Decálogo para desarrollar una evidencia más confiable en oftalmología
Dr. Joaquín Fernández
Para una correcta toma de decisiones compartida en oftalmología se requiere que oftalmólogos y pacientes identifiquen e integren la evidencia más relevante. Sin embargo, la atención sanitaria a los pacientes pudiera estar viéndose afectada por serios defectos en la creación, divulgación e implementación de la investigación en la práctica clínica debido a cuatro problemas fundamentales (1):
- Muchas investigaciones publicadas no tienen suficiente calidad de evidencia, no ofrecen mejoras en los resultados salud para los pacientes o no son útiles para los profesionales de la salud a la hora de tomar decisiones.
- La mayoría de los profesionales de la salud no son conscientes de este problema.
- Incluso si son conscientes de este problema, la mayoría de ellos carecen de las habilidades necesarias para evaluar la fiabilidad y utilidad de la evidencia publicada.
- Los pacientes frecuentemente carecen de pruebas pertinentes precisas en el momento de la toma de decisiones en salud.
Pero, ¿cuál sería el decálogo para desarrollar una evidencia más confiable que ayudará a la toma de decisiones compartida con los pacientes en
oftalmología (2)?:
1) Informar e involucrar a pacientes en el diseño de la investigación:
Cada vez está más claro que las decisiones sobre cómo utilizar la evidencia en la práctica clínica deben incluir e informar a los pacientes: uno de los principios fundadores de la medicina basada en la evidencia. Además, la investigación informada e involucrando a los pacientes y al público es más probable que sea relevante. Explícitamente, debemos comprender mejor el papel de la investigación realizada en pacientes en comparación con la investigación realizada con y para los pacientes.
2) Aumentar el uso sistemático de la evidencia existente:
El uso de revisiones sistemáticas tiene varias ventajas: el respaldo de la incorporación de nuevas tecnologías sanitarias que demuestren una mejora de la eficacia, sin que causen daños innecesarios o malgasto de los escasos recursos económicos. Las revisiones sistemáticas también reducen el riesgo de desperdiciar recursos valiosos en nuevas investigaciones, cuando las respuestas a las preguntas de investigación ya podrían existir.
3) Hacer que la investigación sea relevante, replicable y accesible:
La investigación que les importa a los pacientes es la clínicamente relevante. Por lo tanto, tiene sentido que los pacientes sean esenciales para desarrollar investigaciones relevantes y accesibles. Además, una gran cantidad de hallazgos de investigación se desperdician si son inaccesibles o se comunican de manera deficiente a los usuarios finales.
4) Reducir las prácticas de investigación cuestionables y los conflictos de intereses:
Demasiada investigación está plagada de sesgos que están enraizados en métodos deficientes, lo que lleva a resultados y conclusiones erróneos y evita la adopción en la práctica. Esto decepciona a los participantes, engaña a los pacientes y al público, y desperdicia dinero.
5) Asegurar que la regulación de medicamentos y dispositivos médicos sea robusta, transparente e independiente:
Para permitir evaluaciones sólidas por parte de las agencias reguladoras, como la FDA y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), se requiere evidencia de alta calidad. Sin embargo, para acelerar la adopción de nuevos medicamentos en la práctica, existe una presión creciente para reducir la carga de la evidencia requerida para la aprobación, lo que pone a los pacientes en un riesgo innecesario. Necesitamos un sistema que ofrezca la oportunidad mientras se producen pruebas de alta calidad con resultados que importan a los pacientes, en el momento de la aprobación y en la fase posterior a la comercialización, para garantizar que los medicamentos seguros y efectivos tengan acceso al mercado.
6) Producir mejores guías clínicas:
El desarrollo de la guía clínica debe ser un proceso completamente transparente, que muestre quién hizo la guía, por qué estuvieron involucrados, con qué evidencia y por qué se alcanzaron las recomendaciones.
7) Apoyar la innovación, la mejora de la calidad y la seguridad mediante un mejor uso de los datos del mundo real:
El uso de datos del mundo real tiene el potencial de mejorar la salud, pero también puede empeorar si se utiliza de forma incorrecta. Las decisiones informadas requieren una variedad de pruebas, para informar su incorporación a la práctica clínica. Por lo tanto, necesitamos un mejor uso y comprensión del papel de la investigación cualitativa, observacional y cuantitativa para informar aquellas decisiones que realmente importan.
8) Educar a los profesionales, los responsables políticos y el público en la medicina basada en la evidencia:
Todos los investigadores, editores y periodistas tienen un papel en la comunicación de evidencia al público. La evidencia puede ser malinterpretada, exagerada e inexacta. Tal práctica puede dar lugar a falsas esperanzas o daños. Por lo tanto, la investigación de alta calidad e importante debe ser comprensible e informativa para una gran audiencia.
9) Formar a los profesionales de la salud de habilidades para poder evaluar la fiabilidad y utilidad de la evidencia:
Los profesionales de la salud involucrados en la toma de decisiones médicas deben poseer habilidades básicas de evaluación crítica de la evidencia y estar bien informados acerca de qué fuentes de información es probable que sean precisas y pertinentes.
10) Alentar a la próxima generación de líderes en la medicina basada en la evidencia:
La experiencia clínica es fundamental para la atención efectiva basada en la evidencia. Además, lidiar con la incertidumbre al aplicar la evidencia a la atención individual del paciente requiere habilidades de evaluación crítica para evaluar la evidencia y reconocer la evidencia de baja calidad. Para brindar un buen cuidado de salud, necesitamos una generación de líderes de atención médica, médicos y formuladores de políticas con habilidades para evaluar y aplicar evidencia a la atención del paciente.
Referencias
Ioannidis, J. P. A., Stuart, M. E., Brownlee, S. and Strite, S. A. (), How To Survive the Medical Misinformation Mess. Eur J Clin Invest. Accepted Author Manuscript. doi:10.1111/eci.12834
Heneghan Carl, Mahtani KamalR, Goldacre Ben, Godlee Fiona, Macdonald Helen, Jarvies Duncan et al. Evidence based medicine manifesto for better healthcare BMJ 2017; 357:j2973