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Ametropías extremas

posted by adminalaccsa 15 abril, 2019 0 comments

Ametropías extremas


Coordinador

Dr. Juan Alfonso Russo – Bolivia

Panelistas

Dr. Claudio Orlich – Costa Rica Dr. Pablo Larco – Ecuador
Dr. Pablo Suárez – Ecuador

Paciente femenina, de 33 años de edad, alta miope que desea dejar de usar anteojos a fines de 2016.

Refracción referida preoperatoria.

OD −15.00/plano.

OI −16.00/ plano.

La paciente refiere que disminuyó la AV con anteojos.

En otro centro es operada de implante de LIO fáquicos Artisan en AO en abril de 2017.

En el posoperatorio, la paciente refiere que no existe mejoría de la AV, por lo que en agosto de 2017 acude a nuestro centro.

Al examen físico se aprecia:

AV OD

AV OI

0.1 PH 0.05 PH

No mejora No mejora

Biomicroscopía, córnea clara, CA formada,

IP superior, LIO Artisan enclavado a iris en horas 3:00 y 9:00 en AO, catarata subcapsular posterior (++).

Fondo de ojo: Alteraciones atróficas del EPR, estafiloma posterior.

Se pide exámenes complementarios.

Pentacam: Córnea normal, CA estrecha OD 2,22mm OI 2,21

Recuento endotelial: OD. 610 (muy reducido) OI. 1.988 (reducido).

Ecografía: Aumento de la longitud axial, estafiloma posterior.

OCT: Maculopatía miópica, adelgazamiento del área macular.

Los LIO Artisan están produciendo disminución del número de células endoteliales, porque la profundidad mínima de la CA para el implante de estos LIO es de 3.05 mm.

No hay mejoría de la AV porque ya hay una catarata, que probablemente había antes del implante de los LIO.

Se sugiere a la paciente el retiro del LIO y cirugía de catarata primeramente del OI y posteriormente del OD, informando a la paciente del riesgo de ambas cirugías, sobre todo del OD, que es casi seguro que sobrevenga una descompensación endotelial después de la cirugía.

SeoperóelODel9deoctubrede2018y una semana después el OI.

La técnica quirúrgica fue SICS, incisión escleral tunelizada de 6.5 mm, metilcelulosa entre el LIO y el endotelio, retiro del LIO, capsulorrexis con hialuronato, hidrodisección y retiro del núcleo del cristalino, aspiración de masas, implante de LIO 3 piezas y cierre.

Actualmente presenta: AV OD 0.5 PH 0.7 AV OI 0.4 PH 0.6

Actualmente la córnea de AO está transparente y la CA está formada:

Preguntas del caso

1. ¿Qué aspectos destaca en el caso presentado?

Dr. Claudio Orlich: La profundidad de la cámara anterior (ACD) se refiere a la distancia entre el epitelio corneal y la cápsula anterior del cristalino.1 Es importante tomar en cuenta que el IOLMaster utiliza un haz de luz de hendidura de 0.7 mm que se dirige a un ángulo de 30 grados hacia la cámara anterior. El instrumento mide la distancia entre las reflexiones de luz en la superficie corneal y la superficie anterior del cristalino (cápsula anterior) 2, cumpliendo con la definición original de ACD.

En el caso presentado, la profundidad de la cámara anterior según IOLMaster es 2.74 mm en ojo derecho y 2.54 mm en ojo izquierdo. Por su parte, el Pentacam toma como valor de ADC la distancia desde el vértice posterior del endotelio corneal hasta la superficie anterior del cristalino a lo largo del eje óptico, sin incluir el grosor corneal. Para este caso, la ACD del ojo derecho fue de 2.21 mm y 2.22 mm en el ojo izquierdo.

Es importante cuando se planea implantar un Artisan que la ACD sea mayor que 3.2 mm en pacientes miopes y 2.8 mm en hipermétropes 3. Si tomamos la medición según la definición de ACD de epitelio a cápsula anterior (IOLMaster) o en caso de utilizar el Pentacam, se debe restar a este valor la paquimetría, asumiendo que esté cerca de 0.5 mm (500 micras) el valor mínimo para un implante Artisan; utilizando el Pentacam como referencia, debería ser de 2.7 mm en un miope.

En el caso presentado, ninguna de las dos mediciones era apropiada para un implante Artisan. Pero el ACD por IOLMaster en ojo derecho era de 2.74, y el cirujano pudo haberse confundido si no tenía claro este concepto, esto podría explicar la indicación errónea del implante.

Un punto muy importante, aun cumpliendo con los valores antes mencionados, es la distancia desde el borde óptico del Artisan hasta el endotelio, que puede variar de 1.5 a 2 mm dependiendo

Dr. Claudio Orlich

de la potencia dióptrica del lente, la anatomía de la cámara anterior y el diámetro de la óptica 3. Idealmente debemos medirlo con un OCT de segmento anterior en el posoperatorio, ya que una distancia menor estará mayormente relacionada con una pérdida endotelial acelerada.

Dr. Pablo Larco: Es importante destacar las características anatómicas y funcionales de los ojos de esta paciente, que nos permitirá evaluar de mejor manera la conducta quirúrgica efectuada.

Se trata de una paciente femenina de 33 años, alta miope y que presenta alteraciones en mácula y polo posterior secundarias a un diámetro axial aumentado en ambos ojos de 28.91 y 29.86 mm, que muy probablemente limitó la visión de esa paciente desde su infancia. La profundidad de la cámara anterior es disminuida, contrario a lo que deberíamos esperar en un ojo de mayor longitud. La principal indicación para implantar lentes fáquicos es que la cámara anterior debe tener una profundidad no menor a 3 mm. Este diámetro disminuido es, sin duda, un factor predisponente importante, que ha originado una alteración

del endotelio corneal. La alteración macular, que se asocia a una limitación en su visión, es una contraindicación adicional para llevar a cabo una implantación de lentes fáquicos en la paciente.

Con frecuencia las expectativas de los pacientes son excesivas y en ocasiones las alternativas no quirúrgicas, como la implantación de lentes de contacto, son opciones válidas que debemos tener en cuenta. Aunque también debemos resaltar la importancia de efectuar de rutina en todos los pacientes la medición de la visión con estenopeico que nos permite conocer cuál es el potencial de recuperación visual de un paciente y evitar de esta manera problemas médico-legales e insatisfacción de los mismos.

Dr. Pablo Suárez: El manejo de un paciente miópico debe ser muy minucioso, puesto que posiblemente estemos frente a un paciente ambliope, por lo tanto, no debemos manejar muchas expectativas en cuanto a la visión. El examen físico nos indica una catarata subcapsular posterior, a pesar de que no tenemos en categoría LOCSIII, se puede concluir que, por la edad y la locación, esa catarata ya la tenía antes de la implantación de la lente Artisan. Las cataratas por lentes fáquicas son más de tipo

cortical con característica anterior, más que una subcapsular posterior. Podemos pensar en una catarata causada por algún grado de persistencia de vítreo primario. Como podemos observar es un caso de lo que yo llamo “miopía axial”.

Si analizamos la paquimetría corneal de los diferentes ojos podemos ver que el espesor corneal del ojo derecho es mayor que el del izquierdo. A pesar de que no es mucha la diferencia, esas 30 micras centrales nos pueden guiar a un edema corneal causado por esa disminución de células del ojo derecho. Por esta razón usaría otro tipo de viscoelástico y no metilcelulosa como se utilizó.

2. ¿Cómo procedería usted ante el paciente? ¿Complementaría el tratamiento de alguna forma adicional o el proceso que se realizó?

Dr. Claudio Orlich:En cuanto al manejo del caso, fue el correcto, evidentemente ante la inminente descompensación corneal del ojo derecho y la presencia de una catarata, el explante del LIO fáquico combinado con una faco-aspiración con un implante intraocular era lo indicado, siempre explicando a la paciente que tiene gran posibilidad de requerir de un injerto endotelial, la paquimetría central del ojo derecho era de 573 micras (casi un 5 % más que la del ojo izquierdo), con un conteo celular sumamente bajo de tan sólo 610 cél/mm2, esta paciente debe seguir bajo un control constante. La única variante que hubiese hecho en mi caso, que no utilizo SICS (Manual Small Incision Cataract Surgery) es una faco aspiración (paciente muy joven) utilizando Viscoat (condroitina sulfato 4 % hialuronato de sodio 3 %) en lugar de metilcelulosa. En estos casos en los cuales la córnea aún está transparente y el paciente está asintomático, al igual que el Dr. Alfonso, prefiero hacer la cirugía de catarata y dejar para un segundo tiempo el injerto endotelial, de ser necesario.

Dr. Pablo Larco: La miopía se asocia con mayor frecuencia con opacidad de cristalino subcapsular posterior. El desarrollo de la misma puede estar asociada al procedimiento quirúrgico realizado y al uso de corticoides, principalmente si recibió por periodos prolon-

s gados. Si el paciente presentó una opacidad r de cristalino previa a su cirugía y que según l se refiere en la historia clínica, su visión no

mejoró, sería una tercera contraindicación co-

locar lentes fáquicos en este caso.

r El manejo quirúrgico de una catarata en un . paciente alto miope y joven no está exento de

riesgos y complicaciones como un desprendimiento de retina, relacionado a una sinéresis del vítreo. En la ecografía modo B se evidencian alteraciones en el vítreo que podrían ser

compatibles con hialosis asteroide.

Mi sugerencia de manejo en este caso hubiese sido tener una conducta expectante en ambos ojos, documentar la opacidad de cristalino, verificar con el paciente si presenta sintomatología como disminución de su visión en la

mañana, controlar periódicamente cada seis

e meses con un contaje manual y central de la l córnea, con el objeto de comprobar si presenta alteraciones o deterioro en la microscopia o especular y paquimetría central. De ratificar-

se lo antes expuesto, recomendaría efectuar

una facoemulsificación con implante de lente

e intraocular de una pieza en el bag y tres meses después efectuaría un trasplante endotes lial lamelar (DMEK). El intervalo de cirugía en-

, tre uno y otro ojo no sería menor que un año.

eDr. Pablo Suárez: a. En estos casos me gusta hacer biometría por inmersión. La rao zón básica es que la longitud axial puede vert se afectada sino apuntamos en la parte más

distal del ojo. En ocasiones, el estafiloma no

es central, por lo que podemos tomar como

n longitud axial a una zona periférica del estas filoma y no al fondo del mismo. Para tener l conocimiento, este dato es muy importante

a. para ver si existe algún tilt del nervio óptico.
b. Creo que la angiografía es muy importante

para los defectos ventana que podemos tener.

Estos defectos nos pueden dar una idea del grado de degeneración miópica y junto a ello el pronóstico visual del paciente.

c. Un cerclaje con láser argón de la periferia por el retinólogo es muy importante. Vemos en la ecografía que el vítreo no está desprendido totalmente y eso nos puede dar el riesgo de un desprendimiento de retina por tracción vítrea.

d. A pesar de que no hay un estudio que lo ratifique, en nuestro servicio utilizamos anillo de tensión capsular en estos pacientes previo a la implantación de la lente intraocular.

Bibliografía

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Elbaz U. Comparison of different techniques of anterior chamber depth and keratometric measurements. Am J Ophthalmol.2007 Jan;143(1):48-53

Guell JL, Morral M, Gris O, Gaytan J, Sisquella M, Manero F. Five-year followup of 399 phakic Artisan-Verisyse implantation for myopia, hyperopia, and/ or astigmatism. Ophthalmology 115(6), 1002–1012 (2008)

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Faco en ametropias extremas

posted by adminalaccsa 15 abril, 2019 0 comments

Faco en ametropias extremas


Dr. Daniel Badoza Argentina

Debemos considerar ametropía extrema al paciente miope, en especial con largos axiales mayores de 30 mm, o al hipermétrope con largo axial menor de 21 mm.

La facoemulsificación en las ametropías extremas suponen muchos desafíos, tanto antes, durante y luego de la cirugía. Preoperatoriamente la dificultad más frecuente está relacionada con la medición del largo axial y el cálculo de la lente intraocular. Consideramos el largo axial como la distancia entre el vértice corneal hasta la capa de fotorreceptores a nivel de la mácula.

Durante la cirugía, debemos adaptarnos a ciertas incomodidades que presentan estos ojos en comparación con los normales, así como prevenir las descompresiones bruscas, que nos predisponen al desprendimiento de retina en los ojos muy largos o a la hemorragia supracoroidea en los muy cortos. En el seguimiento posoperatorio, debemos controlar la retina en los ojos largos.

Empezaremos con los cuidados que necesitan los pacientes con ojos extremadamente largos. Como dijimos antes, la principal preocupación está dada en la medición del largo axial y el cálculo del poder de la lente intraocular.

En estos casos se hace imperioso el uso de la biometría óptica para obtener mediciones precisas del largo axial. El principal motivo es la frecuente presencia de estafiloma posterior, que torna dificultosa la alineación correcta de la sonda, siendo inevitables las posiciones

oblicuas de la misma que no concuerden con el eje visual. Por el contrario, la biometría óptica, al requerir que el paciente fije en la luz del láser, permite una correcta medición del eje visual (ver figura 1).

Al calcular el poder de la lente intraocular, no todas las fórmulas son aplicables en ojos largos. Es frecuente la hipocorrección, es decir, que el paciente tenga una refracción más hipermetrópica de la que hemos intentado. Esa hipocorrección es más pronunciada cuanto mayor sea el largo axial.

Está generalizada la idea de que la fórmula más útil es la SRK/T. Si bien ésta brinda muy buenos resultados, son preferibles las fórmulas que consideran la profundidad de la cámara anterior (ACD), como, por ejemplo, las de Haigis, Barrett, Olsen y Panacea, diseñada por nuestro colega David Flikier, de Costa Rica. Tener en cuenta la ACD nos permite estimar la posición efectiva de la lente (ELP), reduciendo las chances de las sorpresas refractivas hipermetrópicas.

Otra particularidad en el cálculo de la lente en estos ojos es que frecuentemente necesitan LIO de bajas dioptrías, y muchas veces de dioptrías negativas, las que se caracterizan por su configuración en menisco, que geométricamente son más delgadas que las biconvexas. Esto genera un cambio en la constante, por lo que debe tenerse en cuenta que, si en nuestro calculador utilizamos la constante de la versión con dioptrías positivas, la refracción intentada será distinta a la que buscamos.

Durante la cirugía de ojos largos, es posible que el cirujano no esté cómodo debido a que debe utilizar los instrumentos con una orientación más vertical de la que está acostumbrado, ya que la ACD suele ser más mayor que en los ojos normales.

Cuando se inicia o se detiene la infusión, las fluctuaciones de la ACD suelen ser amplias. Esto genera estiramientos de las fibras zonulares que pueden generar dolor, por lo que es

bueno agregar anestesia intracameral en estos casos. Es muy frecuente que el inicio de la infusión haga que el iris contacte con el anillo remanente de la cápsula anterior, generando una adhesión en los 360 grados, que provoca un bloqueo pupilar inverso. Descripto por los doctores Cionni y Osher1 como síndrome de retropulsión del cristalino y el iris (lens-iris diaphragm retropulsion syndrome), se manifiesta por un desplazamiento posterior del diafragma iridocristalineano, profundización marcada de la cámara anterior, abombamiento hacia atrás del iris, dilatación pupilar extrema (ver figura 2a), y malestar para el paciente. Para detener el bloqueo pupilar, se debe separar mecánicamente el iris de la cápsula (ver figura 2b), ya sea con la punta de faco o de I/A, o con otro instrumento desde la paracentesis. Una vez que la presión en la cámara anterior se normaliza, la posición del iris se adelanta, aunque muchas veces el diámetro pupilar se reduce con respecto al previo a la aparición del síndrome. He visto casos donde la adhesión es tan fuerte que, al resolver el bloqueo, algún sector del epitelio pigmentario del iris puede desprenderse del mismo.

La principal preocupación en el posoperatorio en los ojos con más de 30 mm de largo axial es el desprendimiento de retina (DR). Fisiopatológicamente, se cree que lo predisponen los cambios en el vítreo que se generan con las descompresiones transitorias de la cámara anterior durante la cirugía, así como la reducción del volumen ocupado por la lente intraocular, que es significativamente más delgada que el cristalino. Habría un adelantamiento de la cápsula posterior con una reducción de la protuberancia del cristalino. Este mayor espacio en el segmento posterior permitiría que el vítreo se mueva, aumentando las posibilidades de que se produzca el desprendimiento posterior de vítreo (DPV). Está demostrada la asociación entre el DPV y la aparición de desgarros retinales periféricos que pueden llevar al DR.

En ojos normales el DR afecta al 0.1 % de

los ojos sin operar con miopía mayor que −5D.2 En estudios con técnicas modernas de facoemulsificación,3,4 el DR pseudofáquico en ojos miópicos fue reportado en 1.5-2.2 % de los ojos, pero estos estudios no tuvieron grupo control.

En un estudio con gran número de pacientes a los que se les realizó la facoemulsificación en un ojo y se utilizó como grupo control el ojo no operado, se concluyó que la operación aumenta el riesgo de DR en 4.23 veces.5 En ese mismo estudio, se confirmó que la incidencia de DR, independiente del estado fáquico o pseudofáquico, es mayor en varones, miopes altos y menores de 50 años. Desafortunadamente, no se ha realizado un estudio similar limitando la población a ojos largos, por lo que no hay datos que permitan conocer con precisión la magnitud en la que la facoemulsificación aumenta el riesgo de DR en estos ojos. Por estos motivos, es necesario ser meticuloso en la prevención del DR luego de la facoemulsificación en los ojos muy largos.

En primer lugar, cuando un paciente con buena agudeza visual tolera perfectamente la lente de contacto, no se le debería aconsejar la intervención. En caso de intolerancia a las lentes de contacto, en lugar de realizar una facoemulsificación prematuramente, es preferible conservar el cristalino implantando una lente intraocular fáquica de cámara posterior, combinada con excimer en casos con miopías mayores a 17D. Recordemos que en 2018 fue aprobado el implante de EVO Visian ICL en pacientes de hasta 60 años. Es fundamental informar al paciente que el objetivo de implantar la LIO fáquica es “ganar tiempo” para que pueda corregir su miopía sin predisponer a un DPV prematuramente, con la expectativa que llegar al menos hasta los 65 años con su cristalino sin operar. De este modo, para cuando la catarata se desarrolle, el DPV ya se habría producido, reduciéndose los riesgos de DR pseudofáquico. En segundo lugar, durante la cirugía es im-

portante prevenir las fluctuaciones severas o abruptas de la profundidad de la cámara anterior, a fin de mantenerla estable. Para ello, la incisión debe ser lo más angosta que permita la máquina de faco que se esté utilizando (hoy en día hay máquinas que permiten heridas para faco microcoaxial de 1.8 mm con excelente estabilidad de cámara). Con el mismo objetivo, programe la máquina con parámetros facodinámicos lentos. Al introducir o extraer de la cámara anterior la punta de faco, es conveniente que la botella de infusión (o la presión programada en máquinas con infusión activa) esté baja.

Recomiendo maniobras para mantener la cámara anterior formada en los pasos en que dejamos de tener infusión en la cámara anterior. Al terminar de emulsificar los cuadrantes, se baja la presión de infusión (o la altura de la botella) al mínimo posible, y mientras se extrae la punta a través de la incisión, se inyecta aire a través de la paracentesis (ver figura 3a y 3b). De la misma forma, al terminar la aspiración de los restos corticales y el pulido de la cápsula, se reduce la presión de infusión, pero en este paso al extraer la punta de I/A se introduce viscoelástico a través de la paracentesis, quedándonos el saco ya abierto para la implantación de la LIO. Al terminar la cirugía, luego de aspirar el viscoelástico, reducimos la presión de infusión, aflojamos el blefaróstato, y reformamos con solución balanceada la cámara edematizando la paracentesis a medida que sacamos la punta de I/A.

En cuanto a la ametropía extrema hipermetrópica, se da en ojos menores de 21 mm. Se pueden clasificar en microftalmos simple o complejo, nanoftalmos o microftalmos anterior relativo (MAR).

El concepto de microftalmos es el de un ojo con largo axial corto y segmento anterior normal, el de MAR es el de un ojo con largo axial normal y segmento anterior pequeño, mientras que el nanoftalmos es el de un ojo de menores dimensiones tanto en su largo axial como en su segmento anterior.

En cuanto al microftalmos, hay reportes disimiles en distintas poblaciones. En el Norfolk Eye Study, el microftalmos con largos axiales menores a 21 mm se presentó en el 1.2%, mientras que fue menor a 20 mm en el 0.27% de los pacientes.6

El microftalmos simple es aquel que no presenta comorbilidades oculares y en cuyo caso no hay riesgos asociados. En el microftalmos complejo, hay malformaciones asociadas en la retina y/o la coroides (por ejemplo, coloboma).

El MAR suele estar asociado a patología del segmento anterior, como ángulo estrecho, pupila pequeña, cierre angular, córnea guttata o pseudoexfoliación.7

plana, suelen presentar cristalinos de dimensiones normales o más gruesos, así como engrosamiento de la esclerótica o la coroides.

En el preoperatorio, 42 % de los casos presentan comorbilidades que limitan la visión. El glaucoma de cierre angular se presenta en el 42 % de los casos, con cierre agudo y crónicoenel23%yel19%deloscasos, respectivamente.8

Por todas estas características, en la evaluación prequirúrgica de los ojos micro o nanoftálmicos debemos prestar atención a la presión intraocular, la gonioscopia, el conteo endotelial, y la evaluación ecográfica de la coroides y la esclera.

Así como con los ojos largos, la medición del largo axial debe ser realizada mediante biometría óptica, o en su defecto, con biometría ultrasónica con técnica de inmersión. Cuando se realiza la biometría ultrasónica con técnica de contacto, la compresión ejercida con la sonda es causa de medidas erróneas del largo axial, llevando a hipercorrecciones en el cálculo de la LIO. En los ojos cortos, errores mínimos en la medida del largo axial conducen a grandes errores en el cálculo de la LIO. El error en estos ojos suele ser miópico, dando mejores resultados las fórmulas de Barrett y Olsen.9

En cuanto a las opciones de LIO, están disponibles lentes con alto poder dióptrico, o la técnica de piggy-back, en la que la segunda lente es implantada en el surco, siempre que haya una cámara anterior profunda que permita el implante. La técnica de piggy-back ofrece la ventaja de recambiar la lente anterior con facilidad en caso de sorpresa refractiva. En ese caso, multiplicando las dioptrías en el plano del anteojo por 1.5, obtendremos las dioptrías en que debemos corregir la lente del surco.

En los ojos nanoftálmicos nos encontramos con un largo axial menor a 20 mm, con distancia blanco ablancomenora11mmyACD menor a 2.2 mm. Estos ojos con dimensiones reducidas del diá metro corneal y cámara anterior ciente en cuanto a los riesgos. En los casos de

MAR, el pronóstico visual puede verse afectado por una ambliopia previa, por trauma en el iris, por ruptura capsular, por edema macular cistoide, descompensación corneal o glaucoma maligno. En los ojos nanoftálmicos, a esa lista de complicaciones debemos agregarle la efusión coroidea y la hemorragia supracoroidea.

La técnica quirúrgica nos enfrenta con ciertos desafíos en los ojos extremadamente cortos. La anestesia más recomendable es la tópica. La anestesia general puede ser necesaria en casos extremos o pacientes con ojo único. Es inconveniente la anestesia perio parabulbar debido a que puede aumentar la presión orbitaria o la de las venas epiesclerales. El balón de Honan o el masaje periocular antes de la operación puede ayudarnos a reducir la presión ocular. Se debe medicar al paciente con manitol 20 % (2 mg/kg) a fin de deshidratar el vítreo y reducir los riesgos de hipertensión de polo posterior.

Hay que estar preparados para el manejo de la pupila pequeña, así como de la cámara anterior plana. En algunos casos, puede ser necesario realizar una corevitrectomia por pars plana para ampliar la cámara, en otros se puede considerar la esclerotomía profiláctica.

En cuanto a las complicaciones, en estos ojos (en especial los nanoftálmicos) hay una incidencia mayor de trauma iridiano, desprendimiento de Descemet, edema corneal, ruptura capsular, edema macular cistoide, efusión uveal y dispersión del humor acuoso.

En conclusión, los ojos con ametropías extremas implican un desafío tanto en lo que respecta al cálculo de la lente intraocular como a la prevención y el manejo de complicaciones. La recompensa es el agradecimiento de los pacientes por la mejora en su calidad de vida que obtuvieron gracias a nuestra labor.

Referencias

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Alió JL. Lens surgery (cataract and refractive lens exchange) and retinal detachment risk in myopes: still an issue? Br J Ophthalmol 2011; 95:301-3

Neuhann IM, Neuhann TF, Heinmann H, et al. Retinal detachment after phacoemulsification in high myopia: analysis of 2356 cases. J Cataract Refract Surg 2008;34:1644-57

Bjerrum SS, Mikkelsen KL, La Cour M. Risk of pseudophakic retinal detachment in 202226 patients using the fellow nonoperated eye as reference. Ophthalmol 2013;120:2573-2579

Day AC, Khawaja AP, Peto T, et al. The small eye phenotype in the EPIC-Norfolk eye study: prevalence and visual impairment in microphthalmos and nanophthalmos. BMJ Open 2013;3:e003280. doi:10.1136/bmjopen-2013-003280

Nihalani BR, Jani UD, Vasavada AR, Auffarth Gu. Cataract surgery in relative anterior microphthalmos. Opthalmol 2005;112:1360-7

Steijns D, Bijlsma WR, Van der Lelij A. Cataract surgery in patients with nanophthalmos. Ophthalmology 2013;120:266–70.

Cooke DL, Cooke TL. Comparison of 9 intraocular lens power calculation formulas. J Cataract Refract Surg 2016;42:1157-1164

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Manejo del astigmatismo

posted by adminalaccsa 1 abril, 2019 0 comments

Manejo del astigmatismo


Dr. Juan José Mura Chile

En un mundo en que las necesidades de los pacientes han cambiado (uso de computador, teléfonos inteligentes, dispositivos de lectura), en que los resultados esperados han cambiado (con un 90 % de los pacientes dentro de ±0,50 D en relación a emetropía), en que la tecnología ha cambiado (biometría óptica, sistemas de alineación y corrección intraope- ratoria), pero por sobre todo en que la publicidad ha cambiado y se dirige directamente a los pacientes, la cirugía de catarata hoy en día sin duda alguna es un procedimiento refractivo.

Enfrentamos una alta exigencia proveniente de pacientes informados y con altas expectativas frente a los resultados. Pero, por otro lado, el conocimiento disponible nos permite optimizar nuestros resultados y minimizar las complicaciones.

Cuando la agudeza visual para lejos sin corrección ≥20/25 alcanza alrededor del 85-90 % (87 % en análisis de datos propios) y resultados de 20/20 en más del 50 % de los pacientes (55 % en análisis de datos propios), los factores que nos alejan de esta zona deben ser identificados y corregidos.

En este sentido, el principal problema que se debe solucionar es el astigmatismo residual. Es la principal causa de pacientes insatisfechos, incluso pequeños astigmatismos son causantes de grandes problemas, siendo que esto es especialmente válido en el caso de los lentes premium.

La distribución del astigmatismo en la población general es bastante regular1. Ver Figura 1.

Esta regularidad en la distribución permite una planificación bastante estandarizada para la corrección astigmática. En este contexto, debo precisar que en las siguientes líneas nos referiremos a la corrección del astigmatismo asociado a la cirugía de catarata en pacientes con córneas normales y sin crugías previas; para queratocono, posqueratoplastia penetrante, queratotomías radiales y astigmáticas, la predictibilidad de las técnicas y parámetros que vamos a analizar baja en forma sustancial.

Revisando la distribución podemos decir que el 75 % de los pacientes tienen astigmatismo ≤1.25 D, lo cual permite la corrección intraoperatoria con la posición y tamaño de la incisión principal en el 48 % de ellos (≤0.75 D) y con incisiones limbares relajantes (ILR) en un 27 % adicional (entre 0.75 y 1.25 D).

Para la corrección del astigmatismo es muy importante destacar el marcado.

La disponibilidad de sistemas asistidos por computadora, como el Zeiss Callisto Eye (Carl Zeiss AG, Dublin, CA) o el Alcon Verion Image Guided System (Alcon Laboratories, Inc., Fort Worth, TX), ha permitido eliminar las marcas físicas (potencial toxicidad epitelial y dolor), brindando soporte para la realización de las ILR, incisiones y capsulorrexis, además de la alineación exacta de los lentes tóricos. Ver Figura 2.

En el caso de no disponer de un sistema de alineación integrado, la marcación manual debe ser siempre con el paciente sentado, por la posibilidad de ciclotorsión, recordemos que con el cambio de posición en el 60 % de los casos hay 2 grados de ciclotorsión, en el 22 % hay 5 grados y en el 6 % de los ojos llegamos a 7 grados de ciclotorsión. Existen muchos métodos, en la lámpara de hendidura, en la misma camilla operatoria, y existen varios tipos de marcadores, con nivel, electrónicos, de péndulo. La elección depende de la preferencia individual. Durante muchos años utilicé el marcador de péndulo con excelentes resultados. Ver Figura 3.

Idealmente tener la impresión del plan siempre visible durante la cirugía, además de un segundo registro en un pizarrón. Ver Figura 4.

Para las ILR recomiendo utilizar este calculador online (www.lricalculator.com) o una apli- cación para smartphone llamada LRI CALC (https://appadvice.com/app/lri-calc-limbal- relaxing-incisions-calculator/393310977).

Para obtener óptimos resultados, la ILR debe tener 90 % de profundidad. Personalmente, realizo una paquimetría ultrasónica una vez que el paciente está dentro del pabellón. Para la realización de las ILR, utilizo el cuchillete de diamante Elite II® Diamond Micrometer de Mastel® (https://mastel.com/product/ elite-ii-micrometer/), que ofrece saltos de 10 μ (con un rango entre 500 y 800 μ).

Con esto, como fue mencionado, tenemos resuelto el 75 % de los astigmatismos. En mi práctica, las ILR no son una alternativa en astigmatismos ≥1.50 D (la regresión es casi de regla). Para esos casos, recomiendo lentes intraoculares tóricos.

Revisemos algunas consideraciones antes de entrar en el tema.

Hayashi2 ha estudiado y reportado el com- portamiento del astigmatismo posoperatorio en el largo plazo. En la mayoría de las personas luego de la cirugía de catarata hay un cambio de astigmatismo desde a favor de la regla (WTR) hacia en contra de la regla (ATR) en una tasa promedio de 0.34 D por década. Esto quiere decir que, si uno apunta a 0.35 D WTR como astigmatismo residual, el paciente estará muy satisfecho por 20 años o más.

En la prescripción de anteojos siempre se recomienda ser muy precavido al corregir astigmatismo y no invertirlo. En la cirugía de catarata es perfectamente seguro y bien tolerado invertir una pequeña cantidad de astigmatismo, así en los pacientes con astigmatismo ATR al apuntarse a 0.35 D WTR según lo recomendado previamente, no se afecta el resultado, por el contrario, se mejora en el largo plazo.

Sin duda, actualmente la mejor opción disponible es el calculador tórico de Barrett (https://www.myalcon-toriccalc.com/#/calculator; http://ascrs.org/barrett-toric-cal- culator), que considera la posición efectiva del lente y la estimación teórica del astigma- tismo corneal posterior en el cálculo, con lo cual logra 75 % de los pacientes en ±0.50 D de astigmatismo residual.

La importancia de la cara posterior de la córnea en la corrección fue demostrada por Koch de manera muy elegante,3 concluyendo que, si se ignora el astigmatismo corneal posterior, se puede llegar a una estimación incorrecta del astigmatismo total. Si sólo se seleccionan LIOs tóricos a partir del astigmatismo corneal anterior, se puede llegar a una hipercorrección en los ojos que tienen astigmatismo WTR y a una hipocorrección en aquellos ojos que tienen astigmatismo ATR. A partir de estas observaciones, la recomendación es LIO tórico que hipocorrija levemente por 0.5 D a pacientes con astigmatismo WTR y que hipercorrija levemente por 0.2 D a pacientes con astigmatismo ATR, según el análisis de vectores para el cálculo tórico. Las fórmulas que consideran el nomograma de Baylor3 logran subir de 33 % a 50 % los pacientes en ±0.50 D de astigmatismo residual. Al utilizar la fórmula Abulafia-Koch, el calculador PhysIOL (https:// www.physioltoric.eu) logra resultados comparables al calculador de Barrett, pero sólo para lentes patentados.

Durante mucho tiempo la recomendación fue determinar nuestro astigmatismo quirúrgi- co inducido (SIA) considerando un valor absoluto y no un vector como realmente debemos hacerlo. Actualmente la recomendación es utilizar el valor de centroide de 0.1 de SIA en el calculador de Barrett para los cirujanos que operan por temporal, lo que brinda resultados consistentes, con muy poca variación, incluso utilizando incisiones de tamaño variable entre 2.20 mm y 2.75 mm.

Dicho esto, para astigmatismos entre 1.5 D y 4.25 D (desde 0.4 D en astigmatismo ATR, pues recordemos que debemos invertirlo a 0.4 WTR), en lo personal utilizo la plataforma Acrysof® Toric. Con este grupo de pacientes, agregamos un 24 % de los casos, con lo que tenemos cu-

bierto el 99 % del total.

Al implantar un LIO tórico debemos tener especial cuidado en la retirada del viscoelástico, con énfasis en el espacio detrás del LIO. La permanencia de este favorece la rotación posterior y, con ello, el compromiso del efecto corrector. Por cada grado de rotación del eje se pierde el 3.3 % del poder del cilindro; con 30o de rotación hay una pérdida total de la corrección astigmática y con una rotación de 60o terminamos con el doble del astigmstismo con que empezamos.

En los pacientes con astigmatismos entre 4.5 D y 5.5 D (0.7 % del total) personalmente me siento muy cómodo utilizando una combinación de LIO tórico + ILR. Debemos recordar que en el cálculo de la ILR no debemos incluir el SIA, pues ya fue utilizado en el cálculo del LIO tórico. Hasta aquí hemos enfrentado el 99.7 % de los casos.

El 0.3 % restante corresponde a astigmatis- mos altos, fuera de la plataforma habitual, hablamos de casos con valores ≥5.75 D. En estos pacientes debemos extremar las pre- cauciones antes descritas en todos los pasos previos, pues pequeñas variaciones pueden provocar errores significativos por la magnitud del defecto a corregir.

Para estos pacientes tengo experiencia en 3 plataformas.

Rayner® T-flex aspheric (https://www.ray- ner.com/en/iols/toric/t-flex-aspheric-toric), con corrección astigmática hasta 11.00 D (en saltos de 0.50 D) hechos a pedido (hasta 6.00 D en modelo estándar). Ver figuras 5 y 6.

Humanoptics® Torica-aA/aAY con corrección astigmática hasta 20.00 D (en saltos de 0.50 D) en el modelo estándar. También se pueden solicitar mayores correcciones astigmáticas (hasta 40.00 D en forma personalizada). Ver figuras 7 y 8.

Finalmente tenemos disponible la plataforma Zeiss® AT Torbi 709M® con correcciones hasta 12.00 D en saltos de 0.50 D en forma estándar (https://www. zeiss.com/meditec/int/products/ ophthalmology-optometry/cata- ract-portfolio/iols/toric-iols/toriciol-family.html#attorbi709mmp) Ver figuras 9 y 10.

En pacientes extremos en los cuales es difícil asegurar estabilidad rotacional del LIO producto del diámetro del saco capsular es importante saber que contamos con el anillo endocapsular (CTR) de Henderson, manufacturado por FCI® MR-10C (https://fci-ophthalmics.com/pro- ducts/henderson-ctr) y Morcher® Eyejet CTR type 10C (http://www. morcher.com/nc/en/products/cap- sular-rings.html). Este CTR fue diseñado para facilitar la aspiración de la corteza, pero dado su diseño se puede utilizar para entregar soporte adicional al LIO y evitar movimientos posteriores. Ver figura 11.

La capsulorrexis debe cubrir 0.50 mm a 0.75 mm del borde del LIO en 360o, de tal forma que podamos prevenir el descentramiento, la capsulofimosis y las opacidades capsulares posteriores. Al quedar parte del LIO descubierto, se pueden ver rápidamente desplazamientos de la óptica que comprometen significativamente los resultados.

Las mismas precauciones y conductas se toman con los lentes multifocales tóricos. Respecto a esto, el gran desafío pendiente para LIO multifocales tóricos es lograr que

el centrado sea en el eje visual y no en el saco capsular, ya que mientras no se logre contro- lar ese aspecto del implante de LIO difractivos, estamos lejos de poder indicarlos en pacientes post cirugía refractiva, pues las zonas ópticas no coinciden.

Por último, si a pesar de todos nuestros esfuerzos, obtenemos como resultado un astigmatismo residual significativo, tenemos la posibilidad de Bioptics o el implante de un suplemento (add-on) en el surco, disponibles tanto en Rayner® con su modelo Sulcoflex® (https://www. rayner.com/en/iols/supplemen- tary/sulcoflex-toric) y en 1st Q® con AddOn® (https:// www.1stq.de/en/intraocular- lenss). Ver figuras 12 y 13.

Teniendo en cuenta todo lo expuesto, se pueden lograr resultados muy satisfactorios en la corrección del astigmatismo asociado a la cirugía de catarata.

Es importante tomar en consideración las recomendaciones generales que uno pueda obtener de publicaciones como ésta u otras más claras y didácticas, pero esto no es suficiente: para manejar el astigmatismo es muy importante y fundamental ir construyendo una experiencia personal, tabular nuestros resultados, seguir a los pacientes en el tiempo y afinar nuestro rendimiento frente a los distintos contextos.

 

ArtículosNoticiero Alaccsa-R

Drusas maculares

posted by adminalaccsa 1 abril, 2019 0 comments

Drusas maculares


Coordinador

Dr. Oscar Asís – España

Panelistas

Dr. Eduardo Viteri – Ecuador Dr. Jorge Jaramillo – Venezuela

Se trata de una paciente de 70 años, en seguimiento en este centro desde hace 10 años. Desde esa fecha, consta el diagnóstico de drusas maculares, no habiéndose acreditado progresión de las mismas. Actualmente, consulta por disminución de AV en AO. Al examen, se diagnostican cata- ratas; ante la posibilidad quirúrgica, la paciente solicita quedar sin gafas tanto de lejos cuanto de cerca. Ver figura 1 y figura 2.

¿Qué le planteamos a esta paciente con cataratas y drusas, y que nos solicita independencia de gafas en el posquirúrgico? Cabe destacar que la paciente no refiere metamorfopsia y presenta buena AV próxima, hipercorrigiéndola.

Dr. Eduardo Viteri: Asumo que se está considerando el implante de lentes multifocales en este caso porque presenta drusas pequeñas y en poca cantidad en la mácula. Debemos considerar que la expectativa de vida actual de una mujer de 70 años saludable bordea los 90 años de edad y la evolución de drusas maculares es la tendencia a empeorar, llegando a desarrollar atrofia geográfica en muchos ojos, en cuyo caso un lente multifocal afectaría la sensibilidad al contraste. Es imperativo tener una visión de mediano y largo plazo al momento de tomar esta decisión, pues intentar un re- cambio tardío de lente intraocular, si bien es posible, resulta muy difícil y no está libre de complicaciones.

En este caso le explicaría a la paciente su condición y moderaría sus expectativas a un nivel razonable acorde con el estado actual y la probable evolución futura de su mácula. Si solamen- te tiene alguna drusa pequeña podría considerar implantar lentes multifocales tóricos. Si se encuentran múltiples drusas, mi recomendación sería implantar lentes monofocales tóricos, calculando el poder para monovisión, apuntando a una miopía entre -1.75 D y – 2.00 D en el ojo no dominante. A esta y a todos los pacientes les explico claramente que no es posible ase- gurar o garantizar una total independencia de gafas.

Dr. Jorge Jaramillo: Al estar estable y no existir signos de progresión en las drusas, le plantearía facoemulsificación e implante de lente intraocular trifocal, difractivo, tórico o no, según biometría, topografía y cálculo por Panacea, en búsqueda de solucionar su motivo de consulta: independencia de gafas.

Sobre la selección de LIO en paciente con cambios sospechosos o en desarrollo de degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), la discusión será diferente se- gún el escenario clínico del paciente. En este caso en particular, con solo las drusas y clínicamente estable, hay una contraindicación relativa para un multifocal, pero los beneficios del LIO trifocal serían mayores que los riesgos.

Pacientes con catarata y maculopatía (drusas

blandas y/o cambios pigmentarios) con relativa buena agudeza visual corregida. Estos pacientes son difíciles de aconsejar debido a que la pérdida de sensibilidad al contraste a frecuencias espaciales más bajas está presente incluso en for- mas leves de DMRE. Por lo tanto, la im- plantación de un LIO multifocal es una contraindicación relativa.

Siendo las drusas un biomarcador para progresión a DMRE, solicitaría previamente al especialista en retina cuantificación del riesgo de progresión de estas drusas.

En contraste, si presentara antecedentes familiares marcados de DMRE, el hallazgo de las drusas, sintomatología o una advertencia de progresión descrita por el especialista en retina, la opción sería valorar implante de un lente asférico. Disminuir la aberración esférica puede mejorar la sensibilidad al contraste, particularmente en condiciones mesópicas, aunque la profundidad de enfoque y la distancia corregida cerca de la agudeza a menu- do son mejores con los LIO esféricos. En teoría, la implantación de un diseño as- férico podría ser beneficiosa en pacien- tes con DMRE, dada la mejora potencial en la sensibilidad al contraste. Entonces, en esta situación plantearía lente de ran- go extendido asférico o un convencional asférico con target a micromonovisión o una monovisión conservadora.

Lo importante es tener en cuenta el escenario clínico y analizar opciones. Los LIO trifocales difractivos demuestran mayor independencia de gafas, pero por la naturaleza de sus diseños ópticos, reducen la sensibilidad al contraste en condiciones mesópicas. Los LIO de rango exten- dido otorgan mejor sensibilidad al con- traste, pero a veces no logramos cumplir con la independencia de gafas deseada por el paciente.

 

Mi peor caso cirugía refractiva: Ectasia post-LASIK


Coordinador

Dr. Eduardo Viteri – Ecuador

Panelistas

Dr. Alejandro Valero – Ecuador Dra. Adriana Tytiun – Argentina


Contacto

Dr. Eduardo Viteri – eviteri@humanavision.com
Dr. Alejandro Valero – dralejandrovalero@gmail.com Dra. Adriana Tytiun – atytiun@gmail.com

Paciente de sexo femenino, 24 años de edad, consulta para eliminar dependencia de lentes en febrero de 2011. Manifiesta refracción estable y en la refracción manifiesta cicloplejia. Se encuentra miopía simple de -2.75 (esf.) en OD y de -3.25 (esf.) en OI, con paquimetría central de 565 y 568 micras en OD y OI, respectivamente. El examen de Pentacam preoperatorio de ambos ojos se observa en las figuras 1 a 4.

Se procede con LASIK, utilizando microqueratomo pendular para obtener colgajos corneales de 120 micras y se realiza ablación con equipo Esiris, sin presentar contratiempos trans ni posoperatorios en ambos ojos. En el primer control posoperatorio se observa colgajo corneal bien posicionado. Se prescribe moxifloxacina y, dexametasona y lubricantes oculares y se indica control en un mes para refracción y examen topográfico.

La paciente no regresó a control hasta septiembre de 2016 en que refiere disminución de visión en ojo derecho. Su refracción entonces es la siguiente:
OD: -1.25 (-2.50 x 45o) AV/cc = 20/40
OI: Plano AV/cc = 20/20

En ambos ojos se observa córnea de transparencia adecuada y colgajo corneal bien posicionado, con espesor corneal más delgado de 519 y 558 micras en OD y OI, respectivamente. El examen de Pentacam posoperatorio de ambos ojos se observa en las figuras 5 y 6 en las que se evidencia una ectasia corneal franca en ojo derecho.

Preguntas del caso

1. ¿Cuál sería su criterio para establecer si hay o no ectasia progresiva incipiente en ojo izquierdo?
Dr. Alejandro Valero:

Actualmente, luego de 5 años de realizado el procedimiento, la paciente presenta en el ojo izquierdo agudeza visual no corregida de 20/20 (emetropía) y mapas paquimétrico, sagital y de elevación compatibles con posoperatorio de LASIK sin o complicaciones. Tomando en cuenta s estos datos, descarto por el momento s ectasia corneal en ojo izquierdo.

Dra. Adriana Tytiun: Con respecto al ojo izquierdo, el único signo sospechoso es la elevación posterior en el punto TI de la zona de 3 mm que rodea al thinnest point, con una elevación +14 μ. Sin embargo, la queratometría y la paquimetría están dentro de valores esperables. Por lo tanto, haría un seguimiento de este ojo sin realizarle a ningún tratamiento.

2. ¿Qué conducta recomienda, tanto para ojo derecho como izquierdo?
Dr. Alejandro Valero: Uno de los principales retos del tratamiento de la ectasia pos-LASIK es lidiar con las expectativas del paciente cuyo objetivo es dejar de usar lentes. Debemos hacer énfasis que nuestra meta es detener la progresión de la enfermedad y mejorar la agudeza visual CORREGIDA. Habitualmente en una ectasia manifiesta recomiendo implantar segmentos intracorneales, ya que se logra mejorar la agudeza visual y en muchos casos es posible detener la progresión de la enfermedad. En el ojo derecho, sugiero implantar segmento intracorneal de 160 grados y 150 micras con incisión a 135 grados.

Al diseñar el plan quirúrgico debemos usar en lo posible un solo segmento de bajo espesor, ya que es preferible la hipocorrección, evitando cambiar el eje del astigmatismo.

En el ojo izquierdo, solo sugiero observación y controles periódicos con tomografía corneal.

Dra. Adriana Tytiun: En el ojo derecho haría CXL y adaptación de LC. Cabe destacar que la queratometría de OI, así como el mapa de elevación posterior del OD preoperatorios, sumado a la edad de la paciente, tal vez habrían contraindicado la realización de LASIK en este caso.

Resolución del caso

En este caso procedí a implantar un segmento intracorneal inferotemporal. Como se puede apreciar en el gráfico diferencial, la curvatura corneal presenta una disminución de la ectasia, la agudeza visual de la paciente mejoró a 20/40 y, como frecuentemente ocurre en estos casos, sintomáticamente está muy aliviada.

En el ojo izquierdo se hace seguimiento con exámenes semestrales de Pentacam, analizando con Módulo de Progresión de Ectasia de Beli (ver figura 5). Se puede apreciar que la curvatura corneal anterior (A) se mantiene estable a lo largo del tiempo, al igual que el espesor corneal (C). La curvatura corneal posterior (B) se incrementó inicialmente, sugiriendo una ectasia incipiente, pero en los últimos controles no hay una tendencia franca a ectasia, sino la variabilidad propia del examen, por lo cual se recomienda continuar controles semestrales. Si en algún momento se comprueba progresión se procedería a realizar Cross Linking de córnea (Ver figura 6).

Tips para la elección del implante de los ojos con miopía extrema


Dr. Julio Fernández Mendy Argentina

La distribución en la población de lo que llamamos alta miopía o miopía extrema es muy difícil de cuantificar, pues no existe una delimitación absolutamente precisa entre las diferentes magnitudes.

Las delimitaciones no son claras a la hora de clasificarlas, ni existe consenso si debemos diferenciarlas por el largo axial o por la refracción, o por el poder del lente intraocular a implantar. Tampoco se han dilucidado los umbrales que dividen las distintas categorías.

En este sentido se puede observar que, arbitrariamente, en algunos trabajos, se dividen solamente entre miopía leve, hasta –3 D por un lado, y por el otro, se ubica la moderada junto con la elevada, por encima de –3 D. Otros estudios hablan de elevada a partir de –8 D y extrema por encima de –10 D 2.

El ojo miope extremo, particularmente, constituye un verdadero desafío para el cirujano de segmento anterior por varios motivos, que analizaremos a continuación.

Estos pacientes nos ofrecen una problemática muy peculiar, que debe ser considerada como tal, analizada en toda su complejidad y enfrentada en cada caso como una situación individual y no como si se tratara de una catarata en un ojo de dimensiones normales.

Pueden aparecer escollos en los 2000, es un método con un error de todos los pasos del proceso: durante el estudio preoperatorio, en la etapa intraoperatoria y también en el posoperatorio. En cada momento es necesario advertir sobre los posibles inconvenientes a los que nos enfrentaremos, evitar minimizarlos, para no transformarlos en un caso de difícil manejo.

Los avances tecnológicos en la evaluación preoperatoria, el cálculo del LIO mucho más exacto, la incorporación de lentes intraoculares multifocales, trifocales y de rango extendido han transformado la cirugía sobre el cristalino en una cirugía refractiva. Es en este contexto en el que la cirugía de catarata en el ojo miope extremo debe ser analizada a la hora de realizar el implante del lente intraocular.

Evaluación preoperatoria:
Como en todo paciente que se somete a una cirugía de catarata, debe realizarse un examen oftalmológico completo, pesquisando primero si existen trastornos de la superficie ocular, y tratándolos con firmeza antes de realizar la biometría.

El cálculo del lente es fundamental a la hora de implantar cualquier lente intraocular, pero en estos casos es capital. La biometría ultrasónica, única utilizada hasta principios de medida inaceptable para los requerimientos actuales. Esos errores de medida del largo axial pueden llegar a ser tan grandes, en los casos de los ojos extremos, que las variaciones queratométricas debido a la superficie ocular pueden tener poca influencia en el resultado final. En la era actual del cálculo, con la biometría óptica, los errores que generan córneas irregulares pueden ser muy significativos debido a que el error de cálculo tolerado es mínimo.

Los ojos con largos axiales mayores que 30 mm son los que más frecuentemente consideramos cuando nos referimos a ojos miopes extremos.

Estos largos muy extremos pueden combinarse con córneas normales, pero también con córneas muy planas o con córneas muy curvas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, largos no tan extremos, entre 26 y 30 mm, pueden combinarse con córneas muy curvas y resultar en la necesidad de implantar lentes intraoculares en un rango entre –10 D y +3 D.
Cada una de estas combinaciones puede generar un error diferente a la hora del cálculo del lente intraocular.

A estos tipos de ojo miope extremo se deben sumar algunos pocos pacientes que fueron operados en la época inicial de la cirugía con excimer, cuando se operaban miopías de –15 D, que son muy difíciles de calcular, debido a que tienen áreas tratadas con diámetro muy pequeño, extremadamente planas en el centro, y que nos generan problemas por lo exagerado del aplanamiento corneal y la dificultad en las mediciones queratométricas por las irregularidades topográficas que acompañan a este tipo de ablación.

También debemos considerar los miopes extremos operados previamente con lentes intraoculares fáquicos, de cámara anterior con soporte angular, tipo Kelman, o de soporte iridiano de tipo iris claw, o los de cámara posterior. En estos casos, se agrega la dificultad quirúrgica que significa la extracción del lente fáquico y el astigmatismo que puede generar la incisión dependiendo del modelo que deba ser explantado: de 6 o 6.5 mm en los que son de PMMA (cámara anterior de soporte angular e iridiano) y de 3.25 o 3.5 mm en los plegables (Artiflex, ICL), que son de polisiloxano y Collamer, respectivamente. El cálculo en estos ojos requiere corregir el largo axial en el IOLMaster o Lenstar con la opción de ojo con lente fáquico, agregando el tipo de material del lente utilizado y calcularlo como un ojo miope elevado, como si no estuviera operado.

La introducción de la Interferometría de Coherencia Parcial en 1998 ha mejorado la medida del largo axial dramáticamente. En la actualidad es imprescindible efectuarla siempre en la miopía extrema.

Ante la imposibilidad de realizarla, por ejemplo, en cataratas completas, subcapsulares posteriores u otras circunstancias con opacidad de medios muy importante, deberemos hacer la biometría ultrasónica solamente cuando no se pueda hacer la biometría óptica.

Con la biometría ultrasónica sabemos que estamos cometiendo un error de medida que puede ser muy importante, y que, aunque tomemos todos los recaudos en la medición y en el resto de los parámetros, es altamente probable que el cálculo del lente a implantar nos conduzca a un error refractivo frecuentemente significativo.

La principal ventaja de la biometría óptica es su mayor precisión, 10 veces, comparada con la biometría ultrasónica. Ha mejorado el cálculo en general, utilizando cualquiera de las fórmulas disponibles.

La utilización de los MIOL nos obliga a obtener resultados refractivos entre +0.50 D y –0.50 D idealmente en todos los casos. Esta exactitud no la podemos prometer en los miopes extremos todavía, aunque ha habido avances prometedores en el cálculo en los últimos años, ese nivel de exactitud no puede ser alcanzado en este tipo de ojos.

La evaluación de la retina periférica con oftalmoscopía binocular indirecta debe ser realizada siempre para detectar desgarros o lesiones retinales que predispongan al desprendimiento de retina. Además, se debe evaluar la mácula con tomografía de coherencia óptica (OCT), para detectar alteraciones maculares, que se debe realizar como en todos los casos, aunque en los miopes elevados no siempre se puede obtener una buena imagen macular en el OCT.

Chair Time

• En el interrogatorio, el primer tema a considerar es analizar con el paciente cuáles son sus expectativas y cuáles son sus posibilidades reales. En este contexto, es frecuente que los pacientes estén informados sobre los tipos de lentes intraoculares disponibles en el mercado, pero no saben que no todos son aplicables a su caso en particular. En este sentido, es importante anticiparle que, luego de los estudios, veremos cuál o cuáles se adaptan mejor a las características de su ojo.

• Esto incluye el tema de la corrección de astigmatismos corneales, que se debe tener en cuenta, pero creo que es inútil conversar, previamente, de alternativas muy especiales sin sustento y después, frente a los resultados, comenzar a explicar por qué en su caso no puede implantarse un tipo u otro de lente de los que ya hemos hablado anteriormente de manera un tanto superficial.

• Una pregunta que no puede faltar debe ir orientada a saber cómo se ha manejado habitualmente durante la vida. (En los que tienen solo catarata monocular hay que plantear el tema en función de ambos ojos)

◊ Aquellos que han usado anteojos aéreos solamente, deben comprender que, una vez operados, pueden llegar a ver muy bien de lejos, pero eso implicaría ver muy mal de cerca. En este sentido, si prefieren ver
de lejos sin anteojos, usarán anteojos de cerca. Otra alternativa, en los pacientes que prefieren seguir manteniendo buena visión cercana sin corrección y no les molestaría usar anteojos aéreos para la visión lejana, con una corrección de alrededor de–3D.

◊ Por otro lado, están los pacientes con miopía extrema, que vienen utilizando solamente lentes de contacto y no utilizaron nunca corrección de cerca. En este punto es necesario tratar de preguntar si han utilizado en monovisión, aunque puede ser que hayan estado hipocorregidos ambos, y con diferencia entre ambos ojos. Estos pacientes se beneficiarán seguramente con un resultado refractivo de –1.00 D a –2.50 D.

◊ Aquellos que previamente utilizaron lentes de contacto para ver bien a distancia, pero usaron siempre corrección de cerca, y eso es lo que prefieren, es mejor apuntar a la emetropía o a una miopía de –0.50 D.

◊ También es muy diferente en los casos operados con lentes fáquicos, en los cuales es fundamental saber cómo han estado previamente, de la misma manera que con los usuarios de LC.

◊ Si se trata de pacientes pre présbitas que han utilizado siempre LC y nunca anteojos, la situación exige una conversación mayor que consiste en explicar la presbicia a alguien que no la ha padecido todavía y que está acostumbrado a ver bien de lejos y cerca con LC. Existen muchos pacientes jóvenes con cataratas en miopías elevadas.

• Desde el punto de vista del compromiso de la retina, es importante tener en cuenta que el riesgo del desprendimiento de retina es mayor en este grupo de pacientes. Hay que advertirlo, anticiparlo, como explicamos el riesgo de endoftalmitis en lo relativo a la frecuencia con la que puede aparecer y sus consecuencias.

En este sentido, se ha propuesto clasificar la miopía elevada en: aislada, que no presenta patología retinal, y ocurre en aproximadamente el 50 % (IHM); patológica anterior, el 22 % (APM), cuando está afectada la retina anterior; patológica posterior, el 10 % (PPM), cuando está afectada la mácula; y combinada, el 17 % (CPM), que incluye anterior y posterior. El equivalente esférico promedio de cada grupo aumenta desde la aislada (–8 D) a la combinada (–10 D)1. Este estudio nos indica que, de cada dos miopes extremos, uno puede tener lesión patológica retinal, y el otro puede no tenerla.

Evaluación preoperatoria

• Sedebecitarpararealizarlosestudios preoperatorios con tiempo suficiente de descanso de los LC. El examen debe incluir biometría de coherencia óptica y topografía corneal con aberrometría. En este sentido, existen diversos equipos como Pentacam, Galilei, OPD Sense III, que aportan muchos datos sobre la córnea, la superficie ocular y el sistema óptico que hoy constituyen herramientas indispensables para la selección del lente intraocular.

• Como dije anteriormente, un tema en absoluto no menor, es que la gran mayoría de los pacientes miopes extremos son usuarios habituales de lentes de contacto y muy reacios a suspenderlos por tiempos prolongados. Esto genera dos problemas: las mediciones corneales pueden ser de muy mala calidad, debido a la alteración de la superficie ocular por el sobreuso, y el fenómeno de moldeado de la córnea (síndrome de warpage), que puede dar lugar a errores en las medidas queratométricas. En general se aconseja discontinuar los lentes por lo menos una a dos semanas en el caso de los blandos y 4 a 6 semanas en los rígidos.

• Uno de los factores que conspira contra el éxito en la exactitud de la medida del largo axial es que, si bien la precisión de la biometría basada en la interferometría de coherencia óptica ha mejorado mucho, la ubicación geográfica de la fóvea en estos ojos no siempre es posible, por lo que no se puede medir correctamente el largo axial.

◊ En el caso de los ojos miopes extremos, en primer lugar, se trata de un ojo con diversas anomalías en cuantoasuformaynosolo a sus dimensiones. Estas anomalías del perfil posterior retinal, como los estafilomas, modifican la superficie cóncava regular y generan otra irregular, muy particularmente inclinada, que no mantiene un radio de curvatura posterior preestablecido, y crean un punto foveal ubicado en una posición que noesladeunojocon dimensiones medias. La ecografía modo B ayuda a visualizar y valorar la morfología de esta deformación posterior, que puede crear un desnivel de unos 2 mm, pero no es útil para medir.

◊ En el momento de la medición del largo axial, algunos miopes muy elevados no llegan a fijar muy bien, es decir, pierden nitidez al mirar la luz de fijación, debido a la enorme ametropía. En este caso, un tip que puede ayudar a perfeccionar la medida del largo axial con el IOLMaster es utilizando la refracción aérea y realizar varias tomas para corroborar con las anteriores que hemos obtenido sin ella.

Elección del poder del lente intraocular

• Otradificultadquesesuma en esos rangos de lentes intraoculares es que hay pocos modelos que abarquen todo el abanico de poderes. Algunos modelos de lentes intraoculares comienzan en +6 D, otros en 0 D, otros en –6 D y otros en –15 D. La diferencia entre los poderes en este rango es de 1 D, no de 0.50 D, como en los restantes lentes intraoculares, desde +6 D hasta +30 D. Esta diferencia de +1 D crea algunos errores que se originan a la hora de elegir el poder. Por ejemplo: si el cálculo nos ofrece un resultado de +2.25 D, debemos colocar un de +3 o +2 D, cuando quizás hubiéramos elegido uno de +2.50 D.

Otro tema frecuente en estos ojos es que encontramos discordancias significativas entre las diversas fórmulas. Las diferencias surgen del método que cada fórmula utiliza para calcular la posición efectiva del lente (ELP). Holladay presentó hace más de 10 años los nueve tipos de ojos según el largo axial y la dimensión del segmento anterior. En el 90 % de los ojos largos encontró que el segmento anterior está en valores de rango normal, y en el 10 % solamente es más grande. Si la ELP se calcula infiriéndola, solo teniendo en cuenta el largo axial, el resultado será muy diferente en los ojos con segmento anterior normal o aquellos que en los que es más largo. Este error no se produce si es que existe un dato real de la medida donde se cree que va a quedar la lente intraocular, que se calcula con medidas específicas de la profundidad de la cámara anterior y del espesor del cristalino. Existen en esta franja de ojos numerosos estudios comparando las diversas fórmulas.

◊ En general, entre las fórmulas más frecuentemente usadas hasta ahora, la Haigis y la SRKT funcionan mejor. Haigis tiene menor error que la SRKT en los ojos con K mayor que 43 D y largos axiales mayores que 30 mm3.

◊ Las fórmulas más nuevas de Olsen y Barrett Universal II van ganando terreno últimamente ya que miden fehacientemente el espesor del cristalino y la cámara anterior, calculando más exactamente la posición en la que el LIO va a posicionarse dentro del bag. En otro estudio se analiza el error refractivo en la predicción tomando en cuenta nueve fórmulas4 y dos equipos: Lenstar y IOLMaster. Los resultados demostraron a la Olsen como la más exacta con las mediciones del Lenstar, pero fue la peor con los valores obtenidos por el IOLMaster; la Barrett Universal II fue la mejor con las medidas del IOLMaster. La de Olsen que viene en el equipo (Lenstar) funcionó peor que la versión Standalone Olsen, que se puede acceder a través de la página web PhacoOptics PC.

En otro estudio comparando dos series de fórmulas preinstaladas en Lenstar e IOLMaster, se obtuvo mejor resultado con Olsen, seguido de la Haigis, en todos los tipos de ojo5.

◊ Otro método para calcular el poder del lente en ojos mayores que 25 mm es el del ajuste del largo axial, que proponen Koch y Wang, usando la fórmula Holladay 1 (ALoptimized Holladay I), aumentando +0.27 a +0.68 D en los poderes de lentes intraoculares arriba de +5 D y +1.13 a +1.87 D en los lentes por debajo de 5 D 6.

◊ Personalmente, desde 2012, a partir de un estudio retrospectivo personal, utilizo un método con el que optimizo el cálculo para evitar el shift hipermetrópico: calculo con IOLMaster, fórmula de Haigis optimizada, sumando +0.75 para la emetropía en todos los casos, pero agregando 1 D adicional en ojos con largos axiales mayores que 30 mm, K superiores7 a 44 D o ACD mayor que 3.8 mm .

◊ En 2017 comenzó a utilizarse la fórmula de Warren Hill-RBF que es una fórmula basada en principios de la inteligencia artificial. Se puede acceder a través de https//rbfcalculator.com. El calculador puede medir de 19 a 35 mm de largo
axial. El método consiste en la incorporación a su base de datos de más de 12 000 casos operados, con los resultados posquirúrgicos, donde un modelo de inteligencia artificial encuentra similitudes y sugiere el lente a implantar. La exactitud de este método en algunos trabajos es muy promisoria.

◊ Otro método de cálculo es con la aberrometría intraoperatoria con el ORA, que algunos estudios lo posicionan como el más exacto.

Elección del lente que vamos a implantar

• Una vez calculado el poder de la lente intraocular, y con el resultado de la topografía y la biometría óptica, volvemos a conversar con el paciente sobre las posibilidades refractivas que podemos ofrecerle.

◊ En esta decisión uno debe considerar: que no siempre la emetropía es lo mejor, que la hipermetropía es siempre lo peor y que una leve miopía puede ser el mejor resultado.

◊ En general no propicio la utilización de lentes intraoculares multifocales en la miopía extrema. El multifocal de menor poder que he implantado es de +8 D en un ojo, en una paciente con una anisometropía que llevaba +15 D en el otro y con muy buen resultado. Hasta hace unos años, era una situación impensada, debido a que la mayoría de los lentes intraoculares multifocales comenzaban en +10 D y luego se expandieron a +6 D.

◊ En la actualidad existen algunos modelos desde 0 D, lo cual creo es peligroso, pues todavía es muy difícil garantizar obtener un valor suficientemente exacto del poder esférico del lente que permita una buena función en multifocalidad, debido a un error refractivo posoperatorio inesperado.

◊ También hay que tener en cuenta que muchas veces podemos no disponer un stock de tóricos, con la imposibilidad de corregir el cilindro corneal preoperatorio.

◊ El otro tema, no menor, a la hora de la elección del LIO, es el diámetro total entre las hápticas, pues en ojos extremadamente grandes un LIO estándar monopieza puede quedar inestable dentro de un saco grande. En estos casos, uno de tres piezas, de 13 mm de diámetro, se acomoda mejor en un saco capsular grande, mientras que uno de 12 mm puede desplazarse dentro del saco, dando lugar a descentraciones que pueden ser significativas en los casos de los lentes asféricos.

Como conclusión, hay que ser prudente, muy meticuloso, explicar mucho, advertir sobre riesgos y no crear expectativas descabelladas.

Referencias
1. Ludwig CA, Shields RA, Chen TA. A novel classifica- tion of high myopia. Graefes Arch Clin Exp Ophthal- mol 2018 oct 256(10) 1847-56
2. Cumberland P, Bountziouka V, Rahi J. Impact of varying the definition of myopia on estimates of prevalence and associations with risk factors. Br J Ophthalmol 2018 OCT: 102(102): 1407-12
3. ZhuXJ,HeWW,DuY,QianDJ,DaiJH,LuY.Lens power calculation for high myopic eyes with cataract: comparison of three formulas. Chin J Ophthalmol, 2017, 53: 260-265.
4. Cooke DL, Cooke TL J Comparison of 9 intraocular lens power calculation formulas. JCataract Refract Surg. 2016 Aug;42(8):1157-64
5. Cooke DL, Cooke TL. Prediction accuracy of preinsta- lled formulas on 2 optical biometers. J Cataract Re- fract Surg. 2016 Mar;42(3):358-62.
6. Wang L, Shirayama M, Ma X J, Koch D. Optimizing intraocular lens power calculations in eyes with axial lengths above 25 mm. J Cataract Refract Surg. 2011 Nov 37 (11): 2018-27.
7. Fernandez Mendy J; Fernandez Mendy A; Fernandez Mendy H. Optimizando el Cálculo en Miopes Altos. Presentado en el Congreso Panamericano de Oftal- mología. Lima 2017.

Infecciones


Coordinador:

Dr. Luis Fernando Mejía – Colombia

Panelistas

Dr. Germán Giraldo – Colombia
Dra. Ángela María Gutiérrez – Colombia Dr. Eduardo Viteri – Ecuador

1. ¿Usa profilaxis antibiótica en el preoperatorio? ¿Cuál?

Dr. Germán Giraldo: Uso, de rutina, moxifloxacino desde el día previo a la cirugía, 1 gota cada 6 horas, hasta el momento de entrar al quirófano.

Dra. Ángela María Gutiérrez: No uso profilaxis antibiótica de rutina. A todos mis pacientes se le aplica yodo-povidona al 5 % por 3 minutos antes de la cirugía. Con esta intervención, buscamos reducir la flora de la conjuntiva y de los párpados para evitar la contaminación de la herida quirúrgica y, por ende, el acceso de microorganismos al ojo, tanto en el momento intraoperatorio como en el posoperatorio. Su eficacia tiene un nivel de evidencia II, con una recomendación clínica de uso B. De haber alergia al compuesto yodado, se utiliza clorhexidina al 0.02 % como alternativa.

Cuando veo pacientes con patología de párpados como blefaritis (anterior y/o posterior) o que tengan rosácea, atopia y compromiso palpebral, les formulo champú de bebé o alguna de las soluciones para lavado y limpieza de párpados con compuestos como aceite del árbol del té (antimicrobiano, astringente), caléndula, avena, etc., que remueven partículas, células y escamas del borde palpebral, reduciendo la carga infecciosa de microorganismos que están en el párpado y, a la vez, desinflamando. Aunque esta medida no tiene un nivel de evidencia significativo (III – C), considero que es importante en el manejo integral de un paciente que va a ser llevado a una cirugía intraocular.

Ocasionalmente, a pacientes diabéticos o con inmunosupresión o en estado de franco deterioro, con blefaritis o antecedente de infecciones sistémicas les formulo profilácticamente moxifloxacina 0.5 % o Zymaxid 0.5 % en gotas a razón de 5 gotas al día 1 un día antes y hasta que ingresen a cirugía. Además, a esta medida la acompaño con un AINE tópico.

Según publicaciones como las de Vasavada, el antibiótico tópico administrado desde el día anterior es tan eficaz como el antibiótico tópico administrado 2 horas antes de la cirugía, y su efecto de disminuir la flora conjuntival ha sido efectivo en ambas modalidades. En términos generales, la evidencia (III – C) no es tan sustantiva como para afirmar que esta acción es realmente efectiva como profilaxis preoperatoria para evitar la endoftalmitis.

En la valoración prequirúrgica de cirugía de catarata, descarto pacientes con infecciones en vías lagrimales o en el ojo congénere, y no los opero hasta que no se haya tratado y resuelto la patología.

Aislamos los bordes palpebrales y las pestañas con plástico que se adhiere al borde palpebral. Igualmente tenemos un control muy estricto de asepsia en salas de cirugía, así como todo lo referente al instrumental y equipo que se utiliza en el procedimiento.

Dr. Eduardo Viteri: Como profilaxis para infecciones, prescribo rutinariamente moxifloxacina TID durante los tres días previos a la cirugía. Adicionalmente se indica a los pacientes realizar lavado de borde palpebral con alguna de las soluciones jabonosas comercialmente disponibles. Si hubiera evidencia de demodicosis palpebral prescribo ivermectina oral adicional a las medidas de higiene. No prescribo antibióticos sistémicos.

Previo al inicio de la intervención se instila povidona yodada al 5 % en fondos de saco conjuntivales e irrigación profusa.

2.Cuál de estos tres métodos prefiere usar en cirugía: ¿antibióticos intracamerales, en la infusión de la FACO, o subconjuntivales? ¿Por qué? ¿Cuál antibiótico usa?

Dr. Germán Giraldo: No utilizo antibiótico intraoperatorio. Considero que la moxifloxacina desde el día antes me asegura niveles adecuados en cámara anterior al momento de la cirugía. Sin embargo, al finalizar la cirugía administro una gota de moxifloxacina.
Dra. Ángela María Gutiérrez: No utilizo antibióticos intracamerales ni endilución en el líquido de irrigación, a pesar de existir evidencia de alta efectividad del uso de antibiótico intracameral (nivel de evidencia 1b, grado de recomendación A) en la prevención de la endoftalmitis. La explicación es que en mi país (Colombia), no disponemos de antibióticos en monodosis para uso intracameral. Otra de las razones es el temor a que se presente un error en la dilución con la cefuroxima, la moxifloxacina, la vancomicina u otros, o que se contaminen los medicamentos y no queden totalmente estériles, dando lugar a toxicidad intraocular o infección. Entre las complicaciones que pueden presentarse con los antibióticos intracamerales están: las reacciones alérgicas, edema macular, síndrome tóxico del segmento anterior, oclusión arterial en vasos retinianos, etc.

Tenemos una tasa bajísima de incidencia de endoftalmitis en el sitio donde realizo mis cirugías (alrededor de 0.04 %) y ninguno de los cirujanos de catarata utiliza antibióticos intracamerales. Nuestra tasa es prácticamente comparable con la de centros en los que se coloca el bolo intracameral de antibiótico y que reportan tasas tan bajas de endoftalmitis como en nuestro centro (Clínica Barraquer, Bogotá Colombia).

Al finalizar la cirugía, aplicamos una gota de moxifloxacina 0.5% y otra de prednisolona 1% sobre la superficie ocular.
Utilizo inyección subconjuntival de ceftazidima con dexametasona al finalizar el procedimiento en personas de alto riesgo de infección e inflamación, como lo son los diabéticos. También, coloco inyección subconjuntival de ceftazidima y dexametasona si hay ruptura de cápsula posterior con pérdida de vítreo. La explicación es que el antibiótico inhibe el crecimiento bacteriano que puede entrar en el ojo durante la cirugía.

Consideraría la aplicación de antibióticos intracamerales en mis pacientes de cirugía de catarata si se dispusiera de medicamentos que reúnan los criterios de manufactura respecto a la concentración y esterilidad por parte de los laboratorios.

Durante la cirugía trato de mantener el campo quirúrgico seco, evitando tener exceso de líquido acumulado en la superficie ocular. Trato de mantener siempre la incisión cerrada o estanca al introducir o sacar los instrumentos del ojo, evitando la salida de fluido intraocular o entrada de líquido que esté por fuera del sistema de irrigación. Esto es importante en casos de cirugías complejas o reoperaciones por un riesgo mayor a infección.

Para recordar, los gérmenes que más frecuentemente producen endoftalmitis son las bacterias grampositivas, tales como los estafilococos coagulasa negativa, Staphylococcus epidermidis, aureus y Streptococcus viridans, y las gramnegativas. Menos frecuentes son la Pseudomonas aeruginosa, el Hemophilus influenzae, el P. acnes y hongos, tal como se ha encontrado en los diferentes estudios y publicaciones.

Dr. Eduardo Viteri: Hasta recientemente inyectaba en cámara anterior 0.1 ml de solución de moxifloxacina y dexametasona que se consigue comercialmente preparada para colirio (sin conservantes), sin haber observado efectos secundarios ni registrado casos de endoftalmitis posoperatorias.

Luego de revisar un reciente artículo de Miyake (*) y colaboradores sobre la toxicidad de moxifloxacina, vancomicina y cefuroxima en células vasculares de retina, he suspendido la administración de antibióticos intracamerales en casos rutinarios no complicados.

Considero que este es un aspecto del manejo de posoperatorio que todavía se encuentra sujeto a investigación y es motivo de activa controversia. Debemos mantener nuestra mente abierta a la evidencia que va apareciendo para ajustar nuestra conducta de acuerdo con los protocolos establecidos y la evolución del conocimiento.

3.¿Cuál antibiótico utiliza en su profilaxis? ¿Antibiótico en el posoperatorio, en qué dosis y por cuánto tiempo?

Dr. Germán Giraldo: Utilizo de rutina moxifloxacino desde el día antes de la cirugía, 1 gota, cada 6 horas. Al finalizar la cirugía administro una gota y retiro el paciente del quirófano con protector ocular, sin apósito, con instrucciones de iniciar nuevamente el moxifloxacino al llegar a su casa. El antibiótico lo ordeno por 2 semanas.

Dra. Ángela María Gutiérrez: En el posoperatorio utilizo moxifloxacina 0.5 % y fosfato de dexametasona 0.1 % o gatifloxacina 0.3 % y acetato de prednisolona 1 % (quinolonas de 4.a generación), combinación de antibiótico-corticoide en una presentación en el mismo frasco de colirio, a razón de 4 gotas al día, por 2 semanas o 14 días, esperando que para este tiempo de transcurrida la cirugía, haya cicatrizado la incisión y no haya inflamación en segmento anterior. No las prescribo por más tiempo por las resistencias que se han generado con los antibióticos y que también ya se están reportando con las quinolonas de cuarta generación. Está descrito que tienen una mayor penetración en cámara anterior, alcanzando concentraciones terapéuticas. Son antibióticos que tienen un amplio espectro. Estos motivos son suficientes para pensar en formularlos en el posoperatorio, a pesar de que no hay suficiente evidencia científica que demuestre que los antibióticos en el posoperatorio sean eficaces para prevenir la endoftalmitis.

Dr. Eduardo Viteri: En el posoperatorio de casos rutinarios se indica al paciente continuar aplicando colirio de moxifloxacina TID durante 10 días.

 

Referencia Dr. Viteri respuesta # 2:

• (*) Miyake, Hitomi & Miyazaki, Dai & Shimizu, Yumiko & Sasaki, Shin-ichi & Baba, Takashi & Inoue, Yoshitsugu & Matsuura, Kazuki. (2019). Toxicities of and inflammatory responses to moxifloxacin, cefuroxime, and vancomycin on retinal vascular cells. Scientific Reports. 9. 10.1038/ s41598-019-46236-2.

Bibliografía sugerida por la Dra. Ángela María Gutiérrez:

  • Ciulla TA, Starr MB, Masket S. Bacterial endophthalmitis prophylaxis for cataract surgery: an evidence – based up- date. Ophthaalmology. 2002; 109:13-24
  • Behndig A, Cochener B, Guell JL, Kodjikian L, Mencucci R, Nuijts RM, et al. Endophthalmitis prophilaxis in Cataract Surgery: Overview of current practice patterns in 9 Euro- pean countries. J Cataract Refract Surg 2013; 39:1.421- 1.431
  • Friling E, Lundstrom M, Stenevi U, Montan P. Six-year inci- dence endophthalmitis after cataract surgery: Swedish na- tional study. J Cataract Refract Surg 2013;39: 15-21
  • Vasavada A, Gajjar D, Raj S, Vasavada V, Vasavada V.. Comparison of 2 moxifloxacin regímenes for preoperative prophylaxis: Prospective randomized triple-masked trial. Part 2: Residual conjuntival flora. J Cataract Refract Surg 2008;34: 1383-1388
  • Verma L, Chakravarti. Prevention and management of postoperative endophthalmitis: A case-based approach. (Downloaded free from http://www.ijo.in Sunday, Decem- ber 15, 2019, IP: 186.29.150.)
  • Merayo-Lloves J, Riestra AC, Galarreta D, Cordovés L, Al- fonso JF. Manejo de la endoftalmitis en cirugía de cataratas. Barcelona: Ediciones Mayo, 2014
  • Wycoff CC, Parrott MB, FlynnHW Jr, Shi W Miller D, Alfonso EC. Nosocomial acute-onset postoperative endophthalmi- tis at auniversity teaching hospital (2002 – 2009). Am J Opthalmol. 2010 150:392-398

Tres preguntas imprescindibles – Córnea Refractiva Ametropías extremas


Coordinador:

Dr. José Miguel Varas – Ecuador

Panelistas

Dr. Warren Hill − EE.UU.
Dr. David Flikier − Costa Rica

1.¿Por qué es importante utilizar un método o fórmula modernos, como la que usted desarrolló, para calcular la potencia de la LIO en ojos largos (LA >25 mm) en lugar de hacer ajustes a la medición de la longitud axial?

Dr. Warren Hill: Utilizar el método Hill-RBF para la selección de la potencia del LIO para ojos muy largos es importante por su exactitud y porque reduce la probabilidad de cometer errores cuando se ajusta la longitud axial.

Dr. David Flikier: El error en el cálculo del poder del lente intraocular en ametropías extremas está dado por múltiples factores. En el caso de miopías magnas, se ha intentado resolverlo haciendo ajustes a la longitud axial (factores de corrección, por ejemplo, Wang y Koch, mejorado recientemente, JCRS 44:11 Nov 2018 1396-7), que mejoran sustancialmente los resultados en fórmulas de tercera generación, pero que por supuesto no logran corregir cada uno de los errores que cometemos, o factores que debemos tomar en cuenta, y que a continuación enumero e intento explicar.

1. En casos extremos donde el lente intraocular es de poder negativo, la forma física del lente se vuelve un menisco negativo, lo cual produce que la posición efectiva del lente cambie y que su punto principal se coloque en una posición mucho más adelante, haciendo que el cálculo del lente varíe. Algunos programas traen incorporado esta corrección. En el caso de Panacea ya lo tiene, en forma de una corrección de la constante A interna que modifica la posición efectiva de la LIO de acuerdo con ese punto principal. Se hace en forma automática, por lo que no requiere de ningún cambio adicional.

2. Actualmente la mayoría de nuestros biómetros ópticos utilizan velocidades promedio para toda la longitud axial, desde epitelio de córnea hasta epitelio pigmentado de retina. Debido a que porcentualmente la longitud del vítreo es mayor que la del cristalino que la de un ojo de longitudes normales, se deben realizar correcciones de las velocidades tanto del ultrasonido como de la luz (biometría ultrasónica como óptica), para corregir las longitudes axiales en ojos extremos. En este tema se está trabajando en los nuevos programas de biómetros ópticos con sistemas especiales que detectan los picos (SpikeFinder) y realizan las sumas de cada segmento (Sum-ofSegments) −desarrollado por David Cook y otros− con las velocidades reales y han demostrado cambios no solo de las mediciones finales de la longitud axial, sino de las estimaciones y exactitud final del poder de las lentes intraoculares.

3. Cuando se pasó de la biometría ultrasónica a la óptica, los programas que existían tomaban la medida de la longitud axial ultrasónica, que era hasta la membrana limitante interna, y ya fuera por una constante o por una fórmula, calculaban el posible espesor retiniano, asumiendo que, a mayor longitud axial, la retina se adelgazaba progresivamente. Al aparecer el biómetro óptico, para poder utilizar estas fórmulas ya existentes, se tuvo que hacer el proceso inverso, asumiendo de vuelta un nuevo error teórico. Ahora que ya tenemos instrumentos que nos permiten medir en forma adecuada el espesor foveal y que tenemos fórmulas de cuarta generación que incluirán este factor, nos permitirán reducir un factor de error que hemos incluido en biómetros y en fórmulas y procesos anteriores de forma consciente e inadecuada.

4. Aún hay factores que desconocemos y que estadísticamente observamos, que son incluidos para mejorar el resultado de nuestros pacientes, y que pueden incluirse en ajustes similares a los descritos por Wang y Koch, y que serán cada vez más precisos una vez que vayamos logrando incluir más factores y detalles en los diferentes programas que vayamos desarrollando. Lo importante es que estos procesos puedan hacerse en forma dinámica y automática por parte de los equipos y que los usuarios no tengan que pensar en cada uno de ellos.
2. El cálculo de la LIO en ojos cortos (LA <22 mm) siempre ha sido un desafío. Los métodos y fórmulas que ha compartido con sus compañeros han contribuido a reducir el error de predicción. ¿Cuál cree usted que será el próximo paso para mejorar las predicciones? ¿Vamos a considerar un ajuste, una variable constante para los LIO, una nueva medición biométrica para mejorar la posición de la lente?

Dr. Warren Hill: Los ojos muy cortos siguen siendo algunos de los más difíciles en oftalmología. Esto se debe a que no siempre es posible predecir con exactitud la posición efectiva final del lente. Es verdad que la capacidad de ajustar la potencia del LIO tras el implante sería útil. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna tecnología que nos permite seleccionar correctamente la potencia del LIO con el mismo nivel de precisión que con ojos más normales.

Dr. David Flikier: En el caso de ojos extremos pequeños, se repiten muchas de las anotaciones mencionadas en los ojos extremos grandes, como los errores por suma de segmentos, en especial por la frecuencia con la cual estos ojos presentan cristalinos con espesores muy grandes, con sus consecuentes errores no solo de medición de longitud axial por error de velocidades medias, sino también de los conocidos errores de estimación de la posición efectiva del lente, que en estos casos toma tanta importancia.
Definitivamente el desarrollo futuro de nuevas herramientas o equipos que permitan estimar mejor la posición del ecuador de la bolsa cristaliniana, a través de OCT de alta resolución, con reconstrucción en 3D, de la cápsula anterior y posterior, así como tilt e inducción astigmática, serán de gran ayuda.

La baja frecuencia con la que se observan estos casos extremos obliga a que se formen bases de datos internacionales, que permitan aumentar la información disponible y lograr así poder tomar decisiones estadísticas en cuanto a las acciones que se deben llevar a cabo, para saber si es mejor hacer un ajuste por longitud axial, por constante del lente en relación con la longitud axial u otras variables, o simplemente decidir la toma del poder de la LIO de acuerdo a big data, con múltiples variables.
3.Si al calcular la potencia de un lente intraocular la principal fuente de errores de la predicción es la posición axial exacta del lente intraocular, ¿cuál será el próximo paso para mejorar tal predicción? (Si la respuesta está contenida en la pregunta 2, por favor desestimar la pregunta 3)

Dr. Warren Hill: Los métodos que dependen en gran medida de la estimación de la posición efectiva del lente seguirán teniendo limitaciones. Creo que un significativo aumento en la exactitud sólo será posible si optamos por otro método de selección de la potencia del LIO, tales como la inteligencia artificial, que no tienen las mismas limitaciones que los métodos más tradicionales.

Dr. David Flikier: Creo que en la actualidad el problema del error de la posición efectiva del lente, al menos en ojos de tamaño normal y largos, se ha minimizado, y es difícil que, con los instrumentos que contamos, logremos obtener grandes cambios. Donde sí vamos a observar un incremento importante de la atención y mejoría en los resultados en el cálculo del lente intraocular va a ser en el campo relacionado con la búsqueda del poder corneal. Lo que hasta ahora se ingresaba en los calculadores como queratometrías, y que intentábamos explicar como poder corneal, nos hemos percatado que, en realidad, lleva un significado mucho más grande que no solo la curvatura y el valor que el queratómetro nos da de esa cara anterior de la córnea y que debemos adentrarnos más en la búsqueda de ese poder que realmente le está dando la córnea al sistema óptico ocular, incluido no solo la cara anterior, sino también su asfericidad y la cara posterior. Una vez resolvamos este paradigma, tendremos resultados mucho mejores no solo en casos normales, sino en todas aquellas córneas aberradas, con enfermedades posquirúrgicas o posrefractivas difíciles aún en las mejores manos.

ArtículosCirugia Refractiva

Ametropía extrema: miopía magna

posted by adminalaccsa 12 marzo, 2019 0 comments

Ametropía extrema: miopía magna


Coordinador:

Dr. David Flikier – Costa Rica

Panelistas

Dr. Noé Rivero – Argentina
Dr. Juan Guillermo Ortega – Colombia Dr. Pablo Suárez – Ecuador

Historia clínica
• Femenina,50años.
• Antecedentes, desprendimiento de retina a la edad de 20 años del ojo derecho, afectó retina inferior, tratado exitosamente con vitrectomía PP + aire + exoimplante + endolaser.
• Recupera agudezas visuales con lente de contacto gas permeables con poderes de −17.00 D aprox. de 20/50 OD y 20/30 OI.
• Refracciones subjetivas que oscilan alrededor de las −21.00 y −20.00 D, con pérdida progresiva de la agudeza visual por catarata, maculopatía miópica.
• Se adjuntan estudios de progresión de cambios en campimetrías computarizadas, OCT de mácula y nervio óptico.

 

Exámenes complementarios del caso

Preguntas del caso
1. ¿Cómo procede para el cálculo del lente intraocular?

Dr. Noé Rivero: En casos de miopía extrema, como en el presente caso, busco fórmulas que me puedan dar mayor certeza en la posición final de la lente a implantar con fórmulas tipo BARRETT II, o la de mi preferencia en la actualidad, que es PANACEA con resultados muy previsibles y mejores de cuando utilizaba las formulas SRK-T o HAIGIS aun aplicándoles la corrección de Wang-Koch, y puede deberse a que estas fórmulas de tercera generación no están diseñadas para el uso en dioptrías negativas.
Trato siempre de que el cálculo esté del lado de la miopía residual y no de la emetropía absoluta, ya que, si el resultado se va hacia la hipermetropía, puede ser muy molesto para estos tipos de pacientes.

Dr. Juan Guillermo Ortega: En miopías extremas conviene hacer biometrías ópticas por definición, pero es importante hacer ecografías para evaluar la presencia de estafilomas posteriores, su morfología y de ser posible, ubicar la mácula dentro de ese espacio. Me parece importante comparar longitudes axiales de ambos métodos para establecer una correspondencia. Pero los cálculos se hacen a partir de las medidas de la regla biométrica óptica en lo posible.

Conviene tener medidas queratométricas consistentes con al menos dos sistemas ópticos independientes, y en estos casos es útil (no definitivo) tener una medida del espesor del cristalino, para hacer más preciso el cálculo. En ciertos casos el incremento del diámetro del cristalino explica buena parte de la miopía extrema de ciertos pacientes. Adicionalmente, programas como PANACEA, piden esa medida en sus cálculos.

Dr. Pablo Suárez: Para el cálculo de la lente debemos tener varios puntos claros en cuanto a la medición de los diferentes compartimentos del ojo. Para ello, creo que se deben valorar los siguientes tipos de ojos miopes:

1. Dependiente de la longitud axial del globo ocular.
2. Miope dependiente del crecimiento del segmento anterior como, por ejemplo, un queratocono.

Esto es muy importante para tener en cuenta puesto que la posición efectiva del lente (PEL) será diferente en cada uno de estos tipos que he mencionado. Por ello, las fórmulas de última generación que toman en cuenta la profundidad de la cámara anterior son muy importantes para ello.

2.¿Cuáles cuidados se deben tomar en la toma de la biometría? ¿Prefiere el ultrasonido o la biometría óptica? Si tiene un estafiloma posterior, ¿qué hace?

Dr. Noé Rivero: Para la medida correcta, se debe tener un especial cuidado en que el paciente fije y esté alineado correctamente al punto de fijación del equipo con el que vayamos a realizar la medición (ya sea ecometría manual, Pentacam, IOLMaster, GALILEI, etc.) y en lo posible soy yo quien realiza las tomas personalmente, y trato de conseguir una repetibilidad de al menos 3 tomas con altos índices de confiabilidad y congruencia.

Además, trato de realizar dentro de lo posible tomas adicionales con otro equipo para corroborar no solo el largo axial (que en general puede ser complejo porque los estafilomas están en el polo posterior y área macular), sino también el valor del poder real corneal (cara anterior y posterior), ejes del astigmatismo, asfericidad Q, ACD, lens thickness y WtoW.

Prefiero siempre biometría óptica, utilizo IOLMaster y GALILEI en mi práctica diaria, de mi preferencia Galilei ya que me aporta todos los datos antes descritos. Pero es mandatorio realizar una ecografía modo B que nos va a dar información muy importante del estado de la retina, cavidad vítrea, hialoides posterior y localización del estafiloma miópico con respecto a la mácula. La utilización del modo B complementario con el modo A puede ayudar a determinar el valor real del largo axial y posición macular en casos complejos. (Ver figura 13)

Dr. Juan Guillermo Ortega: La medida debe ser realizada por alguien con experiencia, pero parte del problema radica en que, si el cristalino es muy opaco, los pacientes no fijan correctamente; si además tienen un estafiloma posterior, las medidas pueden ser erráticas. Adicionalmente, si hay alteraciones maculares, el tema de la fijación se vuelve crítico. Por lo mismo, la ecografía servirá para comparar medidas.

Dr. Pablo Suárez: Hoy en día el uso de la tecnología nos ayuda a tener mayor información y poder comparar con diferentes plataformas. Si hablamos de estafiloma posterior creo que la biomicroscopía por inmersión es la opción más adecuada ya que se puede maniobrar hacia el polo posterior. Recordemos que el estafiloma no siempre es central y la mácula o el punto focal no se encuentra en la cúspide del estafiloma. Para ello, la confirmación de la localización del estafiloma siempre será muy buena con el apoyo del US SCAN A. Sin embargo, en mi práctica también utilizamos equipos como Lenstar®, ya que la medición del segmento anterior es muy confiable y así, con la unión y verificación de todos estos datos, el cálculo será más acertado.

3. ¿Cuáles fórmulas utiliza en estos casos o qué cambios hace?

Dr. Noé Rivero: Utilizo las fórmulas BARRETT II o PANACEA que son gratuitas y están disponibles para MAC, PC o IPAD y uno puede llevarse los datos del paciente y realizar el cálculo con tranquilidad en la oficina al terminar el día o en el hogar. Se pueden acceder gratuitamente tanto a BARRETT o PANACEA desde la página de utilidades de Facoelche en www.facoelche.com/utilidades/barrett-universal-ii-formula-iol-calculator/ O www.facoelche.comhttps://www.facoelche.com/utilidades/descarga-panacea/ (Ver figura 14)

Dr. Juan Guillermo Ortega: Los cálculos de miopías extremas suelen producir hipermetropía posoperatoria porque magnifican el poder del lente a implantar. Este hallazgo produjo lo que se denomina el ajuste de Wang-Koch, que es particularmente útil en fórmulas antiguas como Holladay 1, y que originalmente se proponía para longitudes axiales superiores a 25,2 mm. SRK/T se comporta mejor, y Haigis todavía más, porque es menos sensible a esta aberración de medida óptica. Las fórmulas más recientes como Barrett Universal, Hill RBF y PANACEA se comportan mucho mejor en estos casos. (Ver figura 15)

Hay otra corriente de cálculo del lente intraocular a partir de la longitud axial y medidas de cada espacio “óptico” del globo ocular, que propone que en ojos por encima de 27 mm (este caso en particular), se convierte la queratometría a milímetros (por ejemplo 42.25 D = 8 mm, o 48.25 D = 7), se multiplican por 4 estos valores, y se restan del valor de la longitud axial. Por ejemplo, digamos 30 mm de longitud axial, y la queratometría es de 42.25 (8 mm x 4 = 32). Entonces 30 − 32= −2. Como cada milímetro de longitud axial produce un efecto de 3 dioptrías, ese −2 x 3= −6. Esto es algo más extraño, pero puede perfectamente ensayarse.

Dr. Pablo Suárez: Como mencioné anteriormente, la posibilidad de obtener varios datos en diferentes equipos ha hecho que varias fórmulas inteligentes sean de gran ayuda para estos casos. Actualmente, formulas gratuitas como PANACEA® y VARAS CALCULATOR® han hecho que nuestros cálculos sean más exactos y con mejores resultados. He tenido la oportunidad de realizar cálculos de medidas extremas con PANACEA y la verdad es que los resultados han sido muy buenos y que los hemos presentados en varios foros de ALACCSA-R. Sin embargo, la incorporación en el VARAS CALCULATOR de datos de varios topógrafos y autorrefractores, ha sido de gran ayuda para este tipo de pacientes y ametropías.

4. Si el lente es negativo, ¿realiza algún cambio?

Dr. Noé Rivero: Para los casos como el descripto o implante de lentes negativas utilizo de preferencia la lente Superflex de Rayner modelos 920H asférica, 620H esférica o si necesitamos un tórico para corregir un astigmatismo, se puede pedir a la fábrica el modelo 623T que tienen un amplio rango desde −10 DP de esfera en pasos de 0.50 DP y una toricidad de +1 DP hasta +11 DP en pasos de 0.50 DP, y presenta un calculador amigable en línea que se puede conseguir en www.raytrace.rayner.com/. (Ver figura 16 y 17)

Esta lente es de una sola pieza de acrílico (Rayacril) de borde cuadrado en 360 grados con una baja incidencia de opacidad capsular muy importante para evitar o retrasar lo más posible la apertura de la cápsula posterior con YAG en estos tipos de pacientes, y una óptica grande de 6,25 mm que permite realizar un examen minucioso de la retina periférica para el control o posibles tratamientos a futuro, por 12.50 mm de longitud ideal para estos pacientes que presentan un bag grande. (Ver figura 18)
Dr. Juan Guillermo Ortega: Estos lentes son habitualmente negativos (adjunto un caso personal con −12.00). Como regla, resto 1 o 2 dioptrías a ese poder (−9.00 en este ejemplo), y ese es el lente que implanto. En general, obtengo resultados razonables o alguna miopía leve que resulta fácil de manejar para estos pacientes. (Ver figuras 19 y 20)
Dr. Pablo Suárez: En realidad con las fórmulas que he mencionado no realizado ningún cambio.

5. Durante la cirugía, ¿cuáles son sus estrategias que cambia con respecto a un caso normal?

Dr. Noé Rivero: Como cirujano de segmento anterior y posterior le doy muchísima importancia al estudio de la retina en estos tipos de pacientes que van a ser intervenidos de cataratas ya que tienen un mayor índice de desprendimiento de retina por ser miopes y se les suma el factor de la cirugía de catarata, y más si tiene antecedente de un desprendimiento de retina en uno de los ojos, como es el paciente del caso que estamos evaluando.

Debemos estudiar a conciencia la retina periférica en busca de desgarros o degeneración periférica predisponente de un posible desprendimiento retinal como degeneración lattice, en baba de caracol o empalizada, adherencias vitreorretinianas patológicas perivasculares o blanco sin presión. Además, debemos completar con ecografía modo B, retinografía de campo amplio y OCT, que son de gran ayuda.

Tendremos que evaluar el área macular ya que como en el caso, estos pacientes son propensos a tener maculopatía degenerativa o neovascular miópica y una angiogra-fía o angio-OCT nos puede servir de mucha ayuda para evaluar al detalle este tipo de pacientes.

También realizo un examen retinal en el posquirúrgico inmediato, al mes, a los 3 meses y al año de la cirugía. Si detectamos justo antes o luego de la cirugía alguna lesión predisponente de posible desprendimiento de retina, realizo láser de argón rodeando la zona problemática con una triple corona de disparos.

Durante la cirugía trato de evitar cambios bruscos o descompresiones excesivas de la cámara anterior al retirar el faco o la aspiración, siempre colocando viscoelástico o manteniendo la irrigación constante para evitar mayores movimientos del vítreo hacia adelante. En general, realizo un túnel corneal un poco más corto y utilizo una pinza de rexis recta, no curva, para mejor acceso a la cápsula posterior y no abrir el labio de la córnea ni que se deforme el túnel, ya que tenemos que trabajar mucho más abajo por la amplia cámara anterior que tienen este tipo de pacientes. Luego el resto de la cirugía sigue de forma habitual. (Ver figura 21)

Dr. Juan Guillermo Ortega: En esta faco, abundante viscoelástico porque suelen tener cámaras que se profundizan mucho con la irrigación, bajar la infusión hasta estabilizar la profundidad de la cámara durante la facoaspiración y evitar movimientos del iris y eventualmente miosis transoperatoria por retropulsión. Además, usar anillos de expansión capsular para evitar fimosis temprana del saco, que nos complicaría la vida. (Ver figura 22 y 23)

Es importante pedir una evaluación por el retinólogo durante el posoperatorio inicial porque pueden presentarse desgarros periféricos de la retina por los cambios de presión ocular durante la cirugía.

Dr. Pablo Suárez: El punto clave antes de empezar el procedimiento debería ser el tipo de anestesia que vamos a utilizar. Debemos recordar a quien infiltre, en el caso de ser con anestesia local peri o retrobulbar, que es un paciente con una órbita especial y globo ocular grande. Personalmente, para evitar cualquier tipo de complicación, opero a estos pacientes con anestesia tópica como la mayoría de mis casos, pero si existe algún inconveniente que deba ser con otro tipo de anestesia, deberán tenerse en cuenta estas consideraciones.

Creo que es importante tomar en cuenta que mientras más rápido se opere a una catarata en paciente miope con estas características, mejor será. Esto nos ayudará a no tener que usar parámetros muy altos que puedan descompensar el polo posterior. Lo más recomendable es mantener los fluidos constantes durante el procedimiento y no tener cambios bruscos de presión.

Aunque varios estudios refieren que el uso de anillos de tensión capsular no genera ningún tipo de seguridad futura ante un posible desprendimiento de retina, lo uso de manera rutinaria como parte de un protocolo de mucho tiempo de la clínica.

POSOPERATORIO DEL CASO
• Se intenta dejar con monovisión: OD: −2.50
OI: −0.50 (Ver figuras 24 y 25).

Biomecánica en FEMTOLASIK vs SMILE


Dr. Joaquín Fernández Pérez España

La controversia acerca del impacto biomecánico de distintas técnicas de cirugía refractiva láser permanece presente en la actualidad. En 2018 publicamos la revisión Corneal biomechanics after laser refractive surgery: Unmasking differences between techniques en Journal of Cataract & Refractive Surgery, cuya lectura recomendamos como base para entender los problemas que se presentan a la hora de evidenciar las diferencias del impacto biomecánico de las distintas técnicas de cirugía refractiva láser.1 En el presente documento realizaremos una pequeña revisión de lo que sabíamos en la fecha de la redacción de dicha revisión y los hallazgos que se han producido en estos dos últimos años.

Modelos matemáticos han hipotetizado la superioridad biomecánica de SMILE frente a LASIK y PRK.2,3 Experimentos de laboratorio, con sus importantes limitaciones, presentan resultados controvertidos. Ya hablamos en la revisión anteriormente citada1 de los estudios de laboratorio4 llevados a cabo por Kling et al., quienes utilizando córneas porcinas no encontraron una importante afec-

tación biomecánica en SMILE y PRK en el retratamiento de córneas ya operadas frente a un grupo control.

Sí, reportaron, por el contrario, una mayor afectación en LASIK. Los autores esperaban encontrar diferencias en torno a SMILE y PRK teniendo en cuenta que SMILE preserva la membrana de Bowman, sin embargo hay que resaltar que esta membrana no está tan desarrollada en córneas porcinas como en primates.4 A mediados de 2018, el mismo grupo encontró, en córneas humanas,5 diferencias mayores entre SMILE y LASIK a las reportadas previamente con el uso de córneas porcinas,4 siendo explicables por el mayor desarrollo de la membrana de Bowman en humanos.5 Este trabajo ha sido cuestionado porque las condiciones de presión intraocular en las cuales se encontraron las diferencias esta-ban muy por encima de los valores de normalidad.6 Los resultados de este grupo de investigación no están en acuerdo con los reportados por Kanellopoulos,6 quien no encontró diferencias entre SMILE y LASIK para correcciones de -8 D y una menor afectación biomecánica para -3 D en LASIK que podría ser explicable por la mayor reducción del espesor corneal en SMILE en correcciones de errores refractivos bajos. Como comentábamos en nuestro review,1 es muy importante tener en cuenta que estas técnicas de laboratorio valoran la córnea de forma global y, en estos casos, el espesor corneal, como en las técnicas de medida en la práctica clínica, tiene un importante impacto frente a mantener intactas estructuras de muy pequeño espesor y mayor rigidez como la membrana de Bowman.1,7 La complejidad de este tipo de estudios se incrementa considerablemente si tenemos en cuenta otros aspectos como el que la biomecánica corneal se ve afectada en gran medida por la hidratación de la córnea,8,9 y que la córnea sufre una remodelación diferente tras LASIK que tras SMILE, existiendo en SMILE un mayor incremento del espesor del estroma frente a un menor espesor epitelial observado en la técnica LASIK.10,11 Como primera conclusión, los trabajos desarrollados en animales presentan limitaciones y a día de hoy los resultados son controvertidos.

El instrumento comercial que a día de hoy aporta mayor información relativa a los cambios producidos en la biomecánica de la córnea es el CorvisST (Oculus Optikgeräte GmbH, Wetzlar, Alemania). La combinación de los parámetros de este instrumento junto con los de tomografía corneal a través de algoritmos de inteligencia artificial (tomographic and biomechanical index, TBI) ha mejorado las áreas bajo la curva de diagnóstico (curvas ROC) en queratoconos subclínicos.12,13 El valor de corte del TBI para el diagnóstico de queratocono subclínico oscila entre 0.11 y 0.29 en función del estudio clínico.12–16 Este avance ha supuesto incrementar los criterios de seguridad y, por lo

ectasia poscirugía, aunque es importante resaltar que el porcentaje de falsos positivos se incrementa conforme menor sea el corte y que este parámetro debería ser estudiado a futuro junto con otras variables, como la técnica de cirugía refractiva láser llevada a cabo o la cantidad de error refractivo corregido.

Mientras que CorvisST se afianza a pasos agigantados como herramienta clínica útil en la práctica clínica, algo que no llegó a conseguir el primer
instrumento clínico propuesto para la medida de la biomecá- nica corneal (Ocular Respon- se Analyzer, ORA), su utilidad para detectar las posibles di- ferencias en la alteración de la biomecánica corneal produci- das por las distintas técnicas de cirugía refractiva láser es todavía cuestionable. El moti- vo reside, de nuevo, en con- siderar los cambios biome- cánicos de forma global o, lo que es lo mismo, considerar la córnea en su totalidad, lo que produce que los parámetros que nos ofrece el instrumento se encuentren altamente in- fluenciados por el cambio de espesor corneal o la presión intraocular (PIO), con excep- ción del Stiffness-Parameter que es el único que no ha mostrado correlación con el cambio de espesor corneal.7,17

En nuestro review,1 propusimos algunas consideraciones impores importante resaltar que el porcentaje de falsos positivos se incrementa conforme menor sea el corte y que este parámetro debería ser estudiado a futuro junto con otras variables, como la técnica de cirugía refractiva láser llevada a cabo o la cantidad de error refractivo corregido.
tantes para estudios de comparativas entre técnicas, entre ellas: (1) llevar a cabo medidas previas y posteriores y evaluar los cambios relativos en los distintos parámetros en función del cambio de espesor corneal, (2) medir a los pacientes en los mismos intervalos de tiempo para las distintas visitas de seguimiento y (3) excluir pacientes que puedan estar en tratamiento farmacológico que pueda afectar a la PIO o al espesor corneal.1 No obstante, pese a tener en cuenta las consideraciones propuestas para reducir el efecto de las variables de confusión, estudios recientes con simulaciones por elementos finitos sugieren que parámetros como la amplitud de deformación, habitualmente utilizada en estudios clínicos, no son útiles para detectar diferencias entre técnicas que sí son detectables con simulaciones a través de modelos de ingeniería inversa.18

Teniendo en cuenta que prácticamente todos los estudios clínicos actuales que comparan técnicas fallan en las consideraciones anteriormente descritas y que la utilidad de los parámetros que ofrecen CorvisST y ORA para la detección de diferencias entre técnicas de cirugía refractiva láser es cuestionable, no es de extrañar la gran disparidad obtenida en las conclusiones de múltiples estudios. Tras revisar 24 estudios clínicos,1 tres de cuatro coincidían en una mayor afectación en los parámetros ofrecidos por ORA19,20 o CorvisST21,22 en LASIK/ FS-LASIK que en PRK/LASEK.

y FS-LASIK fueron más controvertidas, ningún estudio apoyó la hipótesis de que FS-LASIK produce menos cambios en los parámetros de ambos dispositi- vos, mientras que prácticamente la mil tad sugería que no existían diferencias entre técnicas22–26 frente a la otra mitad que sugería una mayor preservación de la biomecánica en SMILE.27–30 r La controversia aumenta en la comparación de SMILE y PRK/LASEK sin ninguna tendencia clara a favor de una de las dos técnicas.22,31–34

Como conclusión final, las ventajas de e SMILE en torno a la preservación de la biomecánica corneal tienen una base teórica sólida si se toma en cuenta que la córnea anterior y la membrana de Bowman son estructuras más rígidas. n No obstante, estas ventajas podrían e desaparecer si consideramos la necen sidad de eliminar una mayor cantidad e de tejido que en LASIK o PRK, especialmente en bajas ametropías. Considerando que los estudios de laboratorio y los estudios clínicos tienen en cuenta la s biomecánica global, es difícil demostrar s las ventajas de una técnica sobre otra, especialmente en cuanto a reducir el riesgo de desarrollo de ectasia secundaria tras cirugía refractiva láser, ya que la biomecánica de la córnea en su totalir dad se encuentra afectada por múltiples a parámetros. Tampoco sabemos si preservar la biomecánica de forma localis zada, o para alguna de las estructuras, e como la membrana de Bowman, podría reducir el riesgo de ectasia secundaria, s algo que solo podremos responder em/ pleando instrumentos de medida locar lizada de la biomecánica corneal para cada una de las estructuras.

 

Referencias

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Diagnóstico temprano de queratocono

posted by adminalaccsa 2 marzo, 2019 0 comments

Diagnóstico temprano de queratocono


Dr. Dan Zoltan Reinstein – Reino Unido

No se han escatimado esfuerzos para crear métodos de detección para el queratocono precoz en los últimos veinte años. Las evaluaciones topográficas y tomográficas han evolucionado de observaciones cualitativas1 a mediciones cuantitativas, y se han descrito muchos parámetros para ayudar a distinguir ojos normales de ojos con queratocono.1-10 Se han empleado diversos modelos de aprendizaje estadísticos, automatizados o computarizados para detectar el queratocono, y se han creado sistemas automatizados para su detección partiendo de la topografía de superficie anterior y posterior, la tomografía corneal total y el perfil paquimétrico.11-19

A pesar de que estos enfoques han mejorado la eficacia del detección del queratocono, aún existen casos para los que no se puede emitir un diagnóstico confiable y es probable que el queratocono sin diagnosticar continúe siendo la principal causa de ectasia corneal pos-LASIK.20-32 En mi clínica usamos un protocolo de detección con 20 puntos que engloba todo, desde datos demográficos hasta diagnósticos, y que pueden resumirse en estos 10 puntos:

1. No se debe dejar de lado la anamnesis detallada del paciente

Es fácil pasar por alto la anamnesis e ir directamente a la evaluación de las imágenes diagnósticas, pero los datos demográficos y la anamnesis del paciente pueden aportar valiosa información. Factores como antecedentes familiares, etnia, antecedentes de frotamiento ocular, enfermedades atópicas y la edad desempeñan su correspondiente papel en la tomada de decisión clínica. Es posible que los pacientes no citen algunos puntos o piensen que no merecen atención, por lo que es importante insistir en que recuerden incluso los más mínimos detalles (frotamiento ocular, por ejemplo) durante la anamnesis.

2. Obtener los antecedentes de refracción

La evaluación de la refracción, especialmente el cilindro y el eje, es fundamental en casos de sospecha de queratocono. Captar todos los antecedentes de refracción puede brindar otra pista en esos casos. Esto es más importante en pacientes más jóvenes, en los que la enfermedad puede continuar su curso. No es tarea fácil para el personal reunir los antecedentes de refracción, especialmente si el paciente ha sido examinado por distintos oftalmólogos a lo largo de los años, pero el esfuerzo vale la pena y puede brindar valiosa información (Figura 1).

3.Tener paciencia (repetir cualquier prueba necesaria, como deformación de lentes de contacto, problemas de superficie ocular, etc.)

Lo que buscamos durante el cribado de los candidatos a la cirugía refractiva son las más mínimas alteraciones corneales que puedan indicar los primeros signos de queratocono. Para encontrar pequeñas alteraciones, es esencial que la superficie ocular se encuentre en estado normal y en perfectas condiciones. Solo después de eso podremos confiar en nuestras mediciones e imágenes diagnósticas. Aunque normalmente se mantienen a los pacientes sin lentes de contacto por un tiempo determinado (según el tipo de lente) antes de la evaluación, es posible que solo eso no sea suficiente. En la Figura 2 se muestra la alteración en la topografía corneal de un paciente después que se le hubiera pedido que continuara sin usar lentes de contacto por más tiempo tras su consulta inicial. Además de la deformación de los lentes de contacto, la enfermedad de la superficie ocular puede reducir la calidad del examen. Si por medio de lámpara de hendidura o de imagen diagnóstica se detecta la presencia de ojo seco u otro problema que afecte el mapa corneal, sometemos al paciente a un tratamiento intensivo durante algunas semanas o meses y después se repiten todas las pruebas. Pese a la inconveniencia que pueda causarle al paciente tener que volver a la clínica varias veces antes de que podamos tomar una decisión final sobre el tratamiento, bien como suponer más tiempo de trabajo para el personal, no se puede atropellar el proceso de decisión, que precisa valerse de información fiable en todo momento.

4. Examinar el ojo de las más diversas maneras (cuanto mayor sea la variedad, mejor será)

Desde mi punto de vista, es imposible entender completamente lo que pasa en un ojo con tan solo utilizar un dispositivo, como un tomógrafo, por ejemplo. Cada dispositivo aporta una información específica, y es importante contar con el mayor número de puntos de medición posible. En nuestra clínica, cada paciente pasa por una topografía que se realiza con dos dispositivos, una tomografía también con dos dispositivos, una OCT, una aberrometría y una histéresis corneal. Si aún persisten dudas, se le hace una ultrasonografía digital de frecuencia muy elevada (VHF, en inglés) al paciente. Estos exámenes pueden compararse lado a lado para obtener un cuadro completo y detallado.

5. Conocer los puntos fuertes y débiles de cada dispositivo

Como se mencionó en el punto 4, es importante utilizar varios dispositivos para evaluar el ojo antes de la cirugía refractiva corneal. Con esto en mente, cada dispositivo tendrá ciertas fortalezas y debilidades. Por ejemplo, un topógrafo con disco de Plácido aportará datos de curvatura más precisos que un dispositivo con sistema de Scheimpflug, en el que los datos de curvatura se derivan de la elevación en vez de su medición directa. Por lo tanto, cualquier cambio de la curvatura axial captado por el sistema de disco de Plácido recibiría más importancia. De nuevo, tenemos que analizar el queratocono desde una perspectiva global en vez de basarnos en un solo examen.

6. Buscar la correspondencia entre dispositivos e imágenes

Es importante observar todos los datos al mismo tiempo. Creamos una hoja «maestra», como puede verse en la Figura 3, para cualquier paciente con la más leve sospecha de queratocono. La correspondencia entre los exámenes es un componente crucial. Es posible decidirse por un diagnóstico de queratocono aun cuando los resultados de una prueba sean normales, y a la inversa, es posible excluirlo, pese a la obtención de resultados altamente sospechosos en una prueba, desde que los otros datos no complementen todo el cuadro. Hasta hace poco, todos los dispositivos comercializados presentaban muy buen resultado en un aspecto y, por lo tanto, es importante tratar de correlacionar estas imágenes para tener un panorama completo de lo que está sucediendo. El MS-39 (CSO, Florencia, Italia) es el primer dispositivo que registra y ofrece en una única pantalla los datos de epitelio, curvatura y elevación.

7. Comparar el ojo derecho con el ojo izquierdo

Así como es importante comparar todos los dispositivos en una sola proyección, también es importante comparar el ojo izquierdo con el derecho en una sola pantalla. La mayoría de los dispositivos, como el Pentacam® (Oculus Wetzlar, Alemania), incluye una opción de software para producir mapas que muestran las diferencias que existen entre los ojos de un paciente. Como alternativa, esto puede llevarse a cabo cualitativamente analizando lado a lado las pruebas de ambos ojos durante la evaluación de un paciente con queratocono dudoso. La asimetría entre los ojos es un factor de riesgo para el queratocono.

8. Incluir el mapa epitelial en el protocolo de cribado

Además del dispositivo de ultrasonido digital Insight 100 VHF (ArcScan Inc, Golden, CO), ahora también puede medirse el espesor epitelial mediante sistemas de OCT, especialmente el RTVue − Avanti (Opto-vue, Fremont, CA) y el MS-39. Es de amplio conocimiento que en el queratocono ocurren cambios del espesor epitelial, puesto que curvaturas extremas conducen a la ruptura del epitelio, como se observa a menudo del punto de visto clínico. El adelgazamiento epitelial sobre el cono se ha demostrado mediante análisis histopatológico de córneas con queratocono (Scroggs et al.33) y, posteriormente (Haque et al.34), mediante software personalizado y un sistema de OCT HumphreyZeiss (Humphrey Systems, Dublín, California).
Se observó que el perfil promedio del espesor epitelial en una población con queratocono presentaba significativamente mayor irregularidad que el de una población normal. El epitelio se presentaba más delgado en el ápice del cono, y esta delgada zona epitelial se encontraba rodeada por una corona de epitelio espeso.35

9. Incluir el mapa epitelial en el protocolo de cribado

Nuestros estudios con ultrasonido digital VHF han demostrado que el perfil del espesor epitelial en ojos normales es, en promedio, más espeso en la región inferior que en la superior y levemente más espeso en la región nasal que en la temporal. Hay muy poca variación del espesor epitelial en la hemicórnea inferior y superior. En cambio, como se ha mencionado anteriormente, para ojos con queratocono, el mapa de los promedios del espesor epitelial reveló la existencia de un patrón anular epitelial, caracterizado por una zona central localizada de adelgazamiento sobrepuesta al cono estromal, rodeada por un anillo de epitelio engrosado. En estadios iniciales del queratocono, esperaríamos ver el patrón de adelgazamiento epitelial localizado, rodeado por una corona de epitelio engrosado, que coincide con un cono sospechoso respecto a la mejor esfera de referencia (best-fit sphere, BFS) de elevación posterior. La coincidencia del adelgazamiento epitelial junto con un ápice excéntrico de BFS de elevación posterior puede revelar si se atribuye importancia o no a un ápice excéntrico de BFS de elevación posterior que ocurre simultáneamente con una topografía de superficie anterior normal.36

En otras palabras, en la presencia de una topografía normal o cuestionable de la superficie anterior, el adelgazamiento del epitelio que coincide con la ubicación del ápice de la BFS de elevación posterior representaría el total de enmascaramiento o compensación de un cono estromal subsuperficial y pronosticaría alteraciones en la BFS de elevación posterior que, claramente, representan el queratocono.36

10. Incluirelmapaepitelialenelprotocolo de cribado

Por el contrario, encontrar un epitelio más espeso en una superficie topográfica de mayor curvatura o un ápice excéntrico de BFS de elevación posterior implicaría que el aumento de la curvatura no se debe a un queratocono en el estroma subsuperficial, sino más probablemente a un engrosamiento localizado del epitelio. El examen de las irregularidades del perfil del espesor epitelial es un método de gran sensibilidad para analizar la topografía de la superficie estromal – por aproximación. Por lo tanto, esta técnica ofrece una mayor sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de queratocono con suficiente antelación respecto a cualquier alteración topográfica detectable de la superficie anterior de la córnea.

En resumen, es importante obtener un cuadro clínico completo del paciente, incluidos los datos demográficos, diagnósticos y de los exámenes. Con los avances en el cribado del queratocono, que incluyen desde la topografía hasta la tomografía y, ahora, el epitelio, estamos viendo un cambio en el procedimiento diagnóstico habitual, que nos capacita a prestar una mejor asistencia a nuestros pacientes. En el futuro, los avances en algoritmos y el aprendizaje automático profundo pueden ser otras herramientas que ayuden en la detección temprana del queratocono.

 

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