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Controversias en Oftalmología: Cirugía de catarata y glaucoma


Dra. María Alejandra Henríquez – Perú
Dra. Consuelo Gajardo Menzel – Perú

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Dra. María Alejandra Henríquez – mariale_1610@icloud.com

Dra. Consuelo Gajardo Menzel – consuelo_gmn@hotmail.com

La catarata y el glaucoma son dos de las afecciones más comunes que causan disminución de la agudeza visual, y cada una de ellas se vuelve más prevalente con el avance de la edad.1 Sobre los 60 años, la discapacidad visual es una de las principales causas de discapacidad funcional relacionada con la edad, y los pacientes clasifican el miedo a la pérdida de la visión en tercer lugar después del cáncer y la enfermedad cardíaca.2

La principal causa de ceguera irreversible a nivel mundial es el glaucoma, y se espera que aumente a 111.8 millones de personas para el año 2040. Por otra parte, la principal causa de ceguera reversible relacionada con la edad es la catarata, conformando el 33 % de la discapacidad visual en todo el mundo. Un factor de riesgo importante para estas dos enfermedades es la edad, y se espera que su comorbilidad sea común entre los pacientes mayores.

Actualmente la cirugía de facoemulsificación e implantación de lente intraocular es el tratamiento definitivo para catarata logrando en la mayoría de las veces una recuperación total de la visión. En contraparte, el glaucoma aún no tiene una solución definitiva y hasta la fecha sólo se ha logrado evitar la progresión de la enfermedad modificando la presión intraocular.

El control de la PIO después de la facoemulsificación puede ser un desafío en los pacientes con glaucoma. El impacto de la cirugía moderna de catarata en la presión intraocular se ha analizado y descrito en distintos estudios, ya que los efectos de la cirugía de catarata en la PIO en pacientes con glaucoma ha tenido resultados mixtos. Existen series de estudios donde no encuentra una reducción significativa de la PIO, otros que observan efectos significativos pero pequeños y otros estudios proporcionan pruebas de que existe reducción significativa de la PIO posquirúrgica. Por ejemplo, en el Ocular Hypertension Treatment Study se observó una disminución de la PIO media de 16.5 % después de la cirugía de cataratas y en un 39.7 % de los ojos se logró una reducción de ≥20 % de la PIO desde niveles preoperatorios.3 Sin embargo, en términos generales, se informa que la eficacia de la facoemulsificación en la reducción de la PIO está actualmente bien documentada en la literatura. En pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto puede ser de 1.4 a 2.0 mmHg 4 y en pacientes con glaucoma primario de ángulo estrecho es mucho más marcada esta reducción, siendo considerada incluso la cirugía como tratamiento de primera línea.5

Realizar una cirugía de catarata simultáneamente con una cirugía de glaucoma o cada una por si sola es una decisión compleja por varias razones. En caso de realizar sólo la cirugía de glaucoma, se puede acelerar la progresión de la catarata y en el caso de realizar sólo la cirugía de catarata, se sabe que esta per se tiene un efecto de reducción en la PIO. Si es una cirugía de cataratas que se realiza posterior a la de glaucoma, puede comprometerse el control de la PIO; y, por otro lado, la realización de una cirugía de glaucoma después de la facoemulsificación puede disminuir la tasa de éxito de la cirugía de glaucoma. En caso de realizarse una cirugía de catarata y glaucoma en simultáneo, se proporciona una reducción superior a 1.62 mmHg en la PIO en comparación con la cirugía de catarata sola a un año posoperatorio (MD -1.62 mmHg, 95 % IC -2.61 a -0.64). Sin embargo, realizar una cirugía combinada, tan tradicional como una FACO + trabeculectomía, puede aumentar la tasa de complicaciones posoperatorias significativas, tales como aplanamiento de cámara anterior, Seidel a nivel conjuntival y desprendimiento coroideo. 6

Otra de las cirugías tradicionales de glaucoma es la cirugía de FACO + dispositivo de drenaje, la cual ofrece un menor riesgo de infección o de complicaciones relacionadas a conjuntiva en comparación con la trabeculectomía. No obstante, la tasa de complicaciones reportadas es hasta de un 39 %,7 considerando el riesgo significativo de diplopía, hipotonía, descompensación corneal y exposición de tubo. La trabeculectomía y los dispositivos de drenaje son los tratamientos disponibles de reducción de PIO más efectivos, pero que, sin embargo, van acompañados de perfiles de seguridad menos ideales. 8

En los últimos años se ha buscado la posibilidad de manejar ambas patologías en una sola cirugía, pero de una forma efectiva y eficaz. En las últimas dos décadas se introdujo el concepto de cirugía de glaucoma mínimamente invasiva (MIGS, por sus siglas en inglés) que corresponde a un conjunto de procedimientos que han demostrado proporcionar una reducción sostenida de la PIO sin las desventajas de la medicación hipotensiva ocular (por ejemplo, falta de cumplimiento, enfermedad de la superficie ocular, costo) o el riesgo adicional sustancial asociado con las cirugías filtrantes.9 A menudo, los MIGS se pueden combinar con la cirugía de cataratas mediante facoemulsificación usando la misma incisión en córnea clara de la FACO. Hasta la fecha, los procedimientos MIGS disponibles ofrecen resultados más modestos que la cirugía de glaucoma tradicional, pero con el beneficio de un perfil de riesgo más seguro y con otras ventajas como las siguientes: una microincisión interna que ahorra conjuntiva y facilita la cirugía futura de glaucoma, si fuese necesario; traumatismo tisular mínimo; eficacia moderada; y recuperación visual rápida.10
La cirugía combinada de facoemulsificación y glaucoma no penetrante, o MIGS, se está volviendo cada vez más popular como alternativa quirúrgica a la faco-trabeculectomía e indicada principalmente a pacientes con glaucoma de estadios leve a moderado.8

Los cuatro enfoques principales de la reducción de la PIO mediante MIGS incluyen el 1) aumento del flujo de salida trabecular mediante la derivación de la malla trabecular yuxtacanalicular, 2) el aumento del flujo uveoescleral a través de vías supracoroidales, 3) la reducción de la producción acuosa del cuerpo ciliar o 4) la creación de una vía de drenaje subconjuntival 8.
En Oftalmosalud, Instituto de Ojos de Lima, Perú, trabajamos con dos de las vías de reducción de presión intraocular con MIGS, utilizando la canaloplastía de abordaje interno para aumento de salida de humor acuoso vía malla trabecular, y la endociclofotocoagulación para disminución de producción de humor acuoso.

La canaloplastía de abordaje interno es una viscocanalostomía del canal de Schlemm, en el cual, a través de una incisión corneal temporal y bajo visualización directa utilizando goniolente, se realiza una microgoniotomía en la malla trabecular nasal (Figura 1) para introducir un microcatéter flexible con micropinzas. Una vez realizada la inserción al canal de Schlemm, se avanza en 360° (guiado por una luz roja) y se realiza el retiro del catéter con inyección de viscoelástico para viscodilatar el canal (Figura 2). Tiene como objetivo tratar de manera efectiva a los siguientes tres sitios principales de resistencia al flujo de salida: patología de la malla trabecular (TM), colapso del canal de Schlemm y colapso o atrofia de los canales del colector.

Gallardo et al. muestran resultados a 12 meses posoperatorios de FACO asociado a canaloplastía AB interno con una reducción media de la PIO de 31.7% (P, 0.001); con una reducción de PIO de más del 20% en el 88.2% de los ojos y disminución de medicación en un 71.1% (P= 0,001).11

En general, la frecuencia de complicaciones quirúrgicas y posquirúrgicas de este procedimiento son bajas y no graves. Los eventos adversos se limitan habitualmente a sangrado intraoperatorio en el sitio de goniotomía y desarrollo de microhifema posoperatorio, los cuales habitualmente resuelven en una semana sin secuelas.

En la endociclofotocoagulación (ECP), se aplica un láser de diodo que emite luz pulsada de onda continua a 810 nm y que está asociado a un haz de puntería helio-neón. A través de un sistema de fibra óptica, en una sonda de calibre 19, se puede observar bajo visualización directa a los procesos ciliares que pudieron irradiar la energía del láser al epitelio del cuerpo ciliar (Figura 3), lo que puede llevar subsecuentemente a una reducción de la producción de humor acuoso.

Lindfield et al. encontraron que los ojos que tenían faco-ECP tuvieron una disminución en la PIO media preoperatoria de 21.5 +/1.6 mmHg a 14.4 +/0.8 mmHg después 2 años. Además, el procedimiento produjo menos complicaciones que la facoemulsificación combinada a la trabeculectomía.10

En pacientes con glaucoma no controlado con terapia médica máxima y sin cirugía de drenaje previa que fueron sometidos a FACO+ECP se observan resultados posoperatorios a 3 años de una reducción de la presión intraocular media en 28.8%, 26.2% y 25.1% a los 12, 24 y 36 meses, respectivamente (P=0.0001), sin diferencias estadísticamente significativas en el número de medicamentos para el glaucoma y con una tasa de complicaciones del 10 %, en el que el evento adverso más significativo era edema macular cistoide. Los pacientes lograban una disminución modesta, pero significativa, de PIO con una tasa de complicaciones más baja que otros procedimientos (dispositivos de drenaje, trabeculectomia, etc.).12

En el estudio de Izquierdo Villavicencio et al. se evaluó la efectividad de la facoemulsificación, la viscogoniosinequiólisis (VGSL) y la endociclofotocoagulación (ECP) combinadas en pacientes con glaucoma crónico moderado de ángulo cerrado (CACG) con sinequias anteriores periféricas ≥90° no controladas con medicamentos hipotensores ni iridotomía previa. Se observó una reducción de PIO preoperatoria de 18.2 mmHg a PIO posoperatoria a 6 meses de 12.8 mmHg, con reducción de los medicamentos hipotensores estadísticamente significativa de 2.34 ± 1.66 antes de la operación a 1.31 ± 2.6 en posoperatorio (p <0.001) y sin complicaciones clínicamente significativas, lo que demuestra ser una técnica segura y eficaz.13

Dada las ventajas de los MIGS y su posible combinación con la cirugía de catarata, están surgiendo nuevas alternativas de cirugías de glaucoma mínimamente invasivas ya que ayudan a disminuir la PIO y reducir potencialmente la dependencia de los medicamentos tópicos y tienen un efecto profundo en la calidad de vida del paciente.10 Sin embargo, se necesitan más estudios controlados aleatorizados prospectivos para comparar estos procedimientos y el efecto sinérgico con la cirugía de catarata, así como sus efectos a largo plazo sobre la estabilidad de la PIO y la progresión del glaucoma.

Bibliografia:

  1. Francis BA, Berke SJ, Dustin L, Noecker R. Endoscopic cyclo- photocoagulation combined with phacoemulsification versus phacoemulsification alone in medically controlled glaucoma. J Cataract Refract Surg. 2014 Aug;40(8):1313–21.
  2. Armstrong JJ, Wasiuta T, Kiatos E, Malvankar-Mehta M, Hut- nik CML. The Effects of Phacoemulsification on Intraocular Pressure and Topical Medication Use in Patients With Glau- coma: A Systematic Review and Meta-analysis of 3-Year Data. J Glaucoma. 2017 Jun;26(6):511–22.
  3. Masis M, Mineault PJ, Phan E, Lin SC. The role of phacoe- mulsification in glaucoma therapy: A systematic review and meta-analysis. Surv Ophthalmol. 2018 Oct;63(5):700–10.
  4. Shingleton BJ, Pasternack JJ, Hung JW, O’Donoghue MW. Three and five year changes in intraocular pressures after clear corneal phacoemulsification in open angle glaucoma patients, glaucoma suspects, and normal patients. J Glau- coma. 2006 Dec;15(6):494–8.
  5. Azuara-Blanco A, Burr J, Ramsay C, Cooper D, Foster PJ, Friedman DS, et al. Effectiveness of early lens extraction for the treatment of primary angle-closure glaucoma (EA- GLE): a randomised controlled trial. The Lancet. 2016 Oct 1;388(10052):1389–97.
  6. Zhang ML, Hirunyachote P, Jampel H. Combined sur- gery versus cataract surgery alone for eyes with cataract and glaucoma. Cochrane Database Syst Rev. 2015 Jul 14;(7):CD008671.
  7. Gedde SJ, Schiffman JC, Feuer WJ, Herndon LW, Brandt JD, Budenz DL, et al. Treatment outcomes in the Tube Versus Trabeculectomy (TVT) study after five years of follow-up. Am J Ophthalmol. 2012 May;153(5):789–803.e2.
  8. Richter GM, Coleman AL. Minimally invasive glaucoma sur- gery: current status and future prospects. Clin Ophthalmol Auckl NZ. 2016;10:189–206.
  9. Samuelson TW, Sarkisian SR, Lubeck DM, Stiles MC, Duh Y-J, Romo EA, et al. Prospective, Randomized, Controlled Pivotal Trial of an Ab Interno Implanted Trabecular Micro-Bypass in Primary Open-Angle Glaucoma and Cataract: Two-Year Results. Ophthalmology. 2019 Jun;126(6):811–21.
  10. Moghimi S, Hamzeh N, Mohammadi M, Khatibi N, Bowd C, Weinreb RN. Combined glaucoma and cataract surgery: Comparison of viscocanalostomy, endocyclophotocoagu- lation, and ab interno trabeculectomy. J Cataract Refract Surg. 2018 May;44(5):557–65.
  11. Gallardo MJ, Supnet RA, Ahmed IIK. Viscodilation of Schlemm’s canal for the reduction of IOP via an ab-interno approach. Clin Ophthalmol Auckl NZ. 2018;12:2149–55.
  12. Smith M, Byles D, Lim L-A. Phacoemulsification and endo- cyclophotocoagulation in uncontrolled glaucoma: Three-year results. J Cataract Refract Surg. 2018 Sep;44(9):1097–102.
  13. Izquierdo Villavicencio JC, Agudelo Arbelaez N, Lastra BR, Ramirez I, Quezada F, Ponte MC, et al. Primary Outcomes of Patients with Chronic Angle-Closure Glaucoma Treated with Combined Phacoemulsification, Viscogoniosynechialy- sis, and Endocyclophotocoagulation [Internet]. Journal of Ophthalmology. 2019 [cited 2019 Jun 23]. Available from: https://www.hindawi.com/journals/joph/2019/6378489/

Catarata después de cirugía refractiva – 10 tips


Dr. Enrique Suárez Venezuela

Hace casi 40 años que comenzó a popularizarse la cirugía refractiva en la comunidad oftalmológica mundial. Millones de pacientes han sido operados con diversas técnicas por lo que ahora muchos de ellos, al llegar a mayor edad, han desarrollado catarata. Esto representa un reto muy particular para el cirujano por la dificultad del cálculo preciso del lente intraocular (LIO) y en especial por el nivel de exigencia que estos pacientes demuestran con altas expectativas de quedar sin lentes después de la cirugía.

Es difícil generalizar en este tema, ya que cada defecto preexistente corregido requerirá un abordaje diferente acorde a la cirugía realizada (queratomileusis en sus diferentes variedades, queratotomías radiales o trasversales, modificaciones del colágeno corneal por distintos métodos, ablaciones con excimer láser, por mencionar solo algunas).

Todos sabemos que básicamente son dos los factores más determinantes en el cálculo preciso del LIO, la longitud anteroposterior del globo ocular que, dicho sea de paso, en muchos de estos pacientes son de dimensiones extremas y el poder central de la córnea. Cada vez más se agregan datos a las fórmulas de regresión de última generación (Figura 1 y 1a), pero la “piedra angular” en pacientes poscirugía refractiva sigue siendo determinar el poder corneal central (K). (Figura 2)

Es necesario agregar a este “rompe cabezas” la modificación de la relación curvatura anterior/curvatura posterior de la córnea tallada que implica que la asunción del índice refractivo de 1.3375 ya no es válida.
Me atreveré a ser lo más práctico en mis sugerencias ya que cientos de publicaciones se han hecho al respecto y aún no tenemos el método infalible que prácticamente nos garantice la corrección refractiva deseada.

1. “Chair time”

La clara conversación en la oficina del primer día de visita es fundamental con estos pacientes, por las expectativas, a veces irreales, de recuperación visual para múltiples distancias. Extiéndase en el tiempo que generalmente toma con sus pacientes de catarata rutinarios. Enfatice en la poca predictibilidad del resultado óptico por las alteraciones que ha tenido la córnea operada y la diversidad de métodos, todos imprecisos, que tratan de determinar el poder del LIO. Asegúrese de que el paciente acepte la probabilidad de que, aunque se pueda reducir considerablemente su defecto refractivo, aun necesite suplementar con anteojos para lejos o cerca. Explique también claramente las limitaciones en alternativas de LIO debido a su condición particular. Muchos vienen ya informados sobre los LIO multifocales y esperanzados en que le sean implantados.

2. Historia refractiva

Trate de obtener toda la información óptica y técnica que le fue hecha al paciente antes de realizarse la cirugía refractiva, particularmente refracción, queratometrías y topografías previas, así como detalles de su cirugía.

3. Evaluación técnica preoperatoria

Haga muchas medidas en la evaluación técnica preoperatoria. Me refiero a queratometrías manuales y computarizadas, aunque sabemos que estas hacen tomas entre 2.6 a 3.2 mm del centro de la córnea, lo que sobrestima el poder corneal (K) en caso de ablaciones miópicas, subestimando el poder del LIO con la consecuente hipermetro- pía residual y subestima la K en ablacio- nes periféricas hipermetrópicas, sobres- timando el poder del LIO, induciendo miopía posoperatoria (Figura 3). Rea- lice topografías y tomografías corneales, teniendo en cuenta que las SIM K o las MIN K tampoco son las que reflejan el verdadero poder corneal central.

4.Herramientas de tecnología avanzada
Utilice diversos equipos de última generación para sus medidas preoperatorias tanto para la biometría como para la topografía – tomografía – aberrometría corneal y tomografía óptica coherente de segmento anterior (AS-OCT).
5.Determinar el poder central de la córnea (K)
Haga el cálculo del poder central de la córnea (K) con distintos métodos, no confíe en uno solo, especialmente si las ablaciones con excimer han sido para altas ametropías o en casos de queratotomías incisionales para miopía o astigmatismo. Compare las K obtenidas con diferentes métodos como a) el método del cálculo, b) buscar manualmente, con el cursor en el área central del mapa topográfico, la lectura más plana (en cirugías de miopía) (Figura 4) y la más curva (en cirugías de hipermetropía) (Figura 5), descartando las medias de SIM K y MIN K c) el método del lente de contacto duro, etc. En el Pentacam sugiero buscar el True Net Power en el milímetro central del Holladay Report (Figura 6).

6. Cálculo preoperatorio del LIO
Utilice fórmulas de última generación para el cálculo del LIO (Figura 7), pero recuerde que la K debe corroborarla usted, ya que sin importar lo sofisticada o la cantidad de factores y medidas que incluya la fórmula, el poder corneal del milímetro central es el determinante. Compare el LIO sugerido con distintas fórmulas y descarte aquellos que excedan los márgenes extremos de poderes (Figura 8). Siempre compare los resultados de estas medidas con fórmulas de cálculo online como la de ASCRS, la del Dr. Warren Hill o la del Dr. Jack Holladay, entre otras.

7. Cálculo intraoperatorio del LIO
Existen también propuestas que prefieren determinar el poder del LIO intraoperatoriamente ya sea por refracción con los métodos de Escaff y Lanchulev o por aberrometría con equipos como el ORA o el Holos. Sin embargo, ante la presencia de córneas irregulares, es preferible comprobar con otros métodos de cálculo previo por la posible imprecisión en las medidas.

8. Fluctuación refractiva
En casos con queratotomía radial (QR) previa, es frecuente la fluctuación de la visión en aquellos pacientes que se han hipercorregido con los años, siendo más hipermétropes en las mañanas por mayor aplanamiento corneal secundario al aumento de la presión intraocular por incremento de la producción del humor acuoso durante la posición de cúbito al dormir. Al caer la presión intraocular durante el día, al final de la tarde la cornea será más curva, cambiando las queratometrías (K) y refracción del paciente. Es importante en estos casos realizar diversas tomas a primeras horas de la mañana y lo más tarde posible en el día. Una vez que tengamos los resultados, advertirle al paciente sobre la inestabilidad refractiva posoperatoria y decidir con él cuando prefiere ver mejor y la casi certeza de tener que utilizar anteojos a determinadas horas.

9. Durante la cirugía
En pacientes con incisiones radiales o trasversales en la córnea, debemos mantenernos lo más alejados posible de ellas. En caso de QR de 4 incisiones, realizo la entrada de 2.0 o 2.2 mm equidistante entre dos de las incisiones y la paracente- sis auxiliar a 90 grados también entre otras 2 incisiones radiales. En caso de 8, 12 o 16 radiales, hago un colgajo conjuntival para en- trar en área corneoescleral o escleral, también distanciándome de las incisiones radiales (ver video). Además de lo anterior, amplío la inci- sión principal a 2.7 mm para evitar una pre- sión excesiva del cartucho al inyectar el LIO con la potencial complicación de apertura de una o unas incisiones radiales. Vaya siempre preparado para esta eventualidad utilizando las suturas y la técnica idónea para reparar esta dehiscencia de los cortes radiales.

En casos de queratomileusis o LASIK, mantenga su rutina de cirugía convencional evitando manipular el flap y prevenir así la posible siembra de células epiteliales en la entrecara. Generalmente uso metilcelulosa sobre la córnea, lo que evita el constante goteo de BSS que puede hiperhidratar el epitelio y facilitar una epitelización de la interfase o dentro de las incisiones en las queratotomías refractivas, las cuales ocasionalmente pueden ser mas frágiles y poco compactas. En pacientes con PRK, anticipe la presencia o no de opacidad (haze) que pueda dificultar algunos pasos como la capsulorrexis.

10. Qué LIO debo implantar
Por último, la decisión del LIO. Ante todo, el antecedente de cirugía queratorrefractiva es para mí una contraindicación de LIO multifocal. Las aberraciones de alto orden generadas por la cirugía refractiva previa exagerarán las disfotopsias positivas en el posoperatorio. Este tipo de lente está diseñado para recibir una imagen muy regular aportada por la superficie ocular (película lagrimal y córnea), la cual está casi siempre alterada en estos pacientes. Si el paciente está muy motivado a ver de lejos y cerca sin anteojos, le explico sobre la “monovisión”, la cual trato de probar previamente, apuntando a -0.25 D en el ojo dominante y -1.50 D en el no dominante. Algunos colegas también usan los LIO de profundidad focal extendida. Mi preferencia es el LIO monofocal asférico, de aberración esférica negativa, en pacientes operados de miopía y neutros o esféricos con aberración esférica positiva para los operados de hipermetropía. He tenido excelente experiencia con LIO tóricos en casos de astigmatismos coexistentes poscirugía queratorrefractiva.

Si hay error refractivo residual en el posoperatorio, prefiero que sea hacia la miopía, lo que es mejor tolerado que la hipermetropía. De ser importante este error, el implante secundario de otro LIO en el Sulcus (piggyback) o el reemplazo del primer lente debe estar planteado oportunamente. En defectos menores, excepto en casos de queratotomías, prefiero realizar PRK en lugar de LASIK, evitando someter a presiones de más de hasta 60 mm de Hg a un ojo pseudofáquico.

Tres preguntas imprescindibles Foro Córnea Refractiva: Avances en córnea y cirugía refractiva


Coordinador

Dr. Jorge Jaramillo – Venezuela

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Dra. Linette Arzeno – República Dominicana
Dr. Roberto Albertazzi – Argentina
Dr. Nicolás Fernández Meijide– Argentina

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Dr. Jorge Jaramillo jajh@me.com
Dra. Linette Arzeno – linnettearzeno@gmail.com
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Dr. Nicolás Fernández Meijide – nicolas.fmeijide@gmail.com

1. Con relación a los inhibidores de la Rho-cinasa, ¿qué papel juegan en las patologías endoteliales, sustituto o coadyuvante de DMEK (Descemet’s Membrane Endothelial Keratoplasty) y DWEK (Descemetorhexis Without Endothelial Keratoplasty)?
Dra. Linette Arzeno: Los inhibidores de Rho-cinasa son el resultado de un efecto secundario que va en beneficio del paciente, descubierto a raíz de investigación de un efecto hipotensor para tratamiento de glaucoma al día de hoy aún bajo investigación a largo plazo para los efectos favorables causados en la córnea. Por el momento no lo considero un sustituto, más bien un coadyuvante a las técnicas de reemplazo endotelial y de la poca acogida técnica de DWEK.

Dr. Roberto Albertazzi: No soy experto en el tema. Prefiero ser reservado al respecto.

Dr. Nicolás Fernández Meijide:
Sin ninguna duda está línea de desarrollo tiene y tendrá un papel destacado en el manejo de la patología endotelial, con o sin la coadyuvan-cia junto con DWEK. En mi experiencia hasta la actualidad el trasplante de endotelio tiene en sí mismo un muy buen índice de resultados, así que deberemos esperar los próximos años para observar cómo terminan acomodándose las múltiples opciones para estas patologías.

2. ¿Qué hay de nuevo en segmentos de anillos intracorneales y cómo cree que será su futuro?

Dra. Linette Arzeno: Lo nuevo en segmentos de anillos intracorneales son los segmentos asimétricos, que buscan acoplarse mejor a las irregularidades de una córnea distorsionada. Veo en el futuro la personalización o custom making de los segmentos vía 3D printing, donde en el escenario ideal se pueda crear un segmento que moldee la córnea de forma tal que la transforme, consiguiendo una curvatura ideal, personalizada a cada paciente, en vez de estandarizada.

Dr. Roberto Albertazzi: Lo último nuevo que apareció en segmentos intracorneales, fue la introducción de los segmentos asimétricos a fines del 2016, ya sean ellos en el espesor distal del segmento (Keraring) o en la base distal (Intraseg), ambos diseñados por quien le escribe, en el año 2004. Si bien se firmaron contratos de confidencialidad, no se llegaron a patentar, y años después, salieron al mercado, aunque, como ven las novedades se toman su tiempo en llegar a los quirófanos. ¿Pero, qué es lo que se está por venir?

• Combinaciones de perfiles, de arcos y volúmenes en el mismo canal de 6 mm (US 9,931,199 B2).

• Inyector de segmentos a través de las incisiones corneales manuales o por femto como se realizan actualmente (US 2019/0159888 A1).

• Segmentos rígidos, inyectables y apilables horizontalmente de diferentes perfiles a través de incisiones realizadas exclusivamente con la asistencia de femto láser, con la posibilidad de hacer grandes arcos, incluso un anillo de 360o de circunferencia, sin contacto con la herida (US 2019/0159888 A1).

• Segmentos inyectables, modulados rígidos, con combinaciones de perfiles y de espesores, hasta siete veces en 90o, y con la posibilidad de que contengan células madres en su interior (WO 2017/ 117689A1).

Y algunas otras más que están por salir, pero ¿quieren un consejo para cuando tienen una idea? Empiecen el proceso de patentarla cuanto antes, que, si bien es largo, es mucho más seguro que contarles ideas a las compañías sin estar lo suficientemente protegido.

Dr. Nicolás Fernández Mei-
jide: Entiendo que el desarrollo de segmentos de espesor variable y segmentado es lo más novedoso en estos pacientes. Esto sumado al uso de femto y a los nuevos desarrollos de OCT para evaluación de la córnea darán un nuevo impulso a esta herramienta en queratocono.

3. A su juicio, ¿cuáles han sido los aportes más relevantes del DEWS II?

Dra. Linette Arzeno: A mi entender, en el DEWS II se define de forma integral la condición de ojo seco, destacando el componente de anomalía neurosensorial y pérdida de homeostasis de la película lagrimal como factores etiológicos, como aportes más relevantes. Esto invita a ver la patología de ojo seco desde otra perspectiva, tanto el diagnóstico como el tratamiento, acaparando casos que antes, podían pasar desapercibidos.

Dr. Roberto Albertazzi: No soy experto en el tema. Prefiero ser reservado al respecto.

Dr. Nicolás Fernández Meijide: Estoy ahondando en el tema. Por ahora reservo mi respuesta.

Tres preguntas imprescindibles Foro Catarata: Cirugía de catarata y glaucoma


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Dr. Fernando Aguilera – México

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Dr. Juan Sampaolesi – Argentina Dr. Lyle Newball – Colombia

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Dr. Fernando Aguilera drfaguilera8989@icloud.com

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Dr. Lyle Newball – lnewball@yahoo.com

1. ¿En qué casos está justificada la extracción de cristalino transparente en GCAC?

Dr. Juan Sampaolesi: Si se trata de un cierre orgánico, donde el ángulo se encuentre con sinequias, la faco no tendrá ninguna o mínima eficacia para disminuir la PIO. Sin embargo, si el cierre es aún funcional o aposicional, es decir, la maniobra de indentación es positiva, y el ángulo se abre ante la gonioscopia dinámica, esa es una indicación por excelencia, en mayores de 50 años, sobre todo hipermétropes altos, aun ante la ausencia de catarata, es decir, con cristalino transparente.

Dr. Lyle Newball: Estaría indicada la extracción de cristalino transparente en los casos de GCAC en los que clínicamente no hayan abierto los ángulos a pesar de iridotomía e iridoplastía, y en los casos en que, medidos por OCT-SA o UBM, el cristalline lens rise (CLR) o vault cristaliniano (LV), definido como la distancia medida perpendicular a una línea horizontal que conecta los dos espolones esclerales y la superficie anterior del cristalino, y la convexidad del iris se encuentren aumentados, ya que ambos constituyen de manera objetiva, un riesgo elevado de cierre angular agudo.

2. En un paciente con glaucoma moderado, catarata y tratamiento antiglaucomatoso con dos medicamentos, ¿está justificado realizar una cirugía combinada con iStent?

Dr. Juan Sampaolesi: Podría estar justificado, pero el iStent, como otros MIGS, es una cirugía mínimamente invasiva y mínimamente efectiva. O sea que, en realidad, se puede utilizar para quitar, a lo sumo, una medicación y en pacientes con glaucoma de inicio sin daño funcional. En un paciente con glaucoma moderado y catarata con dos medicamentos, mi técnica de elección es la FACO asociada a EPNP, más económica que el iStent y mucho más efectiva a corto, mediano y largo plazo.

Dr. Lyle Newball: Está justificado ya que numerosos estudios han demostrado la efectividad del procedimiento combinado de iStent y cirugía de catarata, incluso en pacientes con dos y tres antiglaucomatosos, logrando valores de PIO por debajo de 21 mmHg, en rangos de 16-18 mmHg y una reducción en el uso de medicamentos.

3.¿Hay suficiente evidencia para utilizar subciclo en combinación con facoemulsificación en pacientes con daño severo?

Dr. Juan Sampaolesi: De ninguna manera. El marketing en el mercado actual quiere ubicar la subciclo o micropulso como una técnica para todos los glaucomas. Sin embargo, en más de 100 pacientes, con dos años de seguimiento demostramos que esta técnica solo es útil al igual que los MIGS en glaucomas de inicio sin daño funcional. En nuestra serie en ningún paciente se reguló la PIO sin medicación a los 6 meses de efectuado el procedimiento.

Dr. Lyle Newball: No hay en la actualidad suficiente evidencia en la literatura para el uso combinado de facoemulsificación y ciclofotocoagulación transescleral con el láser subumbral. Sin embargo, en mi práctica clínica prefiero realizarlo en dos tiempos quirúrgicos diferentes. Faltan más estudios que avalen el uso combinado.

Bibliografía pregunta No. 1 Dr. Lyle Newball:

Mei L, Zhonghao W, Zhen M, Yimin Z, Xing L (2013) Lens Thick- ness and Position of Primary Angle Closure Measured by Anterior Segment Optical Coherence Tomography. J Clin Exp Ophthalmol 4: 281.

Matsuki T, Hirose F, Ito S, Hata M, et al (2015) Influence of Ante- rior Segment Biometric Parameters on the Anterior Chamber Angle Width in Eyes With Angle Closure. J Glaucoma 2015; 24:144–148.

Li M, Chen Y, Jiang Z, Chen X, Chen J, Sun X (2018) What are the characteristics of primary angle closure with longer axial length? Invest Ophthalmol Vis Sci. 59: 1354–1359.

Kim et al (2014) Relative lens vault in subjects with angle closure. BMC Ophthalmology 14:93.

Bibliografía pregunta No. 2 Dr. Lyle Newball:

Pillunat L, Erb C, Jünemann A, Kimmich F. Micro-invasive glauco- ma surgery (MIGS): a review of surgical procedures using stents. Clinical Ophthalmology 2017:11 1583–1600.

Myers J, Masood I, Hornbeak D, Belda J, et al. Prospective Evalua- tion of Two iStent Trabecular Stents, One iStent Supra Supracho- roidal Stent and Postoperative Prostaglandin in Refractory Glauco- ma: 4-year Outcomes. Adv Ther 2018: 35 395–407.

Chen D, Sng C. Safety and Efficacy of Microinvasive Glaucoma Sur- gery. Journal of Ophthalmology 2017: Article ID 3182935, 13 pages.

Bibliografía pregunta No. 3 Dr. Lyle Newball:

Ndulue JK, Rahmatnejad K, Sanvicente C, Wizov SS, Moster MR. Evolution of cyclophotocoagulation. J Ophthalmic Vis Res 2018; 13:55-61.

Irina L, Carmen D, Mircea F, Andrei F, et al. Subcyclo laser procedu- re results in patients with glaucoma. Romanian Journal of Ophthal- mology 2018; 62(4): 296-299.

Nguyen A, Maslin J, Noecker R. Early results of micropulse transscle- ral cyclophotocoagulation for the treatment of glaucoma. European Journal of Ophthalmology 2019: 1-6.

Sanchez FG, Peirano-Bonomi JC, Grippo TM. Micropulse Transscle- ral Cyclophotocoagulation: A Hypothesis for the Ideal Parameters. Med Hypothesis Discov Innov Ophthalmol. 2018 Fall; 7(3): 94-100.

Avances en córnea y cirugía refractiva


Coordinadores

Dr. Heriberto Marotta – Argentina

Dr. Franco Pakoslawski – Argentina

Panelistas

Dr. Marcelo Sterzovsky – Argentina

Dr. José Miguel Varas – Ecuador

Contacto

Dr. Heriberto Marotta – heribertomarotta@hotmail.com Dr. Franco Pakoslawski– francopakos@gmail.com
Dr. Marcelo Sterzovsky – sterzovsky@gmail.com
Dr. José Miguel Varas – jm@varas.com

Caso clínico
Paciente de 25 años de edad que consulta para cirugía refractiva y refiere intolerancia a lentes de contacto.


Agudeza visual
» OD: 20/20 c/ -6.25 -1.25@160
» OI: 20/20 c/ -6.00 -2.25@150
Paquimetría central:
» OD: 545 μm
» OI: 538 μm
» Prof. cámara anterior: 2.75 mm AO

Topografías prequirúrgicas:

Se opera respetando patrones de seguridad:

Posoperatorio al año

Agudeza visual
» OD: 20/25 20/20 c/-0.50@70 » OI: 20/25 20/20 c/-0.75@115

Regresa a los 4 años refiriendo disminución de agudeza visual.

  • OD: 20/70 c/ -1.50 -3.50@40
  • OI: 20/200 c/ -7.50 -3.50@86Topografías: ectasia corneal en ambos ojosSe comienza tratamiento con timolol 0.5, no tolera bien LC. Se decide colocación de segmentos corneales y CXL OI.Último control
  • OD: 20/30dif c/Lente de contacto
  • OI: 20/30dif c/Lente de contactoEn el análisis retrospectivo, el único pa- rámetro alterado que encontramos fue el índice de Porcentaje de Tejido Alterado (PTA: flap + ablación/espesor central cor- neal) el cual al momento de la cirugía aún no había sido descripto.PTA:OD: 38.63 %

    OI: 40.53 %

    Preguntas del caso

    1. ¿Hubiese actuado de forma dife- rente al no existir el índice PTA?

    Dr. Marcelo Sterzovsky: Este es un caso en que viendo detenidamente las imágenes se observa una ligera asimetría en la forma del moño astigmático, que si bien es ortogonal revela una preponde- rancia hacia el sector inferior. Se suma a esto una aberrometría con un RMS supe- rior al normal y no contar con curvatura posterior corneal, lo que a pesar de tener una paquimetría normal, dada la edad del paciente, me podría hacer pensar que es una situación sospechosa y que debo ser cauto en la elección de la técnica.

En este caso la medición de la cámara anterior es de 2.75 mm, lo que contraindica la lente de mi elección, que es la de cámara posterior, por lo que solo me queda una posibilidad que es practicar PRK con mitomicina, con la que tengo 25 años de experiencia y nunca he tenido una ectasia, aun en casos límites como este.

Dr. José Miguel Varas: Probablemente sí. Este caso fue operado en 2011/2012 cuando el paciente tenía 25 años, dos o tres años antes de la publicación de Marcony Santhiago sobre el PTA en AJO 2014.

Sin embargo, las topografías del ATLAS permiten estudiar la altura de la cara anterior de la córnea. Siendo éste un índice menos sensible que la altura de la cara posterior, este primero no deja de ser específico (la cara posterior sólo se puede observar integrando el ATLAS al Visante). En las fotos sólo se puede ver el frente de onda proveniente de la cara anterior que sugiere un patrón cromático no despreciable en ambos ojos que levanta ya una alerta.

El ATLAS también tenía un módulo para detección de queratocono llamado PATHFINDER II que orientaba sobre la interpretación básica de la topografía.

Por otro lado, se asume que el corte del microqueratomo es de 120 μm y sabemos que algunos microqueratomos pueden cortar más de 60 micras por encima de lo marcado en su etiqueta.

Aunque suene post hoc ergo propter hoc, la simulación demuestra cierto grado de traspasodelPTAen41y44%. No obstante, el mayor riesgo parecería originarse en la irregularidad corneal, solo demostrada en la imagen de frente de onda corneal. (Ver imagen 6)

2. ¿Qué tratamiento utiliza para el tratamiento de ectasia pos-LASIK?

Dr. Marcelo Sterzovsky:
Mi tratamiento de elección es realizar crosslinking epioff utilizando riboflavina isotónica, tomando paquimetría intraoperatoria e irradiación UV 30 minutos a 3 mw x cm cuadrado si el cuadro presenta rápida evolución, o 10 minutos a 9 mw por cm cuadrado en casos más leves y posterior adaptación a lentes de apoyo escleral, con los que obtienen una satisfactoria agudeza visual y confort.

Dr. José Miguel Varas: Si la detección es temprana y el espesor central lo permite, es válido reforzar la córnea con riboflavina y luz UVA con el fin de observar detención de la progresión. Si aun así la irregularidad es muy grande, he encontrado en pocos casos tratados resultados mixtos, ya que en este tipo de ectasias el patrón topográfico tiene la suma de una ectasia circunscrita más una ablación. Es decir, se presentan con un patrón diferente a las ectasias como el queratocono.

Por otro lado, los lentes esclerales son un recurso que siempre ayuda en casos donde la irregularidad está fuera del alcance de los segmentos intracorneales. Y por último en condiciones aún más extremas siempre queda el último recurso de la queratoplastia laminar profunda.

Cirugía de catarata en paciente con queratocono


Dr. Cecilio Velasco

Preguntas del caso

1. ¿Qué queratometrías to- marían para realizar el cál- culo del poder del LIO y por qué?

Dr. Daniel Elies I. Amat: Si me lo permiten, me gustaría hacer unas consideraciones previas a contestar de forma concisa las preguntas que se nos formulan:

Se trata de una paciente relativamen- te joven, en edad laboral, con nistag- mo, que ha desarrollado una catarata en su ojo único funcional. Me gusta- ría conocer la refracción previa a la catarata, pues siendo miope, me sor- prende la refracción que muestra el Ray Tracey ( -10.00 D), consideran- do unas queratometrías (Ks) dentro de un rango normal y una longitud axial no muy acentuada (muy proba- blemente exista una miopización por la catarata). Y, sobre todo, a la hora de plantear la corrección intraocular, me falta saber si la paciente corregía su defecto refractivo con gafa o con lente de contacto. Me explico: la pa- ciente tiene un astigmatismo irregu- lar importante. Si la paciente utiliza lentes de contacto (LC), su calidad vi- sual será muy superior a la que con- sigamos con una corrección intraocu- lar y/o con unas gafas. Si la paciente pretende mantener esa calidad vi- sual, deberá seguir utilizando LC en el posoperatorio y por tanto NO de- bemos plantear corregir el astigma- tismo con la lente intraocular. Si, por el contrario, siempre ha utilizado ga- fas, podríamos valorarlo, aunque en mi caso, intentaría adaptárselas en el posoperatorio aun cuando nunca las hubiera utilizado.

Como respuesta a la pregunta, se trata de un caso con un astig- matismo irregular importante, con queratometrías “normales”, una amplitud de cámara ante- rior (ACD) muy amplia y un blan- co-blanco (B-B) muy pequeño. Con estos parámetros, el cálcu- lo de la lente intraocular va a ser muy complejo y con un alto ries- go de error refractivo residual. Con todo ello, lo primero es expli- car a la paciente la situación y ha- cer que entienda y asuma su rea- lidad. Yo utilizaría las SIM K en los 2.5 milímetros centrales y la fór- mula de Barrett, porque otras fór- mulas con esas ACD y B-B discor- dantes, según mi experiencia, dan peores resultados refractivos.

Dr. Daniel Badoza: Tomaría en cuenta los valores de las au- to-K, la biometría óptica, y los 3 mm centrales de la topografía cor- neal, dándole prioridad a este últi- mo resultado.

Dr. Gerardo Valvecchia:

Utilizaría todos los equipos a mi disposición. En el centro donde tra- bajo tenemos Pentacam, Lenstar, topografía Plácido-Tomey y OCT Avanti. Utilizaría todos estos equi- pos para comparar las medidas en- tre sí. Daría una especial impor- tancia a tener la información de la cara posterior de la córnea que, en nuestro centro, es medida median- te OCT y/o Pentacam. Es impor- tante destacar que dichos pacien- tes suelen ser usuarios de lentes de contacto, por lo cual se solicita la suspensión de las mismas al me- nos por tres semanas para evitar el efecto warpage que ocasionan.

2. ¿Pondrían un LIO monofocal?

Dr. Daniel Elies I. Amat: Sí, sin duda.

Dr. Daniel Badoza: Recomendaría el implante monofocal, en especial si el paciente es tolerante y recuerda haber tenido muy buena visión con LC gas- permeables, puesto que de esta forma corregirá de la mejor manera posible el astigmatismo irregular residual. En caso de que el paciente esté lo suficien- temente motivado, corregiría la refrac- ción residual con lente tórica Add-on.

Dr. Gerardo Valvecchia: En este caso colocaría una LIO monofocal, no tórica.

3. ¿Usarían un LIO tórico y por qué?

Daniel Elies I. Amat

Dr. Gerardo Valvecchia: No elegiría una LIO tórica, ya que, en este caso, la toma de las imáge- nes se vuelve dificultosa debido al nistagmo que el paciente presen- ta. Por ese motivo, al tener imáge- nes descentradas y un patrón topo- gráfico poco frecuente, el cálculo de la LIO se vuelve un desafío. Los da- tos queratométricos que tomamos en cuenta son en base al poder cor- neal de los 3 mm centrales, los cua- les no son confiables en los estudios de esta paciente.

El queratocono es una patología no inflamatoria degenerativa de la cór- nea que se asocia con astigmatismo asimétrico elevado. Dicha patología suele darse en ojos miopes con lar- go axial elevado. En estos casos se plantea un desafío cuando se debe realizar facoemulsificación, ya que, en muchas ocasiones posteriores a la cirugía, queda un defecto refracti- vo residual.

Si se da prioridad a corregir el com- ponente miópico, quedaría el astig- matismo residual a ser corregido

a Dr. Daniel Elies I. Amat: Siendo – un devoto defensor de las lentes tóri- 3 cas, en este caso NO pondría una lente

  • –  tórica. El eje refractivo y el topográfico
  • –  difieren y los distintos queratómetros (el del biómetro que no se nos facili- ta) y el del Ray Tracing probablemente también difieran. Y como he menciona- do al principio, en el posoperatorio in- tentaría adaptar una LC para mejorar la visión final de la paciente. Se trata de un ojo único, y hay que primar la cali- dad de la visión por encima del defectorefractivo final.Dr. Daniel Badoza: Las LIO tóricas no son mi primera opción en casos con queratocono. Las utilizo especialmente cuando el paciente es intolerante a len- tes de contacto en los que la refracción subjetiva es medible (en especial si lle- ga a niveles altos de AVCC y no difieren de la AV con estenopeico), y la tomo- grafía no muestra una gran irregulari- dad en los 3 mm centrales.

con lentes aéreos, lente de con- tacto o evaluar la posibilidad de realizar piggyback. Una vez operada, la corrección del astig- matismo se realiza mediante la refracción subjetiva, con lo cual la queratometría y sus medidas cobran una menor importancia.

4. ¿En qué estudio basa- rían el poder y eje del astigmatismo?

Dr. Daniel Elies I. Amat:

En mi caso, valoraría el Cassini (topógrafo que me muestra me- diciones de cara anterior y pos- terior y, por tanto, nos da un poder corneal total) y lo compa- raría con el K total del IOLMaster 700. Si tengo solo los datos que nos muestran, utilizaría los va- lores de Ray Tracing.

Dr. Daniel Badoza: El poder del astigmatismo generalmente lo tomo de la biometría y la au- to-K, mientras que considero el eje más curvo del tomógrafo.

Dr. Gerardo Valvecchia: Utilizaría to- dos los equipos a mi disposición para tener distintas medidas de queratometría. Hay que tener en cuenta que las medidas quera- tométricas de distintos equipos con distinto índice de refracción no son comparables di- rectamente entre sí. De todas maneras, in- tentaría tener datos de un equipo con cá- mara Scheimpflug, una OCT, un Plácido. Si las queratometrías son similares o distintas, nos pueden ayudar a tomar una mejor de- cisión sobre la lente a implantar y el target refractivo propuesto.

En el caso de un paciente con nistagmo osci- latorio, es recomendable realizar topografía con métodos estáticos, en la que los resul- tados puedan ser confiables y las imágenes estén centradas. La falta de alineamiento puede afectar la exactitud de los mapas to- pográficos, de modo que se pueden produ- cir errores significativos si existe un descen- tramiento del ápex corneal en el momento de realizar la medida.

5. La paciente tiene nistagmo os- cilatorio. ¿Tendría algún consejo para la cirugía?

Dr. Daniel Elies I. Amat: No creo que esto constituya un problema quirúrgico. No tendrá mucho nistagmo por las AVcc que al- canza (2/6 con catarata y una córnea irre- gular) y, con una leve sedación, la amplitud del mismo suele disminuir o incluso desapa- recer. Yo plantearía una anestesia tópica con sedación leve y no asumiría el riesgo de una anestesia locorregional (peri-retrobulbar).

Dr. Daniel Badoza: Si bien he realiza- do en muchas ocasiones la cirugía del nis- tagmo bajo anestesia tópica e intracameral, si el nistagmo dificultase la realización de la capsulorrexis, le daría anestesia subteno- niana. En caso de haber decidido implantar LIO tórica, marcaría el eje horizontal de la córnea en la lámpara de hendidura.

Dr. Gerardo Valvecchia: En mi práctica habitual, realizo solamente anestesia tópica en los nistagmos. Sin embargo, puede ser recomendable rea- lizar anestesia peribulbar en estos ca- sos ya que se necesita la acinesia del globo ocular.

6. ¿Con qué página calcularían el LIO tórico y cuáles quera- tometrías usarían (SIM K del topógrafo, K de autorrefracto- queratómetro, poder refracti- vo corneal) y por qué?

Dr. Daniel Elies I. Amat: Como ya he comentado, usaría el K del topógrafo (K total) y fórmula de Barrett (yo suelo usar Barrett y Haigis, pero en este caso, con las variantes del B-B y la ACD, me fío más de Barrett).

Dr. Daniel Badoza: En caso de im- plantar una lente tórica, la calcularía usando la fórmula Panacea en compa- ración con el cálculo obtenido en el cal- culador del fabricante de la lente. El effective power a 3 mm parece ser la más precisa de las fuentes para obte- ner las K.

Dr. Gerardo Valvecchia: Utilizaría de modo preferencial las queratome- trías de OCT de cara anterior y pos- terior. Dejaría en un segundo lugar el Pentacam, ya que es un estudio más di- námico que el de OCT y, por ende, el nistagmo de la paciente puede arrojar datos poco confiables. Dichas medidas de cara anterior y posterior de la córnea no se pueden usar en cualquier fórmu- la de cálculo, ya que la mayoría de las fórmulas necesitan una medida de que- ratometría, por ejemplo, al estilo SIM K o autoqueratometrías de un interfe- rómetro convencional. En estos casos

Dr. Daniel Badoza.

puntuales, usamos Panacea, que permite cargar los datos topomé- tricos (radios de curvatura ante- rior y posterior) para calcular el lente intraocular. Utilizaría un tar- get levemente miópico (−0.50), dado que en los queratoconos los resultados refractivos posquirúr- gicos suelen tender a la hiperme- tropía por una sobrestimación de la queratometría.

Si colocara una lente tórica, po- dría usar Panacea y también po- dría usar el calculador de Barrett para lentes tóricas. Dicho calcu- lador también permite usar da- tos de queratometría de cara anterior y posterior. El calcula- dor de Barrett, además, permite usar la Median K, que se calcula utilizando distintas medidas que- ratométricas de distintos equipos para crear una única medición de queratometría. Podría ser de uti- lidad en este caso donde eje y poder pueden mostrar variacio- nes según el equipo con que se lo mida.

 

 

Aspecto inflamatorio del queratocono: cambio de paradigmas


Clásicamente el queratocono (KC) se descri- be como una patología que afecta la córnea de manera asimétrica y no inflamatoria.1 Sin embargo, evidencias de la participación de agentes inflamatorios en su etiopatogenia están cambiando ese paradigma inicial.

Estudios moleculares más sofisticados y avances tecnológicos en investigaciones han logrado un cambio de antiguos con- ceptos acerca de la fisiopatofisiología del KC.2-5 Los componentes patofisiológicos de esa dolencia pueden ser clasificados en modificaciones de la composición del es- troma corneal, desequilibrio entre molé- culas proinflamatorias y antiinflamatorias y entre enzimas que causan degeneración de la matriz extracelular y sus inhibidores correspondientes, estrés oxidativo e hiper- sensilidad celular.3-4, 6

La córnea, por ser una estructura avas- cular, no presenta las señales clásicas de inflamación: calor, rubor y edema, lo que dificulta la identificación macroscópica de su aspecto inflamatorio. Pese a que aún no está completamente determinado, existen evidencias de que este componente infla- matorio sea mediado por citocinas y me- taloproteinasas (MMP), generando un po- sible compromiso de la unión de las fibras de colágeno.5

La evaluación de la fisiopatogenia a ni- vel molecular puede ser identificada en la película lagrimal, en la conjuntiva y en la córnea de pacientes con KC. En la pelícu- la lagrimal puede ser evaluada de manera aislada una citocina proinflamatoria y su actividad colagenolítica y/o gelatinolítica o estudiar el desbalance entre subgrupos de citocinas pro y antiinflamatorias.7-9 En la conjuntiva, el enfoque por medio de la citología de impresión e inmunohistoquí- mica puede identificar citocinas de interés.

Este análisis puede ser haber un feedback positivo hecho por densitometría, microscopía confocal o citología exfoliativa, bus- cando especialmente eo- sinófilos. 10,12

El estudio de las citocinas inflamatorias involucra- das en la degradación del estroma corneal presen- teenelKCvamásallá de medir una citocina aislada, pues en la fisio- patología de esa ectasia ocurre también el des- equilibrio en la cantidad de enzimas proteolíticas e inhibidores enzimáticos presentes en la película lagrimal.7-9,11

Los mediadores proin- flamatorios más ais- lados en la lágrima de pacientes con KC son in- terleucina 6 (IL6), fac- tor de necrosis tumoral (TNFα), MMP2 y 9 e in- hibidores de proteasis (TIMPS) que inhiben la acción de degrada- ción de las MMPs.7-9 El desbalance entre ellas caracterizan la activi- dad inflamatoria del KC. Existen varias pu- blicaciones evidencian- do niveles en lagrimas aumentados de interleu- cinas específicas como IL1B, IL4, IL5, IL6, IL8, IL10eIL17ymediado- res inflamatorios como TNFα, pero la mayoría de ellas tienen en co- mún el aumento de IL6 y TNFα en la lágrima de pacientes con KC com- parando a pacientes sin esta patología.7-9,13 Es- tos eventos ocurren si- multáneamente y puede entre ellos. La relación de causalidad entre esos fac- tores todavía es imprecisa, así como cuál antecede al otro y qué eventos son ne- cesarios para el desarrollo y/o evolución del KC.

Atopía, prurito ocular, uso de lentes de contacto, es- trés oxidativo y ojo seco son posibles causas invo- lucradas en el aumento de citocinas inflamatorias la- grimales, dificultando la de- finición de la relación direc- ta con la fisiopatología del KC.13-15 Dificultades meto- dológicas, resultados in- consistentes y transitorios limitan el estudio lagrimal. El pleiotropismo entre las citocinas dificulta el análisis específico debido a su poca sensibilidad y gran varia- bilidad, pero deja clara la participación de agentes in- flamatorios en el KC.

La multifactoriedad, pre- disposición genética y es- trés oxidativo permiten, de forma concomitante o independiente, que alte- raciones ambientales des- pierten un agente infla- matorio en pacientes con KC. La identificación de la fuente secretora de esas citocinas en nivel celular y el análisis longitudinal de esos marcadores puede ayudar a aclarar la relación entre actividad inflamatoria y KC. Dirigir el abordaje y el tratamiento de una ma- nera más específica a nivel celular, puede cambiar el pronóstico visual por me- dio del monitoreo más cer- cano y/o indicación precoz de crosslinking corneal.

Referências

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  10. Saghizadeh M, Chwa M, Aoki A, Lin B, Pirouzmanesh A, Brown DJ, Ljubimov AV, Kenny MC (2001) Altered expression of growth factors and cytokines in KC, bullous keratopathy and diabetic human corneas. Exp Eye Res 73:179–189
  11. Pannebaker C, Chandler HL, Nichols JJ. Tear proteomics in keratoconus. Mol Vis 2010;16:1949-57.
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  17. Cristina Kenney M, Brown DJ. The cascade hypothesis of keratoconus. Cont Lens Ante- rior Eye. 2003;26:139–146.

 

El arte de calcular lentes intraoculares


Dr. Fernando L. Soler Ferrández

España

En 2019 cumplimos el 70 aniversario de la primera implantación de una lente intraocu- lar (LIO) por parte de Sir Harold Ridley. Inició una época de implantes de potencia fija a la que siguió otra donde se elegía la potencia en función del defecto previo de graduación. Se generó así el primer problema biométrico con la frecuente aparición de la “nine-diopter sur- prise”. Surgieron entonces a finales de la dé- cada de 1960 las primeras fórmulas de cálcu- lo, bien teóricas como Fyodorov, Collebrander, Binkhorst I, etc., basadas todas ellas en el ojo teórico de Gullstrand, o bien de regresión ma- temática como la SRK de 1981 (1), cuya senci- llez nos hace entender la base de la biometría y su fuente principal de errores:

P=A-2.5*ALX-0.9*K

Es decir, la potencia de una lente sale de una constante “A” dada por el fabricante de la len- te en función de la forma, posición, material, etc. a la que se le resta la ALX multiplicada por 2.50 y la K media multiplicada por 0.9. Esto significa que un error de medida de un milímetro en ALX genera un error biométrico de 2.5 D en la lente, mientras que una dioptría de error queratométrico supondrá un error de 0.9 en la potencia de la LIO.

Las fórmulas fueron evolucionando, utilizando cada vez más variables (cinco en Barrett II, siete en Holladay II o Panacea que a las an- teriores suma la cara posterior de la córnea) o bien principios ópticos diferentes como el trazado de rayos (Olsen) o la Inteligencia Ar- tificial (Hill-RBF). Para todas ellas, uno de sus objetivos principales es conocer la potencia de la LIO en función de la ELP, es decir, de la posición estimada de la lente.

Este escenario hace pensar que el dis- poner de fórmulas tan avanzadas por un lado y de aparatos muy exactos en sus medidas biométricas por otro, el proble- ma del cálculo de la LIO estaría resuelto, lo que no se ha logrado. Los modernos estudios comparativos de fórmulas dan como excelentes resultados los que re- fractivamente quedan entre +/-0.50 en un porcentaje del 80 % de las muestras. Es decir que, en términos absolutos, el 20 % quedan con defectos superiores ale- jándose de la emetropía(2).

Si a esto se suma que la cirugía del crista- lino se convierte en una cirugía refractiva en una gran mayoría de casos, significa que damos como buenos cálculos que van a fallar en dos de cada diez ojos operados.

Y con tanta exactitud biométrica y tanta fórmula, ¿por qué se producen esos erro- res? Es cierto que hay cosas que no po- demos controlar como es la contracción capsular y la estabilidad de la lente en la ELP prevista con el consiguiente cam- bio refractivo. Pero también es frecuente perder el sentido clínico de la biometría cuyos datos deben ser coherentes con la historia del paciente. En otras ocasiones no se toman en consideración circunstan- cias como la sequedad ocular que puede producir alteraciones queratométricas que induzcan luego errores de una dioptría o más. Si en el cálculo biométrico nos apo- yamos con imágenes topográficas, será más fácil detectar irregularidades que nos pondrán alerta.

Otras veces no se hace caso a signos que nos deben llamar la atención para elegir la fórmula adecuada. Así, se deben es- tudiar más detenidamente ojos con ALX superiores a 26.00 mm e inferiores a 22.00 mm para seleccionar fórmulas más adecuadas a esos largos axiles. Asimis- mo, valores de K superiores a 47.00 D o inferiores a 40.00 D deben ser valorados cuidadosamente pues nos pueden hablar de córneas irregulares cuyos datos pue- den confundir a las fórmulas que usemos.

Una fuente de errores es des- conocer el grosor del cristalino y su relación con la ACD. Sabe- mos que, cuando el sumatorio de ambos es superior a 8.00 mm, hay que ajustar el cálcu- lo, pues se van a producir hipo- correcciones, mientras que por debajo de 7.30 se pueden indu- cir miopizaciones.

Si recordamos que estamos buscando la emetropía, una cir- cunstancia que se da con cier- ta frecuencia es, al analizar un caso, observar disparidades en- tre los resultados de las fórmu- las. Es el momento de aplicar el sentido clínico y la valoración de detalles para tomar la deci- sión adecuada

Todo esto es lo que nos hace pensar que el cálculo de lentes intraoculares tiene su parte de Arte, del arte médico que guía el criterio clínico en la toma de la decisión final.

¡Ah, se me olvidaba! ¿Y qué pasa con el astigmatismo, la to- ricidad, la cara anterior, la pos- terior, el valor total de la córnea, la relación con la graduación previa, etc.? Pues que subimos un peldaño más en este concep- to artístico, pero esto lo vamos a dejar para otro editorial.

Referencias

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  2. Melles RB, Holladay JT, Chang WJ: Accu- racy of Intraocular Lens Calculation For- mulas. Ophth

 

ArtículosNoticiero Alaccsa-R

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posted by adminalaccsa 4 junio, 2019 0 comments

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Dra. María José Cosentino Argentina

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Queridos amigos y colegas,

Definitivamente las necesidades de nues- tros pacientes han cambiado: los compu- tadores, los teléfonos inteligentes, varia- dos dispositivos de lectura y diseño… son pacientes que exigen niveles de resulta- dos que nos hace plantear todo un de- safío cada vez que hacemos una cirugía. Este número está completamente dedi- cado a un tema que no podemos soslayar en la práctica cotidiana: ¡los pacientes con queratocono!

El editorial del Dr. Fernando Soler nos acerca a esta situación a través del arte del cálculo de los lentes intraoculares, al igual que el excelente artículo que del Dr. Marcony Santhiago en nuestra editorial de córnea.

En nuestra nueva sección “Mi peor caso”, el Dr. Cecilio Velasco nos presenta un caso de catara- ta con queratocono de una mujer con ambliopía y estrabismo. Excelente para discutir y analizar como caso patrón. Por su parte, el Dr. Eduardo Viteri acompaña la sección desde la córnea con un caso de ectasia pos-LASIK.

Una de las secciones mas leídas, los “Top Ten”, esta vez a cargo del Dr. Dan Reinstein, enumera el diagnóstico temprano del queratocono.

A cargo del Dr. Ángel Pineda, enlazamos nues- tra sección “Tres preguntas imprescindibles” acerca de la cirugía de catarata en pacientes con queratocono. Y a cargo de Dr. Carlos Palo- mino, nos encontramos con las tres preguntas imprescindibles sobre ectasia corneal posterior a cirugía refractiva.

Las controversias sobre la afectación de la bio- mecánica corneal en el LASIK versus en el SMI- LE está brillante y ecuánimemente analizada por el Dr. Joaquín Fernández.

Para compartir con ustedes, siguen nuestras exitosas “Charlas de Café”, a cargo de quien les escribe, conversando con los Dres. Eduar- do Chávez y Arturo Maldonado Bas. ¡Aprovecho este espacio para agradecer profundamente la sinceridad con la que ambos entrevistados se manifestaron en esta charla!

Una entrevista salida, íntima y desestructura- da con la Dra. Elena Barraquer, a cargo del Dr. Noé Rivero.

En fin, vean aquí ustedes un maravilloso compila- do sobre queratocono y sus derivados, con nivel académico y a cargo de plumas extraordinarias.

Dra. María José Cosentino Board Director ALACCSA-R Presidente Ejecutivo Editora General

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Cirugía de catarata en 3D

posted by adminalaccsa 3 junio, 2019 0 comments

Cirugía de catarata en 3D


Dr. Juan Pablo Aparicio Colombia

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Dr. Juan Pablo Aparicio – jpaparicio@hotmail.com

Conocí la cirugía de catarata en 3D en un congreso de ASCRS hace unos años, de la compañía Truevision, en un booth. Siempre me ha atraído la tecnología. Cuando la vi pensé que eventualmente a futuro podría ser interesante. En ese entonces había conocido también la cirugía robótica con Da Vinci y pregunté cómo podría adaptarse un set de instrumental de oftalmología al robot. En mi imaginación pensé como sería una telecirugía de catarata con este tipo de instrumentos.
Pensé en dos limitaciones: primero, no existía un sistema de visualización que a la distancia pudiera permitirme tener percepción de profundidad, lo que haría imposible hacer una cirugía segura; y, la segunda, no había forma de transmitir la señal en tiempo real, tanto de la imagen como de mis movimientos como cirujano. En definitiva, no era factible la telecirugía.
Cuando conocí el Truevision pensé que podía ser la respuesta al primer obstáculo. Sin embargo, cuando lo probé en cirugía experimental, la latencia de la imagen hacía que los movimientos de mis instrumentos en la panta- lla no coincidieran con lo que es- taba sintiendo en mis manos. En ese momento pensé que era el comienzo, y que más adelante con mejores procesadores, cámaras, pantallas, etcétera podría conver- tirse en realidad.

Años después me presentaron Ngenuity. Sin volver a saber del tema, Alcon había comprado la compañía que había evolucionado en el desarrollo de la plataforma y decidió lanzarla para cirugía de vítreo y retina.

Con los antecedentes que yo tenía en mi cabeza, pensé que eso tenía que servir para cirugía de catarata; como era un uso off label del equipo, no pude obtener mucha ayuda. Sin embargo, seguí adelante y pude realizar mis primeras cirugías de catarata en ojos humanos con este novedoso sistema de visualización.
La experiencia fue fascinante. Si bien seguía observando algo de latencia en los movimientos, esta era mínima y fueron mucho más las ganancias que obtuve con el uso del sistema que las dificultades encontradas.

La primera de estas ganancias es la profundidad de campo; el sistema, al tener un diafragma que regula la apertura en la cámara, permite obtener una profundidad de foco muy superior a lo que se puede encontrar en un microscopio. Con el uso del sistema en 3D me encontré usando mucho menos el pedal de foco al poder tener gran parte del campo quirúrgico en adecuado foco en un momento dado. (Ver figura 1)

La otra gran ventaja que encontré es el campo visual. El estar en un n microscopio con un tubo circular, solo te permite ver lo que cabe n dentro del mismo. Con el sistema , 3D aún con gran magnificación se observa el limbo en 360 grados y la conjuntiva circundante en la periferia de la pantalla, lo que permite manejar los movimientos de los instrumentos quirúrgicos con mucha más libertad. (Ver figura 2)
Una ventaja muy importante que e va ligada a la anterior es la magnificación. Desde que uso el sistema 3D me a he encontrado trabajando con mucha más magnificación sin perder l la visualización del campo complea to, como sucede con cualquier mi-
croscopio.

Dicho en palabras sencillas y dejando a un lado el aspecto técnico, me encontré operando cataratas en el Ngenuity confiadamente y con tranquilidad de manera muy e rápida. Con el tiempo además me a di cuenta que al aumentar la mags nificación trabajaba con el campo quirúrgico completo en la pantalla de manera muy cómoda. Esos cambios de aumento (magnificación) que en ocasiones tenemos que hacer para realizar maniobras, como el pulido de la cápsula, resultaron muy cómodas con el sistema y la sensación de estar inmerso en el campo quirúrgico ha sido realmente satisfactoria.

Dentro de las ventajas no tangibles en visualización está la comor didad, pues a este tipo de sistemas o lo comparan algunas personas con o estar sentado presenciando un videojuego. En la práctica no lo considero así, a los cirujanos siempre nos va a incomodar la comparación de tener la responsabilidad de la visión de un ser humano en nuestras manos con la de un videojuego. Lo que sí puedo afirmar es que definitivamente el cansancio en cirugía se redujo notoriamente y, desde el punto de vista ergonómico, la espalda y especialmente el cuello agradecen mucho estar en una posición cómoda, apoyado en el espaldar de una silla y observando una pantalla.
En este último aspecto no todo es color rosa; la versión actual del sistema implica tener la cámara en el tubo del microscopio incorporado a la base (estativo) actual del mismo encima del ojo del paciente, lo que obliga a posicionar el televisor 3D de manera lateral. Esto conlleva dos compromisos: el primero, a girar la cabeza de medio lado para observar la pantalla mientras tienes las manos en la cabeza del paciente en la posición habitual. Esta ha sido mi configuración habitual y con la que me siento más cómodo, y más adelante les explico el porqué. (Ver figura 3). El segundo consiste en desplazar la posición en la silla del cirujano hacia la pantalla manteniendo la espalda y la columna rectas, mientras giras tus brazos hacia la cabeza del paciente.

Con respecto a la configuración elegida pienso que siempre es preferible cambiar la posición de la cabeza del cirujano manteniendo la posición de la cabeza del paciente en la misma relación con mis manos y mis hombros, dado que esto mantiene mis movimientos de la forma habitual. Al hacer esto me encuentro fluyendo más al entrar y salir de las paracentesis, al hacer la capsulorrexis, y en general en toda maniobra intraocular. Cuando intento cambiar la posición, como lo hice en los primeros casos, los movimientos de mis manos en relación al ojo del paciente cambiaron y me observé haciendo movimientos imprecisos en los que me sentí fuera de equilibrio.

Con el tiempo han ido viniendo actualizaciones del sistema, permitiendo además el uso de diferentes filtros de procesamiento de imagen (figura 4) que permiten cambiar el contraste en maniobras específicas, como el uso del filtro amarillo o azul durante la capsulorrexis. Similar a la utilidad que le dan los cirujanos de vítreo y retina al realizar maniobras en la base del vítreo o en la membrana limitante interna, podemos utilizar filtros especiales para mejorar la visualización de la cápsula anterior en alguna maniobra específica.
En la última actualización se incorporaron los parámetros del equipo de facoemulsificación en la pantalla. Personalmente me gusta mucho. Puedo ver en tiempo real un video sobrepuesto (overlay) en el que superviso cómo está el vacío, el flujo, la presión intraocular o el CDE (Ver figura 5). Al comienzo tuve dudas pensando que no quería una distracción adicional, sin embargo, no lo percibí como tal, y al contrario me ha gustado observar estos datos en pantalla. De hecho, me ha ayudado a ser más cauteloso con la posición del pedal y con la cantidad de energía liberada en la cámara anterior (CDE).

En conclusión, considero que la cirugía de catarata con el sistema de visualización en 3D ha sido un adelanto importante, que ha aportado a mi práctica quirúrgica, como lo ven en diferentes aspectos. Estoy convencido que es un camino interesante y que sé que los adelantos en el hardware y la imagen nos llevarán hacia un futuro donde posiblemente no necesitemos de un microscopio como lo conocemos hoy en día, e incluso podamos incorporar ítems adicionales como ayudas robóticas, visualización de exámenes adicionales como OCT, sistemas de rastreo de la posición ocular, del eje del cilindro refractivo, etc. Seguramente este será un paso adicional hacia la telecirugía en oftalmología.