evite una hidrodisección vigorosa y en su lugar utilice hidrodelineación. Porque el ojo ya no contiene vítreo para estabilizar el lente y la cápsula posterior, una mayor fluctuación en la profundidad de la cámara anterior y posteriormente miosis pupilar pueden ocurrir. Una técnica de facoemulsificación refinada y eficiente con intercambio mínimo de instrumentos es la mejor manera de lidiar con estos problemas. Sin embargo, es recomendable disponer de un anillo de Malyugin o retractores de iris en la sala de operaciones en caso de necesitarlos. Tenga en cuenta que la cápsula posterior también puede ser flácida y de gran movilidad por la falta de vítreo en el ojo. En caso de una ruptura de la cápsula posterior el fluido no viscoso en la cavidad vítrea puede transferirse sin obstáculos hacia el segmento anterior y a través de la herida de faco hacia el exterior. Esto reduce de repente el volumen vítreo, la presión intraocular y aumenta el riesgo de una hemorragia supracoroideal.[17] El mantenimiento de un sistema cerrado con fluctuaciones mínimas de la presión intraocular puede ser apropiado. En estos casos esté preparado para un posible cierre quirúrgico rápido de la herida.

Después de la cirugía la fimosis capsular puede ser consecuencia de la laxitud zonular preexistente. Por esta razón, un lente de 3 piezas con hápticas de polipropileno puede ser preferible a uno de una sola pieza que presenta mayor deformabilidad de sus hápticas. En casos extremos podría ser necesario un anillo de tensión capsular. Ojos post-vitrectomizados también deben ser considerados de mayor riesgo para un desprendimiento de retina debido a la enfermedad retiniana preexistente o incluso por la propia vitrectomía. Puede ser mejor evitar la inserción de un lente intraocular de silicona en ojos post-vitrectomizados por las razones anteriormente expuestas.

Conclusión
(La primera parte de este artículo se encuentra en el noticiero interactivo de
mayo-junio de 2015)

Una cirugía de catarata sin tener en cuenta los Cinco Datos que Todo Cirujano de Catarata Debe Saber Sobre la Retina es como conducir en una ciudad desconocida sin dominar la ruta. Si conoce estos Cinco Datos usted tiene la mejor oportunidad de llegar a su destino con un resultado óptimo y un paciente feliz.

[Nota del editor: Si desea un texto más amplio que abarca el tema de la cirugía de catarata en pacientes con enfermedad de la retina considere el obtener una copia del libro editado y co-escrito por el Dr. Han: Cataract Surgery and Retinal Disease; Optimizing Visual Outcome, publicado por Bryn Mawr Communications y disponible en Eyetube.net (buscar en “Product Videos and Store”) o en la dirección https://eyetube.net/store/optimizing-visual-outcome-book/index.asp]

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  12. Melki SA, Safar A, Martin J, Ivanova A, Adi M: Potential acuity pinhole: a simple method to measure potential visual acuity in patients with cataracts, comparison to potential acuity meter. Ophthalmology 1999, 106(7):1262-1267.
  13. Vianya-Estopa M, Douthwaite WA, Noble BA, Elliott DB: Capabilities of potential vision test measurements: clinical evaluation in the presence of cataract or macular disease. Journal of cataract and refractive surgery 2006, 32(7):1151-1160.
  14. Banta JT, Rosenfeld PJ: Cataract surgery and intraocular lens selection in patients with age-related macular degeneration: pearls for success. International ophthalmology clinics 2012, 52(2):73-80.
    Hollick EJ, Spalton DJ, Ursell PG, Pande MV, Barman SA, Boyce JF, Tilling K: The effect of polymethylmethacrylate, silicone, and polyacrylic intraocular lenses on posterior capsular opacification 3 years after cataract surgery. Ophthalmology 1999, 106(1):49-54; discussion 54-45.
  15. Dewey S: The Post-Vitreoretinal Surgery Patient. In: Cataract Surgery and Retinal Disease: Optimizing Visual Outcome. Ed Han DP, Wayne, PA: Bryn Mawr Communications; 2013.
  16. Moshfeghi DM, Kim BY, Kaiser PK, Sears JE, Smith SD: Appositional suprachoroidal hemorrhage: a case-control study. American journal of ophthalmology 2004, 138(6):959-963.
Imagen tomada de www.bigstock.com
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¿How precise is IOL calculation
in RK-operated eyes?


Presentado por:
Dr. Mauro Campos – Brasil

Contacto
mscampos@uol.com.br

Precise calculation of intra ocular lens power in eyes after radial keratotomy and other incisional refractive surgeries can be challenging. Different formulas are present in the literature. In general, formulas may consider patient clinical history and others that do not require past information such as the amount of previous refractive errors or the initial keratometry readings. In general, formulas used to calculate IOL power for refractive surgery include K´s values, axial length and a predicted lens positioning in the eye. As already known and accepted, axial length will not change after incisional refractive surgery. On the other hand, most of the authors agree that the nature of a refractive surprise after cataract extraction in these eyes is the measurement of the corneal power.

Since late 80´s, a history method is used by many surgeons and consider the initial k reading (keratometry) minus the variation on the refraction. For example, if the patient had a 44 X 44 D cornea, did RK for a -4 D, and ended being emetrope, the K´s to be used for IOL calculation would be 40D. If the patient is + 1D after the same RK, the K´s to be used would be 39D.

Many authors performed linear correlation analysis trying to estimate the amount of change on corneal power for each diopter of refractive modification. For incisional surgery, due to the common multifocal topographical appearance of the aplanation obtained (considering surgery for myopia), this correlation was around 0.7. Many regression formulas proposed in the past considered the linear correlation explained above. The difference on refractive change and topographical change was subtracted from the actual K´s.

The double K method proposed by Aramberri is probably one of the most often formula used today and takes into consideration pre and postoperative Ks in order to calculate effective lens position. Many programs, internet sites and devices have built in the double k method. A revision of the data published using this method shows more than 80% of the operated eyes in the range of 1D of the intended result.

Many variations have been proposed for the double K method. First, a pre K value of 43.8D can be used for calculations. This value is the average K of a normal adult population. Secondly, many variations of the postoperative K estimations can be found in the literature. The use of corneal mean power maps, the selection of an optical zone with a defined diameter (central 2 to central 8 mm), the use of different devices such as placido based, scheimpflug based or slit-scan based methods for K´s readings or even the use of a contact lenses of known curvature fitted on the operated cornea are cited as valuable methods.

Interestingly, most of the surgeons may agree that an average of different methods is of great value to increase the precision of the surgical plan.

The case described herein is the presentation of an unpredicted corneal behavior after phaco-based cataract extraction in a patient that underwent multiples corneal refractive procedures before lens extraction.

A 51-yo man first came to the office seeking refractive surgery for the correction of hyperopia and presbyopia after RK. The patient reported about -4 D that required multiple incisional procedures for correction. Figure 1 shows slit-lamp image of the patient revealing at least 20 corneal incisions in both eyes. No epithelial plugs were noticed and the central corneas were clear. Manifest refraction disclosed + 4.0 D with less than 1 D of cylinder in both eyes, best corrected visual acuity of 20/20. Despite the large number of incisions, topography were typical of an RK myopic procedure, a star like applanation of the central cornea. Central corneal thickness was 550 microns. Fundus examination unremarkable. IOP was 19 mmHg. After two examinations in different times of the day, the patient was scheduled for PRK and mitomycin. For 3 years, the patient had a refraction between plano and -0.75D in both eyes and good satisfaction with the result. After this period, the patient presented complains of vision disturbance, mainly near vision disability. Due to the presence of cortical cataract and the high number of corneal procedures, the patient underwent phaco extraction of the lens and implantation of an accommodative IOL in both eyes (Figure 2). The IOLs power calculation method used was the mean K in the 2.5mm central cornea using a slit-scanning device. IOLMaster was used for AL and the SRK-T formula adopted.

During the first month after the operation, the patient mentioned an outstanding near vision but decreased distance vision. Refraction was – 2.0 in RE and -2.5 in LE. Less than 0.75 cylinder was found on refraction.

Interestingly, placido corneal maps obtained from this patient presented a steepening of at least 1.75 D in both eyes (Figures 3 and 4). After meticulous examination and discussion with other staff doctors, the factor considered for this change on corneal power was the IOP. After phaco, measured IOP in this patient dropped to 12 mmHg. The hypothesis formulated for this patient was that the IOP change decreased the gap between the sides of each RK incision, what caused the increase on corneal power.

This patient was followed for 6 months and presented stable results, including the IOP. After this period, another surface ablation was performed to improve distance vision.

The take home lesson in this case is, at least in corneal procedures with large number of incisions, significant changes on IOP may be taken into consideration when calculating IOLs.


La corrección del astigmatismo
en cirugía del cristalino


Coordinadora
Dra. Claudia Palacio Pastrana –México

Panelistas
Dra. Guadalupe Cervantes – México
Dr. Claudio Orlich – Costa Rica

Datos de contacto
Dra. Claudia Palacio Pastrana – drapalpas@hotmail.com
Dra. Guadalupe Cervantes – gpecervantes@hotmail.com
Dr. Claudio Orlich – orlichclaudio@hotmail.com


Nota: Las respuestas de la Dra. Guadalupe Cervantes, se realizaron en un equipo de tres personas, que integran el Hospital de la Ceguera (APEC). Los integrantes de este grupo son Dr. Guadalupe Cervantes, Dr. Cecilio Velasco B. y el Dr. Erick Mendoza Schuster.

PREGUNTAS

Dra. Claudia Palacio Pastrana: Mencione que método utiliza para determinar el poder corneal en un paciente al que le piensa implantar un lente tórico.

Dra. Guadalupe Cervantes: Medición de queratometrías con auto-querato-refractómetro (3 mediciones reproducibles), comparándolo además con interferometría óptica. En casos especiales agregamos topografía corneal, para valorar regularidad.

Dr. Claudio Orlich: Es indispensable realizar una topografía corneal que muestre tanto la superficie anterior de la córnea como la posterior en todo paciente que requiere cirugía de catarata.  La incidencia de una ectasia posterior es  baja, cerca del 0.09% de las cirugías de catarata (1) presentan un queratocono posterior, el cual puede observarse únicamente por medio de una topografìa que muestre la cara posterior o un OCT de la córnea. Un caso para un lente tórico debe tener un astigmatismo lo más regular posible, debemos descartar tanto una ectasia, como un astigmatismo irregular, ojo seco u otras anormalidades que comprometan el resultado final de la cirugía. Si la cara posterior de la topografía es normal, generalmente hacemos el cálculo de un lente tórico tomando en cuenta las queratometrías de la topografía, el IOL Master y la queratometrías del autorrefractor, que deben ser similares, si hay variaciones importantes en el eje, personalmente prefiero el eje del autorrefractor-queratómetro o de la topografía, dejando por último el dato proporcionado por el IOL Master.

Dra. Claudia Palacio Pastrana: ¿Qué importancia tiene en su práctica la curvatura posterior de la córnea y que instrumento utiliza para su medición?

Dra. Guadalupe Cervantes: Actualmente se reconoce su gran importancia, ya que puede ser un factor determinante en el LIO que será implantado.

Utilizamos topografía corneal con Orbscan o Pentacam.

Sabemos además que existen en la actualidad, nuevas tecnologías como el Cassini para medición de poder anterior, posterior y total de la córnea, pendientes de validar.

Dr. Claudio Orlich: Ante una ectasia posterior es necesario adecuar el cálculo del LIO para evitar un resultado hipermetrópico, en estos casos los valores queratométricos son sobreestimados, es decir la cara posterior tiene un poder más negativo del esperado. La relación anterior posterior (A/P ratio) normal debe ser menor a 1.19 (1), valores por encima de esto son indicativos de una ectasia posterior.  Diferentes autores han descrito la importancia de la cara posterior en el astigmatismo total del paciente, Koch y colaboradores (2) encontraron  en un grupo de 715 córneas de 435 pacientes que la magnitud del astigmatismo posterior en promedio es de 0.3 D.  En este estudio se concluyó que los pacientes con astigmatismo con la regla pueden quedar ligeramente hipercorregidos si se toma en cuenta sólo el astigmatismo anterior de la córnea e hipocorregidos en ojos con astigmatismo contra la regla, esto generó lo que se conoce como nomograma de Baylor (3).  Básicamente este estudio demostró que el astigmatismo con la regla esta sobreestimado en promedio 0.5 D y con el lente seleccionado sólo con los datos del astigmatismo anterior quedarán hipercorregidos, al contrario los casos con astigmatismo contra la regla el astigmatismo está subestimado en 0.25 D y el paciente queda hipocorregido. Por esto hay quienes le restan 0.5 D al cilindro cuando está con la regla y le agregan 0.25 D al cilindro cuando está contra la regla.  En general el impacto de la cara posterior en la gran mayoría de los pacientes con córneas sanas será poco significativo

desde el punto de vista clínico, son los casos anormales con datos de ectasia posterior los que realmente tienen un impacto en el cálculo del LIO y son a estos a los que debemos prestarles mayor atención. Es importante en estos casos introducir el poder total de la córnea dentro de la fórmula utilizada para calcular el LIO y no utilizar sólo los datos queratométricos de la cara anterior.

Dra. Claudia Palacio Pastrana: En el caso de pacientes con queratocono y catarata ¿Qué criterios considera para tener el mejor resultado visual y en qué casos implanta un lente con toricidad?

Dra. Guadalupe Cervantes: Que la córnea sea transparente, que no presente queratometrías extremas, que se demuestre estabilidad y que exista concordancia en las mediciones entre las diferentes tecnologías usadas.

Implantaría LIO tórico en aquellos casos que NO haya irregularidad extrema, sabiendo que los resultados postoperatorios pueden presentar sorpresas refractivas.

Dra. Guadalupe Cervantes
Dr. Claudio Orlich Dundorf

Dr. Claudio Orlich: En queratocono y catarata, si el paciente ve bien con un anteojo (el astigmatismo se corrige bien con el cilindro del lente), es posible colocarle un lente tórico, algunos conos tienen un astigmatismo muy simétrico y podrían ser candidatos a un lente tórico, sin embargo si el paciente presenta un astigmatismo irregular,  no ve bien con gafas, que son la mayoría de los queratoconos, el lente tórico está contraindicado.  Recordemos que un paciente con queratocono al cual le colocamos un lente tórico y luego requiere de un lente gas permeable para corregir el astigmatismo corneal, se le manifiesta el cilindro del lente intraocular al usar el lente de contacto, haciendo muy difícil corregir la refracción del paciente, es preferible en un queratocono con catarata con astisgmatismo irregular utilizar un lente monofocal no tórico.

Dra. Claudia Palacio Pastrana: En un paciente que se someterá a cirugía de catarata y presenta un astigmatismo regular de 6.5 dioptrías con queratometrías de 41.00×0° y 46.50×90° ¿Cuál sería su propuesta quirúrgica? Y explique la razón de su elección

a. Facoemulsificación con implante de lente tórico

b. Femtoláser+Facoemulsificación + implante de lente tórico

c. Femtoláser+Facoemulsificación + incisiones relajantes + lente monofocal

d. Femtoláser+ Facoemulsificación + incisiones relajantes + lente tórico

e. otro

Dra. Guadalupe Cervantes: Si es regular, central y estable, haría femto- faco y LIOtórico, sabiendo que en la actualidad tenemos disponibilidad de LIOs tóricos, con correcciones astigmáticas de esa magnitud. (Zeiss)

Dr. Claudio Orlich: Un lente tórico es mucho más predecible y estable a largo plazo que unas incisiones relajantes, en este caso con 6.5 D de cilindro regular le implantaría un lente intraocular AT TORBI 709M/MP de Carl Zeiss, con una óptica bitórica que corrige cilindros de hasta 12 D en incrementos de 0,5 D.


Top Ten
Prevención de la endoftalmitis
post cirugía de catarata


Dr. Arnaldo Espaillat

Presentado por:
Dr. Arnaldo Espaillat Matos

Contacto
arnaldo@espaillatcabral.com

  1. Debido al alto volumen de cirugías de cataratas hechas anualmente en el mundo, el 90% de las endoftalmitis post-quirúrgicas ocurren luego de la cirugía de catarata.1 Los resultados visuales luego de una endoftalmitis normalmente son pobres: cerca de un tercio de los pacientes no logran una visión mejor de contar dedos y el 50% no obtienen una visión mejor de 20/40. 2
  2. Un estudio hecho en los Estados Unidos con una gran cantidad de casos analizados (3,280,966) entre los años 2003 y 2004, mostró que en el año 2003 el índice nacional de endoftalmitis era de 1.33 por 1000 cirugías de catarata realizadas y en el 2004 fue de 1.11/1000 cirugías.2 Otro estudio realizado en Ontario, Canada, sobre 440,000 cirugías consecutivas de cataratas ente abril 2002 y marzo 2006, encontró un índice global de endoftalmitis de 1.4 por 1000 cirugías de cataratas practicadas.3
  3. Entre los factores de riesgo para sufrir una endoftalmitis están el ser individuo de edad avanzada (≥ 85 años), sexo masculino, ruptura de la cápsula posterior (un riesgo 10 veces más elevado comparado a si no se rompe la cápsula), ser operado por un cirujano de poca experiencia y/o bajo volumen de cirugías por año, paciente en tratamiento inmunosupresor y una leve tendencia (aunque no estadísticamente significativa) en las incisiones corneales versus las esclerales, y en las incisiones temporales versus las superiores . 2-5
  4. La fuente de patógenos que con más frecuencia es responsable de la endoftalmitis postcirugía de catarata proviene de la flora presente en la conjuntiva y párpados del paciente. 6,7 La gran mayoría de las bacterias causantes son gram positivas, siendo la más frecuente el estafilococo coagulasa negativo. 1,7-9
  5. Para la profilaxis de la endoftalmitis resulta de vital importancia reducir o eliminar la presencia de la flora bacteriana de la superficie de los tejidos oculares y limitar su crecimiento. La literatura médica tiene suficiente evidencia para apoyar el uso de la Povidona Yodada para la antisepsia previa a la cirugía. 10
  6. La Povidona Yodada es un potente agente antiséptico de amplio espectro que tiene actividad contra bacterias gram positivas y gram negativas, hongos y virus. Los pacientes con alergia a los productos del mar y a los medios de contraste no tienen contraindicación para su uso en la antisepsia de la cirugía ocular. Comparado con los antibióticos, la profilaxis con Povidona Yodada es más efectiva y más barata para prevenir la endoftalmitis postquirúrgica. Además, no se ha asociado al desarrollo de resistencia microbiana o a la aparición de bacterias más virulentas.

7. El uso de antibióticos inyectados en la cámara anterior al finalizar la cirugía de catarata, como una medida de profilaxis para la endoftalmitis, comenzó a tener gran debate en la comunidad científica internacional luego del estudio publicado por la Sociedad Europea de Cirugía de Catarata y Refractiva en el año 2007. 12 Ese estudio reportaba una reducción de 5 veces en la posibilidad de que ocurra una endoftalmitis postquirúrgica al usar la cefuroxima en la cámara anterior. Otro gran estudio realizado en los Estados Unidos en 16,264 cirugías de catarata en donde se usó cefuroxima, moxifloxacina o vancomicina, también demostró una reducción importante en la incidencia de endoftalmitis postquirúrgica. 13 Este mismo estudio recomienda no utilizar la vancomicina como medicamento de primera línea para evitar el riesgo de desarrollo de resistencia bacteriana. 13

8. Al mismo tiempo, también existen estudios que no encuentran diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la incidencia de endoftalmitis entre casos tratados y no tratados con antibióticos inyectados en la cámara anterior al momento de finalizar la cirugía. 14,15

9. Hay que mencionar que existen algunas ventajas potenciales de inyectar antibióticos en la cámara anterior para prevenir la endoftalmitis: 1) se consiguen mayores niveles de concentración del medicamento en el sitio diana, 2) se disminuyen los problemas que pueden existir en algunos pacientes para cumplir con la aplicación correcta de las gotas y su frecuencia adecuada. La literatura científica publicada apoya la seguridad del uso intracameral de vancomicina, moxifloxacina y varias cefalosporinas en cuanto a no producir inflamación y/o toxicidad, siempre que sean usadas en las concentraciones correctas. 16 En todo caso, aunque el cirujano decida usar antibióticos intracamerales al final de la cirugía de catarata, esto siempre debe estar acompañado de la aplicación de Povidona Yodada previo al inicio de la cirugía, debido a la evidencia existente a su favor. La aplicación de la Povidona Yodada no diluida debe ser en los tejidos perioculares, así como una copiosa irrigación en una concentración diluida al 5 o’ 10% sobre la superficie ocular y en los fondos de sacos conjuntivales. 1,6

10. Igualmente, resultan de importancia tratar infecciones o alteraciones previas presentes en los párpados como blefaritis, además de cubrir el borde de los mismos con los campos quirúrgicos de plástico para aislarlos lo más posible del contacto con las zonas de entrada a la cámara anterior. Así mismo, si se tiene duda de la completa hermeticidad de una incisión corneal es mejor colocar un punto de sutura que la selle definitivamente.

  1. Nentwich MM, Ta CN, Kreutzer TC, et al. Incidence of postoperative endophthalmitis from 1990 to 2009 using povidone-iodine but no intracameral antibiotics at a single academic institution. J Cataract Refract Surg 2015; 41:58-66.
  2. Keay L, Gower EW, Cassard SD, Tielsch JM, Schein OD. Postcataract surgery endophthalmitis in the United States. Ophthalmology 2012; 119:914-922.
  3. Hatch WV, Cernat G, Wong D, Devenyi R, Bell CM. Risk factors for acute endophthalmitis after cataract surgery: a population-based study. Ophthalmology 2009; 116:425-430.
  4. Montan PG, Koranyi G, Setterquist HE. Endophthalmitis after cataract surgery: risk factors relating to technique and events of the operation and patiente history. Ophthalmology 1998; 105:2171-2177.
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  6. Ahmed Y, Scott IU, Pathengay A, Bawdekar A, Flynn HW. Povidone-Iodine for endophthalmitis prophylaxis. Am J Ophthalmol 2014; 157(3):503-504.
  7. Schimel AM, Miller D, Flynn HW. Endophthalmitis isolates and antibiotic susceptibilities: a 10-year review of culture-proven cases. Am J Ophthalmol 2013; 156(1):50-52.
  8. Speaker MG, Milch FA, Shah MK, Eisner W, Kreiswirth BN. Role of external bacterial flora in the pathogenesis of acute postoperative endophthalmitis. Ophthalmology 1991; 98:639-650.
  9. Lalwani GA, Flynn HW, Scott IU, et al. Acute-onset endophthalmitis after clear corneal cataract surgery (1996-2005). Ophthalmology 2008; 115:473-476.
  10. Ciulla TA, Starr MB, Masket S. Bacterial endophthalmitis prophylaxis for cataract surgery. An evidence-based Update. Ophthalmology 2002; 109:13-26.
  11. Speaker MG, Menikoff JA. Prophylaxis of endophthalmitis with topical povidone-iodine. Ophthalmology 1991; 98:1769-1775.
  12. ESCRS Endophthalmitis Study Group. Prophylaxis of postoperative endophthalmitis following cataract surgery: results of the ESCRS multicenter study and identification of risk factors. J Cataract Refract Surg 2007; 33:978-988.
  13. Shorstein NH, Winthrop KL, Herrinton LJ. Decreased postoperative endophthalmitis rate after institution of intracameral antibiotics in a northern California eye department. J Cataract Refract Surg 2013; 39:8-14.
  14. Rudnisky CJ, Wan D, Weis E. Antibiotic choice for the prophylaxis of post-cataract extraction endophthalmitis. Ophthalmology 2014; 121:835-841.
  15. Lam S. Intracameral moxifloxacin injection to prevent endophthalmitis. J Cataract Refract Surg 2014; 40:509.
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ArtículosCatarata

Caso Catarata Lentiglobo Posterior.

posted by adminalaccsa 22 diciembre, 2016 0 comments

Lentiglobo Posterior.


Dra. Guadalupe Cervantes

Coordinadora
Dra. Guadalupe Cervantes – México

Contacto
gpecervantes@hotmail.com

Alaccsa-R lo invita a participar del siguiente caso de catarata y a enviar sus respuestas al correo jrodriguez@clatinmedia.com. En nuestra próxima edición tendremos algunas respuestas publicadas en nuestro Noticiero Interactivo y nuestra página web.

Entidad poco frecuente, caracterizada por un marcado adelgazamiento de la cápsula posterior en su parte central. Las fibras cristalinianas, como consecuencia, protruyen hacia atrás, se desorganizan y se opacifican, dando por consiguiente, una catarata central, habitualmente no mayor de 3 mm. Los pacientes cursan con alteraciones visuales, y aberraciones de alto orden (pérdida asfericidad) y tendencia a miopización y astigmatismo irregular. Generalmente se trata, cuando la opacidad es mayor de 3mm en forma bilateral, o más pequeña en forma uniocular, para evitar la deprivación por ambliopía. El manejo quirúrgico representa un reto, especialmente durante las maniobras de hidrodisección, aspiración de la catarata y restos corticales. El diagnóstico se realiza entre los 3 y los 15 años. Son signos característicos el patrón en ¨gota de aceite¨ durante retroiluminación cristaliniana y las sombres en ¨tijera¨ del reflejo de fondo durante la esquiascopia. El pronóstico visual es satisfactorio si se trata en forma temprana.

PREGUNTAS

Conociendo las alteraciones que presenta esta patología a nivel cristaliniana,
(cápsula posterior):

¿Cómo realiza la separación de la corteza cristaliniana de la bolsa capsular (hidrodelaminación vs hidrodisección) y la aspiración de la corteza?

¿Qué técnica utiliza para efectuar la capsulorrexis posterior?

¿Realiza algún otro ajuste en su técnica quirúrgica en estos casos?

Resolución
Dra. Guadalupe Cervantes

Técnica quirugica: es importante usar Azul de Tripan para buena visualización y para lograr cambios estructurales de cápsula, permitiendo desgarro de la misma en forma adecuada.

Proscrita la hidrodiseccion por la delgadez capsular posterior en zona afectada. Se debe hidrodelaminar, para evitar estallamiento capsular con luxación del núcleo a cavidad vítrea.

Video

La aspiración cortical debe realizarse en forma equatorial sin acercarse a la zona de adelgazamiento.

Realizar un ojal capsular posterior en zona de grosor normal, inyectando viscoelastico dispersivo en espacio de Berger, rechazando la hialoides anterior. La capsulorrexis circular continua efectuarse por fuera del borde limítrofe, entre la cápsula normal y la adelgazada.


Infección en Cirugía del Cristalino


Dr. Fernando Aguilera – México

Contacto
Dr. Fernando Aguilera – drfaguilera@yahoo.com.mx
Dr. Luis Escaf – escaff@gmail.com
Dr. Luis Alberto Rodriguez – luisalberto_rt@yahoo.com


Explicación

La endoftalmitis es una temida complicación de cirugía oftalmológica intraocular siendo más frecuente después de cirugía de catarata. Su frecuencia varia en los reportes de la literatura entre 0.7 y 1.4 por 1000 pacientes y su prevención es primordial para evitar su presentación, además de que el pronóstico visual tras su tratamiento es pobre en más del 30 por ciento de los pacientes tratados.

Dr. Fernando Aguilera: ¿Utiliza profilaxis de endoftalmitis preoperatoria?

Dr. Luis Escaf: Antes de someter a un paciente a cirugía de catarata hay que evaluar muy bien el estado de los párpados y glándulas de meibomio para descartar una infección, pero si está presente hay que tratarla previamente y solo cuando esté erradicada se procede a operar.

Dr. Fernando Aguilera: ¿Utiliza profilaxis antibiótica transoperatoria?

Dr. Luis Escaf: La mejor profilaxis comienza en el consultorio con un buen examen de párpados en base de pestañas, ya en cirugía el uso de la yodopovidona al 10 % para párpados y 5 % para sacos conjuntivales son mandatorios y es lo único aceptado mundialmente que erradica casi el 100% de las bacterias de la conjuntiva.

El uso de materiales aislantes para las pestañas es otra medida de prevención.

La buena esterilización de los instrumentos, sobre todos aquellos que son huecos y que puedan almacenar bacterias o detritus que puedan producir una endoftalmitis o un TASS.

De rutina usamos antibióticos y antinflamatorios intracamerales (moxifloxacina +dexametazona, con nombre comercial Vigadexa) que no tienen preservantes.

Aunque el laboratorio que lo produce no indica que sea para uso intracameral, lo usamos hace más de 9 años sin ningún problema.

Al finalizar la cirugía inyectamos 0.1 ml en la cámara anterior e igualmente infiltramos las incisiones con Vigadexa.

Dr. Fernando Aguilera: ¿Cuál es su régimen de antibióticos postoperatorios?

Dr. Luis Escaf: En el mismo día de la cirugía dejamos el ojo destapado e iniciamos antibioticoterapia a partir de las 3 a 4 horas de operado con moxifloxacina o ciprofloxacina 1 gota cada 4 a 5 horas hasta que el paciente se acueste entre 8 a 10 pm.

Se revisa el paciente al día siguiente y se evalúa la hermeticidad de las incisiones, la superficie epitelial, la cámara anterior y si todo está bien se deja el antibiótico y antinflamatorio por 8 días más.

Se le indican al pacientes algunos signos o síntomas de alarma y se le solicita que en caso de notarlos, consulte inmediatamente; sino, se revisa a los 5 días.

Dr. Luis Escaf - Colombia / escaff@gmail.com

Profilaxis de la infección
ocular tras cirugía de cataratas


La infección después de una cirugía de cataratas es siempre una situación muy delicada para todos los involucrados.

Se sabe que la incidencia de infección en este tipo de cirugía es relativamente rara y que su gran variabilidad depende de la región geográfica y el centro oftalmológico en cuestión.

El uso de la solución tópica de yodopovidona antes de la intervención quirúrgica ha sido objeto de muchos estudios. En esta aplicación lo que se pretende es modificar la microbiota de la conjuntiva y los párpados, y, según los resultados obtenidos, la protección que brinda a los ojos contra la contaminación es significativa.

Hay dos situaciones distintas de infección tras cirugías de cataratas que son de amplio conocimiento: la contaminación con la microbiota de la conjuntiva y el párpado del propio paciente, que da lugar a casos de infecciones aisladas, y la posibilidad de brotes de infección por contaminación de medicamentos, materiales o instrumentos utilizados en la intervención.

Por la tendencia de realizar numerosas intervenciones quirúrgicas una tras otra, la posibilidad de brotes de infección es real. Se sabe que, en la investigación de un brote de infección, la trazabilidad de los controles relacionados con las compras de materiales y medicamentos, así como los de esterilización, puede ser bastante difícil. Esta dificultad explica por qué la investigación de las posibles causas de muchos brotes no es concluyente[1].

Por ser una situación poco frecuente, el volumen de estudios prospectivos que se requieren para demostrar la necesidad de antibióticos profilácticos y disminuir el número de casos de infección suele ser muy grande y de difícil patrocinio.

El metaanálisis de publicaciones sobre el tema relacionado con la profilaxis hace posible la evaluación de varios procedimientos diagnósticos y terapéuticos.

Desde hace varios años se infiere que el uso de antibiótico tópico antes y después de la cirugía traería un beneficio directo en la reducción del número de casos de infección. Esta afirmación nunca fue evaluada, y varios estudios al respecto de este tema abordados por medio de la metodología de metaanálisis no han podido demostrar que solo el antibiótico tópico profiláctico pre- y posquirúrgico sea capaz de modificar significativamente la incidencia de endoftalmitis.

Respecto a la antibioticoterapia tópica preoperatoria, los debates siempre giraron en torno de la mejor dosis e intervalo de administración de antibióticos tópicos con el fin de lograr una concentración mínima inhibitoria intracamerular adecuada al comienzo de la cirugía. Además del esquema de antibioticoterapia tópica posoperatoria, siempre hubo un empeño en lograr concentraciones intracamerulares adecuadas durante días tras la intervención oftálmica, también mediante su penetración a través de la córnea.

Los antibióticos tópicos más investigados fueron las quinolonas de cuarta generación –la moxifloxacina y la gatifloxacina–, porque éstas son capaces de alcanzar concentraciones intraoculares más altas después del uso tópico de quinolonas de segunda generación, o aminoglucósidos. También se sabe que las quinolonas de cuarta generación presentan mejor actividad antibacteriana contra cocos grampositivos. También se sabe que los cocos grampositivos son los agentes más frecuentes en casos definitivos de endoftalmitis.

El uso de antibiótico intracamerular al final de la cirugía evaluado por el grupo europeo de endoftalmitis gana cada vez más adeptos. Este grupo utilizó cefuroxima como antibiótico intraocular profiláctico. Una revisión sobre el tema publicada en el año 2015 reúne pruebas significativas de que esta vía de administración puede cambiar la frecuencia de la endoftalmitis en el posoperatorio de cataratas. Otro editorial de la Academia Americana de Oftalmología aborda la necesidad de un cambio global en el uso de antibióticos en la cámara anterior al final de la intervención quirúrgica de cataratas.

Otra inquietud respecto al tema se refiere a la elección de la clase de antibióticos inyectables, puesto que la mayoría de los países no dispone de preparados específicos de antibióticos de una única aplicación intraocular. Las desventajas de la dilución y el fraccionamiento realizados por el equipo quirúrgico también son materia de deliberaciones.
Lo más investigado ha sido el uso de dos cefalosporinas: en Europa, la cefuroxima es la más utilizada porque presenta mayor probabilidad de aislar cocos grampositivos. En locales donde predominan las bacterias gramnegativas, la ceftazidima es uno de los fármacos recomendados, así como las quinolonas.

En São Paulo, Brasil, tenemos situaciones de cultivos positivos en casos aislados de infección por cocos grampositivos. Se identificaron varios brotes con aislamientos de Pseudomonas aeruginosa multisensible que causan problemas gravísimos, con múltiples evisceraciones y pérdida total de visión.

Creemos que la mejor receta para los agentes identificados en nuestro medio (São Paulo, Brasil) sería la moxifloxacina en una concentración de 0,5 microgramos en 0,1 ml. La presentación de este fármaco intravenoso, que en Brasil ya viene diluido, permite el fraccionamiento de apenas 0,16 microgramos en 0,1 ml. Así que se necesitaría un volumen de casi 0,3 ml en la cámara anterior al final de cada procedimiento.

No sabemos si, en casos de brote con contaminación de varios pacientes, la infección podría resolverse con la inyección de antibiótico profiláctico.

Las fluoroquinolonas de cuarta generación también pueden administrarse por vía oral o intravenosa y alcanzan concentraciones en la cavidad vítrea que pueden ser adecuadas para tratar procesos infecciosos causados por bacterias susceptibles.

Conclusiones

Los antibióticos tópicos profilácticos pueden usarse antes y después de la intervención quirúrgica, pero solamente con esta intervención no contamos con la misma garantía de una profilaxis eficaz, como la inyección intracamerular de antibióticos.

Es importante elegir el antibiótico intracamerular que satisfaga las necesidades de la comunidad en la región geográfica de estudio y tener en cuenta el perfil de sensibilidad para cada agente etiológico.

  1. Guerra R, BP F, Parcero C, Maia Júnior O, Marback R: An outbreak of forty five cases of Pseudomonas aeruginosa acute endophthalmitis after phacoemulsification. Arquivos Brasileiros de Oftalmologia 2012, 75:75-78.
  2. Schwartz SG, Grzybowski A, Flynn HW, Jr.: Antibiotic prophylaxis: different practice patterns within and outside the United States. Clin Ophthalmol 2016, 10:251-256.
  3. Meyer JJ, Polkinghorne P, McGhee CN: Cataract surgery practices and endophthalmitis prophylaxis by New Zealand Ophthalmologists. Clin Experiment Ophthalmol 2016.
  4. Javitt JC: Intracameral Antibiotics Reduce the Risk of Endophthalmitis after Cataract Surgery: Does the Preponderance of the Evidence Mandate a Global Change in Practice? Ophthalmology 2016, 123(2):226-231.
  5. Hariprasad SM, Mieler WF: Antibiotics. Dev Ophthalmol 2016, 55:344-356.
  6. Sharma T, Manjunath M, M GK, Musmade B: Aqueous penetration of orally and topically administered moxifloxacin. British Journal of Ophthalmology 2015, 99:1182-1185.

Caso Cristalino: Complicaciones en cirugía de cristalino

Dra. Pilar Nano
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Video.
Dra. Pilar Nano: ¿Cuál sería su plan quirúrgico a seguir?
Respuesta Dr. Marcelo Sterzovsky:

Se trata de un ojo único, glaucomatoso, con megalocórnea, nistagmus, catarata blanca y largo axil de 30 mm. En esta situación, dadas las características, el abordaje en general me parece correcto, sin embargo tengo algunas diferencias de planificación:

  1. Anestesia parabulbar.
  2. Dilatación pupilar con ganchos o anillo, si se dispone de él.
  3. Tinción y capsulotomía amplia.
  4. A diferencia de lo practicado, practicaría ECCE y no faco (No tengo experiencia con el Ultrachoper del Dr. Luis Escaf, que podría ser una posibilidad) con una incisión superior con bolsillo de 7 a 8 mm de apertura, luxación del núcleo a cámara anterior y extracción, seguido de aspiración de restos corticales.
  5. Utilizaría lente de acrílico de tres piezas colocada en el sulcus con óptica atrapada si hay buen sostén, de lo contrario, sutura al iris.
  6. Sutura en incisión de ser necesario.
Seguimiento

Control de presión ocular y transparencia corneal.

Después de un preoperatorio en ojo único, con largo axil de 30 mm, con antecedentes de DR en el contralateral, partiendo de una agudeza visual de C/D a 20/80, seguro que el paciente estará satisfecho. Tener en cuenta que debemos ser cirujanos integrales y que muchas veces lo perfecto es enemigo de lo bueno.

Respuesta Dr. Virgilio Centurion:
Cómo analizo el caso:
  1. Ojo único.
  2. Nistagmus.
  3. Catarata total blanca, subluxada.
  4. Megalocórnea con lesión central
    de córnea.
Cómo analizo la cirugía:
  1. Tratamiento de la pupila pequeña con ganchos, muy bueno.
  2. Facoemulsificación con bajos parámetros, perfecto.
  3. Implante en sulcus ciliaris, la opción menos traumática, podría también ser un lente de acrílico de 3 piezas que tienen 13,5 mm de largo y no sería necesario abrir mucho para el implante.
Y ahora, ¿qué hago?
  1. Controlar el glaucoma; en caso de que empeore, cirugía.
  2. La AV: + 20/80, para megalocórnea, con glaucoma, con lesión de córnea y nistagmus, no sé cuánto irá mejorar la AV. Una queratoplastia penetrante en ojo único de alto riesgo, ¿valdría la pena?

Mi conducta sería acompañar y tal vez realizar trasplante en último caso, con el paciente consciente de los riesgos.

Respuesta Dr. Fernando Arasanz:

Este es un caso de glaucoma congénito con roturas de la Descemet (estrías de Haab) que en el momento de la cirugía ya se aprecia en el video edema corneal en el eje visual.

La resolución quirúrgica de la catarata fue buena y eso nos abre la posibilidad de resolver también su patología corneal.

Actualmente el gold standard para la insuficiencia endotelial es algún tipo de queratoplastia endotelial (EK), quedando a criterio del cirujano si es DSAEK o DMEK.

No he encontrado antecedentes en la literatura sobre queratoplastia endotelial en caso de pacientes con estrías de Haab. Pero al tratarse de un paciente de ojo único, consideraría intentar un EK, ya que al ser un procedimiento que se realiza en ojo cerrado, es mucho menos riesgoso que una queratoplastia penetrante.(1)
DSAEK tiene menos incidencia de desprendimientos y rebubbling que DMEK y por lo tanto sería mi procedimiento de elección para este caso.

Durante el mismo hay que ser muy cuidadoso con el volumen de aire y la presión, ya que es posible que haya cierta debilidad zonular y se puede producir una luxación del LIO.(5)

Como se ha implantado una lente intraocular de PMMA no habría peligro de opacidad con el uso de aire ya que está descrito en lentes intraoculares de acrílico hidrofílico y acrílico hidrofílico con superficie hidrofóbica. (3) (4)

  1. Descemet stripping automated endothelial keratoplasty in pediatric age group.Madi S1, Santorum P, Busin M. Saudi J Ophthalmol. 2012 Jul;26(3):309-13. doi: 10.1016/j.sjopt.2012.04.006. Epub 2012 May 12.
  2. Air reinjection and endothelial cell density in Descemet membrane endothelial keratoplasty: Five-year follow-up. Matthew T. Feng, Marianne O. Price, Jalee M. Miller, Francis W. Price Jr. Journal of Cataract & Refractive Surgery, Vol. 40, Issue 7, p1116–112. Published in issue: July 2014.
  3. Opacification of a hydrophilic acrylic intraocular lens with a hydrophobic surface after air injection in Descemet-stripping automated endothelial keratoplasty in a patient with Fuchs dystrophy. Cited in Scopus: 0. ${freeContentIcon: 10.1016/j.jcrs.2016.02.004}. Peter Mojzis, Pavel Studeny, Liliana Werner, David P. Piñero. Journal of Cataract & Refractive Surgery, Vol. 42, Issue 3, p485–488. Published online: March 19, 2016.
  4. Calcification of a hydrophilic acrylic intraocular lens after Descemet-stripping endothelial keratoplasty: Case report and laboratory analyses. Cited in Scopus: 11. Melissa A. Fellman, Liliana Werner, Erica T. Liu, Shannon Stallings, Anne M. Floyd, Ivanka J.E. van der Meulen, Ruth Lapid-Gortzak, Carla P. Nieuwendaal. Journal of Cataract & Refractive Surgery, Vol. 39, Issue 5, p799–803. Published online: April 1, 2013
  5. Dislocated intraocular lens into the vitreous cavity after DSAEK. Eugene Tay, Madhavan S. Rajan, Valerie P.J. Saw, John K.G. Dart. Journal of Cataract & Refractive Surgery, Vol. 34, Issue 3, p525–526. Published in issue: March 2008