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adminalaccsa

Fijación de lentes intraoculares a esclera, sin soporte capsular


Dr. Cecilio F. Velasco Barona – México

Dra. Mara P. Cantú Treviño – México


Contacto

Dr. Cecilio F. Velasco Barona – ceciliovelascobarona@gmail.com

Dra. Mara P. Cantú Treviño – mara_cantut@hotmail.com

1. Introducción

La cirugía de catarata es una de las intervenciones quirúrgicas más comúnmente realizadas en el mundo. Lo ideal es que la catarata se extraiga y se implante un lente intraocular (LIO) en la bolsa capsular o surco ciliar en un solo procedimiento. Sin embargo, la ausencia de soporte capsular adecuado requiere abordajes alternativos, que incluyen el implante de lentes de cámara anterior, LIO con fijación escleral o bien a iris1.

Los lentes intraoculares de cámara anterior brindan buenos resultados, pero se han reportado complicaciones, como edema macular cistoide, glaucoma, uveítis, sinequias anteriores periféricas, ovalización pupilar, atrofia de iris, hifema, pérdida irreversible de células endoteliales y descompensación corneal. Por lo tanto, en los últimos años se han desarrollado técnicas que tienen como objetivo disminuir la incidencia de las complicaciones, siendo así que surge la fijación de los lentes intraoculares a iris o a esclera con o sin sutura.

Los LIO fijados a esclera tienen una ventaja teórica sobre otras técnicas con respecto a las complicaciones, especialmente en ojos con antecedente de traumatismo y en pacientes jóvenes.

2. Indicaciones para la fijación escleral de lentes intraoculares

La fijación a esclera de los lentes intraoculares tiene su principal indicación cuando no hay soporte capsular, sin embargo, también son indicaciones en pacientes jóvenes con expectativa de vida superior a 10 años, cámara anterior poco profunda (<3 mm) o pa- decimientos corneales como distrofia de Fuchs, edema corneal o tenga ya un trasplante de córnea2.

Esta falta de soporte capsular puede ser debida a una cirugía de catarata complicada o a trauma ocular, en cuyo caso son alteraciones anatómicas locales o bien ser secundarias a enfermedades sistémicas, como el síndrome de Marfan, Weill-Marche- sani, homocistinuria y síndrome de pseudoexfoliación estando en la zónula la principal alteración1.

El síndrome de pseudoexfoliación es el factor de riesgo más común para la luxación tardía del lente intraocular y que se estima ocurre en el 1.7 % de los pacientes sometidos a cirugía de catarata dentro de los 25 años posteriores a la cirugía.

Por otro lado, se reporta una incidencia de 1-2 % de ruptura capsular con pérdida de vítreo en cirugía de catarata en países desa- rrollados, lo que puede contraindicar colocación del LIO en la bolsa capsular. Si bien es una incidencia baja, es por mucho la cirugía más frecuente que se lleva a cabo en todo el mundo, por lo tanto, se vuelve un número importante. La condición sistémica común asociada con zónulas debilitadas y subluxación de lente, el síndrome de Marfan, tiene una incidencia de 1 en 5.000 personas2.

¿Reposicionamiento de LIO? ¿Intercambio? ¿Implante secundario?

Situaciones que pueden requerir de fijar un lente intraocular a esclera:

  1. LIO subluxado, el cual puede ser reposicionado o,
  2. LIO que no puede reposicionarse y, por lo tanto, debe ser intercambiado, o la presencia de,
  3. Afaquia que requiere de un implante secundario o bien, cuando,
  4. El lente intraocular es de una sola pieza y está luxado al vítreo y debe ser reemplazado2.

3. Técnicas de fijación escleral

Varias técnicas han sido descritas para la fijación escleral de un LIO, dentro de ellas se describen las que utilizan suturas, las que usan pegamento y finalmente las que se fijan solamente dentro de un túnel escleral.

Fijación escleral

Para llevar a cabo la fijación escleral con sutura, es importante tomar en cuenta puntos de referencia anatómicos externos como es el limbo, ya que a partir de éste se identificará el surco ciliar, lugar en donde se colocará la sutura. En cuanto a las técnicas: las suturas pueden colocarse de afuera hacia adentro (ab externo) o de dentro hacia afuera (ab interno).

En cuanto a material de sutura, el polipropileno (Prolene) es el más utilizado, pero el poliéster (Mersilene), polietileno (Novafil) y politetrafluoroetileno (Gore-Tex) también brindan buenos resultados. Se han descrito diferentes técnicas quirúrgicas en donde se detalla la creación de flaps o colgajos, surcos o túneles esclerales para identificar y acceder al surco ciliar y también que sirvan como protección de la sutura. Algunos diseños de lentes de PMMA tienen ojales en las hápticas, que sirven para facilitar la fijación con la sutura.

La fijación escleral con sutura tiene ventajas como son: disminución de trauma corneal y angular, disminución del riesgo de glauco- ma secundario, bloqueo pupilar, y poco o ningún contacto entre el LIO y el iris, lo que reduce el riesgo del síndrome de dispersión pigmentaria y edema macular quístico1.

Técnica de fijación de lente a esclera con sutura

Malbran y sus colegas han sido acreditados con la primera descripción publicada de LIO fijados a esclera con sutura en 1980. Usa una sutura de polipropileno 10-0 para fijar las hápticas del LIO a la esclera en los meridianos de las 3–9, a una distancia de 2 mm posterior al limbo2.

En 1991, Lewis popularizó el concepto de pases de sutura ab externo con el uso de flaps esclerales para cubrir los nudos de sutura. Presentó el concepto de introducir la aguja de la sutura de polipropileno 10-0 dentro del lumen de una aguja calibre 28g que penetra el globo ocular a 180 grados de distancia de la entrada de la aguja de la sutura. Los puntos de entrada para ambas agujas son medidas a 2 mm por detrás del limbo, lo que, da una posición final de LIO más reproducible en el surco ciliar en comparación con enfoques ab internos. La sutura atraviesa el ojo de surco a surco, y después de que fue externalizado con el uso de un segundo instrumento (gancho de Sinsky) insertado a través de una herida corneal, se corta la sutura a la mitad de ésta, y se fijan a las hápticas del LIO; posteriormente se introduce el lente al interior del globo ocular posicionándolo detrás del iris con las hápticas descansando en el surco ciliar2. Fig. 1

Esta técnica es utilizada hoy, con tasas de éxito relativamente buenas. En un reciente estudio, llevado a cabo en 2015, con 13 ojos y seguimiento a largo plazo que varió de 5-10 años, se encontró solo dos ojos con mínima descentración de lentes que no afectó la agudeza visual2.

En la actualidad existe una tendencia hacia el uso de suturas más gruesas, como polipropileno 9-0 y Gore-Tex 7-0 (CV-8) sobre el polipropileno tradicional 10-0, buscando una mayor durabilidad. Múltiples series de casos, análisis retrospectivos y estudios prospectivos informaron una luxación tardía del LIO debido a la ruptura de la sutura secundaria a la degradación del polipropileno 10-0 2.

En 2006, Hoffman introdujo la idea de crear bolsas esclerales que no requieran de peritomía conjuntival, pero que permitan una cobertura adecuada de la sutura. Las incisiones se inician en la córnea con 180 grados de separación y usando un cuchillete Crescent, se diseca en grosor parcial en dirección a esclera y abarcando un huso horario. Se hace una paracentesis anterior a cada uno de los bolsillos esclerales. Utilizando una aguja de calibre 27 transconjuntival a través del borde posterior de uno de los bolsillos esclerales, y a una distancia de 1 mm posterior al limbo quirúrgico, se introduce en el interior del globo ocular. De la paracentesis opuesta, un extremo del polipropileno doblemente armado 9-0 en una aguja larga recta se introduce en el ojo y se acopla en la aguja de calibre 27, y la aguja junto con la sutura se externalizan a través del bolsillo escleral. El proceso se repite con el otro extremo del polipropileno para capturar el háptica. Una vez que los dos extremos de la sutura se exteriorizan a través del bolsillo escleral y conjuntiva, los extremos se recuperan del bolsillo escleral con un gancho Sinskey, y el nudo resultante se entierra en el bolsillo escleral a medida que se asegura la sutura2. Fig. 2

Técnica de fijación de lente a esclera sin sutura

En la fijación escleral sin suturas, las hápticas del LIO se exteriorizan y se fijan dentro de la esclera mediante el uso de flaps o túneles esclerales paralelos al limbo. Una de las ventajas es que se usan lentes de tres piezas sin diseño especial.

Recientemente, se ha descrito una técnica de fijación con pegamento de fibrina sin suturas con resultados visuales a corto plazo comparables a los de la fijación escleral suturada. La fijación escleral sin suturas busca evitar las complicaciones asociadas a la degradación de la sutura, la erosión escleral y los pases múltiples a través de la esclerótica y úvea, pero aún se necesitan estudios a largo plazo1.

A Scharioth y colaboradores se les atribuye la primera descripción de la técnica de fijación escleral sin sutura. Se hacen esclerotomías diametralmente opuestas ab externo a una distancia de 1.5-2.0 mm del limbo. Se utiliza aguja de calibre 24 para crear túneles esclerales de 50 % de espesor paralelos al limbo cerca de cada uno de los sitios de esclerotomía. Se inserta un LIO estándar de tres piezas en el ojo, se exteriorizan las hápticas a su vez a través de las incisiones de esclerotomía y se introduce en los túneles esclerales, dejando solo una pequeña porción de cada háptica expuesta entre el túnel escleral y la esclerotomía2.

Implante de LIO intraescleral con disección escleral lamelar guiado por aguja 27G y sin sutura

Yamane describe esta técnica en 2014. Consiste en una incisión esclerocorneal de 2.8mm y 2 disecciones esclerales lamelares de 1.5mm de longitud y aproximadamente 50% de grosor escleral a 1.7 mm del limbo a 180 grados una de la otra. Se inserta un LIO de tres piezas (Tecnis ZA9003; Abbott Medical Optics, Santa Ana, CA) en la cámara anterior con inyector y se mantiene fuera de la cámara anterior el háptica posterior, para evitar que el lente se deslice a la cavidad vítrea. Se realiza una esclerotomía angulada en el final de la disección escleral lamelar con una aguja de calibre 27. El háptica se introduce en la luz de la aguja usando un fórceps. Se rota el LIO y se inserta el háptica posterior en la cámara anterior. Luego se realiza una segunda esclerotomía con una aguja de calibre 27, que pasa a través de la disección escleral lamelar a 180 grados de la primera escle- rotomía. Se introduce el háptica posterior en la luz de la segunda aguja, mientras que la primera aguja se coloca en el párpado y ambas hápticas se externalizan a la esclera con la técnica de doble aguja.

Se realizan los túneles paralelos al limbo de 2 mm de longitud con la aguja de calibre 27 en el final de la disección escleral lame- lar frente a las esclerotomías. Se insertan las hápticas en los túneles de 1.5 mm, y se centra la posición del LIO. Se realiza una iri- dotomía periférica utilizando el cortador de vitrectomía para evitar la captura por el iris del LIO. Se extrae la cánula de infusión, y todos los sitios de esclerotomía se inspeccionan por fugas de heridas3.

Fijación de lente intraocular con técnica de doble aguja

En 2017, Yamane modifica su técnica de doble aguja: para evitar la esclerotomía, hace un túnel escleral usando solamente una aguja calibre 27G, con la idea de disminuir el riesgo de hipotonía posoperatoria. Usa un lente de tres piezas que inserta en la cámara anterior con inyector y mantiene el háptica posterior por fuera de la cámara anterior, para evitar que el lente se deslice a cavidad vítrea.

Se crea un túnel escleral a través de la conjuntiva utilizando una aguja de calibre 30 G a 2 mm del limbo.

El háptica principal se introduce en la luz de la aguja con microfórceps. Un segundo túnel escleral se realiza a 180 grados del primero. La segunda háptica es insertada en el lumen de la segunda aguja manteniendo fija la primera aguja. Ambas hápticas se externalizan a la conjuntiva al mismo tiempo, los extremos de las hápticas son cauterizados para generar una brida con un diámetro de 0.3 mm; la brida de las hápticas es empujada hacia atrás y se fija en el túnel escleral. Fig. 4

Segunda háptica – primera modificación de fijación de háptica intraescleral con técnica de doble aguja

La técnica original describe introducir el háptica principal en el lumen de la primera aguja de esclerotomía. Sin embargo, asegurar el háptica principal en la aguja hace que la fijación de la segunda háptica sea aún más difícil.

Kim realizó una modificación a la técnica que implica un abordaje primero del háptica trasera. Agujas de calibre 30G deben utilizarse para mejorar la capacidad de fijar las hápticas. Se preparan dos agujas, una para el háptica del lado izquierdo y una para el derecho. Cada aguja está doblada con el bisel hacia arriba: la aguja del lado derecho está doblada aproximadamente tres cuartos en longitud y la aguja izquierda está doblada en el centro. Ambas están dobladas aproximadamente a 80 grados.

Se realizan una incisión limbal inferior de 1.0mm en el meridianode las VI, III, IX y una superior de 3.0 mm. El LIO se inserta a través de la incisión superior usando un inyector. El ayudante avanza el émbolo, mientras que el cirujano sostiene el eje del inyec- tor. Al ir emergiendo el háptica del inyector, el cirujano coloca un microfórceps calibre 23 a través de la incisión inferior (meridiano VI) para tomar la punta del háptica principal4. Fig. 5

Posteriormente, la aguja del lado derecho se usa para perforar la conjuntiva y la esclerótica en la marca D, para hacer un túnel a través de la esclerótica hacia la marca B y luego perforar el espacio vítreo.

A través de una incisión limbal de 1.0mm, localizada en el meridiano de las III, con el microforceps se introduce el haptica secundaria dentro del lumen de la aguja de calibre 30g. El bisel se usa como plataforma para acoplar el háptica de la aguja y al menos la mitad del háptica debería quedar dentro de la aguja para evitar que se salga de la misma. Con la aguja izquierda se hace el túnel escleral de la misma forma que a la derecha y siguiendo del punto C hacia el A en donde se rectifica la aguja para entrar a la cavidad vítrea. Desde la paracentesis de las IX con el fórceps se toma el háptica y se introduce en el lumen de la aguja. Ahora ambas agujas 30g se exteriorizan al mismo tiempo, extrernalizando las hápticas al espacio subconjuntival. El cauterio de mano se usa para crear un bulbo terminal para evitar que se deslicen hacia el espacio vítreo, dejándolos en la entrada del túnel escleral.

En lugar de suturas, el pegamento de fibrina también se ha usado para sujetar las hápticas de un LIO a la esclera. Esta técnica fue descrita por primera vez en 2008 por Agarwal y colaboradores e involucra la creación de dos flaps esclerales separados 180 grados. Las esclerotomías se realizan dentro de las solapas y, después de la introducción del LIO en el ojo, las hápticas se sujetan a través de las esclerotomías con fórceps y son externalizadas. A continuación, se aplica pegamento de fibrina al lecho del colgajo, y la porción externa del colgajo escleral se dobla sobre el háptica, sellando el colgajo escleral.

En un estudio reciente de 25 ojos que se sometieron a fijación asistida con pegamento de fibrina, hubo descentración de LIO en un solo ojo (4 %) después de un año de seguimiento2.

En 2013, Agarwal describe una variación de su técnica definida como «handshake», la cual se destaca por ser una técnica que facilita la externalización de las hápticas para la fijación intraescleral. La técnica del «apretón de manos» es una modificación que proporciona una mejor maniobrabilidad intraocular durante toda la cirugía y extiende la aplicabilidad de la técnica para casos desafiantes que requieren manipulación háptica, y la ventaja intraoperatoria de un globo bien formado en toda la cirugía.

Externalización de háptica líder.

Arriba a la izquierda: háptica fuera del cartucho. Fórceps de LIO pegado listos para tomar el háptica. Arriba a la de- recha: háptica atrapada con el fórceps. Abajo a la izquierda: inyección del lente intraocular hasta que la óptica se extienda dentro de la cámara anterior. Abajo a la derecha: se inicia la externalización del háptica. Fig. 6

Externalización háptica posterior.

Arriba a la izquierda: háptica posterior capturada con las primeras pinzas con LIO pegado. Medio superior: háptica flexionada hacia cámara anterior. Arriba a la derecha: háptica transferida desde el primer fórceps al segundo fórceps usando la técnica del apretón de manos. Se pasa el segundo fórceps a través del puerto lateral. Abajo a la izquierda: el primer fórceps se pasa a través de la esclerotomía debajo del colgajo escleral. Se transfiere el háptica del segundo fórceps de regreso al primero usando la técnica del apretón de manos. La punta del háptica se sujeta con los primeros fórceps. Parte inferior central: háptica se tira hacia la esclerotomía. Abajo a la derecha: háptica externalizada. Fig. 7

4. Complicaciones

La fijación escleral con sutura es técnicamente más compleja que la colocación

de un lente en la cámara anterior. Además, requiere un tiempo quirúrgico más prolon- gado y una vitrectomía anterior completa, lo que puede aumentar el riesgo de complicaciones tanto intraoperatorias como posoperatorias, como la vasculación del lente, provocando contacto del háptica con tejido uveal, lo que genera dispersión pigmentaria y uveítis debido a la erosión de la úvea, hifema, hemorragia vítrea, epiescleritis, glaucoma secundario, endoftalmitis y desprendimiento de retina1.

Las tasas de estas complicaciones pueden variar según el cirujano, las circunstancias del paciente y la técnica utilizada para fi- jar el lente a la esclerótica, así como el tipo de material usado (polipropileno 10- 0), que tiene menor durabilidad debido a su degradación2.

Las técnicas sin suturas intentan evitar las complicaciones relacionadas con la sutura al enterrar las asas en túneles o colgajos esclerales; sin embargo, estos lentes aún pueden dislocarse, y aunque se describen buenos resultados a corto plazo, faltan da- tos a largo plazo sobre la estabilidad de los lentes y la tasa de complicaciones graves.

5. Conclusión

Las técnicas quirúrgicas de lentes fijados a esclera van mejorando a medida que los cirujanos describen modificaciones a las téc- nicas existentes, con la finalidad de reducir las complicaciones perioperatorias asociadas a la colocación de sutura, disminuir el riesgo de descentramiento y la subluxación del lente.

Así mismo, a medida que la industria mejora las opciones de material de sutura y vayan mejorando los diseños de los lentes, los cirujanos tendrán más opciones para mejorar los resultados y disminuir las complicaciones posoperatorias. Por el momento, es una excelente opción para aquellos casos en los cuales se requiere de estas técnicas.

Bibliografía

  1. Kim, E., Brunin, G., & Al-Mohtaseb, Z. (2016). Lens Placement in the Absence of Capsular Support. Internatio- nal Ophthalmology Clinics, 56(3), 93-106. doi: 10.1097/ iio.0000000000000116
  2. Stem, M., Todorich, B., Woodward, M., Hsu, J., & Wolfe, J. (2017). Scleral-Fixated Intraocular Lenses. Jour- nal Of Vitreoretinal Diseases, 1(2), 144-152. doi: 10.1177/2474126417690650
  3. Karadag, R., & Bayramlar, H. (2014). Re: Yamane et al.: Sutureless 27-gauge needle-guided intrascleral in- traocular lens implantation with lamellar scleral dissection (Ophthalmology 2014;121:61-6). Ophthalmology, 121(8), e42. doi: 10.1016/j.ophtha.2014.03.019
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  5. Ganne, P., Baskaran, P., & Krishnappa, N. (2017). Re: Yamane et al.: Flanged intrascleral intraocular lens fixa- tion with double-needle technique ( Ophthalmology . 2017;124:1136-1142). Ophthalmology, 124(12), e90e91. doi: 10.1016/j.ophtha.2017.07.007
  6. Hoffman, R., Fine, I., & Packer, M. (2006). Scleral fixation without conjunctival dissection. Journal Of Cataract & Refractive Surgery, 32(11), 1907-1912. doi: 10.1016/j. jcrs.2006.05.029
  7. Agarwal, A., Jacob, S., Kumar, D., Agarwal, A., Narasimhan, S., & Agarwal, A. (2013). Handshake technique for glued intrascleral haptic fixation of a posterior chamber intraocular lens. Journal Of Cataract & Refractive Surgery, 39(3), 317-322. doi: 10.1016/j.jcrs.2013.01.019
Noticiero Alaccsa-R

La palabra de la editora – vol 29

posted by adminalaccsa 12 septiembre, 2018 0 comments

La palabra de la editora


Dra. María José Cosentino Argentina

majose.cosentino@icloud.com

Queridos amigos y colegas:

Cuanto más tiempo transcurre, más me planteo la necesidad que tenemos los médicos de mantener ese delicado equilibrio que existe entre usar racionalmente las herramientas tecnológicas y conservar el criterio clínico y quirúrgico con el cual hemos sido formados. Coincidirán conmigo acerca de la dificultad de estar actualizado en «cresta de la ola» y al mismo tiempo conservar el criterio común –que por estos días es el menos común de los criterios, ¿verdad?–.

Nuestro editorial de catarata y el foro de discusión están enfocados

en la fijación de lentes intraoculares a esclera sin soporte capsular, a cargo de los doctores Velasco y Palacio, respectivamente.

Una actualización muy útil sobre infecciones la encontramos escrita con gran amenidad por los doctores Tello y Pellegrino, al igual que el foro, coordinado por el Dr. Izquierdo. El caso clínico es una complicación que le refirieron y nos comparte el Dr. Ginés.

El síndrome de Marfan se nos presenta en la práctica más frecuentemente de lo que deseamos y, en este caso, el Dr. Pineda pre- senta un paciente para discutir su manejo.

Una de las secciones preferidas por nuestros lectores, los Top Ten, avanza sobre incisiones relajantes, a cargo del Dr. Rincón. Y, como siempre, las video-complicaciones a cargo del Dr. Agustín Carrón, que en este número nos acerca un caso de intercambio de lente intraocular.

En el apartado de Controversias, con valiente y sincera pluma, el Dr. Badoza se plantea cómo y quién debe financiar el desarrollo de las nuevas tecnologías.

Para compartir con ustedes, siguen nuestras exitosas Charlas de Café, a cargo de quien les escribe, conversando en esta oportunidad con los doctores Fernández Mendy y Asís acerca de las crisis económicas como factores determinantes del retraso tecnológico en los países emergentes… y aun en países desarrollados.

En fin, cada número nos entusiasma mucho hacerlo… ¡esperamos que les agrade tanto como a nosotros!

Dra. María José Cosentino Editora General

Noticiero Alaccsa-R

Carta Editorial Dr. William De la Peña – vol 29

posted by adminalaccsa 12 septiembre, 2018 0 comments

Carta Editorial Dr. William De la Peña


Dr. William C. De La Peña Estados Unidos
Fundador de ALACCSA-R Presidente de la Mesa Directiva Director Ejecutivo de Noticiero

Estimados colegas,

Bienvenidos a esta cuarta edición de 2018 de Noticiero ALACCSA-R, que nos trae diversos temas de actualidad que nutrirán tanto nuestra práctica clínica como nuestro conocimiento científico y académico. Los invito a reflexionar cada propuesta que plantean los artículos, casos, foros y videos que tenemos en esta publicación, pues más allá de presentarles información, queremos impactar el quehacer diario de los especialistas que leen nuestras publicaciones, para que la excelencia oftalmológica de nuestra región sea una realidad más cercana cada día.

Por otra parte, es un gusto regresar al pasado para recordar cómo desde el 2009 celebramos año tras año el simposio CSCRS (Combined Symposium of the Cataract and Refractive Societies). En el año 1997, ALACCSA establece comunicación con ASCRS, ESCRS y APACRS para fomentar la colaboración académica entre las cuatro sociedades y buscar proyectos en conjunto. Tal iniciativa hizo posible el intercambio mutuo entre las sociedades de catarata y cirugía refractiva que permitió, en el año 1999, crear la World Federation of Ophthalmology, cuyo primer congreso tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires (Argentina), en el año 2000, y contó con la significativa presencia de 2.000 asistentes. Este proyecto ha evolucionado constantemente, abriendo puertas de participación internacional a los oftalmólogos de Latinoamérica. Su legado nos acompañará durante muchos años, y próximamente será celebrado duran- te el X Congreso del Hemisferio Sur ALACCSA-R y LASOA.

Resulta gratificante para mí presentarles oficialmente el programa del simposio CSCRS que tendremos en el mes de septiembre en Santiago de Chile. Este simposio Combined Symposium of the Cataract and Refractive Societies reúne a ASCRS, ESCRS y ALACCSA-R y será abordado desde el tema de los Nuevos Horizontes Alrededor del Mundo. Para mí será un honor actuar como coordinador de este encuentro en cuyo panel tendremos a reconocidos invitados de nivel internacional: Dr. Erik Donnenfeld (EE. UU.), Dr. Ike Ahmed (Canadá), Dra. Christina Grupcheva (Bulgaria), Dra. Filomena Ribeiro (Portugal), Dra. María José Cosentino (Argentina) y Dr. Luís Izquierdo (Perú). Los contenidos planteados son de suma relevancia para nuestra actualización científica:

  1. Experiencias y curva de aprendizaje con cirugía 3D, por el Dr. Juan Pablo Aparicio (Colombia).
  2. Innovative surgical techniques or technologies, por la Dra. Filomena Ribeiro (Portugal).
  3. Drug Delivery: The future of ophthalmic pharmaceuticals, por el Dr. Eric Donnenfeld (EE. UU).

4. Current hot topics in anterior segment, por el Dr. el Izzet Can (Turquía).

5. Nuevas estrategias de alineamiento para lentes tóricos, por el Dr. Roberto Zaldívar (Argentina).

6. Latest on Femtosecond Cataract Surgery: Does it Make a Difference?, por el Dr. Ike Ahmed (Canadá).

7. New horizons in anterior segment, por el Dr. Guy Kleinmann (Israel).

8. Anillo endocapsular en la cirugía de catarata pediátrica, por el Dr. Marcelo Ventura (Brasil).

¡Los esperamos en este evento imperdible para disfrutar y expandir nuestra mente en Chile!

¿Cómo y quién debe financiar el desarrollo de las nuevas tecnologías?


Dr. Daniel Badoza

Argentina


Contacto

Dr. Daniel Badoza – dabadoza@gmail.com

El autor no presenta interés financiero en este artículo. Las opiniones vertidas en el mismo no son vinculables a la ALACSSA-R.
En los últimos años nuestra subespecialidad se ha visto favorecida por la aparición y el desarrollo de nuevas tecnologías en todos sus campos.

En catarata hemos visto el paulatino mejoramiento de las plataformas de las LIO, el desarrollo de las ópticas tóricas y multifocales, así como el progreso en el cálculo del poder de las lentes. Todo esto ha confirmado la aseveración de que la cirugía de catarata se ha transformado en una herramienta más de la cirugía refractiva.

Los facoemulsificadores han evolucionado mejorando la eficiencia en la entrega de la energía ultrasónica, permitiendo que la incidencia de edema y quemaduras corneales se reduzca significativamente. Lo mismo ha ocurrido con respecto a la fluídica, la estabilidad de la cámara y las medidas preventivas del surge han logrado que los temores a romper la cápsula sean infinitamente menores que una década atrás.

En cirugía refractiva el desarrollo ha sido notable. La evolución de los métodos diagnósticos, las ablaciones personalizadas para córneas aberrantes o con asimetrías, la mejora en el rendimiento de los láseres ha hecho que el uso del excimer láser haya pasado casi todas las fronteras en la cirugía de los diversos defectos refractivos. Las lentes fáquicas, en especial las de cámara posterior, evolucionaron con la aparición de materiales flexibles y ópticas tóricas. El desarrollo de un amplio rango de corrección dióptrica, desde combinaciones esfero-cilíndricas bajas hasta altas ametropías, hacen que en mi criterio, todo paciente que consulte por cirugía refractiva y tenga refracción estable, expectativas adecuadas y requisitos anatómicos para el implante de una lente intraocular, pueda ver cumplido su deseo de una significativa reducción de la dependencia a los anteojos o lentes de contacto. En un futuro cercano, las LIO fáquicas multifocales nos permitirán corregir la presbicia en nuestros pacientes miopes y en algunos hipermétropes, haciendo innecesario correr los riesgos de operar un cristalino transparente.

Los avances más significativos posiblemente lleguen de la mano de la tecnología láser femtosegundo. Sin embargo, el uso de la misma, en especial en el campo de la cirugía del cristalino, no está demostrando un gran crecimiento en su uso y aún no tiene la aceptación global de la comunidad oftalmológica. ¿Por qué ocurre esto, habiendo sido esta tecnología aprobada por la FDA en el 2010?

Considero que esto se debe a la relación de tres variables que influyen en la difusión entre los colegas de toda nueva terapia, técnica quirúrgica o tecnología: a) las ventajas con respecto a la tecnología actual; b) la curva de aprendizaje; c) el costo de adquisición, de uso y de mantenimiento.

Tomemos dos ejemplos exitosos: el de los agentes anti-VEGF y el LASIK. En cuanto a los primeros, fueron una revolución en el tratamiento de la maculopatía por membrana neovascular. Para una patología en la que prácticamente no podíamos dar respuestas, a finales de 2005 aparece una terapia farmacológica que con sólo hacer una serie de inyecciones podía conservar, y aun mejor, recuperar parte de la visión perdida por maculopatía. El perfil de seguridad de estas drogas, como en la totalidad de los productos de la industria farmacéutica, es ampliamente investigado en las fases 1 a 3, en estudios randomizados controlados por las agencias nacionales de salud pública, lo que hace que sea excepcional la aparición de efectos adversos no conocidos al momento de ser introducidos en el mercado. Tratamiento con efectos sin precedentes, técnica fácil de incorporar y sin costo de inversión, efectos adversos conocidos y baja incidencia de complicaciones: la terapia fue un éxito inmediato en su difusión.

Con el LASIK ocurrió algo semejante: si bien requería una alta inversión para iniciarse en la técnica, la precisión para corregir miopías, hipermetropía y astigmatismos de gran diversidad dióptrica, con un resultado estable casi inmediato y poca necesidad de controles posoperatorios, hizo que en escaso tiempo su predecesora, la inestable y limitada queratotomía radial, pasara al olvido.

Las complicaciones de la creación de los flaps con el microqueratomo, así como su incidencia, fueron conocidas al momento de la introducción de la tecnología en el mercado, sin mayores sorpresas. Button-holes, colgajos incompletos o free caps, todas complicaciones relativamente manejables y de baja incidencia. Con el tiempo la aparición de ectasias nos hizo aprender los criterios de exclusión del LASIK. Luego la tecnología fue experimentando mejoras en sus resultados finales con los sistemas de ablación personalizada, los eye-trackers, el iris-recognition. Pero desde su nacimiento, el LASIK desplazó a la queratotomía radial como método refractivo, demostrando que, cuando una nueva tecnología genera mejoras significativas en los resultados visuales de nuestros pacientes, los oftalmólogos no dudamos en incorporarla rápidamente invirtiendo lo necesario, aunque sea oneroso y capacitándonos en su curva de aprendizaje.

Con la tecnología femtosegundo ocurrió algo absolutamente distinto. La industria lanzó estos equipos afirmando que era la tecnologíamás precisa para la cirugía facorrefractiva y las lentes premium. Desde el mismo lanzamiento de la tecnología, allá por el 2011, he escuchado a colegas expresar que el láser realizaba las incisiones con una precisión absoluta que con sus manos no podían repetir, rexis que no fallaban nunca y lentes que siempre quedaban perfectamente centradas. Salvo excepciones como la de los doctores Arnaldo Espaillat o Ángel Pineda, no hemos visto comparaciones de resultados refractivos y visuales, tanto en corto como mediano plazo, que identificaran diferencias significativas con respecto a la faco manual. Llama la atención también que dentro de ciertos estudios comparativos se reporten incidencia de desgarros de la rexis mayores del 1 % en la técnica manual, lo cual es muy alto para cirujanos expertos.

También el argumento de que el femtosegundo ayudaría en los casos difíciles, en especial en córneas con defectos endoteliales, ha demostrado una floja y hasta nula evidencia de superioridad con respecto a la faco manual.

Al poco tiempo del lanzamiento de estas «mágicas» herramientas de tecnología robótica infalible, se reportaron complicaciones de gravedad mediana (como los desgarros en el margen de la rexis o desprendimientos de Descemet) o extrema (como los bloqueos capsulares intraoperatorios al realizar la hidrodisección). Eso llevó al desarrollo, en poco tiempo, de nuevos dockings, mejores sistemas de OCT intraoperatorios, y de técnicas para evitar el efecto de la hidrodisección sobre las burbujas acumuladas entre la cara posterior del cristalino y la cápsula posterior.

El alto costo de adquisición, mantenimiento y uso de estos equipos, y la rápida necesidad de mejorarlos desde su introducción en el mercado, me llevan a hacer una consideración económica y ética sobre quién y de qué manera se debe financiar el desarrollo de las nuevas tecnologías con las que a diario somos bombardeados en nuestra especialidad.

Los pasos habituales mediante los cuales la industria farmacéutica introduce sus productos en el mercado son: el desarrollo de la droga y la prueba de la misma en los ensayos clínicos, estableciendo relación dosisefecto e incidencia de efectos adversos. Esa información científica desarrollada les permite introducir la droga en el mercado, y recién ahí, recuperar la inversión. Todo el proceso muchas veces lleva varios años. En cierta forma, el modelo de negocio es similar al de las empresas de construcción vial: desarrollan una nueva autopista, y con la obra terminada instalan las cabinas del peaje para recuperar la inversión y obtener ganancias.

El modelo que siguieron las empresas que desarrollaron las máquinas de femtofaco fue inverso: han introducido en el mercado productos (casi afirmaría que eran prototipos) no desarrollados ni evaluados en su performance completamente, los han introducido al mercado con costos elevadísimos en todos los aspectos (adquisición, mantenimiento y uso), acompañado de una estrategia de mercado tendiente a generar en nosotros la expectativa de que esta tecnología es el nuevo gold standard y de que con ella tendremos resultados perfectos. Luego se han nutrido de la experiencia de los oftalmólogos (y de sus coronarias) como fuente de información gratuita de lo que se requiere para mejorar la tecnología. En cierta forma, homologando el negocio con el de las constructoras viales, luego de pagar el peaje (y en última instancia, de abonarlo los pacientes) a valores de transbordador espacial, nos ponen el chaleco naranja y nos dan las palas para que junto con nuestros pacientes empecemos a hacer el trazado de la futura autopista.

Creo que con esta tecnología la industria debería haberse manejado como con los fármacos. Al principio financiar las cirugías en estudios multicéntricos con cirujanos expertos que, con el consentimiento de sus pacientes, hubieran detectado

las complicaciones, determinado adecuadamente los parámetros de energía más convenientes, genera- do la información para el perfeccio- namiento de los dockings, y hubie- ran desarrollado las modificaciones en la técnica de faco para evitar las complicaciones del femto. Eso hu- biera prevenido, por ejemplo, los reportes de bloqueo capsular in- traoperatorio con caída de núcleo al vítreo, que deben haber traído un dolor de cabeza a los cirujanos que prometieron a sus ilusionados pa- cientes los resultados perfectos de una cirugía premium. La tecnología se debería haber introducido en el mercado luego de haber obtenido toda esa información, al precio ne- cesario para recuperar la inversión y obtener sus merecidas ganancias. Pero por supuesto que eso conlle- va un elevado riesgo: si tanta in- versión en desarrollo termina en no obtener mejores resultados que la faco convencional, la inversión fue una mala apuesta.

Es tentador asociar el futuro de las máquinas de femtosegundo con el desarrollo que tuvieron las máqui- nas de faco en sus comienzos. Sin embargo, la idea de la faco tenía un fin, establecía un nuevo paradigma a alcanzar en la cirugía de la catara- ta, que la diferenciaba de la técnica extracapsular y estimulaba a iniciar la curva de aprendizaje de la misma: una cirugía de incisión pequeña mu- cho más segura porque mantenía la cámara cerrada. La aparición de las lentes plegables, permitiendo reducir el astigmatismo inducido, catapul- tó la facoemulsificación a ser el gold standard de la cirugía de catarata.

Por el contrario, al día de hoy el femtosegundo es una nueva manera de realizar la facoemulsifica- ción, pero no cambia la esencia de la misma, no agrega ventajas que

la superen ni soluciona o ha mostrado reducir la incidencia de sus problemas «clásicos»: la endoftalmitis, la ruptura capsular, el edema macular, el edema corneal y el error en el cálculo de la lente intraocular. Por eso todos los estudios comparativos demuestran que es una forma más cara pero no más precisa ni segura de realizar la facoemulsificación.

Como entusiasta de la incorporación de la tecnología, tuve mucha expectativa con la llegada del femtofaco en 2014 a mi clínica. Tras una serie de casos en los que tuve desgarros de la cápsula anterior (habiendo tenido menos de 10 casos en más de 20 años realizando faco) y en los que mis pacientes donde usé ambas técnicas siempre prefirieron el ojo operado con téc- nica manual, decidí suspender el uso del equipo en las cirugías de catarata. Teniendo presente el principio que nos guía al recomendar tecno- logías a nuestros pacientes (underpromise and overdeliver) me parece inapropiado que mis pacientes paguen esos valores para obtener tan poco beneficio. No dudo en que volveré a re- comendárselos cuando la evidencia demuestre que esta tecnología es significativamente mejor que la faco convencional, aparezcan nuevas aplicaciones de la misma con real utilidad, o cuando la edad reduzca mi destreza manual y compruebe que por ese motivo mis resultados ya no son los mismos.

Así como la investigación clínica ha evolucionado con el tiempo desde el Código de Núremberg y la Declaración de Helsinki dando lugar a las reglas del GCP, creo que deberíamos establecer, junto con la industria y las autoridades sanitarias, las condiciones en las que debe desarrollarse y la evidencia mínima de ventajas y desventajas con respecto al gold standard actual que debe presentar la tecnología médi- ca antes de ser introducida en el mercado. De esta manera, la salud en general y la visión de nuestros pacientes en particular podrán recibir los mejores resultados posibles con la mayor eficiencia en el manejo de los recursos, y noso- tros podremos confiar plenamente en las ideas y argumentos expresados por las empresas y por los colegas que disertan sobre las nuevas tecnologías que sean ofrecidas para que incor- poremos en nuestra práctica diaria.

Infecciones


Coordinador:

Dr. Luis Fernando Mejía – Colombia

Panelistas

Dr. Germán Giraldo – Colombia
Dra. Ángela María Gutiérrez – Colombia Dr. Eduardo Viteri – Ecuador

1. ¿Usa profilaxis antibiótica en el preoperatorio? ¿Cuál?

Dr. Germán Giraldo: Uso, de rutina, moxifloxacino desde el día previo a la cirugía, 1 gota cada 6 horas, hasta el momento de entrar al quirófano.

Dra. Ángela María Gutiérrez: No uso profilaxis antibiótica de rutina. A todos mis pacientes se le aplica yodo-povidona al 5 % por 3 minutos antes de la cirugía. Con esta intervención, buscamos reducir la flora de la conjuntiva y de los párpados para evitar la contaminación de la herida quirúrgica y, por ende, el acceso de microorganismos al ojo, tanto en el momento intraoperatorio como en el posoperatorio. Su eficacia tiene un nivel de evidencia II, con una recomendación clínica de uso B. De haber alergia al compuesto yodado, se utiliza clorhexidina al 0.02 % como alternativa.

Cuando veo pacientes con patología de párpados como blefaritis (anterior y/o posterior) o que tengan rosácea, atopia y compromiso palpebral, les formulo champú de bebé o alguna de las soluciones para lavado y limpieza de párpados con compuestos como aceite del árbol del té (antimicrobiano, astringente), caléndula, avena, etc., que remueven partículas, células y escamas del borde palpebral, reduciendo la carga infecciosa de microorganismos que están en el párpado y, a la vez, desinflamando. Aunque esta medida no tiene un nivel de evidencia significativo (III – C), considero que es importante en el manejo integral de un paciente que va a ser llevado a una cirugía intraocular.

Ocasionalmente, a pacientes diabéticos o con inmunosupresión o en estado de franco deterioro, con blefaritis o antecedente de infecciones sistémicas les formulo profilácticamente moxifloxacina 0.5 % o Zymaxid 0.5 % en gotas a razón de 5 gotas al día 1 un día antes y hasta que ingresen a cirugía. Además, a esta medida la acompaño con un AINE tópico.

Según publicaciones como las de Vasavada, el antibiótico tópico administrado desde el día anterior es tan eficaz como el antibiótico tópico administrado 2 horas antes de la cirugía, y su efecto de disminuir la flora conjuntival ha sido efectivo en ambas modalidades. En términos generales, la evidencia (III – C) no es tan sustantiva como para afirmar que esta acción es realmente efectiva como profilaxis preoperatoria para evitar la endoftalmitis.

En la valoración prequirúrgica de cirugía de catarata, descarto pacientes con infecciones en vías lagrimales o en el ojo congénere, y no los opero hasta que no se haya tratado y resuelto la patología.

Aislamos los bordes palpebrales y las pestañas con plástico que se adhiere al borde palpebral. Igualmente tenemos un control muy estricto de asepsia en salas de cirugía, así como todo lo referente al instrumental y equipo que se utiliza en el procedimiento.

Dr. Eduardo Viteri: Como profilaxis para infecciones, prescribo rutinariamente moxifloxacina TID durante los tres días previos a la cirugía. Adicionalmente se indica a los pacientes realizar lavado de borde palpebral con alguna de las soluciones jabonosas comercialmente disponibles. Si hubiera evidencia de demodicosis palpebral prescribo ivermectina oral adicional a las medidas de higiene. No prescribo antibióticos sistémicos.

Previo al inicio de la intervención se instila povidona yodada al 5 % en fondos de saco conjuntivales e irrigación profusa.

2.Cuál de estos tres métodos prefiere usar en cirugía: ¿antibióticos intracamerales, en la infusión de la FACO, o subconjuntivales? ¿Por qué? ¿Cuál antibiótico usa?

Dr. Germán Giraldo: No utilizo antibiótico intraoperatorio. Considero que la moxifloxacina desde el día antes me asegura niveles adecuados en cámara anterior al momento de la cirugía. Sin embargo, al finalizar la cirugía administro una gota de moxifloxacina.
Dra. Ángela María Gutiérrez: No utilizo antibióticos intracamerales ni endilución en el líquido de irrigación, a pesar de existir evidencia de alta efectividad del uso de antibiótico intracameral (nivel de evidencia 1b, grado de recomendación A) en la prevención de la endoftalmitis. La explicación es que en mi país (Colombia), no disponemos de antibióticos en monodosis para uso intracameral. Otra de las razones es el temor a que se presente un error en la dilución con la cefuroxima, la moxifloxacina, la vancomicina u otros, o que se contaminen los medicamentos y no queden totalmente estériles, dando lugar a toxicidad intraocular o infección. Entre las complicaciones que pueden presentarse con los antibióticos intracamerales están: las reacciones alérgicas, edema macular, síndrome tóxico del segmento anterior, oclusión arterial en vasos retinianos, etc.

Tenemos una tasa bajísima de incidencia de endoftalmitis en el sitio donde realizo mis cirugías (alrededor de 0.04 %) y ninguno de los cirujanos de catarata utiliza antibióticos intracamerales. Nuestra tasa es prácticamente comparable con la de centros en los que se coloca el bolo intracameral de antibiótico y que reportan tasas tan bajas de endoftalmitis como en nuestro centro (Clínica Barraquer, Bogotá Colombia).

Al finalizar la cirugía, aplicamos una gota de moxifloxacina 0.5% y otra de prednisolona 1% sobre la superficie ocular.
Utilizo inyección subconjuntival de ceftazidima con dexametasona al finalizar el procedimiento en personas de alto riesgo de infección e inflamación, como lo son los diabéticos. También, coloco inyección subconjuntival de ceftazidima y dexametasona si hay ruptura de cápsula posterior con pérdida de vítreo. La explicación es que el antibiótico inhibe el crecimiento bacteriano que puede entrar en el ojo durante la cirugía.

Consideraría la aplicación de antibióticos intracamerales en mis pacientes de cirugía de catarata si se dispusiera de medicamentos que reúnan los criterios de manufactura respecto a la concentración y esterilidad por parte de los laboratorios.

Durante la cirugía trato de mantener el campo quirúrgico seco, evitando tener exceso de líquido acumulado en la superficie ocular. Trato de mantener siempre la incisión cerrada o estanca al introducir o sacar los instrumentos del ojo, evitando la salida de fluido intraocular o entrada de líquido que esté por fuera del sistema de irrigación. Esto es importante en casos de cirugías complejas o reoperaciones por un riesgo mayor a infección.

Para recordar, los gérmenes que más frecuentemente producen endoftalmitis son las bacterias grampositivas, tales como los estafilococos coagulasa negativa, Staphylococcus epidermidis, aureus y Streptococcus viridans, y las gramnegativas. Menos frecuentes son la Pseudomonas aeruginosa, el Hemophilus influenzae, el P. acnes y hongos, tal como se ha encontrado en los diferentes estudios y publicaciones.

Dr. Eduardo Viteri: Hasta recientemente inyectaba en cámara anterior 0.1 ml de solución de moxifloxacina y dexametasona que se consigue comercialmente preparada para colirio (sin conservantes), sin haber observado efectos secundarios ni registrado casos de endoftalmitis posoperatorias.

Luego de revisar un reciente artículo de Miyake (*) y colaboradores sobre la toxicidad de moxifloxacina, vancomicina y cefuroxima en células vasculares de retina, he suspendido la administración de antibióticos intracamerales en casos rutinarios no complicados.

Considero que este es un aspecto del manejo de posoperatorio que todavía se encuentra sujeto a investigación y es motivo de activa controversia. Debemos mantener nuestra mente abierta a la evidencia que va apareciendo para ajustar nuestra conducta de acuerdo con los protocolos establecidos y la evolución del conocimiento.

3.¿Cuál antibiótico utiliza en su profilaxis? ¿Antibiótico en el posoperatorio, en qué dosis y por cuánto tiempo?

Dr. Germán Giraldo: Utilizo de rutina moxifloxacino desde el día antes de la cirugía, 1 gota, cada 6 horas. Al finalizar la cirugía administro una gota y retiro el paciente del quirófano con protector ocular, sin apósito, con instrucciones de iniciar nuevamente el moxifloxacino al llegar a su casa. El antibiótico lo ordeno por 2 semanas.

Dra. Ángela María Gutiérrez: En el posoperatorio utilizo moxifloxacina 0.5 % y fosfato de dexametasona 0.1 % o gatifloxacina 0.3 % y acetato de prednisolona 1 % (quinolonas de 4.a generación), combinación de antibiótico-corticoide en una presentación en el mismo frasco de colirio, a razón de 4 gotas al día, por 2 semanas o 14 días, esperando que para este tiempo de transcurrida la cirugía, haya cicatrizado la incisión y no haya inflamación en segmento anterior. No las prescribo por más tiempo por las resistencias que se han generado con los antibióticos y que también ya se están reportando con las quinolonas de cuarta generación. Está descrito que tienen una mayor penetración en cámara anterior, alcanzando concentraciones terapéuticas. Son antibióticos que tienen un amplio espectro. Estos motivos son suficientes para pensar en formularlos en el posoperatorio, a pesar de que no hay suficiente evidencia científica que demuestre que los antibióticos en el posoperatorio sean eficaces para prevenir la endoftalmitis.

Dr. Eduardo Viteri: En el posoperatorio de casos rutinarios se indica al paciente continuar aplicando colirio de moxifloxacina TID durante 10 días.

 

Referencia Dr. Viteri respuesta # 2:

• (*) Miyake, Hitomi & Miyazaki, Dai & Shimizu, Yumiko & Sasaki, Shin-ichi & Baba, Takashi & Inoue, Yoshitsugu & Matsuura, Kazuki. (2019). Toxicities of and inflammatory responses to moxifloxacin, cefuroxime, and vancomycin on retinal vascular cells. Scientific Reports. 9. 10.1038/ s41598-019-46236-2.

Bibliografía sugerida por la Dra. Ángela María Gutiérrez:

  • Ciulla TA, Starr MB, Masket S. Bacterial endophthalmitis prophylaxis for cataract surgery: an evidence – based up- date. Ophthaalmology. 2002; 109:13-24
  • Behndig A, Cochener B, Guell JL, Kodjikian L, Mencucci R, Nuijts RM, et al. Endophthalmitis prophilaxis in Cataract Surgery: Overview of current practice patterns in 9 Euro- pean countries. J Cataract Refract Surg 2013; 39:1.421- 1.431
  • Friling E, Lundstrom M, Stenevi U, Montan P. Six-year inci- dence endophthalmitis after cataract surgery: Swedish na- tional study. J Cataract Refract Surg 2013;39: 15-21
  • Vasavada A, Gajjar D, Raj S, Vasavada V, Vasavada V.. Comparison of 2 moxifloxacin regímenes for preoperative prophylaxis: Prospective randomized triple-masked trial. Part 2: Residual conjuntival flora. J Cataract Refract Surg 2008;34: 1383-1388
  • Verma L, Chakravarti. Prevention and management of postoperative endophthalmitis: A case-based approach. (Downloaded free from http://www.ijo.in Sunday, Decem- ber 15, 2019, IP: 186.29.150.)
  • Merayo-Lloves J, Riestra AC, Galarreta D, Cordovés L, Al- fonso JF. Manejo de la endoftalmitis en cirugía de cataratas. Barcelona: Ediciones Mayo, 2014
  • Wycoff CC, Parrott MB, FlynnHW Jr, Shi W Miller D, Alfonso EC. Nosocomial acute-onset postoperative endophthalmi- tis at auniversity teaching hospital (2002 – 2009). Am J Opthalmol. 2010 150:392-398

Manejo del astigmatismo con incisiones relajantes con láser de femtosegundo ¡10 Tips!


Dr. José Luis Rincón Venezuela


Contacto

Dr. José Luis Rincón – Dr. José Luis Rincón R

El tratamiento del astigmatismo corneal previo se puede realizar por:

  • Incisionesrelajanteslimbares
  • Incisionescornealesenmediaperiferia
  • Incisiones relajantes con láser de fe- mtosegundo
  • LASIK-PRK
  • LIOtóricos

 

10 Tips en incisiones relajantes con láser de femtosegundo:

1. Valor mínimo a corregir: 0.5 D.
Meta
• Astigmatismoresidualde0.5Domenor. • Preferiblementeconlaregla.

  1. Medida de corrección en grados de arco: no sobrepasar 80o.
  2. La córnea debe estar bien centrada para que las incisiones relajantes estén locali- zadas adecuadamente.

La córnea debe estar bien centrada para el tratamiento, de lo contrario las incisiones corneales y arqueadas no estarán en el lugar correcto y por lo tanto podrían perder efica- cia en el tratamiento.

Donaldson K, Braga-Mele R, Cabot F, Davidson R, Hamilton R, Jackson M, Patterson L, Stonecipher K, Yoo S. ASCRS Refractive Cataract Surgery Sub co- mittee. Femtosecond Laser-Assisted Cataract Sur- gery. J Cataract Refract Surg 2013;39:1753-1763

7. Tomar en cuenta para el cálculo, la cara posterior de la córnea.

Importancia de la cara posterior de la córnea:

Astigmatismo contra la regla Hipocorregir (0.3 D)

Astigmatismo con la regla Hipercorregir (0.5 D)

  1. Tomar en cuenta la edad del paciente para el cálculo.
  2. Valor máximo de corrección con esta téc- nica de (2 D), acompañando la cirugía de catarata.

10. Utilizar el programa de cálculo de la apli- cación de PANACEA.

Conclusión:

  • «Incisiones relajantes usando láser de fe- mtosegundo» es una técnica segura y re- producible, y que es guiada con precisión por OCT.
  • Reduce significativamente el astigmatis- mo corneal preoperatorio.
  • Mejores resultados con el programa de cálculo PANACEA (Dr. David Flikier).

ArtículosCatarataNoticiero Alaccsa-R

Infecciones: lo nuevo, lo que perdura

posted by adminalaccsa 6 agosto, 2018 0 comments

Infecciones: lo nuevo, lo que perdura


Coordinador

Dr. Luis Izquierdo – Perú

Panelistas

Dr. Roberto Albertazzi – Argentina Dra. Florencia Valvecchia – Argentina Dr. José Miguel Varas – Ecuador


Contacto

Dr. Luis Izquierdo – izquierdojrluis@hotmail.com
Dr. Roberto Albertazzi – albertazzirg@gmail.com
Dra. Florencia Valvecchia – florencia_valve@hotmail.com Dr. José Miguel Varas – jm@varas.com

1. ¿Se debe hacer cultivos corneales o no? ¿En qué situaciones?

Dra. Florencia Valvecchia y Dr. Roberto Albertazzi: Siempre debemos realizar toma de muestra de las lesiones corneales con el fin de obtener un diagnóstico exacto. Especialmente en aquellos casos de abscesos centrales que afecten el eje visual, infiltrados profundos, presencia de endotelitis y sobre todo en pacientes que son usuarios de lentes de contacto. Su omisión nos puede conducir a un terreno irreversible con graves consecuencias en la salud ocular del paciente.

Dr. José Miguel Varas: Se debería hacer cultivos en todos los casos donde se sospeche una queratitis micótica, bacteriana o parasitaria.

Sin embargo, muchos casos en que el infiltrado es pequeño, periférico, no profundo, sin hipopion, asociado al uso de lentes de contacto o a un traumatismo menor que no sea de origen vegetal, se puede iniciar el tratamiento empírico sin extendido ni cultivo.

En las queratitis donde la sospecha sea viral, tendrán poca utilidad los cultivos.

2.¿Cuándo se debe hacer uso de antibióticos fortificados en infecciones bacterianas?

Dra. Florencia Valvecchia y Dr. Ro-
berto Albertazzi: Debemos comenzar en forma empírica con colirios fortificados cuando estamos frente a un infiltrado corneal profundo (>1/3 medio del estroma), lesión central o mayor de 2 mm, signos de inflamación del segmento anterior, o cuando no hay mejoría del cuadro clínico a las 48 horas de instaurado el tratamiento.

Dr. José Miguel Varas:
Habitualmente se reservan los antibióticos fortificados cuando la queratitis tiene presentación grave o cuando no responde al tratamiento inicial con antibióticos habituales de gran espectro, como las fluoroquinolonas de tercera o cuarta generación.

3.¿Cuándo se debe emplear tratamiento sistémico?

Dra. Florencia Valvecchia y Dr. Roberto Albertazzi: Los colirios antibióticos fortificados que se administran por vía tópica constituyen el método más eficaz para mantener un nivel elevado y constante de antibióticos en el área de infección, por lo cual el tratamiento sistémico se deberá tener en cuenta en casos de úlceras perforadas o con perforación inminente, úlcera corneal severa con participación escleral, pacientes con queratoconjuntivitis gonocócica, y en los niños con queratitis severa causada por H. influenzae o P. aeruginosa.
También, deberemos tener en cuenta ciertas comorbilidades que pueden presentar algunos pacientes como presencia de diabetes, tratamiento quimioterápico, etc.

Dr. José Miguel Varas: Cuando la extensión de la enfermedad llega a tejidos vascularizados o atravesados por vasos sanguíneos, así como cuando hay inminencia o perforación de la córnea.

4.Al presentarse infecciones micóticas en estadios avanzados, por ejemplo, en Fusarium ¿cuál sería su tratamiento actual?
Dra. Florencia Valvecchia y Dr. Roberto Albertazzi: Comenzaremos con colirio de natamicina 5 % por hora durante 7 a 10 días, asociado a voriconazol oral 200-400 mg/día. Si la respuesta es desfavorable, agregaremos colirio de voriconazol 1 % o anfotericina B 0.5 % por hora.

Si el cuadro empeora, se pueden realizar inyecciones intraestromales de voriconazol 50 μg/0.1 ml.
Dr. José Miguel Varas: Si la queratitis tiene visos micóticos (habitualmente traumatismo vegetal con presentación central) y el extendido confirma filamentos, inicio voriconazol al 1 %, con alta frecuencia durante los primeros dos días hasta reducir paulatinamente tras respuesta favorable.

Si el caso se presenta con inminencia de perforación, se inicia el mismo tratamiento tópico con voriconazol, itraconazol por vía oral y recubrimiento conjuntival.

5. ¿Tiene alguna experiencia con el uso de crosslinking en infecciones refractarias?
Dra. Florencia Valvecchia y Dr. Roberto Albertazzi: Aún no.
Dr. José Miguel Varas: Tengo vieja y pobre experiencia con crosslinking. Parecería que el crosslinking tiene mejor respuesta en casos en que la radiación UV no sea sombreada por la densidad del infiltrado; es decir, en casos tempranos, más que en queratitis refractarias.

6.¿En qué momento se debe pensar en un trasplante en caliente?

Dra. Florencia Valvecchia y Dr. Roberto
Albertazzi: La queratoplastia penetrante será indicada en presencia de grandes perforaciones o amplias áreas de necrosis del estroma corneal. Nosotros somos partidarios de «enfriar» la infección mediante un recubrimiento conjuntival asociado a injerto de membrana amniótica, para luego en una segunda instancia poder realizar la queratoplastia con menores índices de recidiva de la infección.

Dr. José Miguel Varas: Es el último recurso después de agotar el recubrimiento conjuntival o el parche con periostio. Tiene muy mal pronóstico en presencia de actividad colagenolítica. Sin embargo, en casos anecdóticos o parcialmente tratados, ha sido satisfactoria para salvar la integridad del globo para posteriormente reconstruir el segmento anterior.

Noticias

Y para ti ¿qué significa un congreso de ALACCSA-R?

posted by adminalaccsa 3 agosto, 2018 0 comments

Y para ti ¿qué significa un congreso de ALACCSA-R?

Algunos de los miembros de ALACCSA-R, nos hablan de lo que significa asistir a un encuentro organizado por la Asociación Latinoamericana de Cirujanos de Catarata, Córnea y Segmento Anterior y la relevancia que tiene el mismo para la formación continua de su práctica.

Y para ustedes ¿Qué significa un congreso de ALACCSA-R? Los invitamos a Chile.

 

Noticias

SI NO CONOCE EL PROGRAMA DE CHILE ¡DEBE LEER ESTO!

posted by adminalaccsa 3 agosto, 2018 0 comments

SI NO CONOCE EL PROGRAMA DE CHILE ¡DEBE LEER ESTO!

El próximo 6,7 y 8 de septiembre de 2018 tendrá lugar el X Congreso Internacional del Hemisferio Sur ALACCSA-R * LASOA en la ciudad de Santiago de Chile.

Si usted es asistente al Congreso, o si aún tiene dudas de si debe asistir o no, le presentamos el programa del encuentro para que conozca el esquema del mejor encuentro de segmento anterior de Latinoamérica y el Caribe.

Noticias

MUY PRONTO PODRÁ TENER ACCESO A LA APP DE ALACCSA-R

posted by adminalaccsa 3 agosto, 2018 0 comments

MUY PRONTO PODRÁ TENER ACCESO A LA APP DE ALACCSA-R

La Asociación Latinoamericana de Cirujanos de Catarata, Córnea y Segmento Anterior (ALACCSA-R), tiene el gusto de anunciar el pronto lanzamiento de la aplicación ALACCSA-R. Esta es una herramienta en la que todos los miembros y asistentes a los congresos de ALACCSA-R, podrán mantenerse al tanto de las últimas novedades del Congreso.

Además, contará con un sistema de votación en vivo para que los debates durante el encuentro sean aún más interactivos. Estará disponible para todas las plataformas tanto Apple como Android.

Muy pronto un instructivo para su correcta descarga.

Fijación de LIO en ausencia de soporte capsular


Dra. Claudia Palacio


Coordinadora

Dra. Claudia Palacio – México

Panelistas

Dr. Noé Rivero – Argentina Dr. Eduardo Viteri – Ecuador Dr. Arturo Kantor – Chile

1.En caso de pérdida completa de la bolsa capsular durante una cirugía de catarata, ¿cuándo decide hacer una fijación transescleral de lente intraocular?:

  1. Siempre. Explicar la razón.
  2. Nunca. Explicar la razón.
  3. Algunas veces. Explicar la razón.

Dr. Noé Rivero: a) Siempre.

Respuesta: Siempre que se pueda y me permitan las variables que dispongo en el momento quirúrgico, que en general son no programadas a consecuencia de una ruptura de cápsula posterior o una desinserción de todo el bag durante una ciru- gía de catarata.

Las variables incluyen el lugar donde estoy operando, disposición de la lente intraocular correcta, vitréctomo y el tiempo para realizar la fijación transescleral de la lente. De elección, cuando surge una complicación, trato de diferir en un se- gundo tiempo la colocación de la lente secundaria a las dos semanas. Como tip el paciente afáquico sale del quirófano con un lente de contacto descartable de 10 D para que su visión no sea tan mala y no se sienta ansioso ni desmotivado hasta que solucionemos la afaquia.

Dr. Eduardo Viteri: c) Algunas veces.

Respuesta: Prefiero realizar una fijación transescleral de lente intraocular cuando el paciente tiene un bajo contaje endote- lial corneal o lesiones en iris que no per- mitan un soporte adecuado de un lente de fijación iridiana.

Si bien es cierto que el no implantar un lente intraocular genera en el cirujano una sensación de fracaso y frustración, debemos hacer conciencia que hay situaciones en que es preferible no implantar ningún tipo de lente intraocular, específicamente cuando ha caído a cavidad posterior un fragmento significativo de material nuclear cuya dureza haga sospechar que no sea factible extraerlo por vía pars plana. El cirujano debe anticipar al paciente esta posibilidad, especialmente cuando existan condiciones predisponentes, tales como pseudoexfoliación, facodonesis, antecedentes de trauma o uveítis, presencia de pliegues en cápsula anterior, pobre midriasis o cataratas brunescentes.

Dr. Arturo Kantor: c) Algunas veces.

Respuesta: Mi primera opción no es hacer una fijación transescleral. Prefiero suturar un lente intraocular de cámara posterior al iris, siempre que el iris y la pupila se encuentren indemnes o razonablemente sanos y estables. Además, el paciente no deber tener una historia de uveítis, síndrome de dispersión pigmentaria o síndrome de UGH. Para la fijación iridiana trabajo en miosis, utilizo un lente intraocular de cámara posterior de tres piezas estándar, como el MA60MA, de Alcon, que se fija con dos suturas de Prolene 10-0 a la porción media del músculo dilatador del iris. Las suturas deben quedar en un mismo eje y equidistantes del centro pupilar. Una vez fijas las asas, se luxa la óptica de lente a la cámara posterior a través de la pupila, lo cual evita que el lente se caiga a la cámara vítrea mientras se sutura.

Realizo las suturas del lente al iris con microinstrumentos que permiten anudar en cámara anterior, con lo que se evitan múltiples paracentesis o nudos de Siepser. No hay ninguna parte de la técnica que sea a ciegas, como cuando se realiza la fijación transescleral en que uno puede pasar por un proceso ciliar causando una hemovítrea o ingresar al ojo en angulaciones diferentes en cada lado generando un tilt. Al ser la fijación al iris un procedimiento más controlado, es muy infrecuente que se produzca un tilt del lente. Además, esta técnica no toca la conjuntiva, lo cual tiene ventaja de preservarla intacta, si fuera necesario realizar una cirugía filtrante para glaucoma en el futuro.

Solo hago fijaciones transesclerales si el soporte iridiano no es adecuado o se presentan las situaciones clínicas arriba descritas que contraindican la fijación al iris.

2. ¿Que tipo de sutura utiliza para las fijaciones transesclerales de lente intraocular? ¿Por qué?

Dr. Noé Rivero: En realidad no estoy utilizando suturas con la técnica que estoy rea-

lizando de rutina en este último año y medio, que es la técnica de Yamane. Cuando realizo suturas, utilizo Prolene 10.0 por una cuestión de disponibilidad, pero mi elección seria Gore-Tex 8.0, que es la recomendada en estos procedimientos debido a su mejor maleabilidad y mayor vida media útil.

Dr. Eduardo Viteri: Para fijación transescleral de lente intraocular, utilizo Prolene 9-0 con aguja recta. No tenemos disponible en nuestro medio Gore-Tex, que ofrece mayor durabilidad.

Dr. Arturo Kantor: No uso suturas. Utilizo la técnica descrita por el Dr. Yamane en que un lente de tres piezas se fija a la esclera a través de sus mismas asas de Prolene, pero con sus extremos modificados (flanged) con un cauterio caliente. Las asas quedan in- traesclerales sin necesidad de abrir la conjuntiva, hacer un flap de esclera o usar adhesivos biológicos.

3. ¿Cómo maneja los cambios refractivos que provoca un lente intraocular con fijación que ha quedado con tilt que induce astigmatismo?

Dr. Noé Rivero: Si el tilt de la lente es el problema, decido reacomodar la lente. Con la técnica de Yamane Kenzo no he tenido tilt y su efectividad es extraordinaria.

Dr. Eduardo Viteri: Hasta ahora no he tenido problema por inclinación de lente intraocular fijado en esclera. Pienso que es difícil anticipar o establecer un manejo uniforme para esta difícil situación. Posiblemente requiera cambiarlo por otro tipo de lente o fijarlo en otro meridiano.

Dr. Arturo Kantor: Lo primero es prevenir el tilt con una técnica quirúrgica meticulosa y depurada, pues el astigmatismo lenticular genera muy mala calidad visual y es de difícil manejo.

Dr. Eduardo Viteri

Los lentes de contacto tóricos ya sea semirrígidos o blandos son muy difíciles de adaptar en estos casos, pues requieren contrarrestar de manera precisa la sumatoria del astigmatismo corneal y lenticular simultáneamente, los que habitualmente son en ejes distintos. Además, la visión con lentes de contacto fluctúa mucho con el pivote normal del eje del astigmatismo que se produce con cada parpadeo. A diferencia de lo que ocurre al adaptar lentes de contacto tóricos para corregir solo astigmatismo corneal, con la rotación de eje del lente de contacto se descompensa la neutralización de ambas fuentes de astigmatismo, por lo que son mal tolerados.

Si tengo un tilt que produce un astigmatismo menor de

4.5 dioptrías, con lente e table (sin pseudofacodonesis), bien centrado, que no genera inflamación intraocular, la refracción es estable después de 6 meses, hay un buen recuento endotelial corneal y el paciente logra ver 20/25 o mejor con anteojos, haría un procedimiento con fotoablación en la córnea (LASIK o PRK). No queremos inducir un astigmatismo en la córnea para contrarrestar el astigmatismo lenticular en una córnea con riesgo de descompensación endotelial, que podría necesitar una queratoplastia endotelial futuramente.

Si el astigmatismo lenticular inducido por el tilt es mayor de 4.5 dioptrías, el paciente no tolera o ve mal con lentes de contacto y la anisometropía hace inviable recetar anteojos, consideraría volver a repetir la cirugía de fijación transescleral con un nuevo lente.

4.¿Qué material y diseño de lente intraocular prefiere para la realización de una fijación?

Dr. Noé Rivero: Se puede utilizar LIO de tres piezas, acrílica, hidrofóbica asférica. Las de mi preferencia son las lentes Tecnis ZA9003 de Abbott, Hoya, de tres piezas, y Aaris AC3 de Aaren Scientific. Las LIO Alcon MA60AC pueden utilizarse, pero la disposición de las hápticas es más cerrada, lo que dificulta un poco la utilización de las mismas en esta técnica. Otra lente que utilizo es la Sofport de Bausch & Lomb, pero al ser de silicona, su manejo dentro del ojo se hace más dificultoso.

Dr. Eduardo Viteri: En nuestro medio no disponemos de mucha variedad de lentes intraoculares. Hasta la fecha he utilizado lentes de acrílico hidrofóbico de tres piezas (AcrySof MA60). He tenido un par de casos que tenían implantado un lente de pieza única y presentaron dislocación tardía espontánea del complejo saco-lenticular en los que he suturado el complejo y se han mantenido varios años en posición.

Dr. Arturo Kantor: Utilizo el lente EC 3 de la casa Zeiss. Es un lente flexible de tres piezas, con asas de Prolene en C modificada, óptica acrílica, hidrofóbica, de bordes cuadrados, óptica de 6 mm y con un diámetro total del lente de 13 mm. Su principal atributo es la resistencia de las asas a la tracción que genera su manipulación al pasarlas a través de la esclera.

5.Por favor, describa su técnica de fijación transescleral.

Dr. Noé Rivero: Utilizo la técnica de Yamane (Kenzo para los argentinos).

Esta técnica es transconjuntival y transescleral sin necesidad de utilizar suturas ni tallar tapas esclerales, derritiendo las hápticas para que no se interioricen dentro de la cavidad vítrea. Se utiliza la misma

ncisión de la facoemulsificación con una lente plegable de tres piezas.

Esta técnica está muy bien descripta en un video que realizó Gerardo Valvecchia y se puede ver en este link https://youtu. be/n3kxj-1q36c

Dr. Eduardo Viteri: La técnica varía si es un caso de dislocación de un lente preexistente o si el ojo está afáquico.

Si se trata de dislocación del complejo saco-lenticular, identifico el meridiano en que realizaré la fijación, expongo esclera y realizo un surco escleral radial a 2 mm del limbo. Paso la aguja con Prolene por el extremo distal del surco, atravieso el saco capsular, entre el háptica y la óptica del lente, de atrás hacia adelante, y me ayudo de una cánula para capturar el extremo de la aguja y sacarla fuera del ojo. Luego paso una aguja 27 por el extremo proximal del surco escleral, dirigida por detrás del iris y delante del lente, en cuya luz introduzco el extremo de la aguja con Prolene, de esta manera queda enlazada el háptica. Realizo la misma maniobra para la otra háptica. Voy ajustando progresiva y alternativamente los nudos de Prolente para asegurar un centrado adecuado del lente. Luego de completar los nudos y cortar a ras los cabos de las suturas me aseguro que queden impactadas en esclera para evitar que produzcan erosión de conjuntiva.

Si el paciente es afáquico realizo la técnica de Yamane, dejando las hápticas en el túnel escleral y asegurando su posición con un botón distal generado por calor.

Dr. Arturo Kantor: Sugiero leer directamente la fuente del creador de esta innovadora e inteligente manera de fijar lentes intraoculares transescleral sin suturas, flaps, ni adhesivos biológicos en «https://www. ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28457613». Además fue el video ganador del Film Festival Award del ASCRS año 2016.

https://youtu.be/n3kxj-1q36c

6. ¿Cuáles son las principales complicaciones que se pueden presentar con la fijación de LIO en ausencia de soporte capsular?

Dr. Noé Rivero: Las principales complicaciones son luxación y subluxación de LIO a cavidad vítrea, descompensación endotelial corneal en caso de utilizar LIO de cámara anterior, descentrado o tilt de LIO con resultados refractivos insatisfactorios.

Dr. Eduardo Viteri: Se pueden presentar complicaciones transo posoperatorias, inclusive tardíamente. Durante la cirugía se debe tener una vitrectomía adecuada para evitar tracciones que generen desgarros retinianos con todas sus consecuencias. La manipulación de las hápticas no es sencilla y puede ocurrir la caída del lente a cavidad posterior.

También se pueden dañar las hápticas durante la manipulación o al generar el botón distal, produciendo descentrado que requie- ra cambio del lente intraocular.

Un riesgo evidente en caso de fijación transescleral es la posibilidad de sangrado, pues varias de las maniobras se realizan a ciegas. Finalmente, a largo plazo existe la eventual extrusión de las hápticas o los materiales de fijación con el eventual desarrollo de en- doftalmitis tardía. También está descrita la hidrólisis tardía del Prolene con dislocación del lente.

Dr. Arturo Kantor: Las principales complicaciones suelen ser:

  1. Uveítis crónica de bajo grado por alteración de la barrera hematoacuosa.
  2. Edema macular cistoide crónico o recurrente, producto de un grado de uveítis crónica, lo cual es más frecuente en pacientes en los que queda algún grado de pseudofacodonesis, la fijación se realizó a través de un proceso ciliar o hay roce con la raíz o cara posterior del iris.
  3. Síndrome de UGH por los mismos motivos recién expuestos.
  4. Astigmatismo lenticular producto del tilt de lente intraocular. En estas tres situaciones ayuda mucho contar con imágenes de UBM para identificar la causa y, por ende, buscar la solución de esta complicación.
  5. Queratopatía bulosa, producto del daño inicial de la cirugía de catarata sumado a la manipulación en cámara anterior para realizar la fijación transescleral.
  6. Desprendimiento de retina en etapas tardías poscirugía.
  7. Pseudofacodonesis tardía con luxación del lente a la cámara vítrea.