ciente, me aportó más preci- siones: “la viga” era una som- bra, que provenía del sector temporal, con forma de parén- tesis, convexa hacia afuera, que desaparecía cuando se colocaba la mano en sien como hacién- dose sombra, la ubicaba en el campo medio temporal y no le limitaba el campo visual perifé- rico por fuera de la sombra.
Al crecer la incomodidad con los días comencé a preocuparme y pensar más seriamente. ¿Qué podría ser este tema?
Mi perplejidad era total y la pa- ciente continuó manifestando la molestia, insistentemente, du- rante los meses subsiguientes. En las búsquedas bibliográ cas que hice en esos meses no en- contré ninguna respuesta. No sa- bía cómo ubicarla, qué palabras claves introducir, cómo buscarla.
La primera aproximación al tema la tuve al año siguiente, en 2008, cuando encontré un artículo de Robert Osher1, en el cual se refería al problema llamándolas «disfotopsias neg- ativas» (DN). A partir de este artículo, de conocer cómo nom- brarlas, pude seguir la búsque- da en la literatura e intentar acercarme a la comprensión de un fenómeno que, aún hoy, no está de ninguna manera com- pletamente aclarado. En uno de los artículos, de 2012, todavía se habla de la “enigmática pe- numbra”5. En los 3 últimos años las publicaciones se reprodu- jeron exponencialmente.
sentó, en una serie de más de 6600 ojos op- erados con LIO de acrílico, 8 casos con DN (una sombra subjetiva) y 6 con disfotopsias positivas (DP), es decir brillos, rayos o haces luminosos. Re ere haber tenido que realizar 2 recambios en los casos de DP, en los cuales optó por LIO de silicón y 3 recambios por LIO de PMMA, en los casos con DN.
Acá descubrí las DP, con las que no había te- nido problemas, pero me generarán otro pro- blema nuevo al que me referiré más adelante.
En ese artículo se relacionaron estos fenó- menos disfotópsicos con el material del LIO y se sugería que, con la aparición de los LIO de acrílico, se habría incrementado la aparición de fenómenos luminosos, quizás relaciona- dos con el borde cuadrado, y re ejos de la óptica del lente intraocular, pero no se com- prendía bien la etiología de las DN.
Con el trabajo de Davison comencé a poder acercarme a una probable respuesta a mi pregunta sobre por qué son más frecuentes ahora, ya que los lentes de acrílico son más utilizados ahora. La principal causa de las DN era el diseño y el material del lente intraoc- ular, pero se creía también, que la incisión temporal corneal jugaba un rol importante en la etiología de las DN.
Otro punto curioso era dilucidar por qué ocur- ría más frecuentemente en los OI, aunque no exclusivamente, hecho que no fue del todo aclarado.
Entonces, ¿es el material? ¿Y por qué no es siempre? ¿Es el diseño? ¿Y por qué no ocurre en todos? ¿Es la incisión temporal? ¿Y por qué ocurre con incisiones superiores?
El estudio de Osher1 de 2008 se basa en una encuesta que realiza de rutina el primer día del posoperatorio de pacientes, operados con Acrysof, y preguntando explícitamente sobre la presencia de algún tipo de sombra. Si el paciente respondía a rmativamente se le re- quería algún detalle en cuanto a forma, ubi-