Dr. Luis Izquierdo Perú
Actualmente, la cirugía de catarata se ha con- vertido en un procedimiento no solo terapéuti- co, sino también refractivo. Usualmente, los pa- cientes desean quitarse las gafas para realizar sus actividades diarias. Si nuestro objetivo, en esta nueva generación de pacientes, es alcanzar y proveer resultados posoperatorios óptimos, es fundamental el manejo no solo de la ametropía, sino también de las aberraciones corneales, de las cuales el astigmatismo que no siempre es considerado por cirujanos de segmento anterior tiene un fuerte impacto en los resultados visua- les finales y en la satisfacción del paciente.
La tecnología no dirige los cambios trascen- dentales y fundamentales en nuestra especia- lidad: el cambio comienza con el cirujano y las ideas con las que día a día puede ir mejorando sus resultados posoperatorios. Cuando los pa- cientes alcanzan una corrección del astigma- tismo <0,5 D, hay un 80 % de probabilidad de que se alcance el más alto grado de satisfac- ción visual, a diferencia de menos del 56 % de los pacientes que obtienen >0,5 dioptrías de astigmatismo posoperatorio.1
El manejo del astigmatismo comienza con iden- tificar, antes de la cirugía, al paciente que tenga un cilindro considerable a corregir. La prevalen- cia preoperatoria de astigmatismo en pacientes de cirugía de catarata es cercana al 87 %, de los cuales el 66 % tienen entre 0,25 y 1,25 D de ci- lindro, y 22 % tienen mayor grado de cilindro.2
Una vez seleccionado al paciente, es necesa- rio hacer pruebas diagnósticas para un apro- piado planeamiento quirúrgico, así como definir
las herramientas intraoperatorias y una estrate- gia para tratar cualquier astigmatismo residual posoperatorio que provoque insatisfacción vi- sual. Para todas estas estrategias, la tecnología con los nuevos equipos diagnósticos nos facilita este abordaje a esta nueva era de pacientes de catarata-refractiva.
Sabemos que por cada grado de desviación en la corrección del cilindro con implantes intraocula- res tóricos, este pierde el 3,3 % del valor del po- der; por >30 grados, se pierde completamente el valor y por >45 grados, aumenta el astigmatis- mo preexistente. No obstante, debemos tener en cuenta que es diferente el poder de pérdida en un paciente con astigmatismo previo de 1,25 D, que uno de 3,50 D. En este último, proporcionalmen- te, la pérdida de poder será mayor
El sistema guiado por imágenes (Verion Alcon y el Callisto Zeiss), son útiles para que los ciruja- nos puedan determinar rápidamente y con con- fianza un plan quirúrgico en pacientes con y sin astigmatismo. La selección óptima del LIO y el
Figura 1.
poder del lente se puede calcular usando múl-
tiples fórmulas comprobadas en un simple for- mato desplegable. También proporciona un ma- nejo avanzado del astigmatismo para ayudar a minimizar el cilindro residual. Esto incluye cal- cular las ubicaciones óptimas de la incisión, el potencial del lente tórico, las incisiones relajan- tes corneales y, por último, el astigmatismo in- ducido quirúrgicamente. En nuestra experiencia con los equipos Verion y Callisto obtuvimos re- sultados importantes de acuerdo al alineamiento de LIO tórico comparado con una marcación ma- nual. El eje intraoperatorio marcado por Verion y Callisto tuvo una alta correlación con la marca primaria preoperatoria (Pearson = 0,89), pero encontramos una diferencia entre la marca ma- nual y la marca primaria preoperatoria (Verion y Callisto) de 8,36 grados (+/- 2,47 SD)3. Si to- mamos en cuenta la importancia de cada gra- do de rotación en el alineamiento indicado, es- tos nuevos equipos diagnósticos nos ayudan a incrementar la satisfacción en los resultados vi- suales posquirúrgicos.
Hoy, tenemos un nuevo grupo de pacien- tes que enfrentar y son aquellos con ciru- gías refractivas previas (LASIK, QR, AK) y que ahora requieren una cirugía de cata- rata. En este tipo de pacientes la precisión del resultado posoperatorio previamente planeado es del 58 % dentro de 0,5 D, y del 90 % dentro de 1 dioptría. Estos por- centajes son realmente bajos y lejos de lo ideal. La aberrometría por frente de onda intraoperatoria puede aumentar la preci- sión y la predictibilidad capturando y mi- diendo el sistema óptico completo dentro de la cirugía.
Existen en el mercado dos sistemas de imágenes por aberrometría (ORA Alcon y Hoyos). En nuestra práctica diaria conta- mos con el aberrómetro ORA que se aco- pla a nuestro microscopio quirúrgico, para que intraoperatoriamente nos brinde in- formación que permita mejorar el planea- miento quirúrgico previo, como por ejem- plo, la selección del poder correcto del LIO que se pretende colocar, así como su eje en el caso de ser tórico. Aunque esto mejo- ra significativamente los resultados visua- les esperados, aún no es una herramienta perfecta: los algoritmos están siendo ac- tualizados constantemente de acuerdo con los resultados que nosotros, como ciruja- nos, obtenemos. Existe un factor que de- termina la limitación en los resultados del ORA y es la habilidad para predecir la po- sición efectiva del lente. Sin embargo, ac- tualmente estamos desarrollando nuevas aplicaciones intraoperatorias del nuevo sistema ORA,
Todo esto nos empuja a un nuevo horizon- te con nuevas perspectivas de mejorar el resultado visual de nuestros pacientes y de lograr un porcentaje mayor de emetro- pia posoperatoria.