Browse Category

Catarata

ArtículosCatarataNoticiero Alaccsa-R

Cirugía de catarata Premium

posted by adminalaccsa 3 diciembre, 2019 0 comments

Infecciones


Dr. Virgilio Centurion Brasil

Contacto

Dr. Virgilio Centurion centurion@imo.com.br

Se define premio como un bien material o moral recibido por un servicio realizado o por un trabajo ejecutado o por méritos especiales. La cirugía de catarata Premium es un bien recibido por servicios especiales: el paciente recibe el mejor resultado visual y el médico, la compensación por un trabajo extremadamente sofisticado con gran inversión en conocimiento y equipos de tecnología avanzada.

Se ha recorrido un largo camino hasta llegar al actual nivel de resultados que es posible alcanzar en la moderna cirugía del cristalino y esto se debe a varios factores, que presentamos a seguir,

• Un preoperatorio, con medios diagnósticos avanzados, entre los cuales podemos citar la biometría óptica con fórmulas de última generación, cálculo de la toricidad, evaluación de la superficie ocular, tomografía del segmento anterior, aberrometría, entre otros.

• Eneltransquirúrgico,técnicasmenos traumáticas y más refractivas. En el momento de esta publicación, mi técnica preferida es una técnica hibrida, CICAFE – Cirugía de Catarata con Femtosegundo (FLACS, en la literatura anglosajona) donde la facoemulsificación realiza la parte curativa, eliminando la catarata, en cuanto el femto es responsable por la parte refractiva de la técnica, corrigiendo y/o previniendo vicios de refracción. El femtosegundo nos permite realizar una incisión anastigmática triplanar, una capsulotomía perfecta del punto de vista refractivo y ofrece la oportunidad de utilizar menos ultrasonido con la prefractura del núcleo. Por lo tanto, son técnicas complementarias, con la finalidad de conseguir los mejores resultados refractivos y visuales.
Avance importante constituye la utilización del marcador digital para implante de LIO tóricas.

• Un posoperatorio que permite recuperación rápida, segura y estable de la calidad de la visión con utilización tópica de antibiótico, antiinflamatorio hormonal y no hormonal y lubricante.
Indicaciones, el paciente, el candidato a la cirugía

Debemos insistir en el perfil del paciente que busca o tiene indicación para cirugía Premium. Agrupo en tres tipos o categorías:
• Portadores de catarata, relacionada a la edad.
• “Precatarata”, son présbitas con o sin vicios de refracción asociados.
• Ametropíaselevadas.

Estos ojos “no deben” tener comorbilidad que puedan comprometer el resultado final, generalmente individuos con más de 50 años, y la cirugía debe ser bilateral.

Con relación a los pacientes candidatos a cirugía refractiva de la catarata que se quejan de “ametropía incómoda”, con comprometimiento de la calidad de la visión, generalmente son individuos mayores de 50 años cuyo cristalino ha perdido la capacidad de acomodar para cerca y también la capacidad de compensar la aberración esférica positiva de la córnea: la calidad de la visión está comprometida. En la actualidad son conocidos como portadores de “precatarata”.
Desde el punto de vista social, el aumento expresivo de la población añosa (>60 años), de larga longevidad, activa y productiva incluye en el concepto de calidad de vida la corrección de vicios de refracción.
Nuestra experiencia al trabajar con el concepto de cirugía Premium nos llevó a organizar un método que llamamos de los 5C:
C de consulta, que es la clave para 1,
conseguir la adhesión de los pacientes, después de recibir un cuestionario de estilo de vida y orientar sobre el procedimiento vía folleto y explicación objetiva del cirujano.
C2, de cálculo de LIO con método y fórmula Premium, (biómetro óptico + fórmulas de última generación).
C3, de conversión, de procedimiento quirúrgico tradicional con LIO básica, para CICAFE y LIO Premium.
C4, de cirugía refractiva de la catarata.
C5, de celebración, equivale al resultado deseado por el paciente y obtenido por el cirujano.

Este método, al alcance de un oftalmólogo enfocado en trabajo de calidad, crea un círculo virtuoso que se autoalimenta (Ver figura 1).
De una forma resumida, podemos afirmar que la cirugía de catarata Premium nos ofrece resultados animadores nunca antes conseguidos de manera personal, como revelamos a seguir, utilizando la cirugía de catarata con láser de femtosegundo con implante de LIO trifocal, PanOptix®.

Entre mayo de 2016 y mayo de 2019, implantamos 310 LIO trifocales, siendo no tórica en 36.77 % (114 ojos) y tórica en 63.23 % (196 ojos).
El equivalente esférico residual de ±0.50 D fue de 100 % en ambos grupos.

La agudeza visual sin corrección en el grupo no tórica fue: para lejos ≥20/30 en 98.25 %, para intermedia J1 en 96.49 % y para cerca J1 en 99.12 %.

En el grupo de trifocal tórica la AVSC para lejos fue ≥20/30 en 96.43 %, para intermedia J1 en 94.39 % y para cerca J1 en 97.96 %.

En conclusión:
• Lacirugíarefractivadelacataratacon femtosegundo es la manera de conseguir resultados refractivos previsibles y reproducibles en casos de rutina con lentes Premium.
• Podemos corregir todo tipo de condición refractiva asociada o no a la corrección de la visión de cerca.
• En situaciones especiales los resultados son estimulantes.

ArtículosCatarataNoticiero Alaccsa-R

Manejo de la catarata subluxada

posted by adminalaccsa 28 noviembre, 2019 0 comments

Manejo de la catarata subluxada


Dr. Randall Ulate Piedra – México

El manejo de cristalino subluxado es una de las situaciones más complejas, desafiantes y gratificantes con que suele enfrentarse el cirujano de segmento anterior. Hasta hace pocos años, el tratamiento de esta patología se solía limitar a la cirugía de extracción intracapsular del cristalino. Actualmente la disponibilidad de técnicas quirúrgicas y dispositivos innovadores nos han dado la habilidad de brindar un mejor manejo y resultado a los pacientes con cataratas asociadas a compromiso zonular.

Mencionaremos diez tips que consideramos importantes para alcanzar el éxito en el tratamiento de estos casos.

1.Identificar la causa: Es muy importante clasificar si se trata de un cristalino subluxado de origen en patologías congénitas y del desarrollo (síndrome de Marfán, por ejemplo), adquirida (traumático, pseudoexfoliación). Las patologías asociadas a daño zonular progresivo deben manejarse más agresivamente para evitar pseudofacodonesis posquirúrgica y subluxación del lente intraocular.

2. Determinar el grado de subluxación: En la evaluación en midriasis podemos dividir estos cristalinos con pobre soporte zonular en tres grados:

1. Leve: el borde del cristalino cubre menos del 25 % del área de la pupila.

2. Moderada: el borde del cristalino cubre entre 25 % y 50 % del área de la pupila.

3. Severa: el borde del cristalino cubre más del 50 % del área de la pupila.

3. Evaluar la estabilidad zonular: Se infiere con el grado de facodonesis y evaluando la forma del borde subluxado del cristalino. En diferentes patologías el compromiso zonular es diferente, pudiendo tenerse defectos localizados y focales (trauma, síndrome de Marfán) o debilidad difusa (pseudoexfoliación). También se utiliza como parámetro de inestabilidad la pérdida de zónula en horas de reloj, clasificando como leve menos de 3 horas de pérdida zonular, moderada entre 3 y 6 horas y severa la ausencia de más de 6 horas del reloj de la zónula.

Tanto la facodonesis muy marcada, como el aplanamiento en el borde del cristalino y los casos con ausencia zonular moderada y severa nos deben preparar a enfrentarnos a un cristalino con fibras zonulares remanentes con poca fuerza y mucha inestabilidad. Esto le permite al cirujano anticipar el uso de retractores de cápsula y posteriormente dispositivos para fijar la bolsa del cristalino a la esclera (Figura 1).

4. Estar preparado en el quirófano con todo lo necesario para solucionar un caso complejo y que potencialmente presentaría complicaciones serias en el transoperatorio. Es conveniente tener la capacidad de realizar vitrectomía anterior por pars plana, tener acceso a retractores que permitan fijar la cápsula, anillos de tensión capsular, segmentos para fijación escleral, lentes intraoculares para fijación en caso de pérdida de la cápsula.

5. Para poder culminar con éxito la capsulorrexis debe ser completa y debemos preservar la bolsa capsular. Uno de los pasos más complejos de la cirugía del cristalino subluxado es precisamente la capsulorrexis. A continuación, algunas recomendaciones para evitar problemas.

Teñir la cápsula con azul tripano, lo que permite no sólo una mejor visualización, sino que agrega una reducción en la elasticidad de la cápsula anterior. Es recomendable te-

ñir bajo un colchón de viscoelástico, para evitar la migración del tinte hacia la cavidad vítrea a través del defecto zonular, lo cual nos reduciría el reflejo rojo y haría el procedimiento más difícil.

La capsulorrexis es recomendable realizarla bajo viscoelástico cohesivo y es mejor iniciar con un cistótomo, no con la pinza, para disminuir la tensión en la zónula. Además, la apertura de la cápsula anterior en estos casos es mucho más complicada y suele encontrase cápsulas muy elásticas en jóvenes o fibrosas en traumas antiguos. Si la apertura de la cápsula resulta muy difícil incluso con el cistótomo, podemos utilizar dos agujas de 30G como “espadas cruzadas” para romper la cápsula anterior y tener un punto de inicio desde el cual continuar con la pinza de capsulorrexis. Durante la apertura circular de la cápsula anterior, en casos de gran inestabili-

dad zonular, suele requerirse el uso de pinzas de microcirugía y/o ganchos de fijación para poder sostener la cápsula y completar la rexis.

El tamaño de la capsulotomía debe ser grande, especialmente si nos enfrentamos a cataratas duras. Cuanto mayor la rexis, menos complicada será la extracción de los fragmentos de núcleo del saco capsular. Sin embargo, debe respetarse un espacio de al menos dos milímetros entre el borde de la capsulorrexis y el ecuador.

Si la cápsula anterior es muy fibrosa, inestable o se complica desplazándose la apertura muy periféricamente, el uso de tijeras microquirúrgicas es de gran utilidad para lograr completar este paso fundamental y tener éxito en estos casos complicados (Figura 2).

6. Estabilizar la bolsa capsular: En casos leves, de menos de 3 horas de pérdida zonular, generalmente se

puede realizar la facoemulsificación sin requerir dispositivos para fijar el saco capsular. Para pérdidas mayores de la zónula es recomendable sostener la bolsa durante la cirugía. Esto lo podemos conseguir con retractores de iris, aunque suele ser más estable la fijación mediante ganchos especiales diseñados para este propósito, especialmente porque estos sostienen la bolsa por el ecuador y no por el borde de la capsulorrexis, reduciendo el riesgo de desgarros en la cápsula anterior. Está descrito el uso de segmentos de Ahmed para estabilizar la cápsula previo a la facoemulsificación; sin embargo, en nuestra experiencia, esto resulta bastante complicado y genera una dificultad más a cirugías ya de por sí retadoras.

El uso temprano de anillos de tensión capsular (CTR) agrega bastante estabilidad a las bolsas muy sueltas, especialmente cuando faltan más de 6 horas de zónula, y se vuelve muchas veces obligatorio para poder llevar adelante estos casos. No obstante, esto puede luego dificultar un poco la aspiración de la corteza más avanzada en el procedimiento. Usualmente preferimos diferir el uso de los anillos de tensión capsular hasta etapas finales de la cirugía, antes de inyectar el lente intraocular. Sin embargo, si la situación lo amerita, lo hemos de implantar justo después de completada la capsulorrexis, lo importante es siempre dar la estabilidad necesaria al saco para poder completar la facoemulsificación y aspiración sin contratiempos (Figura 3).

7. La hidrodisección, viscodisección e hidrodelaminación son fundamentales en estos casos para disminuir la tracción sobre las zónulas remanentes durante la facoemulsificación.

Figura 4. La imagen muestra la estabilización de la bolsa con los ganchos y la inyección de viscoelástico rellenándola antes de sacar la punta de I/A.

8.La facoemulsificación se recomienda con parámetros de “slow motion phaco” tratando de reducir los movimientos de desplazamiento anterior y posterior del cristalino, y evitar el prolapso de vítreo hacia el segmento anterior. Durante este paso, es muy útil la inyección repetida de viscoelástico dispersivo, que también puede ayudar a evitar la salida de vítreo y protegerá el endotelio del trauma por el ultrasonido. Es muy importante que antes de sacar las puntas de faco y de I/A de la cámara anterior, se llene esta con viscoelástico para evitar su colapso que podría permitir la salida de vítreo y hasta la pérdida de la bolsa capsular. Para aspirar los restos corticales se debe también mantener parámetros bajos y puede ser necesario realizar viscoaspiración si se ob-

serva mucha inestabilidad capsular (Figura 4).

9. En caso de evidencia de vítreo en el segmento anterior, este debe removerse completamente antes de proseguir con la facoemulsificación, para evitar la tracción retiniana y permitir la remoción de los fragmentos del cristalino. El abordaje por pars plana y el uso de trocares para vitrectomía facilitan muchísimo la vitrectomía, lo mismo que el uso de triamcinolona para teñir el vítreo. Una vez limpio el segmento anterior

de vítreo, se aplica la inyección de viscoelástico dispersivo a través del trocar formando un colchón por debajo del cristalino. Esto permite continuar con la cirugía más fácilmente, pues estabiliza aún más el cristalino y evita temporalmente el prolapso del vítreo hacia adelante nuevamente.

10. Uso de dispositivos de fijación permanente de la cápsula y lentes intraoculares. Como mencionamos previamente, en estos casos debemos colocar un anillo de tensión capsular para brindar estabilidad al saco. Cuando la diálisis zonular es pequeña, un

CTR simple suele ser suficiente. En casos con pérdida zonular moderada o severa, generalmente se requerirá un dispositivo especial para fijar la cápsula a la esclera. Se puede usar la combinación de un CTR y un segmento de fijación como el de Ahmed, lo cual técnicamente es menos complejo que la opción de colocar un CTR de Cionni. El anillo de Cionni permite una mejor fijación en casos en que la debilidad zonular es mayor. Además, el doble permite fijar en 2 puntos diferentes aumentando la estabilidad de la bolsa capsular. Recientemente tenemos la opción del CTR de Malyugin/Cionni que se inyecta y fija de forma más simple y permite una adecuada fijación y estabilización de la bolsa capsular. Estos dispositivos los podemos fijar a esclera con suturas no absorbibles, y nuestra preferencia es el uso de polipropileno 9-0 o politetrafluoroetileno 8-0 (Gore-Tex® CV-8).

Si logramos completar la cirugía sin complicaciones y manteniendo un saco estable, en teoría podríamos colocar cualquier tipo de lente intraocular, incluidos LIO multifocales y tóricos. Sin embargo, nuestra recomendación es utilizar lentes monofocales, e utilizar idealmente lentes esféricos y de 3 piezas, que permitan solucionar complicaciones posoperatorias de manera menos compleja. El lente intraocular debe colocarse endocapsular, no en el sulcus, a no ser que este se fije de alguna manera, pues es muy probable que el LIO migre a través del defecto zonular, pudiendo luxarse a la cavidad vítrea (Figura 5).

Si completamos la extracción del cristalino, pero se considera que no será posible estabilizar la misma, se puede corregir la

afaquia con un LIO de cámara anterior de soporte angular –opción que ha caído en desuso–, un lente de fijación iridiana (Artisan o Artiflex), un lente de 3 piezas de cámara posterior para fijación a iris, o esclera.

Es importante recordar que para casos de cataratas con pérdida zonular casi completa, en los que no será posible estabilizar la cápsula para completar la facoemulsificación, y especialmente cuando se trata de cristalinos de una dureza extrema, el uso de la extracción intracapsular y vitrectomía anterior siempre es una buena opción; y en el mismo tiempo podríamos realizar el implante del LIO y su fijación escleral. La técnica de fijación intraescleral de las hápticas (Yamane) permite de forma simple completar estos casos, pero esto es otro tema.

Bibliografía:

Nelson LB, Maumenee IH. Ectopia lentis. Surv Ophthalmol. 1982; 27:143-160

Blecher MH, Kirk MR. Surgical strategies for the management of zonular compromise. Curr Opin Ophthalmol 2008; 19:31-33

Ahmed II, Cionni RJ, Kranemann C, Crandall AS. Optimal timing of capsular tension ring implantation: Miyake-Apple video analysis. J Cataract Refract Surg 2005; 31:1809-1813

Burk SE, Da Mata AP, Snyder ME, Schneider S, Osher RH, Cionni RJ. Visualizing vitreous using Kenalog suspension. J Cataract Refract Surg 2003; 29:645-651

Hoffman RS, Fine IH, Packer M. Primary anterior chamber intraocular lens for the treatment of severe crystalline lens subluxation. J Cataract Refract Surg 2009; 35:1821-1825

Hoffman RS, Snyder ME, Devgan U, et al. Management of the subluxated crystalline lens. J Cataract Refract Surg 2013; 39:1904-1915

ArtículosCatarataNoticiero Alaccsa-R

Manejo de la catarata subluxada

posted by adminalaccsa 3 octubre, 2019 0 comments

Manejo de la catarata subluxada


Dr. Randall Ulate Piedra – México

El manejo de cristalino subluxado es una de las situaciones más complejas, desafiantes y gratificantes con que suele enfrentarse el cirujano de segmento anterior. Hasta hace pocos años, el tratamiento de esta patología se solía limitar a la cirugía de extracción intracapsular del cristalino. Actualmente la disponibilidad de técnicas quirúrgicas y dispositivos innovadores nos han dado la habilidad de brindar un mejor manejo y resultado a los pacientes con cataratas asociadas a compromiso zonular.

Mencionaremos diez tips que consideramos importantes para alcanzar el éxito en el tratamiento de estos casos.

1.Identificar la causa: Es muy importante clasificar si se trata de un cristalino subluxado de origen en patologías congénitas y del desarrollo (síndrome de Marfán, por ejemplo), adquirida (traumático, pseudoexfoliación). Las patologías asociadas a daño zonular progresivo deben manejarse más agresivamente para evitar pseudofacodonesis posquirúrgica y subluxación del lente intraocular.

2. Determinar el grado de subluxación: En la evaluación en midriasis podemos dividir estos cristalinos con pobre soporte zonular en tres grados:

1. Leve: el borde del cristalino cubre menos del 25 % del área de la pupila.
2. Moderada: el borde del cristalino cubre entre 25 % y 50 % del área de la pupila.
3. Severa: el borde del cristalino cubre más del 50 % del área de la pupila.

4. Evaluar la estabilidad zonular: Se infiere con el grado de facodonesis y evaluando la forma del borde subluxado del cristalino. En diferentes patologías el compromiso zonular es diferente, pudiendo tenerse defectos localizados y focales (trauma, síndrome de Marfán) o debilidad difusa (pseudoexfoliación). También se utiliza como parámetro de inestabilidad la pérdida de zónula en horas de reloj, clasificando como leve menos de 3 horas de pérdida zonular, moderada entre 3 y 6 horas y severa la ausencia de más de 6 horas del reloj de la zónula.

Tanto la facodonesis muy marcada, como el aplanamiento en el borde del cristalino y los casos con ausencia zonular moderada y severa nos deben preparar a enfrentarnos a un cristalino con fibras zonulares remanentes con poca fuerza y mucha inestabilidad. Esto le permite al cirujano anticipar el uso de retractores de cápsula y posteriormente dispositivos para fijar la bolsa del cristalino a la esclera (Figura 1).

4. Estar preparado en el quirófano con todo lo necesario para solucionar un caso complejo y que potencialmente presentaría complicaciones serias en el transoperatorio. Es conveniente tener la capacidad de realizar vitrectomía anterior por pars plana, tener acceso a retractores que permitan fijar la cápsula, anillos de tensión capsular, segmentos para fijación escleral, lentes intraoculares para fijación en caso de pérdida de la cápsula.

5. Para poder culminar con éxito la capsulorrexis debe ser completa y debemos preservar la bolsa capsular. Uno de los pasos más complejos de la cirugía del cristalino subluxado es precisamente la capsulorrexis. A continuación, algunas recomendaciones para evitar problemas.

Teñir la cápsula con azul tripano, lo que permite no sólo una mejor visualización, sino que agrega una reducción en la elasticidad de la cápsula anterior. Es recomendable te ñir bajo un colchón de viscoelástico, para evitar la migración del tinte hacia la cavidad vítrea a través del defecto zonular, lo cual nos reduciría el reflejo rojo y haría el procedimiento más difícil.

La capsulorrexis es recomendable realizarla bajo viscoelástico cohesivo y es mejor iniciar con un cistótomo, no con la pinza, para disminuir la tensión en la zónula. Además, la apertura de la cápsula anterior en estos casos es mucho más complicada y suele encontrase cápsulas muy elásticas en jóvenes o fibrosas en traumas antiguos. Si la apertura de la cápsula resulta muy difícil incluso con el cistótomo, podemos utilizar dos agujas de 30G como “espadas cruzadas” para romper la cápsula anterior y tener un punto de inicio desde el cual continuar con la pinza de capsulorrexis. Durante la apertura circular de la cápsula anterior, en casos de gran inestabili-
dad zonular, suele requerirse el uso de pinzas de microcirugía y/o ganchos de fijación para poder sostener la cápsula y completar la rexis.
El tamaño de la capsulotomía debe ser grande, especialmente si nos enfrentamos a cataratas duras. Cuanto mayor la rexis, menos complicada será la extracción de los fragmentos de núcleo del saco capsular. Sin embargo, debe respetarse un espacio de al menos dos milímetros entre el borde de la capsulorrexis y el ecuador.

Si la cápsula anterior es muy fibrosa, inestable o se complica desplazándose la apertura muy periféricamente, el uso de tijeras microquirúrgicas es de gran utilidad para lograr completar este paso fundamental y tener éxito en estos casos complicados (Figura 2).

6. Estabilizar la bolsa capsular: En casos leves, de menos de 3 horas de pérdida zonular, generalmente se puede realizar la facoemulsificación sin requerir dispositivos para fijar el saco capsular. Para pérdidas mayores de la zónula es recomendable sostener la bolsa durante la cirugía. Esto lo podemos conseguir con retractores de iris, aunque suele ser más estable la fijación mediante ganchos especiales diseñados para este propósito, especialmente porque estos sostienen la bolsa por el ecuador y no por el borde de la capsulorrexis, reduciendo el riesgo de desgarros en la cápsula anterior. Está descrito el uso de segmentos de Ahmed para estabilizar la cápsula previo a la facoemulsificación; sin embargo, en nuestra experiencia, esto resulta bastante complicado y genera una dificultad más a cirugías ya de por sí retadoras.

El uso temprano de anillos de tensión capsular (CTR) agrega bastante estabilidad a las bolsas muy sueltas, especialmente cuando faltan más de 6 horas de zónula, y se vuelve muchas veces obligatorio para poder llevar adelante estos casos. No obstante, esto puede luego dificultar un poco la aspiración de la corteza más avanzada en el procedimiento. Usualmente preferimos diferir el uso de los anillos de tensión capsular hasta etapas finales de la cirugía, antes de inyectar el lente intraocular. Sin embargo, si la situación lo amerita, lo hemos de implantar justo después de completada la capsulorrexis, lo importante es siempre dar la estabilidad necesaria al saco para poder completar la facoemulsificación y aspiración sin contratiempos (Figura 3).

7. La hidrodisección, viscodisección e hidrodelaminación son fundamentales en estos casos para disminuir la tracción sobre las zónulas remanentes durante la facoemulsificación.

8.La facoemulsificación se recomienda con parámetros de “slow motion phaco” tratando de reducir los movimientos de desplazamiento anterior y posterior del cristalino, y evitar el prolapso de vítreo hacia el segmento anterior. Durante este paso, es muy útil la inyección repetida de viscoelástico dispersivo, que también puede ayudar a evitar la salida de vítreo y protegerá el endotelio del trauma por el ultrasonido. Es muy importante que antes de sacar las puntas de faco y de I/A de la cámara anterior, se llene esta con viscoelástico para evitar su colapso que podría permitir la salida de vítreo y hasta la pérdida de la bolsa capsular.

Para aspirar los restos corticales se debe también mantener parámetros bajos y puede ser necesario realizar viscoaspiración si se observa mucha inestabilidad capsular (Figura 4).

9. En caso de evidencia de vítreo en el segmento anterior, este debe removerse completamente antes de proseguir con la facoemulsificación, para evitar la tracción retiniana y permitir la remoción de los fragmentos del cristalino. El abordaje por pars plana y el uso de trocares para vitrectomía facilitan muchísimo la vitrectomía, lo mismo que el uso de triamcinolona para teñir el vítreo. Una vez limpio el segmento anterior de vítreo, se aplica la inyección de viscoelástico dispersivo a través del trocar formando un colchón por debajo del cristalino. Esto permite continuar con la cirugía más fácilmente, pues estabiliza aún más el cristalino y evita temporalmente el prolapso del vítreo hacia adelante nuevamente.

10. Uso de dispositivos de fijación permanente de la cápsula y lentes intraoculares. Como mencionamos previamente, en estos casos debemos colocar un anillo de tensión capsular para brindar estabilidad al saco. Cuando la diálisis zonular es pequeña, un CTR simple suele ser suficiente. En casos con pérdida zonular modera- da o severa, generalmente se re- querirá un dispositivo especial para fijar la cápsula a la esclera. Se pue- de usar la combinación de un CTR y un segmento de fijación como el de Ahmed, lo cual técnicamente es menos complejo que la opción de colocar un CTR de Cionni. El anillo de Cionni permite una mejor fija- ción en casos en que la debilidad zonular es mayor. Además, el doble permite fijar en 2 puntos diferen- tes aumentando la estabilidad de la bolsa capsular. Recientemente te- nemos la opción del CTR de Malyu- gin/Cionni que se inyecta y fija de forma más simple y permite una adecuada fijación y estabilización de la bolsa capsular. Estos dispositi- vos los podemos fijar a esclera con suturas no absorbibles, y nuestra preferencia es el uso de polipropi- leno 9-0 o politetrafluoroetileno 8-0 (Gore-Tex® CV-8).

Si logramos completar la cirugía sin com- plicaciones y manteniendo un saco es- table, en teoría podríamos colocar cual- quier tipo de lente intraocular, incluidos LIO multifocales y tóricos. Sin embargo, nuestra recomendación es utilizar lentes monofocales, e utilizar idealmente len- tes esféricos y de 3 piezas, que permitan solucionar complicaciones posoperato- rias de manera menos compleja. El lente intraocular debe colocarse endocapsular, no en el sulcus, a no ser que este se fije de alguna manera, pues es muy proba- ble que el LIO migre a través del defecto zonular, pudiendo luxarse a la cavidad vítrea (Figura 5).

Si completamos la extracción del cristali- no, pero se considera que no será posible estabilizar la misma, se puede corregir la
afaquia con un LIO de cámara ante- rior de soporte angular –opción que ha caído en desuso–, un lente de fi- jación iridiana (Artisan o Artiflex), un lente de 3 piezas de cámara posterior para fijación a iris, o esclera.

Es importante recordar que para casos de cataratas con pérdida zonular casi completa, en los que no será posible estabilizar la cápsula para completar la facoemulsificación, y especialmente cuando se trata de cristalinos de una dureza extrema, el uso de la extrac- ción intracapsular y vitrectomía ante- rior siempre es una buena opción; y en el mismo tiempo podríamos realizar el implante del LIO y su fijación escle- ral. La técnica de fijación intraescleral de las hápticas (Yamane) permite de forma simple completar estos casos, pero esto es otro tema.

Bibliografía:

  1. Nelson LB, Maumenee IH. Ectopia lentis. Surv Ophthalmol. 1982; 27:143-160
  2. Blecher MH, Kirk MR. Surgical strategies for the management of zonular compro- mise. Curr Opin Ophthalmol 2008; 19:31-33
  3. Ahmed II, Cionni RJ, Kranemann C, Cran- dall AS. Optimal timing of capsular ten- sion ring implantation: Miyake-Apple video analysis. J Cataract Refract Surg 2005; 31:1809-1813
  4. Burk SE, Da Mata AP, Snyder ME, Schnei- der S, Osher RH, Cionni RJ. Visualizing vitreous using Kenalog suspension. J Cataract Refract Surg 2003; 29:645-651
  5. Hoffman RS, Fine IH, Packer M. Primary anterior chamber intraocular lens for the treatment of severe crysta- lline lens subluxation. J Cataract Refract Surg 2009; 35:1821-1825
  6. Hoffman RS, Snyder ME, Devgan U, et al. Management of the subluxated crysta- lline lens. J Cataract Refract Surg 2013; 39:1904-1915

Tres preguntas imprescindibles Foro Catarata: Multifocalidad y aberraciones ópticas


Coordinadora:

Claudia Zapata – Chile

Panelistas

Dra. Javiera Compan Vitali – Chile

Dr. José Arrieta – Argentina

1.¿Realiza estudio de superficie ocular en pacientes potenciales para LIO multifocales?

Dra. Javiera Compan: Hoy en día, resulta indispensable utilizar todas las herramientas disponibles para conseguir un resultado refractivo óptimo en un paciente activo, multifacético y cada vez más exigente cuyas expectativas irreales o en quien se realiza un estudio refractivo insuficiente pueden transformar una cirugía electiva destinada a mejorar la calidad de vida en un dolor de cabeza.

En este sentido, el estudio preoperatorio de la superficie ocular cobra vital importancia y comienza por una correcta anamnesis destinada a pesquisar uso de medicamentos o lentes de contacto, cirugías oculares previas o enfermedades sistémicas inflamatorias. Es aconsejable utilizar cuestionarios que evalúen presencia de ojo seco y su impacto en la calidad de vida de los pacientes.

En la lámpara de hendidura se debe evaluar funcionalidad palpebral, menisco lagrimal, descartar presencia de blefaritis, disfunción de glándulas de Meibomio, queratitis, tiempo de ruptura de la lágrima (BUT), prueba de Schirmer y, en caso de ser necesario, se puede recurrir a estudio de la osmolaridad lagrimal, detección de metaloproteinasas, niveles de anticuerpos o citología de impresión conjuntival, entre otros.

De detectarse casos de ojo seco o factores predisponentes del mismo, se recomienda estudiar al paciente y tratarlo con el fin de estabilizar la superficie ocular y recuperar la homeostasis necesaria para una confiable queratometría, biometría, topografía y aberrometría según corresponda.

Por otro lado, un gran número de pacientes presentan signos de ojo seco o exacerbación del mismo durante el posoperatorio de cataratas, y si consideramos que el film lagrimal juega un rol refractivo muy importante en la superficie ocular, la integridad del mismo es indispensable para no comprometer la calidad visual del paciente en términos de sensibilidad al contraste y aberraciones ópticas de alto orden.

Dr. José Arrieta: Sí, en todos los pacientes realizamos un estudio de la superficie ocular y, si hay alteración de la misma, se realiza un tratamiento adecuado, antes de realizar todos los estudios biométricos para el cálculo de LIO y toricidad de los mismos. Si es necesario, en el caso de que el paciente presente una alteración de la capa lipídica de la lágrima, le realizamos un tratamiento de la disfunción de las glándulas de Meibomio con lipiflow, que lo incorporamos hace 8 meses a nuestro arsenal de tratamientos para el ojo seco con muy buenos resultados.

2. ¿Qué opina de la utilización de lentes multifocales o EDOF en pacientes con cirugía refractiva previa?

Dra. Javiera Compan: Toda corrección refractiva láser aumenta en mayo o menor medida las aberraciones de alto orden de origen corneal. Por otro lado, si bien los avances en las fórmulas de cálculo de lentes intraoculares han permitido mejorar la predictibilidad del poder del lente, ésta aún continúa siendo menor en comparación con ojos sin cirugías refractivas previas.

Luego de ablaciones miópicas, tenemos como resultado una cornea más oblata, donde el radio de curvatura anterior de la córnea aumenta y la relación de curvatura posterior/anterior disminuye, lo que resulta en un error hipermetrópico en el cálculo del poder del lente intraocular. Exactamente lo contrario sucede para las ablaciones hipermetrópicas.

Por estas razones, evito utilizar lentes multifocales o de profundidad de foco extendida en casos de cirugía refractiva previa en el contexto de pacientes cada vez más exigentes con altas expectativas visuales.

Sin embargo, creo que cada paciente debe ser evaluado como un caso independiente, tomando en cuenta factores psicológicos, expectativas, tipo de trabajo que realiza, hobbies, que no existan comorbilidades comoenfermedadesdelasuperficie ocular, glaucoma o necesidad de utilizar colirios a permanencia que provoquen toxicidad de la superficie, enfermedades del polo posterior o condiciones predisponentes a las mismas. Además, el paciente debería ser sometido a un estudio completo con queratometría y topografía para asegurarnos de que existe un astigmatismo simétrico y con un eje definido y estable, al igual que una aberrometría que muestre aberraciones de alto orden que no superen las 400 micras y una aberración esférica medible y calculable cercana a lo normal luego del implante del lente intraocular.

Dr. José Arrieta: Los lentes de EDOF son nuestra primera elección en pacientes con cirugía refractiva previa y dentro de los EDOF preferimos los lentes Symfony, que además corrigen las aberraciones cromáticas, lo cual da una mejor calidad de imagen y sensibilidad al contraste.

3.¿Cómo compensa la aberración esférica inducida por la ablación miópica o hipermetrópica previa en un paciente que cursa con catarata y que tiene indicación quirúrgica?

Dra. Javiera Compan: En casos de cirugía refractiva previa, lue-
go de ablaciones miópicas tenemos como resultado una córnea más oblata, y lo contrario sucede luego de ablaciones hipermetrópicas. En este sentido, la aberración esférica se volverá más negativa si la superficie es más prolata y más positiva si es menos prolata, esférica u oblata.

Si consideramos que la mayoría de los lentes intraoculares poseen algún grado de aberración esférica positiva, ahora comprendemos por qué los pacientes se quejan de cierta disminución de la agudeza visual y sensibilidad al contraste, situación que se acentúa en pacientes con ablaciones miópicas, cuando al usar estos lentes, el resultado final es una aberración esférica más positiva aún.

Para mantener un valor fisiológico de asfericidad corneal luego de procedimientos refractivos, podemos entonces, utilizar lentes intraoculares con diferentes aberraciones esféricas según corresponda.

En pacientes tras ablaciones miópicas, debería usarse un lente intraocular con aberración esférica negativa o asférico. En el caso contrario, pacientes con córneas más prolatas luego de ablaciones hipermetrópicas, deberían usarse lentes intraoculares con una aberración esférica más positiva o esféricos.

Dr. José Arrieta: Actualmente usamos solo lentes asféricos para estos pacientes, debido a que nuestro lente de elección para estos casos es el Symfony, pero estamos esperando la llegada a Argentina de los nuevos lentes Eyhance, que van a ser una muy buena opción para los pacientes con ablación miópica previa.

ArtículosCatarataNoticiero Alaccsa-R

Catarata, distrofia de Fuchs y DSEAK/DMEK

posted by adminalaccsa 8 agosto, 2019 0 comments

Catarata, distrofia de Fuchs y DSEAK/DMEK


Dr. Miguel Ángel López

1. ¿Qué seguimiento le das a tus casos con Catarata y Distrofia de Fuchs? ¿Qué estudios adicionales le indicas?

Dr. Ernesto Otero: A los pacientes con distrofia de Fuchs les solicito inicialmente una endoteliografía. Esta nos sirve para establecer el compromiso endotelial actual y me ayuda para poder hacer un seguimiento en el tiempo. También me gusta realizar una tomografía corneal OCT y topografía de Scheimpflug para determinar el grosor corneal. El grosor corneal es una medida de la función endotelial y de la progresión. En la medida que las células endoteliales fallan, la córnea se edematiza y su grosor aumenta.

Dr. Samir Melki: En situaciones como estas, realizamos microscopía especular y paquimetría. No podemos olvidarnos que cualquiera de estas afecciones puede causar impedimento visual. En ausencia de edema estromal, guttas confluentes importantes también pueden afectar la calidad de la visión.

Dr. Roberto Pineda: Antes de proceder con una cirugía de cataratas de rutina en casos de distrofia de Fuchs, además de la biometría estándar, suelo realizar microscopía especular, tomografía (Pentacam), AS-OCT y paquimetría ultrasónica para controlar la evolución del paciente tras cirugía de cataratas, ya que la distrofia de Fuchs puede contribuir para reducir la vi- sión tanto antes como después de la cirugía. La repetición de estos estudios tras cirugía de cataratas puede ayudar a controlar el impacto de la cirugía.

2. Cuando decides realizar cirugía de catarata en pacientes con distrofia de Fuchs, ¿qué elementos tomas en cuenta?

Dr. Ernesto Otero: Generalmente prefiero hace la cirugía de catarata más temprano. Cuando la opalescencia del núcleo progresa o cuando la AV empieza a disminuir sin esperar a que la dureza del núcleo sea tal que corra más riesgo el endotelio. Nosotros utili- zamos la clasificación de Rafael Barraquer de la dureza de las cataratas. Núcleo 1 es el más blando y Núcleo 10 es la catarata Nigra. Intento no dejar que la catarata progrese más de N4. Esto sería equivalente a LOCS II. Durante la cirugía es muy importante proteger el endotelio. La evidencia es clara porque utilizar visco-elástico dispersivo protege el endotelio del daño térmico y mecánico que puede ocurrir durante la facoemulsificación del cristalino. Se debe aplicar generosamente para mantener el endotelio protegido.

Dr. Samir Melki: Mi límite para la cirugía de cataratas es menor en esta situación. Cuando la catarata llega a un nivel 2 o supe- rior, puedo recomendar la intervención, aun en pacientes que no estén demasiadamente sintomáticos. Por lo general, prefiero realizar cirugía de cataratas y después, si la visión no mejora, hacer una reevaluación. Incluso, si no hay edema estromal, no consideraría hacer ningún tipo de trasplante.

Dr. Roberto Pineda: Cuando el paciente presenta guttas centrales no confluentes y endotelio periférico sano, determinados con lámpara de hendidura, y de ser posible confirmados con microscopía especular o confocal, consideraría realizar solamente cirugía de cataratas. Además, cuando la paquimetría muestra valores menores que 620 μm sin edema estromal y el paciente no presenta síntomas relacionados a la distrofia de Fuchs, como, por ejemplo, visión borrosa al despertarse en las primeras horas de la mañana, hay menor probabilidad de ocurrir descompensación corneal y consideraría realizar solo una cirugía de cataratas utilizando lente flexible y técnica de chopping nuclear.

Cuando el paciente presenta una distrofia de Fu-a chs más avanzada, con guttas confluentes y extensas en la periferia, o presenta síntomas visuae les considerables relacionados a edema estromal – (paquimetría >620 μm), deberíamos considerar e una cirugía de cataratas y de córnea combinada, s independientemente de la densidad de la catarata. Además, en pacientes muy ancianos, en los s que el endotelio corneal ya no es tan sano, consideraría realizar una cirugía combinada.

3. ¿En qué momento te decides por cirugía combinada en distrofia de Fuchs y qué técnica prefieres, DSEAK o DMEK?

Dr. Ernesto Otero: Si ya hay un aumento a del grosor corneal por encima de 600-650 μ o edema clínico con pliegues en Descemet o edema microquístico epitelial, prefiero hacer una cirugía combinada. La técnica dependerá del estado corneal y de la complejidad de la cirugía. Si el compromiso corneal es muy avanzado, que en ocasiones llegan así a mi consulta, con gran edema, bullas epiteliales y una avanzada descompensación corneal, prefiero realizar cirugía combinada con DSAEK. Si el estado es incipiente con muy poco edema, buena visualización, prefiero combinarla con DMEK.

Dr. Samir Melki: Aunque crea que pudiera existir una alta probabilidad para un trasplante, haría lo posible para realizar solamente la cirugía de cataratas como primer paso. Por otro lado, si observo que hay edema estromal, le economizaría al paciente una segunda ve- nida al quirófano. Mi técnica preferida de trasplante sería la DMEK.

Dr. Roberto Pineda: A pacientes jóvenes (<60 años de edad) con cataratas y guttas corneales confluentes, centrales y aisladas, que además presenten periferia endotelial sana, les ofrecería una DWEK (descemetorrexis sin quera- toplastia endotelial). En pacientes de más edad y en aquellos que no elijan la DWEK, consideraría realizar una DMEK, a no ser que tengan otros problemas, como derivacio- nes para el control del glaucoma, o malformaciones importantes del iris, o si fueron sometidos a vitrec- tomía por pars plana, situación en la que una DSAEK sería más fácil y más predecible que una DMEK.

Controversias en Oftalmología: Cirugía de catarata y glaucoma


Dra. María Alejandra Henríquez – Perú
Dra. Consuelo Gajardo Menzel – Perú

Contacto

Dra. María Alejandra Henríquez – mariale_1610@icloud.com

Dra. Consuelo Gajardo Menzel – consuelo_gmn@hotmail.com

La catarata y el glaucoma son dos de las afecciones más comunes que causan disminución de la agudeza visual, y cada una de ellas se vuelve más prevalente con el avance de la edad.1 Sobre los 60 años, la discapacidad visual es una de las principales causas de discapacidad funcional relacionada con la edad, y los pacientes clasifican el miedo a la pérdida de la visión en tercer lugar después del cáncer y la enfermedad cardíaca.2

La principal causa de ceguera irreversible a nivel mundial es el glaucoma, y se espera que aumente a 111.8 millones de personas para el año 2040. Por otra parte, la principal causa de ceguera reversible relacionada con la edad es la catarata, conformando el 33 % de la discapacidad visual en todo el mundo. Un factor de riesgo importante para estas dos enfermedades es la edad, y se espera que su comorbilidad sea común entre los pacientes mayores.

Actualmente la cirugía de facoemulsificación e implantación de lente intraocular es el tratamiento definitivo para catarata logrando en la mayoría de las veces una recuperación total de la visión. En contraparte, el glaucoma aún no tiene una solución definitiva y hasta la fecha sólo se ha logrado evitar la progresión de la enfermedad modificando la presión intraocular.

El control de la PIO después de la facoemulsificación puede ser un desafío en los pacientes con glaucoma. El impacto de la cirugía moderna de catarata en la presión intraocular se ha analizado y descrito en distintos estudios, ya que los efectos de la cirugía de catarata en la PIO en pacientes con glaucoma ha tenido resultados mixtos. Existen series de estudios donde no encuentra una reducción significativa de la PIO, otros que observan efectos significativos pero pequeños y otros estudios proporcionan pruebas de que existe reducción significativa de la PIO posquirúrgica. Por ejemplo, en el Ocular Hypertension Treatment Study se observó una disminución de la PIO media de 16.5 % después de la cirugía de cataratas y en un 39.7 % de los ojos se logró una reducción de ≥20 % de la PIO desde niveles preoperatorios.3 Sin embargo, en términos generales, se informa que la eficacia de la facoemulsificación en la reducción de la PIO está actualmente bien documentada en la literatura. En pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto puede ser de 1.4 a 2.0 mmHg 4 y en pacientes con glaucoma primario de ángulo estrecho es mucho más marcada esta reducción, siendo considerada incluso la cirugía como tratamiento de primera línea.5

Realizar una cirugía de catarata simultáneamente con una cirugía de glaucoma o cada una por si sola es una decisión compleja por varias razones. En caso de realizar sólo la cirugía de glaucoma, se puede acelerar la progresión de la catarata y en el caso de realizar sólo la cirugía de catarata, se sabe que esta per se tiene un efecto de reducción en la PIO. Si es una cirugía de cataratas que se realiza posterior a la de glaucoma, puede comprometerse el control de la PIO; y, por otro lado, la realización de una cirugía de glaucoma después de la facoemulsificación puede disminuir la tasa de éxito de la cirugía de glaucoma. En caso de realizarse una cirugía de catarata y glaucoma en simultáneo, se proporciona una reducción superior a 1.62 mmHg en la PIO en comparación con la cirugía de catarata sola a un año posoperatorio (MD -1.62 mmHg, 95 % IC -2.61 a -0.64). Sin embargo, realizar una cirugía combinada, tan tradicional como una FACO + trabeculectomía, puede aumentar la tasa de complicaciones posoperatorias significativas, tales como aplanamiento de cámara anterior, Seidel a nivel conjuntival y desprendimiento coroideo. 6

Otra de las cirugías tradicionales de glaucoma es la cirugía de FACO + dispositivo de drenaje, la cual ofrece un menor riesgo de infección o de complicaciones relacionadas a conjuntiva en comparación con la trabeculectomía. No obstante, la tasa de complicaciones reportadas es hasta de un 39 %,7 considerando el riesgo significativo de diplopía, hipotonía, descompensación corneal y exposición de tubo. La trabeculectomía y los dispositivos de drenaje son los tratamientos disponibles de reducción de PIO más efectivos, pero que, sin embargo, van acompañados de perfiles de seguridad menos ideales. 8

En los últimos años se ha buscado la posibilidad de manejar ambas patologías en una sola cirugía, pero de una forma efectiva y eficaz. En las últimas dos décadas se introdujo el concepto de cirugía de glaucoma mínimamente invasiva (MIGS, por sus siglas en inglés) que corresponde a un conjunto de procedimientos que han demostrado proporcionar una reducción sostenida de la PIO sin las desventajas de la medicación hipotensiva ocular (por ejemplo, falta de cumplimiento, enfermedad de la superficie ocular, costo) o el riesgo adicional sustancial asociado con las cirugías filtrantes.9 A menudo, los MIGS se pueden combinar con la cirugía de cataratas mediante facoemulsificación usando la misma incisión en córnea clara de la FACO. Hasta la fecha, los procedimientos MIGS disponibles ofrecen resultados más modestos que la cirugía de glaucoma tradicional, pero con el beneficio de un perfil de riesgo más seguro y con otras ventajas como las siguientes: una microincisión interna que ahorra conjuntiva y facilita la cirugía futura de glaucoma, si fuese necesario; traumatismo tisular mínimo; eficacia moderada; y recuperación visual rápida.10
La cirugía combinada de facoemulsificación y glaucoma no penetrante, o MIGS, se está volviendo cada vez más popular como alternativa quirúrgica a la faco-trabeculectomía e indicada principalmente a pacientes con glaucoma de estadios leve a moderado.8

Los cuatro enfoques principales de la reducción de la PIO mediante MIGS incluyen el 1) aumento del flujo de salida trabecular mediante la derivación de la malla trabecular yuxtacanalicular, 2) el aumento del flujo uveoescleral a través de vías supracoroidales, 3) la reducción de la producción acuosa del cuerpo ciliar o 4) la creación de una vía de drenaje subconjuntival 8.
En Oftalmosalud, Instituto de Ojos de Lima, Perú, trabajamos con dos de las vías de reducción de presión intraocular con MIGS, utilizando la canaloplastía de abordaje interno para aumento de salida de humor acuoso vía malla trabecular, y la endociclofotocoagulación para disminución de producción de humor acuoso.

La canaloplastía de abordaje interno es una viscocanalostomía del canal de Schlemm, en el cual, a través de una incisión corneal temporal y bajo visualización directa utilizando goniolente, se realiza una microgoniotomía en la malla trabecular nasal (Figura 1) para introducir un microcatéter flexible con micropinzas. Una vez realizada la inserción al canal de Schlemm, se avanza en 360° (guiado por una luz roja) y se realiza el retiro del catéter con inyección de viscoelástico para viscodilatar el canal (Figura 2). Tiene como objetivo tratar de manera efectiva a los siguientes tres sitios principales de resistencia al flujo de salida: patología de la malla trabecular (TM), colapso del canal de Schlemm y colapso o atrofia de los canales del colector.

Gallardo et al. muestran resultados a 12 meses posoperatorios de FACO asociado a canaloplastía AB interno con una reducción media de la PIO de 31.7% (P, 0.001); con una reducción de PIO de más del 20% en el 88.2% de los ojos y disminución de medicación en un 71.1% (P= 0,001).11

En general, la frecuencia de complicaciones quirúrgicas y posquirúrgicas de este procedimiento son bajas y no graves. Los eventos adversos se limitan habitualmente a sangrado intraoperatorio en el sitio de goniotomía y desarrollo de microhifema posoperatorio, los cuales habitualmente resuelven en una semana sin secuelas.

En la endociclofotocoagulación (ECP), se aplica un láser de diodo que emite luz pulsada de onda continua a 810 nm y que está asociado a un haz de puntería helio-neón. A través de un sistema de fibra óptica, en una sonda de calibre 19, se puede observar bajo visualización directa a los procesos ciliares que pudieron irradiar la energía del láser al epitelio del cuerpo ciliar (Figura 3), lo que puede llevar subsecuentemente a una reducción de la producción de humor acuoso.

Lindfield et al. encontraron que los ojos que tenían faco-ECP tuvieron una disminución en la PIO media preoperatoria de 21.5 +/1.6 mmHg a 14.4 +/0.8 mmHg después 2 años. Además, el procedimiento produjo menos complicaciones que la facoemulsificación combinada a la trabeculectomía.10

En pacientes con glaucoma no controlado con terapia médica máxima y sin cirugía de drenaje previa que fueron sometidos a FACO+ECP se observan resultados posoperatorios a 3 años de una reducción de la presión intraocular media en 28.8%, 26.2% y 25.1% a los 12, 24 y 36 meses, respectivamente (P=0.0001), sin diferencias estadísticamente significativas en el número de medicamentos para el glaucoma y con una tasa de complicaciones del 10 %, en el que el evento adverso más significativo era edema macular cistoide. Los pacientes lograban una disminución modesta, pero significativa, de PIO con una tasa de complicaciones más baja que otros procedimientos (dispositivos de drenaje, trabeculectomia, etc.).12

En el estudio de Izquierdo Villavicencio et al. se evaluó la efectividad de la facoemulsificación, la viscogoniosinequiólisis (VGSL) y la endociclofotocoagulación (ECP) combinadas en pacientes con glaucoma crónico moderado de ángulo cerrado (CACG) con sinequias anteriores periféricas ≥90° no controladas con medicamentos hipotensores ni iridotomía previa. Se observó una reducción de PIO preoperatoria de 18.2 mmHg a PIO posoperatoria a 6 meses de 12.8 mmHg, con reducción de los medicamentos hipotensores estadísticamente significativa de 2.34 ± 1.66 antes de la operación a 1.31 ± 2.6 en posoperatorio (p <0.001) y sin complicaciones clínicamente significativas, lo que demuestra ser una técnica segura y eficaz.13

Dada las ventajas de los MIGS y su posible combinación con la cirugía de catarata, están surgiendo nuevas alternativas de cirugías de glaucoma mínimamente invasivas ya que ayudan a disminuir la PIO y reducir potencialmente la dependencia de los medicamentos tópicos y tienen un efecto profundo en la calidad de vida del paciente.10 Sin embargo, se necesitan más estudios controlados aleatorizados prospectivos para comparar estos procedimientos y el efecto sinérgico con la cirugía de catarata, así como sus efectos a largo plazo sobre la estabilidad de la PIO y la progresión del glaucoma.

Bibliografia:

  1. Francis BA, Berke SJ, Dustin L, Noecker R. Endoscopic cyclo- photocoagulation combined with phacoemulsification versus phacoemulsification alone in medically controlled glaucoma. J Cataract Refract Surg. 2014 Aug;40(8):1313–21.
  2. Armstrong JJ, Wasiuta T, Kiatos E, Malvankar-Mehta M, Hut- nik CML. The Effects of Phacoemulsification on Intraocular Pressure and Topical Medication Use in Patients With Glau- coma: A Systematic Review and Meta-analysis of 3-Year Data. J Glaucoma. 2017 Jun;26(6):511–22.
  3. Masis M, Mineault PJ, Phan E, Lin SC. The role of phacoe- mulsification in glaucoma therapy: A systematic review and meta-analysis. Surv Ophthalmol. 2018 Oct;63(5):700–10.
  4. Shingleton BJ, Pasternack JJ, Hung JW, O’Donoghue MW. Three and five year changes in intraocular pressures after clear corneal phacoemulsification in open angle glaucoma patients, glaucoma suspects, and normal patients. J Glau- coma. 2006 Dec;15(6):494–8.
  5. Azuara-Blanco A, Burr J, Ramsay C, Cooper D, Foster PJ, Friedman DS, et al. Effectiveness of early lens extraction for the treatment of primary angle-closure glaucoma (EA- GLE): a randomised controlled trial. The Lancet. 2016 Oct 1;388(10052):1389–97.
  6. Zhang ML, Hirunyachote P, Jampel H. Combined sur- gery versus cataract surgery alone for eyes with cataract and glaucoma. Cochrane Database Syst Rev. 2015 Jul 14;(7):CD008671.
  7. Gedde SJ, Schiffman JC, Feuer WJ, Herndon LW, Brandt JD, Budenz DL, et al. Treatment outcomes in the Tube Versus Trabeculectomy (TVT) study after five years of follow-up. Am J Ophthalmol. 2012 May;153(5):789–803.e2.
  8. Richter GM, Coleman AL. Minimally invasive glaucoma sur- gery: current status and future prospects. Clin Ophthalmol Auckl NZ. 2016;10:189–206.
  9. Samuelson TW, Sarkisian SR, Lubeck DM, Stiles MC, Duh Y-J, Romo EA, et al. Prospective, Randomized, Controlled Pivotal Trial of an Ab Interno Implanted Trabecular Micro-Bypass in Primary Open-Angle Glaucoma and Cataract: Two-Year Results. Ophthalmology. 2019 Jun;126(6):811–21.
  10. Moghimi S, Hamzeh N, Mohammadi M, Khatibi N, Bowd C, Weinreb RN. Combined glaucoma and cataract surgery: Comparison of viscocanalostomy, endocyclophotocoagu- lation, and ab interno trabeculectomy. J Cataract Refract Surg. 2018 May;44(5):557–65.
  11. Gallardo MJ, Supnet RA, Ahmed IIK. Viscodilation of Schlemm’s canal for the reduction of IOP via an ab-interno approach. Clin Ophthalmol Auckl NZ. 2018;12:2149–55.
  12. Smith M, Byles D, Lim L-A. Phacoemulsification and endo- cyclophotocoagulation in uncontrolled glaucoma: Three-year results. J Cataract Refract Surg. 2018 Sep;44(9):1097–102.
  13. Izquierdo Villavicencio JC, Agudelo Arbelaez N, Lastra BR, Ramirez I, Quezada F, Ponte MC, et al. Primary Outcomes of Patients with Chronic Angle-Closure Glaucoma Treated with Combined Phacoemulsification, Viscogoniosynechialy- sis, and Endocyclophotocoagulation [Internet]. Journal of Ophthalmology. 2019 [cited 2019 Jun 23]. Available from: https://www.hindawi.com/journals/joph/2019/6378489/

Catarata después de cirugía refractiva – 10 tips


Dr. Enrique Suárez Venezuela

Hace casi 40 años que comenzó a popularizarse la cirugía refractiva en la comunidad oftalmológica mundial. Millones de pacientes han sido operados con diversas técnicas por lo que ahora muchos de ellos, al llegar a mayor edad, han desarrollado catarata. Esto representa un reto muy particular para el cirujano por la dificultad del cálculo preciso del lente intraocular (LIO) y en especial por el nivel de exigencia que estos pacientes demuestran con altas expectativas de quedar sin lentes después de la cirugía.

Es difícil generalizar en este tema, ya que cada defecto preexistente corregido requerirá un abordaje diferente acorde a la cirugía realizada (queratomileusis en sus diferentes variedades, queratotomías radiales o trasversales, modificaciones del colágeno corneal por distintos métodos, ablaciones con excimer láser, por mencionar solo algunas).

Todos sabemos que básicamente son dos los factores más determinantes en el cálculo preciso del LIO, la longitud anteroposterior del globo ocular que, dicho sea de paso, en muchos de estos pacientes son de dimensiones extremas y el poder central de la córnea. Cada vez más se agregan datos a las fórmulas de regresión de última generación (Figura 1 y 1a), pero la “piedra angular” en pacientes poscirugía refractiva sigue siendo determinar el poder corneal central (K). (Figura 2)

Es necesario agregar a este “rompe cabezas” la modificación de la relación curvatura anterior/curvatura posterior de la córnea tallada que implica que la asunción del índice refractivo de 1.3375 ya no es válida.
Me atreveré a ser lo más práctico en mis sugerencias ya que cientos de publicaciones se han hecho al respecto y aún no tenemos el método infalible que prácticamente nos garantice la corrección refractiva deseada.

1. “Chair time”

La clara conversación en la oficina del primer día de visita es fundamental con estos pacientes, por las expectativas, a veces irreales, de recuperación visual para múltiples distancias. Extiéndase en el tiempo que generalmente toma con sus pacientes de catarata rutinarios. Enfatice en la poca predictibilidad del resultado óptico por las alteraciones que ha tenido la córnea operada y la diversidad de métodos, todos imprecisos, que tratan de determinar el poder del LIO. Asegúrese de que el paciente acepte la probabilidad de que, aunque se pueda reducir considerablemente su defecto refractivo, aun necesite suplementar con anteojos para lejos o cerca. Explique también claramente las limitaciones en alternativas de LIO debido a su condición particular. Muchos vienen ya informados sobre los LIO multifocales y esperanzados en que le sean implantados.

2. Historia refractiva

Trate de obtener toda la información óptica y técnica que le fue hecha al paciente antes de realizarse la cirugía refractiva, particularmente refracción, queratometrías y topografías previas, así como detalles de su cirugía.

3. Evaluación técnica preoperatoria

Haga muchas medidas en la evaluación técnica preoperatoria. Me refiero a queratometrías manuales y computarizadas, aunque sabemos que estas hacen tomas entre 2.6 a 3.2 mm del centro de la córnea, lo que sobrestima el poder corneal (K) en caso de ablaciones miópicas, subestimando el poder del LIO con la consecuente hipermetro- pía residual y subestima la K en ablacio- nes periféricas hipermetrópicas, sobres- timando el poder del LIO, induciendo miopía posoperatoria (Figura 3). Rea- lice topografías y tomografías corneales, teniendo en cuenta que las SIM K o las MIN K tampoco son las que reflejan el verdadero poder corneal central.

4.Herramientas de tecnología avanzada
Utilice diversos equipos de última generación para sus medidas preoperatorias tanto para la biometría como para la topografía – tomografía – aberrometría corneal y tomografía óptica coherente de segmento anterior (AS-OCT).
5.Determinar el poder central de la córnea (K)
Haga el cálculo del poder central de la córnea (K) con distintos métodos, no confíe en uno solo, especialmente si las ablaciones con excimer han sido para altas ametropías o en casos de queratotomías incisionales para miopía o astigmatismo. Compare las K obtenidas con diferentes métodos como a) el método del cálculo, b) buscar manualmente, con el cursor en el área central del mapa topográfico, la lectura más plana (en cirugías de miopía) (Figura 4) y la más curva (en cirugías de hipermetropía) (Figura 5), descartando las medias de SIM K y MIN K c) el método del lente de contacto duro, etc. En el Pentacam sugiero buscar el True Net Power en el milímetro central del Holladay Report (Figura 6).

6. Cálculo preoperatorio del LIO
Utilice fórmulas de última generación para el cálculo del LIO (Figura 7), pero recuerde que la K debe corroborarla usted, ya que sin importar lo sofisticada o la cantidad de factores y medidas que incluya la fórmula, el poder corneal del milímetro central es el determinante. Compare el LIO sugerido con distintas fórmulas y descarte aquellos que excedan los márgenes extremos de poderes (Figura 8). Siempre compare los resultados de estas medidas con fórmulas de cálculo online como la de ASCRS, la del Dr. Warren Hill o la del Dr. Jack Holladay, entre otras.

7. Cálculo intraoperatorio del LIO
Existen también propuestas que prefieren determinar el poder del LIO intraoperatoriamente ya sea por refracción con los métodos de Escaff y Lanchulev o por aberrometría con equipos como el ORA o el Holos. Sin embargo, ante la presencia de córneas irregulares, es preferible comprobar con otros métodos de cálculo previo por la posible imprecisión en las medidas.

8. Fluctuación refractiva
En casos con queratotomía radial (QR) previa, es frecuente la fluctuación de la visión en aquellos pacientes que se han hipercorregido con los años, siendo más hipermétropes en las mañanas por mayor aplanamiento corneal secundario al aumento de la presión intraocular por incremento de la producción del humor acuoso durante la posición de cúbito al dormir. Al caer la presión intraocular durante el día, al final de la tarde la cornea será más curva, cambiando las queratometrías (K) y refracción del paciente. Es importante en estos casos realizar diversas tomas a primeras horas de la mañana y lo más tarde posible en el día. Una vez que tengamos los resultados, advertirle al paciente sobre la inestabilidad refractiva posoperatoria y decidir con él cuando prefiere ver mejor y la casi certeza de tener que utilizar anteojos a determinadas horas.

9. Durante la cirugía
En pacientes con incisiones radiales o trasversales en la córnea, debemos mantenernos lo más alejados posible de ellas. En caso de QR de 4 incisiones, realizo la entrada de 2.0 o 2.2 mm equidistante entre dos de las incisiones y la paracente- sis auxiliar a 90 grados también entre otras 2 incisiones radiales. En caso de 8, 12 o 16 radiales, hago un colgajo conjuntival para en- trar en área corneoescleral o escleral, también distanciándome de las incisiones radiales (ver video). Además de lo anterior, amplío la inci- sión principal a 2.7 mm para evitar una pre- sión excesiva del cartucho al inyectar el LIO con la potencial complicación de apertura de una o unas incisiones radiales. Vaya siempre preparado para esta eventualidad utilizando las suturas y la técnica idónea para reparar esta dehiscencia de los cortes radiales.

En casos de queratomileusis o LASIK, mantenga su rutina de cirugía convencional evitando manipular el flap y prevenir así la posible siembra de células epiteliales en la entrecara. Generalmente uso metilcelulosa sobre la córnea, lo que evita el constante goteo de BSS que puede hiperhidratar el epitelio y facilitar una epitelización de la interfase o dentro de las incisiones en las queratotomías refractivas, las cuales ocasionalmente pueden ser mas frágiles y poco compactas. En pacientes con PRK, anticipe la presencia o no de opacidad (haze) que pueda dificultar algunos pasos como la capsulorrexis.

10. Qué LIO debo implantar
Por último, la decisión del LIO. Ante todo, el antecedente de cirugía queratorrefractiva es para mí una contraindicación de LIO multifocal. Las aberraciones de alto orden generadas por la cirugía refractiva previa exagerarán las disfotopsias positivas en el posoperatorio. Este tipo de lente está diseñado para recibir una imagen muy regular aportada por la superficie ocular (película lagrimal y córnea), la cual está casi siempre alterada en estos pacientes. Si el paciente está muy motivado a ver de lejos y cerca sin anteojos, le explico sobre la “monovisión”, la cual trato de probar previamente, apuntando a -0.25 D en el ojo dominante y -1.50 D en el no dominante. Algunos colegas también usan los LIO de profundidad focal extendida. Mi preferencia es el LIO monofocal asférico, de aberración esférica negativa, en pacientes operados de miopía y neutros o esféricos con aberración esférica positiva para los operados de hipermetropía. He tenido excelente experiencia con LIO tóricos en casos de astigmatismos coexistentes poscirugía queratorrefractiva.

Si hay error refractivo residual en el posoperatorio, prefiero que sea hacia la miopía, lo que es mejor tolerado que la hipermetropía. De ser importante este error, el implante secundario de otro LIO en el Sulcus (piggyback) o el reemplazo del primer lente debe estar planteado oportunamente. En defectos menores, excepto en casos de queratotomías, prefiero realizar PRK en lugar de LASIK, evitando someter a presiones de más de hasta 60 mm de Hg a un ojo pseudofáquico.

Tres preguntas imprescindibles Foro Catarata: Cirugía de catarata y glaucoma


Coordinador

Dr. Fernando Aguilera – México

Panelistas

Dr. Juan Sampaolesi – Argentina Dr. Lyle Newball – Colombia

Contacto

Dr. Fernando Aguilera drfaguilera8989@icloud.com

Dr. Juan Sampaolesi – juansampaolesi@gmail.com

Dr. Lyle Newball – lnewball@yahoo.com

1. ¿En qué casos está justificada la extracción de cristalino transparente en GCAC?

Dr. Juan Sampaolesi: Si se trata de un cierre orgánico, donde el ángulo se encuentre con sinequias, la faco no tendrá ninguna o mínima eficacia para disminuir la PIO. Sin embargo, si el cierre es aún funcional o aposicional, es decir, la maniobra de indentación es positiva, y el ángulo se abre ante la gonioscopia dinámica, esa es una indicación por excelencia, en mayores de 50 años, sobre todo hipermétropes altos, aun ante la ausencia de catarata, es decir, con cristalino transparente.

Dr. Lyle Newball: Estaría indicada la extracción de cristalino transparente en los casos de GCAC en los que clínicamente no hayan abierto los ángulos a pesar de iridotomía e iridoplastía, y en los casos en que, medidos por OCT-SA o UBM, el cristalline lens rise (CLR) o vault cristaliniano (LV), definido como la distancia medida perpendicular a una línea horizontal que conecta los dos espolones esclerales y la superficie anterior del cristalino, y la convexidad del iris se encuentren aumentados, ya que ambos constituyen de manera objetiva, un riesgo elevado de cierre angular agudo.

2. En un paciente con glaucoma moderado, catarata y tratamiento antiglaucomatoso con dos medicamentos, ¿está justificado realizar una cirugía combinada con iStent?

Dr. Juan Sampaolesi: Podría estar justificado, pero el iStent, como otros MIGS, es una cirugía mínimamente invasiva y mínimamente efectiva. O sea que, en realidad, se puede utilizar para quitar, a lo sumo, una medicación y en pacientes con glaucoma de inicio sin daño funcional. En un paciente con glaucoma moderado y catarata con dos medicamentos, mi técnica de elección es la FACO asociada a EPNP, más económica que el iStent y mucho más efectiva a corto, mediano y largo plazo.

Dr. Lyle Newball: Está justificado ya que numerosos estudios han demostrado la efectividad del procedimiento combinado de iStent y cirugía de catarata, incluso en pacientes con dos y tres antiglaucomatosos, logrando valores de PIO por debajo de 21 mmHg, en rangos de 16-18 mmHg y una reducción en el uso de medicamentos.

3.¿Hay suficiente evidencia para utilizar subciclo en combinación con facoemulsificación en pacientes con daño severo?

Dr. Juan Sampaolesi: De ninguna manera. El marketing en el mercado actual quiere ubicar la subciclo o micropulso como una técnica para todos los glaucomas. Sin embargo, en más de 100 pacientes, con dos años de seguimiento demostramos que esta técnica solo es útil al igual que los MIGS en glaucomas de inicio sin daño funcional. En nuestra serie en ningún paciente se reguló la PIO sin medicación a los 6 meses de efectuado el procedimiento.

Dr. Lyle Newball: No hay en la actualidad suficiente evidencia en la literatura para el uso combinado de facoemulsificación y ciclofotocoagulación transescleral con el láser subumbral. Sin embargo, en mi práctica clínica prefiero realizarlo en dos tiempos quirúrgicos diferentes. Faltan más estudios que avalen el uso combinado.

Bibliografía pregunta No. 1 Dr. Lyle Newball:

Mei L, Zhonghao W, Zhen M, Yimin Z, Xing L (2013) Lens Thick- ness and Position of Primary Angle Closure Measured by Anterior Segment Optical Coherence Tomography. J Clin Exp Ophthalmol 4: 281.

Matsuki T, Hirose F, Ito S, Hata M, et al (2015) Influence of Ante- rior Segment Biometric Parameters on the Anterior Chamber Angle Width in Eyes With Angle Closure. J Glaucoma 2015; 24:144–148.

Li M, Chen Y, Jiang Z, Chen X, Chen J, Sun X (2018) What are the characteristics of primary angle closure with longer axial length? Invest Ophthalmol Vis Sci. 59: 1354–1359.

Kim et al (2014) Relative lens vault in subjects with angle closure. BMC Ophthalmology 14:93.

Bibliografía pregunta No. 2 Dr. Lyle Newball:

Pillunat L, Erb C, Jünemann A, Kimmich F. Micro-invasive glauco- ma surgery (MIGS): a review of surgical procedures using stents. Clinical Ophthalmology 2017:11 1583–1600.

Myers J, Masood I, Hornbeak D, Belda J, et al. Prospective Evalua- tion of Two iStent Trabecular Stents, One iStent Supra Supracho- roidal Stent and Postoperative Prostaglandin in Refractory Glauco- ma: 4-year Outcomes. Adv Ther 2018: 35 395–407.

Chen D, Sng C. Safety and Efficacy of Microinvasive Glaucoma Sur- gery. Journal of Ophthalmology 2017: Article ID 3182935, 13 pages.

Bibliografía pregunta No. 3 Dr. Lyle Newball:

Ndulue JK, Rahmatnejad K, Sanvicente C, Wizov SS, Moster MR. Evolution of cyclophotocoagulation. J Ophthalmic Vis Res 2018; 13:55-61.

Irina L, Carmen D, Mircea F, Andrei F, et al. Subcyclo laser procedu- re results in patients with glaucoma. Romanian Journal of Ophthal- mology 2018; 62(4): 296-299.

Nguyen A, Maslin J, Noecker R. Early results of micropulse transscle- ral cyclophotocoagulation for the treatment of glaucoma. European Journal of Ophthalmology 2019: 1-6.

Sanchez FG, Peirano-Bonomi JC, Grippo TM. Micropulse Transscle- ral Cyclophotocoagulation: A Hypothesis for the Ideal Parameters. Med Hypothesis Discov Innov Ophthalmol. 2018 Fall; 7(3): 94-100.

Cirugía de catarata en paciente con queratocono


Dr. Cecilio Velasco

Preguntas del caso

1. ¿Qué queratometrías to- marían para realizar el cál- culo del poder del LIO y por qué?

Dr. Daniel Elies I. Amat: Si me lo permiten, me gustaría hacer unas consideraciones previas a contestar de forma concisa las preguntas que se nos formulan:

Se trata de una paciente relativamen- te joven, en edad laboral, con nistag- mo, que ha desarrollado una catarata en su ojo único funcional. Me gusta- ría conocer la refracción previa a la catarata, pues siendo miope, me sor- prende la refracción que muestra el Ray Tracey ( -10.00 D), consideran- do unas queratometrías (Ks) dentro de un rango normal y una longitud axial no muy acentuada (muy proba- blemente exista una miopización por la catarata). Y, sobre todo, a la hora de plantear la corrección intraocular, me falta saber si la paciente corregía su defecto refractivo con gafa o con lente de contacto. Me explico: la pa- ciente tiene un astigmatismo irregu- lar importante. Si la paciente utiliza lentes de contacto (LC), su calidad vi- sual será muy superior a la que con- sigamos con una corrección intraocu- lar y/o con unas gafas. Si la paciente pretende mantener esa calidad vi- sual, deberá seguir utilizando LC en el posoperatorio y por tanto NO de- bemos plantear corregir el astigma- tismo con la lente intraocular. Si, por el contrario, siempre ha utilizado ga- fas, podríamos valorarlo, aunque en mi caso, intentaría adaptárselas en el posoperatorio aun cuando nunca las hubiera utilizado.

Como respuesta a la pregunta, se trata de un caso con un astig- matismo irregular importante, con queratometrías “normales”, una amplitud de cámara ante- rior (ACD) muy amplia y un blan- co-blanco (B-B) muy pequeño. Con estos parámetros, el cálcu- lo de la lente intraocular va a ser muy complejo y con un alto ries- go de error refractivo residual. Con todo ello, lo primero es expli- car a la paciente la situación y ha- cer que entienda y asuma su rea- lidad. Yo utilizaría las SIM K en los 2.5 milímetros centrales y la fór- mula de Barrett, porque otras fór- mulas con esas ACD y B-B discor- dantes, según mi experiencia, dan peores resultados refractivos.

Dr. Daniel Badoza: Tomaría en cuenta los valores de las au- to-K, la biometría óptica, y los 3 mm centrales de la topografía cor- neal, dándole prioridad a este últi- mo resultado.

Dr. Gerardo Valvecchia:

Utilizaría todos los equipos a mi disposición. En el centro donde tra- bajo tenemos Pentacam, Lenstar, topografía Plácido-Tomey y OCT Avanti. Utilizaría todos estos equi- pos para comparar las medidas en- tre sí. Daría una especial impor- tancia a tener la información de la cara posterior de la córnea que, en nuestro centro, es medida median- te OCT y/o Pentacam. Es impor- tante destacar que dichos pacien- tes suelen ser usuarios de lentes de contacto, por lo cual se solicita la suspensión de las mismas al me- nos por tres semanas para evitar el efecto warpage que ocasionan.

2. ¿Pondrían un LIO monofocal?

Dr. Daniel Elies I. Amat: Sí, sin duda.

Dr. Daniel Badoza: Recomendaría el implante monofocal, en especial si el paciente es tolerante y recuerda haber tenido muy buena visión con LC gas- permeables, puesto que de esta forma corregirá de la mejor manera posible el astigmatismo irregular residual. En caso de que el paciente esté lo suficien- temente motivado, corregiría la refrac- ción residual con lente tórica Add-on.

Dr. Gerardo Valvecchia: En este caso colocaría una LIO monofocal, no tórica.

3. ¿Usarían un LIO tórico y por qué?

Daniel Elies I. Amat

Dr. Gerardo Valvecchia: No elegiría una LIO tórica, ya que, en este caso, la toma de las imáge- nes se vuelve dificultosa debido al nistagmo que el paciente presen- ta. Por ese motivo, al tener imáge- nes descentradas y un patrón topo- gráfico poco frecuente, el cálculo de la LIO se vuelve un desafío. Los da- tos queratométricos que tomamos en cuenta son en base al poder cor- neal de los 3 mm centrales, los cua- les no son confiables en los estudios de esta paciente.

El queratocono es una patología no inflamatoria degenerativa de la cór- nea que se asocia con astigmatismo asimétrico elevado. Dicha patología suele darse en ojos miopes con lar- go axial elevado. En estos casos se plantea un desafío cuando se debe realizar facoemulsificación, ya que, en muchas ocasiones posteriores a la cirugía, queda un defecto refracti- vo residual.

Si se da prioridad a corregir el com- ponente miópico, quedaría el astig- matismo residual a ser corregido

a Dr. Daniel Elies I. Amat: Siendo – un devoto defensor de las lentes tóri- 3 cas, en este caso NO pondría una lente

  • –  tórica. El eje refractivo y el topográfico
  • –  difieren y los distintos queratómetros (el del biómetro que no se nos facili- ta) y el del Ray Tracing probablemente también difieran. Y como he menciona- do al principio, en el posoperatorio in- tentaría adaptar una LC para mejorar la visión final de la paciente. Se trata de un ojo único, y hay que primar la cali- dad de la visión por encima del defectorefractivo final.Dr. Daniel Badoza: Las LIO tóricas no son mi primera opción en casos con queratocono. Las utilizo especialmente cuando el paciente es intolerante a len- tes de contacto en los que la refracción subjetiva es medible (en especial si lle- ga a niveles altos de AVCC y no difieren de la AV con estenopeico), y la tomo- grafía no muestra una gran irregulari- dad en los 3 mm centrales.

con lentes aéreos, lente de con- tacto o evaluar la posibilidad de realizar piggyback. Una vez operada, la corrección del astig- matismo se realiza mediante la refracción subjetiva, con lo cual la queratometría y sus medidas cobran una menor importancia.

4. ¿En qué estudio basa- rían el poder y eje del astigmatismo?

Dr. Daniel Elies I. Amat:

En mi caso, valoraría el Cassini (topógrafo que me muestra me- diciones de cara anterior y pos- terior y, por tanto, nos da un poder corneal total) y lo compa- raría con el K total del IOLMaster 700. Si tengo solo los datos que nos muestran, utilizaría los va- lores de Ray Tracing.

Dr. Daniel Badoza: El poder del astigmatismo generalmente lo tomo de la biometría y la au- to-K, mientras que considero el eje más curvo del tomógrafo.

Dr. Gerardo Valvecchia: Utilizaría to- dos los equipos a mi disposición para tener distintas medidas de queratometría. Hay que tener en cuenta que las medidas quera- tométricas de distintos equipos con distinto índice de refracción no son comparables di- rectamente entre sí. De todas maneras, in- tentaría tener datos de un equipo con cá- mara Scheimpflug, una OCT, un Plácido. Si las queratometrías son similares o distintas, nos pueden ayudar a tomar una mejor de- cisión sobre la lente a implantar y el target refractivo propuesto.

En el caso de un paciente con nistagmo osci- latorio, es recomendable realizar topografía con métodos estáticos, en la que los resul- tados puedan ser confiables y las imágenes estén centradas. La falta de alineamiento puede afectar la exactitud de los mapas to- pográficos, de modo que se pueden produ- cir errores significativos si existe un descen- tramiento del ápex corneal en el momento de realizar la medida.

5. La paciente tiene nistagmo os- cilatorio. ¿Tendría algún consejo para la cirugía?

Dr. Daniel Elies I. Amat: No creo que esto constituya un problema quirúrgico. No tendrá mucho nistagmo por las AVcc que al- canza (2/6 con catarata y una córnea irre- gular) y, con una leve sedación, la amplitud del mismo suele disminuir o incluso desapa- recer. Yo plantearía una anestesia tópica con sedación leve y no asumiría el riesgo de una anestesia locorregional (peri-retrobulbar).

Dr. Daniel Badoza: Si bien he realiza- do en muchas ocasiones la cirugía del nis- tagmo bajo anestesia tópica e intracameral, si el nistagmo dificultase la realización de la capsulorrexis, le daría anestesia subteno- niana. En caso de haber decidido implantar LIO tórica, marcaría el eje horizontal de la córnea en la lámpara de hendidura.

Dr. Gerardo Valvecchia: En mi práctica habitual, realizo solamente anestesia tópica en los nistagmos. Sin embargo, puede ser recomendable rea- lizar anestesia peribulbar en estos ca- sos ya que se necesita la acinesia del globo ocular.

6. ¿Con qué página calcularían el LIO tórico y cuáles quera- tometrías usarían (SIM K del topógrafo, K de autorrefracto- queratómetro, poder refracti- vo corneal) y por qué?

Dr. Daniel Elies I. Amat: Como ya he comentado, usaría el K del topógrafo (K total) y fórmula de Barrett (yo suelo usar Barrett y Haigis, pero en este caso, con las variantes del B-B y la ACD, me fío más de Barrett).

Dr. Daniel Badoza: En caso de im- plantar una lente tórica, la calcularía usando la fórmula Panacea en compa- ración con el cálculo obtenido en el cal- culador del fabricante de la lente. El effective power a 3 mm parece ser la más precisa de las fuentes para obte- ner las K.

Dr. Gerardo Valvecchia: Utilizaría de modo preferencial las queratome- trías de OCT de cara anterior y pos- terior. Dejaría en un segundo lugar el Pentacam, ya que es un estudio más di- námico que el de OCT y, por ende, el nistagmo de la paciente puede arrojar datos poco confiables. Dichas medidas de cara anterior y posterior de la córnea no se pueden usar en cualquier fórmu- la de cálculo, ya que la mayoría de las fórmulas necesitan una medida de que- ratometría, por ejemplo, al estilo SIM K o autoqueratometrías de un interfe- rómetro convencional. En estos casos

Dr. Daniel Badoza.

puntuales, usamos Panacea, que permite cargar los datos topomé- tricos (radios de curvatura ante- rior y posterior) para calcular el lente intraocular. Utilizaría un tar- get levemente miópico (−0.50), dado que en los queratoconos los resultados refractivos posquirúr- gicos suelen tender a la hiperme- tropía por una sobrestimación de la queratometría.

Si colocara una lente tórica, po- dría usar Panacea y también po- dría usar el calculador de Barrett para lentes tóricas. Dicho calcu- lador también permite usar da- tos de queratometría de cara anterior y posterior. El calcula- dor de Barrett, además, permite usar la Median K, que se calcula utilizando distintas medidas que- ratométricas de distintos equipos para crear una única medición de queratometría. Podría ser de uti- lidad en este caso donde eje y poder pueden mostrar variacio- nes según el equipo con que se lo mida.

 

 

ArtículosCatarataNoticiero Alaccsa-R

Cirugía de catarata en 3D

posted by adminalaccsa 3 junio, 2019 0 comments

Cirugía de catarata en 3D


Dr. Juan Pablo Aparicio Colombia

Contacto

Dr. Juan Pablo Aparicio – jpaparicio@hotmail.com

Conocí la cirugía de catarata en 3D en un congreso de ASCRS hace unos años, de la compañía Truevision, en un booth. Siempre me ha atraído la tecnología. Cuando la vi pensé que eventualmente a futuro podría ser interesante. En ese entonces había conocido también la cirugía robótica con Da Vinci y pregunté cómo podría adaptarse un set de instrumental de oftalmología al robot. En mi imaginación pensé como sería una telecirugía de catarata con este tipo de instrumentos.
Pensé en dos limitaciones: primero, no existía un sistema de visualización que a la distancia pudiera permitirme tener percepción de profundidad, lo que haría imposible hacer una cirugía segura; y, la segunda, no había forma de transmitir la señal en tiempo real, tanto de la imagen como de mis movimientos como cirujano. En definitiva, no era factible la telecirugía.
Cuando conocí el Truevision pensé que podía ser la respuesta al primer obstáculo. Sin embargo, cuando lo probé en cirugía experimental, la latencia de la imagen hacía que los movimientos de mis instrumentos en la panta- lla no coincidieran con lo que es- taba sintiendo en mis manos. En ese momento pensé que era el comienzo, y que más adelante con mejores procesadores, cámaras, pantallas, etcétera podría conver- tirse en realidad.

Años después me presentaron Ngenuity. Sin volver a saber del tema, Alcon había comprado la compañía que había evolucionado en el desarrollo de la plataforma y decidió lanzarla para cirugía de vítreo y retina.

Con los antecedentes que yo tenía en mi cabeza, pensé que eso tenía que servir para cirugía de catarata; como era un uso off label del equipo, no pude obtener mucha ayuda. Sin embargo, seguí adelante y pude realizar mis primeras cirugías de catarata en ojos humanos con este novedoso sistema de visualización.
La experiencia fue fascinante. Si bien seguía observando algo de latencia en los movimientos, esta era mínima y fueron mucho más las ganancias que obtuve con el uso del sistema que las dificultades encontradas.

La primera de estas ganancias es la profundidad de campo; el sistema, al tener un diafragma que regula la apertura en la cámara, permite obtener una profundidad de foco muy superior a lo que se puede encontrar en un microscopio. Con el uso del sistema en 3D me encontré usando mucho menos el pedal de foco al poder tener gran parte del campo quirúrgico en adecuado foco en un momento dado. (Ver figura 1)

La otra gran ventaja que encontré es el campo visual. El estar en un n microscopio con un tubo circular, solo te permite ver lo que cabe n dentro del mismo. Con el sistema , 3D aún con gran magnificación se observa el limbo en 360 grados y la conjuntiva circundante en la periferia de la pantalla, lo que permite manejar los movimientos de los instrumentos quirúrgicos con mucha más libertad. (Ver figura 2)
Una ventaja muy importante que e va ligada a la anterior es la magnificación. Desde que uso el sistema 3D me a he encontrado trabajando con mucha más magnificación sin perder l la visualización del campo complea to, como sucede con cualquier mi-
croscopio.

Dicho en palabras sencillas y dejando a un lado el aspecto técnico, me encontré operando cataratas en el Ngenuity confiadamente y con tranquilidad de manera muy e rápida. Con el tiempo además me a di cuenta que al aumentar la mags nificación trabajaba con el campo quirúrgico completo en la pantalla de manera muy cómoda. Esos cambios de aumento (magnificación) que en ocasiones tenemos que hacer para realizar maniobras, como el pulido de la cápsula, resultaron muy cómodas con el sistema y la sensación de estar inmerso en el campo quirúrgico ha sido realmente satisfactoria.

Dentro de las ventajas no tangibles en visualización está la comor didad, pues a este tipo de sistemas o lo comparan algunas personas con o estar sentado presenciando un videojuego. En la práctica no lo considero así, a los cirujanos siempre nos va a incomodar la comparación de tener la responsabilidad de la visión de un ser humano en nuestras manos con la de un videojuego. Lo que sí puedo afirmar es que definitivamente el cansancio en cirugía se redujo notoriamente y, desde el punto de vista ergonómico, la espalda y especialmente el cuello agradecen mucho estar en una posición cómoda, apoyado en el espaldar de una silla y observando una pantalla.
En este último aspecto no todo es color rosa; la versión actual del sistema implica tener la cámara en el tubo del microscopio incorporado a la base (estativo) actual del mismo encima del ojo del paciente, lo que obliga a posicionar el televisor 3D de manera lateral. Esto conlleva dos compromisos: el primero, a girar la cabeza de medio lado para observar la pantalla mientras tienes las manos en la cabeza del paciente en la posición habitual. Esta ha sido mi configuración habitual y con la que me siento más cómodo, y más adelante les explico el porqué. (Ver figura 3). El segundo consiste en desplazar la posición en la silla del cirujano hacia la pantalla manteniendo la espalda y la columna rectas, mientras giras tus brazos hacia la cabeza del paciente.

Con respecto a la configuración elegida pienso que siempre es preferible cambiar la posición de la cabeza del cirujano manteniendo la posición de la cabeza del paciente en la misma relación con mis manos y mis hombros, dado que esto mantiene mis movimientos de la forma habitual. Al hacer esto me encuentro fluyendo más al entrar y salir de las paracentesis, al hacer la capsulorrexis, y en general en toda maniobra intraocular. Cuando intento cambiar la posición, como lo hice en los primeros casos, los movimientos de mis manos en relación al ojo del paciente cambiaron y me observé haciendo movimientos imprecisos en los que me sentí fuera de equilibrio.

Con el tiempo han ido viniendo actualizaciones del sistema, permitiendo además el uso de diferentes filtros de procesamiento de imagen (figura 4) que permiten cambiar el contraste en maniobras específicas, como el uso del filtro amarillo o azul durante la capsulorrexis. Similar a la utilidad que le dan los cirujanos de vítreo y retina al realizar maniobras en la base del vítreo o en la membrana limitante interna, podemos utilizar filtros especiales para mejorar la visualización de la cápsula anterior en alguna maniobra específica.
En la última actualización se incorporaron los parámetros del equipo de facoemulsificación en la pantalla. Personalmente me gusta mucho. Puedo ver en tiempo real un video sobrepuesto (overlay) en el que superviso cómo está el vacío, el flujo, la presión intraocular o el CDE (Ver figura 5). Al comienzo tuve dudas pensando que no quería una distracción adicional, sin embargo, no lo percibí como tal, y al contrario me ha gustado observar estos datos en pantalla. De hecho, me ha ayudado a ser más cauteloso con la posición del pedal y con la cantidad de energía liberada en la cámara anterior (CDE).

En conclusión, considero que la cirugía de catarata con el sistema de visualización en 3D ha sido un adelanto importante, que ha aportado a mi práctica quirúrgica, como lo ven en diferentes aspectos. Estoy convencido que es un camino interesante y que sé que los adelantos en el hardware y la imagen nos llevarán hacia un futuro donde posiblemente no necesitemos de un microscopio como lo conocemos hoy en día, e incluso podamos incorporar ítems adicionales como ayudas robóticas, visualización de exámenes adicionales como OCT, sistemas de rastreo de la posición ocular, del eje del cilindro refractivo, etc. Seguramente este será un paso adicional hacia la telecirugía en oftalmología.