Comunicación en Oftalmología
En todos los idiomas existe la palabra comunicación la cual procede del verbo comunicar. Este verbo tiene a su vez muchas acepciones, pero varias de ellas tienen un significado común: “Hacer saber algo”, “Relacionarse de palabra o por escrito para transmitir o recibir información”.En este sentido, la Comunicación en sí tiene un proceso común: Tenemos una idea o mensaje que transmitir a una persona o a una comunidad; para ello utilizamos un formato de transmisión de la idea y el receptor tiene un soporte que la recibe. Este soporte puede ser físico, como una revista o un ordenador, o inmaterial como en el lenguaje verbal y visual. Vamos a desarrollar estos tres pasos que conforman la base de la Comunicación.
La Idea o el Mensaje a transmitir
Podemos considerar que hay una manera “oficial” de comunicar una idea o mensaje y otra que no sigue las reglas, pero que tiene su valor propio. La base del conocimiento “oficial” es la publicación científica bien en su edición de papel o en un formato digital. Para obtener esa categoría sus contenidos se rigen en los principios del Método Científico y de la Medicina Basada en la Evidencia. En ella encontraremos casos clínicos a discusión, artículos de revisión, artículos originales… Cada uno de ellos se habrá preparado para su publicación siguiendo las normas dadas por un Consejo Editorial y que serán las mismas, con pequeñas diferencias o peculiaridades, que tienen todas las revistas científicas. Así los artículos originales seguirán el esquema tradicional: Introducción, Material y Métodos, Resultados, Discusión, Conclusiones y Bibliografía. Previamente habrá sido valorado por uno o varios “referees” o revisores los cuales habrán aceptado, rechazado o sugerido modificaciones sobre el artículo original.
Una vez editado el número, si la revista está indexada quedará a disposición de la comunidad científica para servir de base a otros trabajos referenciando el artículo correspondiente y contribuyendo al progreso de la Ciencia. Además los autores podrán tener méritos tangibles para su curriculum profesional.
Libros aparte, esta es la forma escrita en la que se produce la Comunicación científica. ¿Pero y la oral? Las instituciones acreditadas y las sociedades científicas organizan sus reuniones o congresos y seleccionan las comunicaciones bien sean libres o papers, en video o en paneles o posters que se presentarán en sus eventos. Otorgan sus certificaciones y los autores reciben los méritos correspondientes.
En raras ocasiones alguna idea presentada así, sin soporte de una publicación, se expande con rapidez e introduce un nuevo estándar de la práctica diaria. El ejemplo paradigmático de ésto es la técnica de Faco-Chop de Nagahara, autor que ganó un Premio en un Festival de Videos de la ASCRS y su idea caló de tal manera en la comunidad oftalmológica que la incorporó de inmediato a la cirugía de facoemulsificación.
Como vemos de manera resumida, tanto de forma escrita como oral, podemos decir que alguien tiene una idea, la investiga y para presentarla, necesita que prestigiosos terceros avalen su validez. Podemos decir que es la forma oficial de transmitir el conocimiento. Pero ¿es ésta la única forma de transmitir el saber? Camino del Internet 3.0 podemos decir que no. Es cierto que siempre han existido revistas tipo “peer review” que han divulgado muchas cosas fuera del método científico, pero no tiene nada que ver con los amplios caminos que se abren en la actualidad para expandir y hacer llegar el conocimiento a todos los estratos y comunidades.
Debemos decir que no se debe entender esto como una crítica al método oficial, el cual conforma el “Corpus Sapientiae” siendo el que ratifica y hace avanzar la Ciencia. Pero no es menos cierto que el mundo digital en el que nos movemos, y que es la base de la moderna Comunicación, ha expandido la facilidad de acceso al conocimiento en su sentido más amplio. Y todo ello con su propio valor, haciendo que al acceder de manera más simple al saberun público más amplio, pueda mejorar su práctica y por tanto la de sus pacientes. Estamos hablando de Medicina en estado puro.
El Formato
Todo empieza en la década de los noventa cuando irrumpe la World Wide Web, es decir Internet y con él las páginas web y, sobre todo, el correo electrónico. Ésta fue la primera y principal herramienta ya que permitió interactuar de usuario a usuario o de forma coordinada en grupos, obviando el “snail-mail”. Empieza así la revolución de la Comunicación surgiendo los Grupos de Discusión, las Listas de Distribución, etc.: Ophthal, Kera-Net, el Hot Line del KMSG, la propia ASCRS con su “Eye Mail”… Ejemplos que en algunos casos acumulan ya más de veinte de años de permanencia y vigencia entre nosotros.
En nuestro medio, el “Grupo de Discusión de los Socios de la SECOIR”, fundado en 2009 e inspirado en el funcionamiento de algunos de los citados anteriormente, ha permitido a su comunidad intercambiar conocimientos resolviendo en muchos momentos situaciones difíciles e incluso urgentes. La incorporación al mismo de destacados miembros de Alaccsa le dio un impulso con el que va a cumplir su primer lustrolleno de vitalidad.
El estar basados en el correo electrónico les permite una rapidez e inmediatez de “cuestión-respuesta” en pasos directos, sin necesidad de ir a abrir y buscar páginas web como en los foros, que es otra alternativa como luego veremos.
Estos Grupos, basados en e-mail, son cerrados y se ingresa bien por invitación o bien por suscripción. Algunos de ellos pueden estar moderados, es decir alguien filtra los comentarios que se quieren colgar, o bien sin moderación, con lo que cualquier “post” de inmediato está a la vista de todos los componentes del Grupo. En el caso de la SECOIR es de este tipo y pocas veces se han colado cosas censurables. Los temas se organizan como “hilos” donde alguien plantea algo, lo envía por e-mail al Grupo, todos lo reciben y emiten respuestas a esa cuestión inicial. Al no estar moderado a veces se mezclan hilos, lo que es una pequeña pega de su funcionamiento.
Aparte de la inmediatez comentada, tienen la ventaja de que este sistema conlleva una mezcla heterogénea de líderes de opinión, oftalmólogos formados y en formación lo que hace que la interactuación sea muy positiva para todos. Es frecuente en el Eye-Mail, el Grupo de Discusión de los socios de la ASCRS, que la cuestión de un desconocido sea respondida por oftalmólogos de renombre como D. Masket, W. Hill, D. Koch, I. Ahmed, R. Lindstrom, etc. Esto a su vez nos indica que los temas lo son de interés para todos ellos y que los siguen, de ahí su participación.
Varios son los ejemplos de la gran utilidad de los Grupos de Discusión. En septiembre de 2003 el KMSG publicó en el suyo la inquietud de un español sobre el hecho de que las lentes fáquicas PRL se estuvieran cayendo al vítreo. En pocos días se difundió de inmediato la noticia que se convirtió en alarma mundial suspendiéndose a nivel general la implantación de dichas lentes.
En Enero de 2005 David Chang en el Eye Mail de la ASCRS describió el cuadro del IFIS. Esto supuso que la comunidad oftalmológica mundial supieran de esta importante asociación patológica muchos meses antes de que se produjera la publicación oficial en el JCRS. De hecho, semanas después del post de Chang, FacoElche en Febrero de 2005 lo mostraba a toda la audiencia.
En ambos casos y para todas las partes del mundo, numerosos pacientes se beneficiaron de la rápida difusión de un problema o de una nueva entidad nosológica. Medicina y Comunicación.
Con una idea parecida pero un funcionamiento distinto están los foros. Estos se constituyen como una página web en la que existen unos moderadores que gestionan el flujo de entradas y comentarios. Pueden funcionar como página web propia o alojados dentro de una más generalista. Existen Foros de todo, de cualquier tema, desde coches antiguos a perros, armamento, deportes…. Los temas se organizan de forma ordenada en “hilos” o “asuntos” a los que los usuarios aportan comentarios y se suscriben para recibir vía e-mail el aviso sobre los nuevos movimientos del Foro.
Es su funcionamiento lo que hace que pierda la inmediatez de los Grupos de Discusión con su “cuestión-respuesta”, ya que la notificación obliga a ir a una página web, identificarse y participar. Es por ello que pocos foros oftalmológicos como tal son populares en nuestro medio y no prosperan como lo hacen los basados en e-mail.
Y ya que hablamos de página web, ¿qué papel juega hoy en día en términos de comunicación? Curiosamente siendo el eje central de Internet su papel ha bajado considerablemente, hasta el punto de que en 2010 la revista The Wired aseveraba que la web estaba muerta, pero al mismo tiempo deseando larga vida a Internet. Volveremos luego sobre ello.
En sus inicios la web era la base del Internet 1.0 donde pasábamos como espectadores y navegadores. Llególa Web 2.0 o Web Social, interactuando y ahora estamos en la transición a la 3.0, conocida también como Web Semántica, donde hacemos interacción con respuesta inteligente y en cualquier plataforma.
La web es la base o el escaparate de una persona, de una sociedad, de una compañía, etc. Allí converge toda la información que se busca de la misma y es a su encuentro donde nos llevarán los buscadores. Es como un catálogo virtual del promotor de esa página y cada una de ellas con sus peculiaridades, lo que hace que los visitantes de las mismas puedan comparar y, como hemos mencionado, interactuar en algunos casos.
La web queda como el eje central de donde emanan o confluyen otras aplicaciones y utilidades que son la base de la comunicación: Blogs, canales de vídeo, feeds, redes sociales, webinars… Todas ellas convierten a la web en un vehículo pasivo de comunicación al que hay que ir y buscar, mientras que en esas herramientas y aplicaciones, la información fluye de manera activa y llega sola y de forma directa al usuario.
El Blog toma un formato que podría recordar al de una página web, pero en realidad es un vehículo de información continuada sobre su contenido. Se le llama “cuaderno de bitácora” siendo en cierta forma como el diario del autor. Se cuelgan y comentan noticias, pensamientos, se habla de técnicas y al publicarlo se notifica de manera automática a los que están suscritos al mismo. El binomio blog/noticias a veces tiene fronteras no muy delimitadas.
Mucho más claras son las fronteras de las Redes Sociales. Todos conocemos la influencia de Twitter y Facebook en la difusión de acontecimientos de cualquier tipo y la oftalmología no es ajena a ello. Las Redes Sociales están abiertas y activas casi de continuo en todos los soportes que utilizamos, por lo que las noticias llegan con rapidez.
Las Redes Sociales se pueden utilizar a nivel personal o profesional, colgando noticias, fotos, videos, enlaces, etc. Tiene la inmediatez de anunciar algo y llevarte allí, permitiendo una gran interactuación, aunque ésta es más de tipo vertical, es decir con el que inicia la noticia, que horizontal, con los usuarios adheridos a ese tema en la Red.
Curiosamente Facebook o algo similar debería haber desbancado al email como vehículo de comunicación de los Grupos de Discusión, lo que no ha sucedido. Tal vez el ser una herramienta ajena y dependiente de terceros haya limitado su implantación a este nivel.
Otro fenómeno comunicativo de primer orden en Internet son los canales audiovisuales. Por un lado los “Podcast” que son emisiones auditivas donde se pueden reproducir conferencias, mensajes o entrevistas. Por otro los canales de video tales como YouTube, EyeTube, Vimeo, etc. Cada vez más populares, se van colgando en ellos películas, video clips, grabaciones, ya sean bien de divulgación para pacientes o bien didácticos sobre técnicas para profesionales.
Debemos por último mencionar la revolución formativa a distancia de los “Webinars”, que son seminarios o charlas interactivas con voz y audio en vivo. Permiten la presencia virtual de prestigiosos ponentes acompañados de sus imágenes y presentaciones a una audiencia local así como a otra conectada en chat a la sesión. Ambas audiencias tienen capacidad de interactuar con el ponente y entre sí. Es una herramienta comunicativa en expansión y dada esa interacción ponente/audiencias, puede que en el futuro los Webinar eliminen muchas actividades presenciales.
El Soporte
La información durante siglos ha fluido en papel o de manera oral. Es el advenimiento de la era digital lo que rompe con la tradición para llegar a este momento dorado de la comunicación.
La llegada de Internet hace que todo se vuelva hacia el ordenador de mesa donde accedemos a nuestras webs y al correo electrónico. Sus aplicaciones se van ampliando y se va desarrollando todo lo que hemos comentado anteriormente. Su empuje es tal que revistas científicas tradicionales empiezan a eliminar el soporte papel para editar sus números en formato digital
Pero hay otro fenómeno que marca otro punto de inflexión y es la llegada de los dispositivos móviles, sobre todo smartphones y tabletas. De repente todo la gente en cualquier sitio recibe información continua bien sea profesional o de tipo personal. Llega en formatos convencionales adaptados para dispositivos móviles o bien con aplicaciones específicas, las famosas Apps.
No hay que ir a un ordenador a buscar la información, ella llega sola, lo que hace que estos soportes dinamicen la información y confirmen el aserto de TheWired: “La web está muerta”. Y la razón es porque tenemos estos dispositivos (móviles y tablets) en nuestras manos, con lo que estas pantallas llegan a nosotros y nosotros no tenemos que ir a buscarlas para conectarnos. De esta forma todos los formatos mencionados se mueven y llegan, cómo no, a través de Internet. Larga vida a Internet.
Vivimos en la era de la información y de su mano en la era de la comunicación de esa información. La revolución digital pone a nuestro alcance el saber simple e inmediato, lo que es tan válido para la producción científica convencional como para la difusión de otro tipo de conocimiento. Aprovechémoslo. Somos médicos y es el beneficio de nuestros pacientes.